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EL ENFERMO MENTAL SABBATAI ZEVÍ.
Sabbatai Zeví (o Tseví, o Seví, o Tzeví) (1626-1676) fue un farsante de origen sefardí que se decía Mesías.
En el XVII promovió una "religión" gnóstica sincrética y subversiva denominaa sabatismo, creada a partir de la Cábala y la herejía Unitarista (que niega la Santísima Trinidad)
Un siglo después de la proclama de Zeví, el sabatismo influyó determinantemente en el desarrollo de la llamada "vía de la mano izquierda*" de la masonería esotérica, la Masonería Egipciana.
*Nota: la vía de la mano izquierda: proviene del escritor alemán masón Gotthold Epharim Lessing (1729-1781) que en su ensayo: "olffembüttler Fragmente, considerada la obra fundacional del liberalismo protestante escribió: "si Dios sostuviera en su mano derecha toda la verdad, y en la izquierda la pasión por buscarla, aún con la condición de que al buscarla erraría siempre y me diera a elegir, yo escogería humildemente tomar su mano izquierda y decirle: ¡Padre, dámela! la Verdad a ti te pertenece".
Este planteamiento es el sofisma con el que se contamina la mente de los adolescentes para que no acepten la sabiduría de sus padres".
Zeví también influyó
- el pensamiento de su contemporáneo Baruch Spinoza
- el movimiento usurero marrano que financió la "Gloriosa" en Inglaterra.
- Iluminados y Rosacruces del XVIII.
- TODAS las revoluciones, desde la "norteamericana", "la francesa" o "la rusa" y
- el MARXISMO en general, llegando hasta todos
- los cabalistas y esoteristas modernos.
Zeví fue un cabalista talmúdico, seguidor de las enseñanzas mesiánicas gnósticas de abi Isaac Luria (1534-1572) el cabalista fundador de la Escuela de Safed, hijo de padre asquezaní y progenitora sefardí.
Las ideas de Luria giraban en torno a la inminencia del cataclismo apocalíptico que se produciría en 1575 y a partir del que se produciría la redención del "tikkun" la restitución de la armonía cósmica.
Nacido en el imperio otomano, Zeví fue reconocido por muchos hebreos rabinistas de la diáspora como Mesías. Su padre un adinerado representante de una casa de comercio "inglesa" propiedad de puritanos. Muchos de estos comerciantes "puritanos" eran hebreos.
Ya por entonces los cabalistas luriánicos, como Zeví, y los puritanos ya compartían las expectativas sobre un próximo acontecimiento maravilloso de origen divino, y los hebreos se afanaban en hacer posible la venida del Mesías mediante la meditación y oración, los puritanos esperaban la Parasía. Ambos movimientos se influyeron mutuamente.
Aunque Zeví se casó dos veces, en ambas se divorció por incapacidad de consumarlos, esaba aquejado de un complejo bipolar. Era un maníaco depresivo con crisis paranoicas (estos datos están tomados de la obra de 1597: Sabbatai Seví, the Mystical Messiah del cabalista y sionista radical Gershon Gerhard Scholen (1897-1892) gran amigo de Jorge Luis Borges y de Las Grandes Tendencias de la Mística Judía (1974) Ediciones Siruela)
Uno de los principales discípulos de Zeví, Shemuel Gandor dejó una reveladora descripción de la enfermedad de su maestro, muy similar a la de los manuales modernos de psiquiatría: "ha estado postrado durante quince años por la siguiente dolencia: lo abruma una sensación de depresión que no lo deja ni un solo momento en paz y ni siquiera le permite leer, y no es capaz de discernir la naturaleza de esta tristeza que se abate sobre él. La soporta hasta que la depresión se aleja de su espíritu, y entonces vuelve con gran alegría a los estudios. Hace muchos años que sufre este mal, para el que ningún médico ha encontrado remedio" (según Habermann uuno de los más renombrados historiadores de la Cábala, en Cobets'al yad shel hebratn mequitsé nirdaming, vol. III, 1940, pag. 208. Abraham Meir Habermann).
Según sus seguidores estos fenómenos eran de origen divino, y la descripción de sus fases maníacas dan la clave para comprender el papel que desempeñó la enfermedad en la formación de su personalidad e ideología.
ZEVÍ Y LA CÁBALA
Zeví se sentía impulsado a perpetrar actos contrarios a la ley religiosa. Leyó en su juventud el libro del sigloXIV Kaná y creyó ser su personificación mesiánica. (Esta obra cabalística mágica, síntesis de la Cabala Maasit o práctica, frente a la lunit o contemplativa, que era la imperante).
