Es lo que yo pienso, después de haber leído bastante sobre el tema. Al final, lo más probable es que los albaneses desciendan de daco-tracios que emigraron a la actual Albania, mientras que los rumanos tendrían su origen en poblaciones romances que ante la presión de germanos y eslavos se fueron moviendo por los Balcanes hasta llegar muchos de ellos a la actual Rumanía, asentándose allí y mezclándose con poblaciones eslavas, húngaras, y también túrquicas (cumanos)
Ambos pueblos comparten esa sensación de haber salido de la nada durante la Edad Media. Como si de repente alguien los hubiera colocado allí, y ya. Esa sensación es debida a que sus respectivos nacionalismos se han dedicado a verter tierra sobre su pasado mientras construían otro más acorde a sus intereses.
Concretamente el nacionalismo rumano bebe de la sublevación de algunos voivodas que se revolvían contra Hungría o Turquía. Ahí está el caso de Mihail Viteazul (Miguel el Valiente) que llegó a juntar por primera vez Valaquia, Moldavia y tras*ilvania. Sin embargo, estas sublevaciones han sido pintadas de manera heroica por el nacionalismo, cuando realmente eran luchas intestinas de poder.
En el siglo XIX Rumanía también basa uno de sus pilares nacionalistas, de hecho es el siglo del nacionalismo. En 1830, después de la guerra de independencia griega, que deja a Turquía exhausta, los rusos obtienen la protección de Valaquia y Moldavia y les imponen a los principados una carta otorgada (llamada Regulamentul Organic), aunque la soberanía del sultán sigue presente. La occidentalización de los principados prosigue al calor de la Tanzimat turca y de la protección rusa, y en 1848 se proclama una breve república en Valaquia alentada por lo que sucedía en Europa, que demanda la supresión de dichos reglamentos orgánicos rusos, para imponer a cambio una constución muy masónica y muy progresista (Proclamación de Islaz). El sultán turco se frota las manos, porque cree que puede aprovechar esa revolución a favor, que principalmente se cimentaba sobre un sentimiento antirruso, y retornar la soberanía plena sobre esos territorios. En 1849, y a regañadientes, el sultán tiene que mandar a Osman pasha a pacificar el territorio, ya que en la Convención de Akermann se había comprometido con Rusia a sofocar las rebeliones internas de sus principados vasallos.
En 1853 estalla la guerra de Crimea y eso juega a favor de los rumanos. A pesar de las reticencias de los moldavos, se logra crear un país centralista de estilo francés llamado "Principados Unidos de Valaquia y Moldavia". Las potencias vencedoras habían previsto una confederación al estilo de la germánica, pero en 1859 los nacionalistas rumanos dan un golpe en la mesa y por coacciones, entronan a un mismo príncipe tanto en Valaquia como en Moldavia (un boyardo de segundo rango que era coronel del ejército valaco: alejandro Juan Cuza). Esto provoca el rechazo de Austria, que teme que los rumanos de tras*ilvania se revuelvan, y de Turquía, que lo considera una ofensa hacia su soberanía. Rusia, la perdedora de la guerra, ve genial la unión porque debilita a Turquía y a su antigua compañera de faenas Austria, que se había ganado la animadversión rusa por ponerse de perfil en la guerra de crimea y por ocupar los principados rumanos entre 1854 y 1857. Total, que en 1862 las potencias aliadas reconocen el nuevo país, que es regido por una especie de Napoleón III rumano (Cuza) que impone su voluntad de manera autoritaria dando un golpe de estado en 1864, disolviendo el parlamento, gobernando al estilo francés (es decir, por decreto), ya que Rumanía en aquella época era un territorio fuertemente francófilo (razones obvias, en un mar de eslavitud, los nacionalistas buscaban aliados con otras naciones "romances").
Al final todos se cansan del Napoleon III rumano por su deriva autoritaria, y un golpe de estado al mas puro estilo español, dirigido por unos cuantos espadones del cuartel de Bucarest, le depone en su propio palacio mientras estaba manteniendo relaciones extramatrimoniales con su amante, una noble serbia (era el pretexto para el golpe palaciego). A punta de balloneta, y en pelotas, le obligan a firmar su abdicación y a no volver jamás al país, muriendo en Alemania en 1873. Total, que Cuza se marcha al exilio, y se proclama una regencia que nombra como príncipe al alemán Carol I, de la dinastía Hohenzollern, que sería protagonista de la indepenencia completa del país de Turquía en 1877 y del estallido de la primera guerra mundial. Ha nacido la rumanía que conocemos, de aquellos despotados orientales vasallos de los turcos, a este país emergente de europa del este.