Nefersen
Nuncio Apostólico
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La oficina del president catalán ya cuesta 80 millones al mes, un 135% más que en el año del 1-O
El equipo directo del presidente de la Generalitat consume 108.000 euros cada hora, financiados con el dinero que le inyecta Moncloa
El independentista Pere Aragonès (ERC) se gasta mensualmente 80 millones de dinero público en el conglomerado de la Presidencia de la Generalitat catalana. Es una cifra récord, sin precedentes, fruto de una escalada continua y acelerada desde la revuelta separatista del otoño de 2017. La factura que deja la oficina del president es un 135% mayor que hace seis años. Consume dinero público a un ritmo de 108.000 euros cada hora, a una velocidad de 1.805 euros por minuto. Todo ello soportado con cargo al bolsillo de todos los españoles a través de las privilegiadas inyecciones financieras con las que el Gobierno de Pedro Sánchez alimenta a la Generalitat secesionista.
El afán del separatismo catalán por emular las estructuras de un estado se ha reflejado, década tras década, en un engordado gasto público que acabó llevando a la quiebra técnica a las arcas de la Generalitat. Rescatadas por el Gobierno de Rajoy tras estallar la crisis económica de 2008, las desbaratadas cuentas del Ejecutivo catalán aguantan gracias a esas privilegiadas inyecciones financieras que le hace el Estado.
Desde que se creó el denominado Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), la Generalitat gasta alimentada por el conjunto de España. Esos privilegiados préstamos se los concede el Estado y Cataluña nunca los salda en realidad: cuando le toca devolver uno de esos préstamos lo hace con otro nuevo, de todavía mayor importe. Por eso, la Generalitat cada vez debe más dinero a las arcas estatales. De ahí que una de sus exigencias ante Sánchez, y aceptada por éste en el pacto de investidura, haya sido la condonación de una significativa porción de esa deuda de la Generalitat con el conjunto del Estado.
Pere Aragonès, récord de gasto
Lejos de contener el gasto en estructuras políticas para apretarse el cinturón, la Generalitat aprovecha esa privilegiada financiación extra que le llega de Madrid para consumir cada vez más en sueldos de altos cargos y asesores, a mayor gloria del presidente de turno y al servicio de la colocación de afines. El actual, Pere Aragonès, de la ERC independentista, está batiendo récords en la particular corte que conforma su oficina presidencial.
Según las cuentas oficiales recopiladas por OKDIARIO, la oficina de Aragonès gastó entre enero y agosto 635 millones de euros. A un ritmo medio de 79,4 millones al mes con el aval de Pedro Sánchez, convertido en su privilegiado banquero a costa del erario de todos los españoles.
La oficina del president de la Generalitat sale actualmente por 108.333 euros cada hora o, lo que es lo mismo, cuesta 1.805 euros cada minuto que pasa. Sin descanso, de lunes a domingo, día y noche. Si la cuenta se saca sólo computando los días laborables y las horas hábiles, la factura es aún más gruesa.
Sólo en sueldos, la oficina del presidente Aragonès prevé gastarse este año 66,5 millones de euros, lo que incluye tanto a funcionarios como a la nutrida nómina de altos cargos y asesores. Entre ellos, la retribución de la consejera de Presidencia, Laura Vilagrà. Del 1 de enero al 31 de agosto, el president ya se gastó 45,7 millones en los sueldos de su oficina.
Al servicio del separatismo
Aragonès ha sido ágil en la práctica de engordar el gasto de su particular corte de asesores, altos cargos y políticas identitarias de lo más variado. Su oficina controla, por ejemplo, el estratégico presupuesto público dedicado a medios de comunicación, con el que la Generalitat independentista alimenta el conglomerado de la radiotelevisión pública que pilota TV3 y con el que riega a medios privados para ganarse –o premiar– lealtades para con la causa nacionalista.
En 2017, el año en el que el independentismo lanzó el golpe separatista, la oficina presidencial de la Generalitat de Puigdemont contaba con un presupuesto anual de 418,2 millones de euros y se había gastado 270,1 millones hasta agosto de aquel año. Actualmente, este 2023, la oficina del presidente Aragonès cuenta con una dotación anual de 1.162,5 millones de euros y el 31 de agosto ya se había gastado 635 millones.
Es decir, desde que se produjo el golpe independentista, la oficina del presidente de la Generalitat ha disparado su presupuesto en 744,3 millones de euros, un 178% más. Y el gasto real ha engordado un 135% comparando lo consumido en los ocho primeros meses de este 2023 con lo gastado en los ocho primeros de 2017. Y eso que por entonces la austeridad no era precisamente lo que primaba en la Generalitat.
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Y los *** de la izquierda se quejan de los 9 millones que cuesta la Monarquía.