Kaná fue escrita en España a consecuencia de los acontecimientos de 1391. A partir de la misma, en el mundo talmúdico se extendieron y prevalecieron las prácticas mágicas ocultistas, de carácter secreto, recogidas en el Sefer ha Razim (Libro de los Secretos). Si bien el libro se escribió hacia el III o IV en el Imperio Bizantino no se publicó hasta 1966 (por M. Margalioth (1909-1968) un especialista en literatura talmúdica. A lo largo del XIX y XX se publicaron fragmentos, traducidos al español por José Luis alopécico Martínez y Mª Dolores Sánchez Romero en Textos de Magia en los Papiros Griegos, Gredos, Madrid, 1987. El texto original del Libro de los Secretos consta de unas 800 líneas escritas en hebreo midrásico (bizantino y con vocabulario griego). Se estructura en 7 capítulos según el esquema de los 7 cielos, el último relacionado con la Divinidad Suprema y el Trono de Dios. En cada capítulo se intercalan fórmulas mágicas, encantamientos y remedios sobrenaturales, y descripciones de las funciones demiúrgicas de los ángeles. Incluye una oración al dios Bel o Bal o Baal, o Belcebú de la tradición cristiana, la deidad hebreo-babilónica ajena al judaísmo y de carácter zodical).
La publicación de Kaná supuso la extensión del uso de amuletos contra el mal de ojo, y creció la práctica de ceremonias cabalísticas criminales que siguen actualmente.
Suele escamotearse que el asesinato del Primer Ministro de Israel: Isaac Rabin (1922-1995) fue la consumación de uno de estos ceremoniales cabalśiticos en los que se decreta el asesinato para anular el espíritu maléfico. En éste caso el decreto partió del rabino Yosef Dayan que se dice el heredero del rey David, director del movimiento Malchut Israel, organización sionista radical que propugna la restauración de la monarquía davídica.
Estos ceremoniales cabalísticos de la Cábala Maasit son el origen de la magia de color, se denominan Pulsa Dinura (látigos de fuego, en arameo) y ya se practicaban en la España medieval.
El decreto parte de una ceremonia presidida por un rabino o cabalista que lidera el "minián", grupo de 20 hombres que han de ser padres, mayores de 40 años y con barba (en Internet es posible visualizar una ceremonia Pulsa Dinura contra Ariel Sharon, celebrada en agosto de 2005 tras el decreto de éste de desmantelamiento de asentamientos israelís en la Franja de Gaza: htpp://www.youtube.com/watch?gl=ES&hl=es&v=BpXVt0kQwgY).
Y el Pulsa Dinura es la base de todas las conjuras conspirativas y criminales de las sectas masónicas.
Inicialmente Zeví estaba convencido, como le sucedió siglos antes a Mahoma, de que sus ataques eran posesiones diabólicas. A Mahoma le convenció su mujer de que sus "éxtasis" eran fruto de los mensajes angelicales. A Zeví le convenció de algo parecido Natán de Gaza.
EL FALSO MESÍAS ZEVÍ
Tras todo tipo de conflictos con las autoridades rabínicas de Esmirna y Salónica, Zeví recaló en Constantinopla donde proclamó que el año 1666 sería el de la liberación de los judíos. Se decía Mesías y predicaba que su Dios era aquel que permite lo que está prohibido. Por aquel entonces nadie le hizo caso y tampoco a su realización de actos antinómicos correspondientes a prácticas sacramentales, pero cuando el sabatismo se extendió el carácter festivo sacramental de los actos antinómicos contrarios a la doctrina ortodoxa se convirtió en algo ritual.
Zeví recaló en Egipto y gracias al apoyo económico, incondicional, del banquero del sultán otomano (Rafael Joseph Chelebi) fue recibido por los rabinos de El Cairo como una eminencia.
Chelebi era cabalista de origen sefardí, como Zeví, ocupaba el liderazgo visible de la comunidad rabínica de El Cairo partidaria del marranismo con el islam. Y se convirtió en el mecenas de Zeví.
Se casó por tercera vez en El Cairo el 31 de marzo de 1664 con una compañera de enfermedad, la joven demente se llamaba Sara y decía que sólo se casaría con el Mesías. Tras el matrimonio se dedicó a la prespitación siguiendo la doctrina de su marido.
Tras una de sus más fuertes depresiones abandonó sus delirios mesiánicos y se reincorporó a la comunidad rabínica ortodoxa dónde conoció a otro iluminado, el asquenazí Natán de Gaza, un joven agente de la marranería centroeuropea y vinculado a los rosacruces. Desde ese momento fue el cerebro y empresario tras Zeví al que ofreció sus servicios para propagar su doctrina sabatiana.
