TedKord
Madmaxista
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A principios del siglo XVII el portugués Antonio de Montezinos en una travesía por las montañas en Suramérica con mulas e indígenas a cargo escuchó como los indígenas se quejaban de sus desgracias y decían que los maltratos de los españoles eran causados por Dios, en castigo por haber ellos maltratado a su vez a una misteriosa gente que vivía en la jungla. Francisco del Castillo "Cazique" era el propietario de las mulas y el que trataba de animarlos.
Antonio quedó obsesionado por la idea, aunque un tiempo después fue detenido y puesto en prisión por judaizante, lo cual era cierto, ya que era un judío converso llamado en realidad Aharon Leví, de la tribu de ídem, que sólo aparentaba haberse convertido.
Antonio había escuchado historias de que las tribus perdidas de Israel habían sido conducidas por Dios a sitios remotos (Tal y como dice la profecía de Esdras) y que esos sitios podían haber sido la recientemente descubierta América. Es más, se obsesionó con las misteriosas gentes de las selvas y cuando fue liberado en 1641 emprendió el viaje para encontrarlos.
Primero se reencontró con cacique el porteador y le convenció para ir en busca de las gentes de la selva, ya que cacique sabía donde encontrarlos. antonio le reveló que era judío y que ese era el motivo de encontrar a esa tribu. Juntos se aventuraron en la jungla
Según cuenta en sus crónicas, llegaron a la orilla de un río "mayor que el Duero" (Era un afluente del Amazonas) y fue allí donde Cacique le aseguró que encontraría a los suyos. Efectivamente allí encontraron a dos hombres y una mujer en una canoa "tostados al sol y con cabello hasta las rodillas". Cacique habló con ellos y les dijo quién era Antonio, cuando se encontraron los 4, los indígenas recitaron el shemá hebreo, lo que hizo que Antonio se postrase de rodillas.
Usando a Cacique de traductor, Antonio averiguó que la tribu afirmaban ser descendientes de Abraham, Isaac, Israel/Jacob y Rubén. También le dieron una serie de mensajes, estilo oráculo, de difícil interpretación:
-"Ioseph vive en medio del mar".
-"Un día hablaremos todos, haciendo en este tiempo con la boca ba, ba, ba y saldremos como que nos parió la tierra."
-"Embía doce hombres de todos señalando barbas, que escrivan". (Castellano antiguo)
-"Algún día nos verás y no nos conocerás, todos somos hermanos, merced que Dios nos hizo. Desta tierra no te dé cuidado, que todos los indios tenemos a nuestro mandado. En acabado con estos españoles iremos a sacarvos a vosotros del captiverio en que estàys, si quisiere Dios, que sí quererá, que su palabra no puede faltar"
Los rubenitas explicaron también que Dios los había traído a esas tierras mucho antes que a los indígenas, que hicieron la guerra contra ellos y Dios los relegó a las montañas y las selvas en castigo.
Montezinos explicó en Europa sus vivencias, ante el asombro y la perplejidad tanto de judíos como de cristianos. Jamás pidió dinero ni se lucró con la historia y en su lecho de fin mantuvo que todo era cierto.
Antonio quedó obsesionado por la idea, aunque un tiempo después fue detenido y puesto en prisión por judaizante, lo cual era cierto, ya que era un judío converso llamado en realidad Aharon Leví, de la tribu de ídem, que sólo aparentaba haberse convertido.
Antonio había escuchado historias de que las tribus perdidas de Israel habían sido conducidas por Dios a sitios remotos (Tal y como dice la profecía de Esdras) y que esos sitios podían haber sido la recientemente descubierta América. Es más, se obsesionó con las misteriosas gentes de las selvas y cuando fue liberado en 1641 emprendió el viaje para encontrarlos.
Primero se reencontró con cacique el porteador y le convenció para ir en busca de las gentes de la selva, ya que cacique sabía donde encontrarlos. antonio le reveló que era judío y que ese era el motivo de encontrar a esa tribu. Juntos se aventuraron en la jungla
Según cuenta en sus crónicas, llegaron a la orilla de un río "mayor que el Duero" (Era un afluente del Amazonas) y fue allí donde Cacique le aseguró que encontraría a los suyos. Efectivamente allí encontraron a dos hombres y una mujer en una canoa "tostados al sol y con cabello hasta las rodillas". Cacique habló con ellos y les dijo quién era Antonio, cuando se encontraron los 4, los indígenas recitaron el shemá hebreo, lo que hizo que Antonio se postrase de rodillas.
Usando a Cacique de traductor, Antonio averiguó que la tribu afirmaban ser descendientes de Abraham, Isaac, Israel/Jacob y Rubén. También le dieron una serie de mensajes, estilo oráculo, de difícil interpretación:
-"Ioseph vive en medio del mar".
-"Un día hablaremos todos, haciendo en este tiempo con la boca ba, ba, ba y saldremos como que nos parió la tierra."
-"Embía doce hombres de todos señalando barbas, que escrivan". (Castellano antiguo)
-"Algún día nos verás y no nos conocerás, todos somos hermanos, merced que Dios nos hizo. Desta tierra no te dé cuidado, que todos los indios tenemos a nuestro mandado. En acabado con estos españoles iremos a sacarvos a vosotros del captiverio en que estàys, si quisiere Dios, que sí quererá, que su palabra no puede faltar"
Los rubenitas explicaron también que Dios los había traído a esas tierras mucho antes que a los indígenas, que hicieron la guerra contra ellos y Dios los relegó a las montañas y las selvas en castigo.
Montezinos explicó en Europa sus vivencias, ante el asombro y la perplejidad tanto de judíos como de cristianos. Jamás pidió dinero ni se lucró con la historia y en su lecho de fin mantuvo que todo era cierto.
