Pues haber magia hayla, eso está claro. De hecho el universo es mágico en el sentido de que todo está interconectado e interactuando a través del campo etérico, la “maya” que “sostiene” ante la consciencia la ilusión de la materia.
Fuera como fuere, ayer hice el conjuro de
@2PIA pidiendo que quería tener un sueño lúcido, inspirado por las experiencias de
@La cualquiera del entorno y mías anteriores.
Pues bien, tras meses de no haber tenido un sueño lúcido, ayer se produjo el “milagro”.
Estaba soñando y “por arte de magia” me di cuenta de que estaba soñando, me invadió una gran alegría, y decidí hacer la típica comprobación de mirarme las manos, y por supuesto se veían más reales y bellas que la vigilia, y así me cercioré de que ya estaba en un sueño lúcido. Decidí tocar unas paredes porque sabía por experiencias anteriores que el sentido del tacto está híper potenciado en el sueño lúcido en comparación con la vigilia, y así lo comprobé aún más.
Por supuesto pensé sin pensar (subconscientemente?) en encontrarme con la mujer más bella del mundo, justo mi tipo idealísimo, alegre, rubia, y ahí estaba delante de mi. Yo me puse algo nervioso pensando que la excitación podría hacer que me despertara o que dejase de estar lúcido, y entonces ella, leyéndome la “mente”, me dijo, no te preocupes, esta vez vas a poder mantener la lucidez tanto como quieras. Percibí su inmensa inteligencia, su estado superior de consciencia, y decidí acariciarle la cara para ver si era verdad. Y con ese sentido del tacto híper ultra potenciado, el solo hecho de tocar esa piel divina y mirar esos ojos suyos divinos, me produjo una sensación anímica infinitamente más placentera que cualquier orgasmo, pero aún así tuve sesso onírico con ella ahí mismo, e incluso con una “amiga” suya, y eso era, señores, sesso divino, hierogamia. La succión de sus senos saliagogos me disparó a un estado de éxtasis apoteósico e inenarrable.
Solo los que ya hayan tenido algún sueño lúcido podrán entenderme. Es la conexión, el placer y la voluntad elevada a la máxima potencia, casi ilimitada.
Me desperté indudablemente satisfecho, como si esa experiencia sumara realmente a la experiencia del estado de vigilia. Estoy seguro que mi alma ha registrado eso como una experiencia tan verídica o más que las experiencias mundanas del día a día.