Gaza presentó el 31 de mayo de 1665 a Zeví ante la Asamblea de Rabinos como el Mesías y para demostrarlo se puso a bailar desnudo como un poseso ante ellos. Desde ese momento el sabatismo consiguió más adeptos, probablemente por el dinero regado a espuertas maś que por el striptease, y Zeví asumió el título de Amira (Nuestro Rey y Señor).
El iluminado y unos 50 seguidores marcharon a Jerusalén, bajo el Imperio Otomano en esas fechas, con la intención de propagar la nueva fe.
Zeví tuvo éxito consiguiendo el apoyo de los rabinos de Gaza, pero no con los de Jerusalén por lo que tuvo que marchar lo que aprovechó para ir convenciendo a los rabinos dispersos por el mundo que ya no dictaron más condenas.
Asentado en Siria (Alepo) introdujo la reencarnación y afirmó que él era Simon bar Kosebá (?-135) uno de los primeros supuestos mesías históricos líder de la segunda revuelta hebrea contra Roma, el rey perdido que había regresado.
La alucinación entre los hebreos no hacía más que extenderse al paso del nuevo Mesías. Si algún rabino se atrevía a discutirle cualquier pormenor doctrinal era atacado y destruída su casa por los seguidores sabatistas. En Esmirna el propio Zeví se presentó, hacha en mano, en la sinagoga que se había negado a reconocerlo y se abrió paso por la fuerza.
En 1666, fecha para la liberación hebrea de Zeví, se presentó en su natal Esmirna. Allí, ante la Asamblea Rabínica los propios rabinos lo denunciaron al Sultán turco que lo apresó y encarceló en la fortaleza de Gallípoli.
Pero con buen apoyo económico su fama e ideas siguieron extendiéndose desde Amsterdam a Constantinopla bien gestionado por Gaza el apoyo de los potentados marranos y la ****ría veneciana y centroeuropea.
En la prisión Zeví recibía fama y visitas continuamente. Uno de los que mandó llamar fue otro iluminado un "sabio" rabino cabalista hebreo polaco llamado Nehemías Cohen. Tras la entrevista Cohen acusó a Zeví de farsante y hubo de huir porque los sabatistas lo buscaban para lincharlo y Cohen denunció a Zeví como instigador de revueltas "populares"
Zeví fue trasladado a la ciudad de Adrianápolis e instado por el sultán Mehemet IV para hacerse de la religión del amor. El farsante aunque loco no era orate y prefirió apostatar que perder la vida y negaba ante el tribunal que hubiera dicho que era el Mesías. Adoptó el nombre de Aziz Mehmed Efendi y aceptó el título de "Guardián de las puertas del palacio" y el sueldo de 150 piastras diarias por servir al nuevo amo.
Zeví acabó sus días en 1676 durante su destierro en la fortaleza montenegrina de Dulcingo dónde le enviaron por descubrirle, otra vez, en otra da repelúsnte orgía sensual ****mita en uno de sus frecuentes estados maníaco.
LA PEREVIVENCIA DEL SABATISMO
Aparentemente la historia del enfermo mental Zeví no tiene mayor interés, pero realmente tiene una gran trascendencia histórica porque su mito e ideas perduraron y sirvieron para dignificar del todo el marranismo y elevarlo a dogma mesiánico.
Aunque grotesco resulta que muchos hebreos fueron convencidos por Natán para que entendieran la apostasía del personaje como la confirmación de su carácter mesiánico recurriendo a una de las ideas tradicionales del gnosticismo talmúdico-cablaístico: el Mesías salvaría al mundo por medio del pecado, mediante la aceptación de la vergüenza apostásica como sacrificio definitivo. Según Natán la fin de Zeví sólo era un ocultamiento pues el Mesías fue elevado al cielo absorbido en las luces celestiales.
Si bien la revolución sabatiana se había frustrado temporalmente (20 años después Mehmet IV fue derrocado por los jenízaros financiados por banqueros hebreos) por haberse rajado su Mesías, pero así se sentaban las bases de una nueva teología mesiánicomarrana muy útil en un futuro próximo para los que la habían financiado y promocionado al glorificar el acto más abominable: la traición y la apostasía.
Los marranos, especialmente los sefardíes, que llevaban una doble vida la idea de que un mesías había apostatado era un ejemplo alentador del acto que a ellos les atormentaba. Les daba una respuesta emocional a su problema de conciencia.
