Leon S. Kennedy
Madmaxista
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País de pandereta. ALVISE PRESIDENTE
amp.elmundo.es
Inmune a las críticas de la prensa, a las quejas de sus vecinos y hasta a la justicia española, Stephen Hills, el presidente de la comunidad de propietarios de Estepona (Málaga) que se había puesto a sí mismo un salario de ministro (86.724 euros) con cargo al presupuesto de su urbanización, Torre Bermeja, se ha subido el sueldo 16.500 euros y a partir de ahora recibirá una remuneración económica de 103.226 euros (13.200 euros más de lo que cobra el presidente del Gobierno).
Al parecer, el Juan Cuesta británico, que luce bronceado todo el año y acude a las juntas en chanclas, creía que no ganaba lo suficiente y en la última junta de propietarios, que se ha celebrado este viernes 7 de junio, se ha subido el sueldo casi un 20% ante el estupor de los pocos españoles que han asistido a una reunión en la que dos azafatas servían jamón del bueno y bebidas fresquitas.
Ya el pasado ejercicio varios vecinos se mostraron descontentos con los honorarios de Hills y una propietaria llegó, incluso, a impugnar la decisión en los juzgados, pero la justicia en España es lenta y mientras los meses van corriendo, Hills sigue cobrando un sueldazo y haciendo «su santa voluntad», se queja un vecino, que prefiere mantenerse en el anonimato por temor a represalias.
Sabedor de que los ventajosos acuerdos que ha aprobado para sí mismo en los últimos años, gracias a la delegación de voto de sus vecinos, están cuestionados en los tribunales y que podría encontrarse ante la tesitura de tener que devolver gran parte de lo recibido, ha querido blindarse legal y económicamente, explica el abogado de una de las denunciantes, David Valadez.
¿Cómo? La comunidad ha acordado contratar una póliza de seguro que cubra las indemnizaciones a las que Hills tuviera que responder como consecuencia de los procesos judiciales que hay abiertos contra él. Se trata de algo «inaudito», dice Valadez, opinión en la que coincide con la presidenta de la Asociación de Perjudicados en Comunidades de Vecinos (APERCOVE), Elisa Álvarez, que lamenta la indefensión en la que se encuentran los vecinos.
Natural de Tonbridge (Reino Unido), este jubilado británico, al que no se le conoce actividad profesional alguna, lleva 20 años siendo presidente de Torre Bermeja y ha hecho de la exclusiva urbanización en la que reside una lucrativa fuente de ingresos que le permite vivir a cuerpo de presidente, frecuentar restaurantes de lujo y conducir dos flamantes vehículos de alta gama, comentan quienes le conocen.
Hills es hoy la máxima autoridad en la urbanización y como el Juan Cuesta de Aquí no hay quien viva, se ha convertido en el eterno presidente de la comunidad. La diferencia entre ambos es que Hills no escatima en gastos y maneja, con los mínimos controles que establece la ley, la friolera de 1.442.628 euros.
Como apenas tiene que dar explicaciones, Hills ha decidido comprar una furgoneta de 26.000 euros para la urbanización. ¿Con qué objetivo? Los vecinos lo desconocen. «¿Para qué hace falta aquí una furgoneta? ¿Para llevar materiales de un piso a otro? No se entiende», lamenta un vecino. «Mañana podría comprar un piso sin preguntarnos. Es increíble», añade.
Desde este periódico se ha intentado contactar con Hills a través de la gerencia de la comunidad y con el administrador del residencial, Ted Kessels, pero en ambos casos sin éxito. A lo que sí se ha tenido acceso es al informe que él mismo ha hecho sobre su gestión en 2023 y que ha remitido a los vecinos junto con el presupuesto de 2024. En este documento atribuye en gran medida a su gestión, el precio por el que se venden las propiedades. Asimismo, presume del compromiso del equipo directivo por «controlar los costes diligentemente», a pesar de que el año pasado ha gastado 65.597,59 euros más de lo presupuestado, entre otros, en su propio sueldo, que tenía fijado en 86.724 euros pero que ha terminado siendo de 93.706 euros.
