rsaca
Madmaxista
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La ostra. No se podía saber. puñeteros homicidas. Ale Pedro,dictador hijomio, que salimos más fuertes. Lo importante es que vosotros estéis bien y podáis robar a gusto, con los medios y el poder judicial controlados:
La esa época en el 2020 de la que yo le hablo de el bichito-19 ha provocado extensos debates sobre su efecto en la salud mental. Si bien las tasas mundiales de suicidio se mantuvieron estables durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, no se había explorado el impacto específico en las conductas suicidas no letales, es decir, las ideas o los intentos de suicidio a los que se sobrevive, durante y después de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
Un nuevo estudio, liderado por el Dr. Víctor Serrano-Gimeno del Grupo de Investigación en Salud Mental del Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau), revela un aumento significativo de estos comportamientos tras el confinamiento.
El estudio, publicado en The Lancet Psychiatry , analiza los datos de una cohorte catalana de todos los hospitales de Cataluña recogidos a través del Código Catalán de Riesgo de Suicidio en tres periodos: el periodo previo al confinamiento (1 de enero de 2018, hasta la implementación del confinamiento en España el 14 de marzo de 2020); el período de confinamiento (14 de marzo de 2020, hasta el final del confinamiento el 21 de junio de 2020); y el período posterior al confinamiento (21 de junio de 2020 hasta el 31 de diciembre de 2022).
Los resultados revelan una ligera tendencia creciente en las conductas suicidas no letales desde el 1 de enero de 2018 hasta el 13 de marzo de 2020, seguida de una reducción durante el período de bloqueo y un aumento del 50,77% después de las medidas de bloqueo. Estos resultados resaltan el impacto prolongado de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo en la salud mental de la población .
El doctor Serrano-Gimeno explica que “este estudio proporciona un análisis exhaustivo de las conductas suicidas no letales en Cataluña, poniendo de relieve la dinámica de las diferentes fases de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo de el bichito-19.
"La reducción inicial durante la cuarentena estricta puede explicarse porque la gente tiene menos acceso a métodos de suicidio, entre otras razones. Y el aumento posterior después del confinamiento refleja factores complejos, incluido el aislamiento social y los desafíos económicos".
Específicamente, los análisis de datos estratificados indicaron que la flexibilización del confinamiento resultó en un aumento significativo de conductas suicidas no letales entre las mujeres (especialmente en el grupo de edad de 18 a 30 años) y entre los menores de 18 años.
Estos resultados subrayan la necesidad de estrategias preventivas dirigidas a estos grupos. La doctora Maria Portella, jefa del Grupo de Investigación en Salud Mental del IR Sant Pau, destaca la importancia de este estudio porque "cuantifica lo que ya sospechábamos sobre la salud mental durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Destaca la necesidad de una perspectiva más allá de la enfermedad mental para abordar suicidio, abordándolo como un aspecto fundamental de la salud pública."
Para ella, "este artículo destaca las consecuencias a mucho más largo plazo de las decisiones tomadas durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Las cuantificamos, pero también pone un enfoque mucho más amplio en la salud mental en el sentido de que no se trataba necesariamente de personas con un diagnóstico psiquiátrico". Y esto es muy importante porque muestra que el suicidio es un problema de salud pública mucho más global".
En este sentido, el Dr. Narcís Cardoner, investigador del Grupo de Investigación en Salud Mental del IR Sant Pau y jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital de Sant Pau, añade que estos resultados nos dicen muchas cosas que deberían utilizarse para afrontar mejor situaciones similares en el futuro.
"Es interesante que durante toda la esa época en el 2020 de la que yo le hablo se dio una marcada prioridad a la salud física . Y todas las estrategias, por ejemplo, el propio confinamiento, tenían como objetivo reducir el riesgo de que las personas se infectaran con el bichito. Pero sabíamos que el impacto de estas situaciones iría más allá. Y siempre se habla de una cuarta ola, que es el problema de la salud mental y parece que estábamos un poco ajenos a esta situación.