Así el sabatismo se asentó durante el XVIII en el seno de las comunidades hebreas diseminadas por el mundo cristiano, sobre todo en las sefardíes si bien de forma clandestina y sectaria, pues sus documentos textuales fueron mayoritariamente destruídos.
Y aunque de cara a los gentiles se minimizó su importancia, como señala Scholem: "el número de rabinos más o menos influyentes que fueron adeptos al nuevo misticismo sectario fue mucho mayor del que los apologistas estaban dispuestos a admitir ... se trataba de ocultar el hecho de que este o aquel erudito renombrado o alguna familia conocida habían tenido algo que ver con el movimiento" (Gershom Sholem en Las Grandes Tendencias de la Mística Judía, Ediciones Siruela, 1993, pgs. 328-329)
Los sabatistas se reunían en cónclaves secretos, algunos siguieron creyendo en un mesianismo personal, originando el movimiento FRANKISTA, otros ahondaron en el cabalismo de Zeví incidiendo en su carácter sionista.
Se creaba así un mesianismo colectivo que derivaría hacia un laicismo materialista y naturalista, e incluso, satanista.
Según diversas interpretaciones talmúdicas la ley del desarrollo orgánico, que gobierna todas las esferas de la existencia, determina que el proceso de Salvación está ligado hecho de que los actos del hombre son, al menos en ciertos aspectos, oscuros y putrefactos. El Talmud dice: "El hijo de David sólo vendrá en una época completamente culpable o absolutamente inocente"
A partir de este epigrama talmúdico, los sabatistas formularon la máxima: "ya que no todos podemos ser santos, seamos todos pecadores". Y se dedicaron a practicar de forma clandestina actos y ritos que tendían de forma deliberada a la degradación jovenlandesal.
La similitud con la doctrina de Lutero (más de un siglo antes) es reveladora: "sé un pecador y peca avezadamente ... Mientras estemos aquí debemos pecar ... No hay pecado que pueda separarnos del Cordero, aún cuando cometamos fornicación y asesinato mil veces por día".
Un estudio sistematizado evidencia la influencia del cabalismo de Natán, a partir del mesianimos de Zeví, en el concepto del materialismo histórico MARXISTA REVOLUCIONARIO y en el del PSICOANÁLISIS del judío Freud aunque se camuflen con una inexistente racionalidad meramente declamativa.
Según Paul Johnson en La Historia de los Judíos (pág. 512): "Despojada de su documentación espuria, la teoría de Marx acerca del modo en que se desenvuelve la historia, la clase y la producción, y en que se desarrollarán, no es en esencia distinta de la teoría cabalística de Luria acerca de la Era Mesiánica, sobre todo en la forma corregida por Natán de Gaza, al extremo de que puede englobar todos los hechos, por embarazosos que sean. En resumen, no es una teoría científica, sino un fragmento de astuta superstición judía".
Y en la misma obra, pag. 612: "si el freudismo, como el marxismo, en ciertos aspectos es un sistema de suprestición, si adolece de la misma cualidad osmótica que la Cábala mesiánica de Natán de Gaza no es algo sorprendente, porque proviene del mismo marco general: la ciencia occidental es más un barniz que sustancia. Pero el elemento judío del freudismo no es esencialmente jasídico, sino mosaico. Freud deseaba hallar un nuevo sistema de ley casi religiosa, con toda la fuerza y la permanencia que eso implicaba. Como él mismo dijo: "poseemos la verdad", un libro religioso no habría podido afirmarlo de manera más dogmática".
LOS SABATISTAS Y EL GENOCIDIO ARMENIO
Al poco de la fin de Zeví, en 1863 se fundaría una secta sabatista en el mundo islámico: los Dunmeh (apóstatas), su primera misión era apostatar del talumudismo y convertirse a una visión sincrética y gnóstica del islam, esta secta acabaría derivando hacia un laicismo radical.
El general masón Gazi Mustafá Kemal (1881-1938) denominado Astartük (antepasado) fue el padre y dictador de la "laica" Turquía moderna y era miembro de la secta dunmeh.
Durante su juventud pertenecía también al movimiento masónico Jóvenes Turcos, la mayoría eran apóstatas (dunmeh) y a cuya semejanza se formó la organización palestina terrorista Al-Fatá en 1911.
Fue el gobierno revolucionario de los masones y apóstatas Jóvenes Turcos implantado en 1908 el responsable del GENOCIDIO de los Cristianos Armenios que se cobró un millón de víctimas en los años 1915 y 1916, dos tercios de la población armenia de Anatolia.
