Las guerras de Vietnam en el cine

Gurb

Madmaxista
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¿Existe alguna película vietnamita sobre las guerras que hubo en el Vietnam en el siglo XX? Seguramente debe haberla, pero la inmensa mayoría aquí solo conocemos las de Hollywood.

¿Estamos dominados culturamente por los USA, que a través de sus películas y sus series de televisión nos van inculcando sus puntos de vista, sus valores, su estilo de vida? Me parece evidente que en gran medida la respuesta es SÍ.

De todas maneras la influencia de la cultura de los USA es un fenómeno muy complejo y poliédrico que a mi entender no se puede ni aceptar ni rechazar sin matizaciones. Hay mucha sarama en ella pero también cosas muy valiosas.

Me voy a centrar en el cine. Pero también podríamos hablar de un modo paralelo de la ciencia y la tecnología que nos viene de Silicon Valley. O de la política que que nos aporta personajes tan carismáticos como George Whashington o Abraham Lincoln o John Fitzgerald Kennedy o Barack Obama o Donald Trump.

El poder de las películas (también de las novelas o de las series de televisión) es que nos ofrecen historias con las que nos podemos identificar mientras las vemos y a través de los personajes vivir a nivel subconsciente experiencias que no hemos vivido en nuestra vida real.

Es más, tengo la sensación de que muchas veces lo que se ha convertido en el relato a posteriori de los hechos es más importante que los hechos en sí para mucha gente en la actualidad.

Mucha gente no sabe que antes de la guerra que enfrentó a Vietnam del Norte con Vietnam del Sur durante la Guerra Fría estuvo precedida por un periodo en el que fue colonizada por Francia con apoyo español.

Expedición franco-española a Cochinchina - Wikipedia, la enciclopedia libre

Hay una novela de Graham Greene (1955) de la que se hizo una película en 2000 que se titula El americano impasible.
Nos muestra el cinismo oculto tras las apelaciones a la "democracia" y a la "descolonización" de los USA siguiendo la Doctrina Monroe aplicada a Asia y sus intereses para instalar un Vietnam donde pudieran mangonear ellos, alentando a militares locales con discursos antiimperialistas. Para caer en otro tipo de imperialismo, no por encubierto menos real, por supuesto.



Hay también una película francesa sobre ese periodo que se titula en español Sangre en Indochina (en el francés original La 317ème section, 1965). Es relativamente desconocida en estos lares pero a mi modo de ver es magnífica, yo la recomiendo a cualquier aficionado al cine bélico y a la Historia de esa fascinante tierra.



Más allá de las banderas nacionales, más allá de las razas y el politiqueo nos adentramos en estas películas con el drama en que consiste la vida humana; vemos a hombres y mujeres que luchan interiormente por situarse en el bando correcto, el que jovenlandesalmente creen que puede tener la razón, o en el que siendo más pragmáticos o realistas puede acabar ganando la guerra.

En la película basada en la obra de Graham Greene nos encontramos con un periodista británico que quiere ser neutral en medio del conflicto, pero al que los demás le dicen viure vol dir prendre partit.
En la película francesa es especialmente doloroso ver como los asiáticos se debaten entre su disciplina de soldados leales a Francia y el amanecer de un nuevo Estado que los va a señalar como traidores. Y a un antiguo soldado de las Waffen SS nazis entonces reconvertido en legionario francés.

El cine de Hollywood también nos ha legado grandes y famosas películas sobre el conflicto de Vietnam. La llegada de tropas norteamericanas para apoyar al régimen capitalista/"democrático" de Vietnam del Sur fue un error. Se convirtieron con ello en los malos de la película, los imperialistas que masacraban a los pobres vietnamitas del Vietcong que luchaban por la libertad de su Pueblo (?).

Los USA perdieron la Guerra de Vietnam no tanto en el campo de batalla sino en clave de política interna, al no sentirse identificados una gran parte de los jóvenes norteamericanos con esa lucha y boicotearla desde dentro. Esto pone de manifiesto la ambivalencia de los USA.

Algunas de las películas americanas sobre Vietnam son tremendamente críticas y ofrecen una imagen negativa sobre el papel de los USA. Como películas propagandísticas no sirven, suscitan demasiadas dudas. Sin embargo, para mí, eso es lo que las hace grandes.

Pienso especialmente en las películas dirigidas por el izquierdista Oliver Stone, participante en esa guerra como soldado y luego feroz crítico de la política oficial americana.

La primera que filmó sobre el tema tiene mucho de autobiográfico.