"Datos como los derivados de este estudio dicen que la salud física es muy importante, pero no hay salud sin salud mental, y hubiera sido fundamental haber tomado alguna previsión para estos impactos".
También enfatizó que "a veces lo que es bueno para la salud física no siempre es bueno para la salud mental. Por eso, mirando hacia el futuro, debemos proponer enfoques más holísticos para situaciones similares. Creo que es una lección importante de lo que pasó con la esa época en el 2020 de la que yo le hablo". , sobre todo teniendo en cuenta que afectó principalmente a mujeres jóvenes y menores de edad. Es una lección cuyos efectos conocíamos, éramos conscientes, pero le estábamos dando la espalda en cierta medida, lo pasamos por alto o lo negamos".
De hecho, los tres expertos coinciden en que durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo otros países tuvieron medidas de confinamiento más indulgentes "que parecían no tener un impacto diferenciado en el ámbito de la salud física, y no sabemos por qué porque es cierto que los datos de salud mental parecen ser bastante generalizable a nivel mundial.
"El impacto de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, por ejemplo, en términos de riesgo de depresión y trastornos de ansiedad, ha sido muy marcado en todo el mundo. Las tasas, la prevalencia de la depresión y la ansiedad han aumentado. Así que estamos identificando un fenómeno muy generalizable. "
Para ellos, es necesario que en futuras ocasiones se consideren medidas mucho más globales "y pensar en la salud mental como parte esencial de la salud. Como los efectos no son tan inmediatos, quizás pensemos que son como cuestiones de segundo nivel, como si no fueran tan importantes."
Finalmente, el Dr. Cardoner destaca la presión actual sobre el sistema sanitario: "No hay más que pasar por nuestras urgencias para ver la saturación. Esto demuestra que la esa época en el 2020 de la que yo le hablo ha sido una prueba de estrés brutal para una sociedad ya de por sí frágil. Este estudio es Es importante porque lo cuantifica. Todos teníamos la idea de que la salud mental estaba funcionando terriblemente y aquí podemos confirmarlo con números.
El Dr. Serrano concluye que "los resultados nos muestran que las consecuencias de los fenómenos sociales a gran escala son profundas, y esto debe abordarse desde una perspectiva de salud pública, no sólo de psiquiatría".
La esa época en el 2020 de la que yo le hablo de el bichito-19 ha provocado extensos debates sobre su efecto en la salud mental. Si bien las tasas mundiales de suicidio se mantuvieron estables durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, no se había explorado el impacto específico en las conductas suicidas no letales, es decir, las ideas o los intentos de suicidio a los que se sobrevive, durante y después de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
Un nuevo estudio, liderado por el Dr. Víctor Serrano-Gimeno del Grupo de Investigación en Salud Mental del Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau), revela un aumento significativo de estos comportamientos tras el confinamiento.
El estudio, publicado en The Lancet Psychiatry , analiza los datos de una cohorte catalana de todos los hospitales de Cataluña recogidos a través del Código Catalán de Riesgo de Suicidio en tres periodos: el periodo previo al confinamiento (1 de enero de 2018, hasta la implementación del confinamiento en España el 14 de marzo de 2020); el período de confinamiento (14 de marzo de 2020, hasta el final del confinamiento el 21 de junio de 2020); y el período posterior al confinamiento (21 de junio de 2020 hasta el 31 de diciembre de 2022).
Los resultados revelan una ligera tendencia creciente en las conductas suicidas no letales desde el 1 de enero de 2018 hasta el 13 de marzo de 2020, seguida de una reducción durante el período de bloqueo y un aumento del 50,77% después de las medidas de bloqueo. Estos resultados resaltan el impacto prolongado de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo en la salud mental de la población .
El doctor Serrano-Gimeno explica que “este estudio proporciona un análisis exhaustivo de las conductas suicidas no letales en Cataluña, poniendo de relieve la dinámica de las diferentes fases de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo de el bichito-19.
"La reducción inicial durante la cuarentena estricta puede explicarse porque la gente tiene menos acceso a métodos de suicidio, entre otras razones. Y el aumento posterior después del confinamiento refleja factores complejos, incluido el aislamiento social y los desafíos económicos".