Astartük se declaraba seguidor de Zeví: "yo soy un descendiente de Sabbatai Zeví además de un ferviente admirador de sus profecias milenarias"
Sabbatai Zeví (o Tseví, o Seví, o Tzeví) (1626-1676) fue un farsante de origen sefardí que se decía Mesías.
En el XVII promovió una "religión" gnóstica sincrética y subversiva denominaa sabatismo, creada a partir de la Cábala y la herejía Unitarista (que niega la Santísima Trinidad)
Un siglo después de la proclama de Zeví, el sabatismo influyó determinantemente en el desarrollo de la llamada "vía de la mano izquierda*" de la masonería esotérica, la Masonería Egipciana.
*Nota: la vía de la mano izquierda: proviene del escritor alemán masón Gotthold Epharim Lessing (1729-1781) que en su ensayo: "olffembüttler Fragmente, considerada la obra fundacional del liberalismo protestante escribió: "si Dios sostuviera en su mano derecha toda la verdad, y en la izquierda la pasión por buscarla, aún con la condición de que al buscarla erraría siempre y me diera a elegir, yo escogería humildemente tomar su mano izquierda y decirle: ¡Padre, dámela! la Verdad a ti te pertenece".
Este planteamiento es el sofisma con el que se contamina la mente de los adolescentes para que no acepten la sabiduría de sus padres".
Zeví también influyó
- el pensamiento de su contemporáneo Baruch Spinoza
- el movimiento usurero marrano que financió la "Gloriosa" en Inglaterra.
- Iluminados y Rosacruces del XVIII.
- TODAS las revoluciones, desde la "norteamericana", "la francesa" o "la rusa" y
- el MARXISMO en general, llegando hasta todos
- los cabalistas y esoteristas modernos.
Zeví fue un cabalista talmúdico, seguidor de las enseñanzas mesiánicas gnósticas de abi Isaac Luria (1534-1572) el cabalista fundador de la Escuela de Safed, hijo de padre asquezaní y progenitora sefardí.
Las ideas de Luria giraban en torno a la inminencia del cataclismo apocalíptico que se produciría en 1575 y a partir del que se produciría la redención del "tikkun" la restitución de la armonía cósmica.
Nacido en el imperio otomano, Zeví fue reconocido por muchos hebreos rabinistas de la diáspora como Mesías. Su padre un adinerado representante de una casa de comercio "inglesa" propiedad de puritanos. Muchos de estos comerciantes "puritanos" eran hebreos.
Ya por entonces los cabalistas luriánicos, como Zeví, y los puritanos ya compartían las expectativas sobre un próximo acontecimiento maravilloso de origen divino, y los hebreos se afanaban en hacer posible la venida del Mesías mediante la meditación y oración, los puritanos esperaban la Parasía. Ambos movimientos se influyeron mutuamente.
Aunque Zeví se casó dos veces, en ambas se divorció por incapacidad de consumarlos, esaba aquejado de un complejo bipolar. Era un maníaco depresivo con crisis paranoicas (estos datos están tomados de la obra de 1597: Sabbatai Seví, the Mystical Messiah del cabalista y sionista radical Gershon Gerhard Scholen (1897-1892) gran amigo de Jorge Luis Borges y de Las Grandes Tendencias de la Mística Judía (1974) Ediciones Siruela)
Uno de los principales discípulos de Zeví, Shemuel Gandor dejó una reveladora descripción de la enfermedad de su maestro, muy similar a la de los manuales modernos de psiquiatría: "ha estado postrado durante quince años por la siguiente dolencia: lo abruma una sensación de depresión que no lo deja ni un solo momento en paz y ni siquiera le permite leer, y no es capaz de discernir la naturaleza de esta tristeza que se abate sobre él. La soporta hasta que la depresión se aleja de su espíritu, y entonces vuelve con gran alegría a los estudios. Hace muchos años que sufre este mal, para el que ningún médico ha encontrado remedio" (según Habermann uuno de los más renombrados historiadores de la Cábala, en Cobets'al yad shel hebratn mequitsé nirdaming, vol. III, 1940, pag. 208. Abraham Meir Habermann).
Según sus seguidores estos fenómenos eran de origen divino, y la descripción de sus fases maníacas dan la clave para comprender el papel que desempeñó la enfermedad en la formación de su personalidad e ideología.
ZEVÍ Y LA CÁBALA
Zeví se sentía impulsado a perpetrar actos contrarios a la ley religiosa. Leyó en su juventud el libro del sigloXIV Kaná y creyó ser su personificación mesiánica. (Esta obra cabalística mágica, síntesis de la Cabala Maasit o práctica, frente a la lunit o contemplativa, que era la imperante).
