KUTRONIO
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Defender a las empresas del IBEX35 da pereza. O sea, que esto que nos está obligando a hacer el Gran Wyoming es un motivo más de resentimiento que nos vemos obligados a anotar en el historial de La Sexta. Afortunadamente no somos muy partidarios del resentimiento, pero de las últimas cosas que perdonemos será esta obligada defensa de los ejecutivos del IBEX, bien es cierto que por defender la verdad más que por defenderlos a ellos. El hecho es que hace unos días la homilía del Gran Wyoming versó sobre los desproporcionados sueldos que cobran los ejecutivos del IBEX, cuyo salario promedio es un 80% más que el de los currantes porque cobran 4,6 millones al año frente a los 57.000 que cobran los trabajadores.
Como puede apreciarse todo está mal prácticamente desde la primera línea. Cobrar 80 veces más no es cobrar un 80% más, pero pelillos a la mar y profundicemos en la reflexión de Wyoming.
Para ser justos y aceptando las fuentes de El Intermedio, lo cierto es que los salarios medios de los trabajadores del IBEX no están nada mal y son bastante más altos que los salarios medios fuera del IBEX. Algo después de todo puede que los ejecutivos del IBEX hagan bien. ¿Algún trabajador, por otro lado, preferiría cobrar menos para que su jefe no ganara más? Hay por lo demás cosas que de sencillas solemos dar por sabidas, pero después descubrimos que se puede llegar a ser vicepresidenta o presentador de televisión sin saberlas, conviene por tanto incidir sobre ellas.
¿Por qué Mbappé gana más en 90 minutos que un recogepelotas aunque ambos trabajen lo mismo en el mismo sitio? Es evidente que al menos por 2 factores:
En primer lugar porque casi cualquiera podría hacer lo que hace el recogepelotas, pero casi nadie podría hacer lo que hace Mbappe.
En segundo lugar porque lo que hace Mbappé genera miles de millones. Hay una relación entre lo que genera Mbappé y lo que gana Mbappé. ¿Y por qué genera tanto dinero Mbappé? Pues porque por cada persona a la que le gustan los conciertos de violín hay 1 millón de personas a las que les gusta el fúbol. No echen por tanto la culpa a los demás de lo que ganan los futbolistas frente a lo que ganan los violinistas, porque son ustedes los que demandan balones y se duermen con los violines.
Aunque hablamos de fútbol, lo cierto es que sucede lo mismo en un quirófano o en la torre de control de un aeropuerto. ¿Por qué no cobra lo mismo el cirujano o el controlador aéreo que el que barre la torre o el que friega el quirófano? Pues porque barrer la torre o fregar el quirófano lo puede hacer cualquiera, pero hay que tener una gran cualificación, que sólo tienen unas pocas personas, para hacer una operación o para controlar el tráfico aéreo. Lo que uno gana se encuentra de nuevo directamente relacionado con lo que uno genera y con lo que costaría encontrar a otra persona que pudiera hacer el mismo trabajo cobrando menos dinero. Ya puestos, es por eso también por lo que seguro que lo que gana Wyoming es mucho más que lo que cobra su maquilladora o el que le cambia la bombilla a los focos en el estudio.
Todo lo anterior también se encuentra relacionado con discursos como la semana laboral o el salario mínimo. El salario mínimo nunca puede ser mayor que la productividad del trabajador. Si alguien produce 1.000 euros en 10 horas en trabajo no puede cobrar 1.100 euros por ese trabajo. En realidad tampoco 1.000 euros, porque la producción tiene muchos otros costes además del salario. Lo que está claro como límite absoluto es que no se puede cobrar más que lo que se produce. Los trabajos con baja productividad no pueden entregar un salario mínimo por encima de cierto punto.
Por este mismo motivo, si alguien produce 1.000 euros en 10 horas no puede pasar a trabajar 8 horas y seguir cobrando lo mismo, salvo que pase a producir los 1.000 euros en 8 horas. ¿Pero cómo se va a conseguir esto sin un esfuerzo mucho mayor o sin algún tipo de avance tecnológico que multiplique la productividad? Asumiendo que el trabajador no estaba estafando al empresario, si produce 1.000 euros en 10 horas de trabajo es que no puede producir 1.000 euros en 8.
Mucha gente seguramente piensa que su trabajo vale mucho más de lo que cobra pero no un poco más, sino 10 veces más o 100 veces más, tal vez porque vea demasiado El Intermedio. Sin embargo, el PIB per cápita en España ronda los 30.000 euros. Es decir, todo el PIB que producimos entre los españoles que somos ronda los 30.000 euros. Naturalmente no toda la población trabaja, pero aún sería sería imposible pensar en que los sueldos pudieran más que doblarse aunque toda la riqueza que produce el país se repartiera de forma igualitaria. Repartir la producción de forma igualitaria, por otro lado, podría tener efectos perversos. Para qué voy a estudiar Medicina y especializarme en Cirujía, pasando un período de formación brutal, para ganar lo mismo que el que friega el quirófano. El problema para igualar los sueldos españoles a los sueldos alemanes, por otro lado, es que primero habría que igualar la riqueza que genera Alemania. Para igualar los sueldos a los alemanes no hay que votar al político que promete sueldos alemanes, salvo que el programa económico de ese político nos acerque a Alemania en vez de alejarnos. Otra forma de igualar los sueldos alemanes a los españoles es esperar que Alemania se descalabre, cosa no descartable según lo que voten los alemanes. La cuestión es que queremos una igualación por arriba, no por los bajo.
Lamentablemente es posible que, después de leer todo esto, por lo menos si acepta algunas de nuestras premisas, en el futuro le resulte un poco menos gracioso que antes todo lo que dice Wyoming en El Intermedio. A cambio puede que al país vaya un poco