¡900 millones nos cuesta mantener a estos mangantes "progresistas"!
El equipo directo del presidente de la Generalitat consume 108.000 euros cada hora, financiados con el dinero que le inyecta Moncloa
El independentista Pere Aragonès (ERC) se gasta mensualmente 80 millones de dinero público en el conglomerado de la Presidencia de la Generalitat catalana. Es una cifra récord, sin precedentes, fruto de una escalada continua y acelerada desde la revuelta separatista del otoño de 2017. La factura que deja la oficina del president es un 135% mayor que hace seis años. Consume dinero público a un ritmo de 108.000 euros cada hora, a una velocidad de 1.805 euros por minuto. Todo ello soportado con cargo al bolsillo de todos los españoles a través de las privilegiadas inyecciones financieras con las que el Gobierno de Pedro Sánchez alimenta a la Generalitat secesionista.
El afán del separatismo catalán por emular las estructuras de un estado se ha reflejado, década tras década, en un engordado gasto público que acabó llevando a la quiebra técnica a las arcas de la Generalitat. Rescatadas por el Gobierno de Rajoy tras estallar la crisis económica de 2008, las desbaratadas cuentas del Ejecutivo catalán aguantan gracias a esas privilegiadas inyecciones financieras que le hace el Estado.
Desde que se creó el denominado Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), la Generalitat gasta alimentada por el conjunto de España. Esos privilegiados préstamos se los concede el Estado y Cataluña nunca los salda en realidad: cuando le toca devolver uno de esos préstamos lo hace con otro nuevo, de todavía mayor importe. Por eso, la Generalitat cada vez debe más dinero a las arcas estatales. De ahí que una de sus exigencias ante Sánchez, y aceptada por éste en el pacto de investidura, haya sido la condonación de una significativa porción de esa deuda de la Generalitat con el conjunto del Estado.
Pere Aragonès, récord de gasto
Lejos de contener el gasto en estructuras políticas para apretarse el cinturón, la Generalitat aprovecha esa privilegiada financiación extra que le llega de Madrid para consumir cada vez más en sueldos de altos cargos y asesores, a mayor gloria del presidente de turno y al servicio de la colocación de afines. El actual, Pere Aragonès, de la ERC independentista, está batiendo récords en la particular corte que conforma su oficina presidencial.
Según las cuentas oficiales recopiladas por OKDIARIO, la oficina de Aragonès gastó entre enero y agosto 635 millones de euros. A un ritmo medio de 79,4 millones al mes con el aval de Pedro Sánchez, convertido en su privilegiado banquero a costa del erario de todos los españoles.
La oficina del president de la Generalitat sale actualmente por 108.333 euros cada hora o, lo que es lo mismo, cuesta 1.805 euros cada minuto que pasa. Sin descanso, de lunes a domingo, día y noche. Si la cuenta se saca sólo computando los días laborables y las horas hábiles, la factura es aún más gruesa.
Sólo en sueldos, la oficina del presidente Aragonès prevé gastarse este año 66,5 millones de euros, lo que incluye tanto a funcionarios como a la nutrida nómina de altos cargos y asesores. Entre ellos, la retribución de la consejera de Presidencia, Laura Vilagrà. Del 1 de enero al 31 de agosto, el president ya se gastó 45,7 millones en los sueldos de su oficina.
Al servicio del separatismo
Aragonès ha sido ágil en la práctica de engordar el gasto de su particular corte de asesores, altos cargos y políticas identitarias de lo más variado. Su oficina controla, por ejemplo, el estratégico presupuesto público dedicado a medios de comunicación, con el que la Generalitat independentista alimenta el conglomerado de la radiotelevisión pública que pilota TV3 y con el que riega a medios privados para ganarse –o premiar– lealtades para con la causa nacionalista.
En 2017, el año en el que el independentismo lanzó el golpe separatista, la oficina presidencial de la Generalitat de Puigdemont contaba con un presupuesto anual de 418,2 millones de euros y se había gastado 270,1 millones hasta agosto de aquel año. Actualmente, este 2023, la oficina del presidente Aragonès cuenta con una dotación anual de 1.162,5 millones de euros y el 31 de agosto ya se había gastado 635 millones.
Es decir, desde que se produjo el golpe independentista, la oficina del presidente de la Generalitat ha disparado su presupuesto en 744,3 millones de euros, un 178% más. Y el gasto real ha engordado un 135% comparando lo consumido en los ocho primeros meses de este 2023 con lo gastado en los ocho primeros de 2017. Y eso que por entonces la austeridad no era precisamente lo que primaba en la Generalitat.
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Y los *** de la izquierda se quejan de los 9 millones que cuesta la Monarquía.
¡900 millones nos cuesta mantener a estos mangantes "progresistas"!