Kaná fue escrita en España a consecuencia de los acontecimientos de 1391. A partir de la misma, en el mundo talmúdico se extendieron y prevalecieron las prácticas mágicas ocultistas, de carácter secreto, recogidas en el Sefer ha Razim (Libro de los Secretos). Si bien el libro se escribió hacia el III o IV en el Imperio Bizantino no se publicó hasta 1966 (por M. Margalioth (1909-1968) un especialista en literatura talmúdica. A lo largo del XIX y XX se publicaron fragmentos, traducidos al español por José Luis alopécico Martínez y Mª Dolores Sánchez Romero en Textos de Magia en los Papiros Griegos, Gredos, Madrid, 1987. El texto original del Libro de los Secretos consta de unas 800 líneas escritas en hebreo midrásico (bizantino y con vocabulario griego). Se estructura en 7 capítulos según el esquema de los 7 cielos, el último relacionado con la Divinidad Suprema y el Trono de Dios. En cada capítulo se intercalan fórmulas mágicas, encantamientos y remedios sobrenaturales, y descripciones de las funciones demiúrgicas de los ángeles. Incluye una oración al dios Bel o Bal o Baal, o Belcebú de la tradición cristiana, la deidad hebreo-babilónica ajena al judaísmo y de carácter zodical).
La publicación de Kaná supuso la extensión del uso de amuletos contra el mal de ojo, y creció la práctica de ceremonias cabalísticas criminales que siguen actualmente.
Suele escamotearse que el asesinato del Primer Ministro de Israel: Isaac Rabin (1922-1995) fue la consumación de uno de estos ceremoniales cabalśiticos en los que se decreta el asesinato para anular el espíritu maléfico. En éste caso el decreto partió del rabino Yosef Dayan que se dice el heredero del rey David, director del movimiento Malchut Israel, organización sionista radical que propugna la restauración de la monarquía davídica.
Estos ceremoniales cabalísticos de la Cábala Maasit son el origen de la magia de color, se denominan Pulsa Dinura (látigos de fuego, en arameo) y ya se practicaban en la España medieval.
El decreto parte de una ceremonia presidida por un rabino o cabalista que lidera el "minián", grupo de 20 hombres que han de ser padres, mayores de 40 años y con barba (en Internet es posible visualizar una ceremonia Pulsa Dinura contra Ariel Sharon, celebrada en agosto de 2005 tras el decreto de éste de desmantelamiento de asentamientos israelís en la Franja de Gaza: htpp://www.youtube.com/watch?gl=ES&hl=es&v=BpXVt0kQwgY).
Y el Pulsa Dinura es la base de todas las conjuras conspirativas y criminales de las sectas masónicas.
Inicialmente Zeví estaba convencido, como le sucedió siglos antes a Mahoma, de que sus ataques eran posesiones diabólicas. A Mahoma le convenció su mujer de que sus "éxtasis" eran fruto de los mensajes angelicales. A Zeví le convenció de algo parecido Natán de Gaza.
EL FALSO MESÍAS ZEVÍ
Tras todo tipo de conflictos con las autoridades rabínicas de Esmirna y Salónica, Zeví recaló en Constantinopla donde proclamó que el año 1666 sería el de la liberación de los judíos. Se decía Mesías y predicaba que su Dios era aquel que permite lo que está prohibido. Por aquel entonces nadie le hizo caso y tampoco a su realización de actos antinómicos correspondientes a prácticas sacramentales, pero cuando el sabatismo se extendió el carácter festivo sacramental de los actos antinómicos contrarios a la doctrina ortodoxa se convirtió en algo ritual.
Zeví recaló en Egipto y gracias al apoyo económico, incondicional, del banquero del sultán otomano (Rafael Joseph Chelebi) fue recibido por los rabinos de El Cairo como una eminencia.
Chelebi era cabalista de origen sefardí, como Zeví, ocupaba el liderazgo visible de la comunidad rabínica de El Cairo partidaria del marranismo con el islam. Y se convirtió en el mecenas de Zeví.
Se casó por tercera vez en El Cairo el 31 de marzo de 1664 con una compañera de enfermedad, la joven demente se llamaba Sara y decía que sólo se casaría con el Mesías. Tras el matrimonio se dedicó a la prespitación siguiendo la doctrina de su marido.
Tras una de sus más fuertes depresiones abandonó sus delirios mesiánicos y se reincorporó a la comunidad rabínica ortodoxa dónde conoció a otro iluminado, el asquenazí Natán de Gaza, un joven agente de la marranería centroeuropea y vinculado a los rosacruces. Desde ese momento fue el cerebro y empresario tras Zeví al que ofreció sus servicios para propagar su doctrina sabatiana.