Pero hay otra que a mí también me parece muy buena. Su protagonista principal ya no es un soldado americano, sino que es vietnamita y mujer. Una mujer vietnamita que se acaba casando con un soldado norteamericano. Las guerras las sufren tanto hombres como mujeres pero muy a menudo el papel de estas últimas en ellas es poco conocido. Es por esto que esta película me parece especialmente valiosa.



Otra película que me parece notable sobre Vietnam es Pecados de guerra (Casualties of war, en la versión original) de 1989.
En ella también los villanos son americanos pero con una excepción. Hay un soldado americano que se pone de parte de una joven mujer vietnamita cuando sus compañeros de armas deciden violarla.
En un contexto de violencia e inconsciencia generalizada hay un punto de consciencia y ética; eso es lo que hace la vida profunda y digna de ser vivida. Si el cine norteamericano no ofreciera de cuando en cuando estas perlas, si fuese un vulgar cine de propaganda (como suele ser el cine de los regímenes dictatoriales) perdería mucho de su interés para mí.



Otra película sobre el tema que también me impactó en su momento fue El cazador (1978). En esta película los vietnamitas que salen son muy "malos". Pero, ¿no habíamos quedado que los malos eran los americanos?
Como si los chicos de Ho Chi Min hubiesen sido unos angelitos. Se puede criticar que podía haber ofrecido una visión más amplia el conflicto pero el régimen autoritario-socialista que representaba Vietanam del Norte, fiel vasallo de la URSS, creo que poco tenía que envidiar en ese sentido al de Vietnam del Sur.



Quiero terminar éste post citando otra película que para mí es una obra maestra: Apocalypse now (1979).
Se la acusó en su momento por algunos de ofrecer el punto de vista norteamericano sobre la guerra. Un punto de vista en todo caso muy autocrítico:
Hay un militar americano, el coronel Kurtz, que se vuelve loco, escapa del control del Ejército de los USA e instaura un régimen de terror y excesos psicóticos en medio de la selva, apoyado por nativos que lo miran casi como a un dios. Mandan a otro soldado americano para que lo ejecute.



El horror, el horror ... son unas palabras que juegan un papel central en el film. Que seguramente son algo más que una licencia artística porque el horror es parte necesaria en las guerras y en lo que constituye la aventura humana en general.


¿Nos refocilaremos sádicamente en él?,
¿o seremos la víctima que llora?,
¿o nos elevaremos más allá de los papeles de víctima y verdugo a un plano en el podamos ser testigos del horror sin identificarnos con él,
con ninguno de sus papeles o bandos,
con compasión por ambos?
 
De Apocalypse Now hay que decir que es una adaptación magistral (y descocada, como suelen ser las grandes películas basadas en grandes libros) de El corazón de las tinieblas, de Conrad. Precisamente la referencia a "El horror..." está tomada del libro.

Y, de hecho, hay una cita visual tomada casi literalmente del libro, que es la memoria que Kurtz había redactado para tratar humanitariamente a los indígenas jovenlandeses, sobre la cual termina escribiendo "Exterminad a todos estos salvajes", y que en la película se convierte en "Arrojad la bomba. Exterminad a todos".

Ese es el punto: ambos Kurtz son hombres buenos, brillantes, humanitarios, con grandes planes, que resultan destruidos por el salvajismo a que se enfrentan. La referencia que Coppola hace a Los hombres huecos (que Marlon Brando lee en gloriosas penumbras) es también un guiño a Conrad, quien en su obra decía precisamente que la causa de la caída de Kurtz era que estaba hueco. El coronel va un poco más allá, puesto que Coppola lo enriquece con una no muy velada crítica a la hipocresía y la mentira, contra la que realmente se ha rebelado. El coronel se preocupa por las mentiras que puedan contar a su hijo, y (creo recordar que en una de sus emisiones de radio) dice aquello de (cito de oído, así que puede que no sea muy fiel) Debo matarlos. Debemos exterminarlos. lechón tras lechón, vaca tras vaca, aldea tras aldea, ejército tras ejército. Y me llaman malo... ¿Cómo se llama cuando los asesinos acusan al malo? Mienten, mienten y hay que ser misericordiosos con los que mienten. Cómo repruebo a esos hipócritas...

El coronel se convierte en un semidiós, idolatrado tanto por los indígenas que habitan cerca del viejo templo como por sus propios hombres (incluyendo el agente que había sido enviado antes que Willard para retirar el mando al coronel). Pero sólo Willard comprende que ese hombre destrozado desea realmente ser liberado.

El caso es que el guión de la película es magníficamente brillante en su plasmación de las tinieblas de la guerra y del hombre.

De La rama dorada, que también es referencia en la película, dejo que hablen los entendidos, entre los que no me cuento.
 
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