Específicamente, los análisis de datos estratificados indicaron que la flexibilización del confinamiento resultó en un aumento significativo de conductas suicidas no letales entre las mujeres (especialmente en el grupo de edad de 18 a 30 años) y entre los menores de 18 años.
Estos resultados subrayan la necesidad de estrategias preventivas dirigidas a estos grupos. La doctora Maria Portella, jefa del Grupo de Investigación en Salud Mental del IR Sant Pau, destaca la importancia de este estudio porque "cuantifica lo que ya sospechábamos sobre la salud mental durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Destaca la necesidad de una perspectiva más allá de la enfermedad mental para abordar suicidio, abordándolo como un aspecto fundamental de la salud pública."
Para ella, "este artículo destaca las consecuencias a mucho más largo plazo de las decisiones tomadas durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Las cuantificamos, pero también pone un enfoque mucho más amplio en la salud mental en el sentido de que no se trataba necesariamente de personas con un diagnóstico psiquiátrico". Y esto es muy importante porque muestra que el suicidio es un problema de salud pública mucho más global".
En este sentido, el Dr. Narcís Cardoner, investigador del Grupo de Investigación en Salud Mental del IR Sant Pau y jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital de Sant Pau, añade que estos resultados nos dicen muchas cosas que deberían utilizarse para afrontar mejor situaciones similares en el futuro.
"Es interesante que durante toda la esa época en el 2020 de la que yo le hablo se dio una marcada prioridad a la salud física . Y todas las estrategias, por ejemplo, el propio confinamiento, tenían como objetivo reducir el riesgo de que las personas se infectaran con el bichito. Pero sabíamos que el impacto de estas situaciones iría más allá. Y siempre se habla de una cuarta ola, que es el problema de la salud mental y parece que estábamos un poco ajenos a esta situación.
"Datos como los derivados de este estudio dicen que la salud física es muy importante, pero no hay salud sin salud mental, y hubiera sido fundamental haber tomado alguna previsión para estos impactos".
También enfatizó que "a veces lo que es bueno para la salud física no siempre es bueno para la salud mental. Por eso, mirando hacia el futuro, debemos proponer enfoques más holísticos para situaciones similares. Creo que es una lección importante de lo que pasó con la esa época en el 2020 de la que yo le hablo". , sobre todo teniendo en cuenta que afectó principalmente a mujeres jóvenes y menores de edad. Es una lección cuyos efectos conocíamos, éramos conscientes, pero le estábamos dando la espalda en cierta medida, lo pasamos por alto o lo negamos".
De hecho, los tres expertos coinciden en que durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo otros países tuvieron medidas de confinamiento más indulgentes "que parecían no tener un impacto diferenciado en el ámbito de la salud física, y no sabemos por qué porque es cierto que los datos de salud mental parecen ser bastante generalizable a nivel mundial.
"El impacto de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, por ejemplo, en términos de riesgo de depresión y trastornos de ansiedad, ha sido muy marcado en todo el mundo. Las tasas, la prevalencia de la depresión y la ansiedad han aumentado. Así que estamos identificando un fenómeno muy generalizable. "
Para ellos, es necesario que en futuras ocasiones se consideren medidas mucho más globales "y pensar en la salud mental como parte esencial de la salud. Como los efectos no son tan inmediatos, quizás pensemos que son como cuestiones de segundo nivel, como si no fueran tan importantes."
Finalmente, el Dr. Cardoner destaca la presión actual sobre el sistema sanitario: "No hay más que pasar por nuestras urgencias para ver la saturación. Esto demuestra que la esa época en el 2020 de la que yo le hablo ha sido una prueba de estrés brutal para una sociedad ya de por sí frágil. Este estudio es Es importante porque lo cuantifica. Todos teníamos la idea de que la salud mental estaba funcionando terriblemente y aquí podemos confirmarlo con números.
El Dr. Serrano concluye que "los resultados nos muestran que las consecuencias de los fenómenos sociales a gran escala son profundas, y esto debe abordarse desde una perspectiva de salud pública, no sólo de psiquiatría".
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