Gaza presentó el 31 de mayo de 1665 a Zeví ante la Asamblea de Rabinos como el Mesías y para demostrarlo se puso a bailar desnudo como un poseso ante ellos. Desde ese momento el sabatismo consiguió más adeptos, probablemente por el dinero regado a espuertas maś que por el striptease, y Zeví asumió el título de Amira (Nuestro Rey y Señor).
El iluminado y unos 50 seguidores marcharon a Jerusalén, bajo el Imperio Otomano en esas fechas, con la intención de propagar la nueva fe.
Zeví tuvo éxito consiguiendo el apoyo de los rabinos de Gaza, pero no con los de Jerusalén por lo que tuvo que marchar lo que aprovechó para ir convenciendo a los rabinos dispersos por el mundo que ya no dictaron más condenas.
Asentado en Siria (Alepo) introdujo la reencarnación y afirmó que él era Simon bar Kosebá (?-135) uno de los primeros supuestos mesías históricos líder de la segunda revuelta hebrea contra Roma, el rey perdido que había regresado.
La alucinación entre los hebreos no hacía más que extenderse al paso del nuevo Mesías. Si algún rabino se atrevía a discutirle cualquier pormenor doctrinal era atacado y destruída su casa por los seguidores sabatistas. En Esmirna el propio Zeví se presentó, hacha en mano, en la sinagoga que se había negado a reconocerlo y se abrió paso por la fuerza.
En 1666, fecha para la liberación hebrea de Zeví, se presentó en su natal Esmirna. Allí, ante la Asamblea Rabínica los propios rabinos lo denunciaron al Sultán turco que lo apresó y encarceló en la fortaleza de Gallípoli.
Pero con buen apoyo económico su fama e ideas siguieron extendiéndose desde Amsterdam a Constantinopla bien gestionado por Gaza el apoyo de los potentados marranos y la ****ría veneciana y centroeuropea.
En la prisión Zeví recibía fama y visitas continuamente. Uno de los que mandó llamar fue otro iluminado un "sabio" rabino cabalista hebreo polaco llamado Nehemías Cohen. Tras la entrevista Cohen acusó a Zeví de farsante y hubo de huir porque los sabatistas lo buscaban para lincharlo y Cohen denunció a Zeví como instigador de revueltas "populares"
Zeví fue trasladado a la ciudad de Adrianápolis e instado por el sultán Mehemet IV para hacerse de la religión del amor. El farsante aunque loco no era orate y prefirió apostatar que perder la vida y negaba ante el tribunal que hubiera dicho que era el Mesías. Adoptó el nombre de Aziz Mehmed Efendi y aceptó el título de "Guardián de las puertas del palacio" y el sueldo de 150 piastras diarias por servir al nuevo amo.
Zeví acabó sus días en 1676 durante su destierro en la fortaleza montenegrina de Dulcingo dónde le enviaron por descubrirle, otra vez, en otra da repelúsnte orgía sensual ****mita en uno de sus frecuentes estados maníaco.
LA PEREVIVENCIA DEL SABATISMO
Aparentemente la historia del enfermo mental Zeví no tiene mayor interés, pero realmente tiene una gran trascendencia histórica porque su mito e ideas perduraron y sirvieron para dignificar del todo el marranismo y elevarlo a dogma mesiánico.
Aunque grotesco resulta que muchos hebreos fueron convencidos por Natán para que entendieran la apostasía del personaje como la confirmación de su carácter mesiánico recurriendo a una de las ideas tradicionales del gnosticismo talmúdico-cablaístico: el Mesías salvaría al mundo por medio del pecado, mediante la aceptación de la vergüenza apostásica como sacrificio definitivo. Según Natán la fin de Zeví sólo era un ocultamiento pues el Mesías fue elevado al cielo absorbido en las luces celestiales.
Si bien la revolución sabatiana se había frustrado temporalmente (20 años después Mehmet IV fue derrocado por los jenízaros financiados por banqueros hebreos) por haberse rajado su Mesías, pero así se sentaban las bases de una nueva teología mesiánicomarrana muy útil en un futuro próximo para los que la habían financiado y promocionado al glorificar el acto más abominable: la traición y la apostasía.
Los marranos, especialmente los sefardíes, que llevaban una doble vida la idea de que un mesías había apostatado era un ejemplo alentador del acto que a ellos les atormentaba. Les daba una respuesta emocional a su problema de conciencia.
Así el sabatismo se asentó durante el XVIII en el seno de las comunidades hebreas diseminadas por el mundo cristiano, sobre todo en las sefardíes si bien de forma clandestina y sectaria, pues sus documentos textuales fueron mayoritariamente destruídos.
Y aunque de cara a los gentiles se minimizó su importancia, como señala Scholem: "el número de rabinos más o menos influyentes que fueron adeptos al nuevo misticismo sectario fue mucho mayor del que los apologistas estaban dispuestos a admitir ... se trataba de ocultar el hecho de que este o aquel erudito renombrado o alguna familia conocida habían tenido algo que ver con el movimiento" (Gershom Sholem en Las Grandes Tendencias de la Mística Judía, Ediciones Siruela, 1993, pgs. 328-329)
Los sabatistas se reunían en cónclaves secretos, algunos siguieron creyendo en un mesianismo personal, originando el movimiento FRANKISTA, otros ahondaron en el cabalismo de Zeví incidiendo en su carácter sionista.
Se creaba así un mesianismo colectivo que derivaría hacia un laicismo materialista y naturalista, e incluso, satanista.
Según diversas interpretaciones talmúdicas la ley del desarrollo orgánico, que gobierna todas las esferas de la existencia, determina que el proceso de Salvación está ligado hecho de que los actos del hombre son, al menos en ciertos aspectos, oscuros y putrefactos. El Talmud dice: "El hijo de David sólo vendrá en una época completamente culpable o absolutamente inocente"
A partir de este epigrama talmúdico, los sabatistas formularon la máxima: "ya que no todos podemos ser santos, seamos todos pecadores". Y se dedicaron a practicar de forma clandestina actos y ritos que tendían de forma deliberada a la degradación jovenlandesal.
La similitud con la doctrina de Lutero (más de un siglo antes) es reveladora: "sé un pecador y peca avezadamente ... Mientras estemos aquí debemos pecar ... No hay pecado que pueda separarnos del Cordero, aún cuando cometamos fornicación y asesinato mil veces por día".
Un estudio sistematizado evidencia la influencia del cabalismo de Natán, a partir del mesianimos de Zeví, en el concepto del materialismo histórico MARXISTA REVOLUCIONARIO y en el del PSICOANÁLISIS del judío Freud aunque se camuflen con una inexistente racionalidad meramente declamativa.
Según Paul Johnson en La Historia de los Judíos (pág. 512): "Despojada de su documentación espuria, la teoría de Marx acerca del modo en que se desenvuelve la historia, la clase y la producción, y en que se desarrollarán, no es en esencia distinta de la teoría cabalística de Luria acerca de la Era Mesiánica, sobre todo en la forma corregida por Natán de Gaza, al extremo de que puede englobar todos los hechos, por embarazosos que sean. En resumen, no es una teoría científica, sino un fragmento de astuta superstición judía".
Y en la misma obra, pag. 612: "si el freudismo, como el marxismo, en ciertos aspectos es un sistema de suprestición, si adolece de la misma cualidad osmótica que la Cábala mesiánica de Natán de Gaza no es algo sorprendente, porque proviene del mismo marco general: la ciencia occidental es más un barniz que sustancia. Pero el elemento judío del freudismo no es esencialmente jasídico, sino mosaico. Freud deseaba hallar un nuevo sistema de ley casi religiosa, con toda la fuerza y la permanencia que eso implicaba. Como él mismo dijo: "poseemos la verdad", un libro religioso no habría podido afirmarlo de manera más dogmática".
LOS SABATISTAS Y EL GENOCIDIO ARMENIO
Al poco de la fin de Zeví, en 1863 se fundaría una secta sabatista en el mundo islámico: los Dunmeh (apóstatas), su primera misión era apostatar del talumudismo y convertirse a una visión sincrética y gnóstica del islam, esta secta acabaría derivando hacia un laicismo radical.
El general masón Gazi Mustafá Kemal (1881-1938) denominado Astartük (antepasado) fue el padre y dictador de la "laica" Turquía moderna y era miembro de la secta dunmeh.
Durante su juventud pertenecía también al movimiento masónico Jóvenes Turcos, la mayoría eran apóstatas (dunmeh) y a cuya semejanza se formó la organización palestina terrorista Al-Fatá en 1911.
Fue el gobierno revolucionario de los masones y apóstatas Jóvenes Turcos implantado en 1908 el responsable del GENOCIDIO de los Cristianos Armenios que se cobró un millón de víctimas en los años 1915 y 1916, dos tercios de la población armenia de Anatolia.
Astartük se declaraba seguidor de Zeví: "yo soy un descendiente de Sabbatai Zeví además de un ferviente admirador de sus profecias milenarias"
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