Para la presidenta de APERCOVE, «es imprescindible que haya un mayor control del que hay de las cuentas de las comunidades de vecinos». A su juicio, «que hoy se haga una correcta gestión del dinero en un inmueble depende casi exclusivamente de la buena voluntad de presidente y administrador pero, ¿qué ocurre cuando al frente de la comunidad hay personajes sin escrúpulos que se aprovechan de su posición de poder?».
El presidente de comunidad de la Costa del Sol que cobraba más que un ministro, ya supera a Sánchez
Inmune a las críticas de la prensa, a las quejas de sus vecinos y hasta a la justicia española, Stephen Hills, el presidente de la comunidad de propietarios de Estepona (Málaga) qu
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El presidente de comunidad de la Costa del Sol que cobraba más que un ministro, ya supera a Sánchez
El chollo de Stephen Hills, el jubilado británico que vive a cuerpo de presidente: se blinda con un seguro que pagarán sus vecinos en una urbanización de Estepona (Málaga). Aunque la justicia dice que debe devolver el dinero, él lo sigue despilfarrando- Esther Gómez
Inmune a las críticas de la prensa, a las quejas de sus vecinos y hasta a la justicia española, Stephen Hills, el presidente de la comunidad de propietarios de Estepona (Málaga) que se había puesto a sí mismo un salario de ministro (86.724 euros) con cargo al presupuesto de su urbanización, Torre Bermeja, se ha subido el sueldo 16.500 euros y a partir de ahora recibirá una remuneración económica de 103.226 euros (13.200 euros más de lo que cobra el presidente del Gobierno).
Al parecer, el Juan Cuesta británico, que luce bronceado todo el año y acude a las juntas en chanclas, creía que no ganaba lo suficiente y en la última junta de propietarios, que se ha celebrado este viernes 7 de junio, se ha subido el sueldo casi un 20% ante el estupor de los pocos españoles que han asistido a una reunión en la que dos azafatas servían jamón del bueno y bebidas fresquitas.
Ya el pasado ejercicio varios vecinos se mostraron descontentos con los honorarios de Hills y una propietaria llegó, incluso, a impugnar la decisión en los juzgados, pero la justicia en España es lenta y mientras los meses van corriendo, Hills sigue cobrando un sueldazo y haciendo «su santa voluntad», se queja un vecino, que prefiere mantenerse en el anonimato por temor a represalias.
Sabedor de que los ventajosos acuerdos que ha aprobado para sí mismo en los últimos años, gracias a la delegación de voto de sus vecinos, están cuestionados en los tribunales y que podría encontrarse ante la tesitura de tener que devolver gran parte de lo recibido, ha querido blindarse legal y económicamente, explica el abogado de una de las denunciantes, David Valadez.
¿Cómo? La comunidad ha acordado contratar una póliza de seguro que cubra las indemnizaciones a las que Hills tuviera que responder como consecuencia de los procesos judiciales que hay abiertos contra él. Se trata de algo «inaudito», dice Valadez, opinión en la que coincide con la presidenta de la Asociación de Perjudicados en Comunidades de Vecinos (APERCOVE), Elisa Álvarez, que lamenta la indefensión en la que se encuentran los vecinos.
Natural de Tonbridge (Reino Unido), este jubilado británico, al que no se le conoce actividad profesional alguna, lleva 20 años siendo presidente de Torre Bermeja y ha hecho de la exclusiva urbanización en la que reside una lucrativa fuente de ingresos que le permite vivir a cuerpo de presidente, frecuentar restaurantes de lujo y conducir dos flamantes vehículos de alta gama, comentan quienes le conocen.
Hills es hoy la máxima autoridad en la urbanización y como el Juan Cuesta de Aquí no hay quien viva, se ha convertido en el eterno presidente de la comunidad. La diferencia entre ambos es que Hills no escatima en gastos y maneja, con los mínimos controles que establece la ley, la friolera de 1.442.628 euros.
Un presupuesto de millón y medio de euros
Si bien en una administración pública o en una empresa privada los gastos se someten a un exhaustivo control tanto en su asignación como en su posterior justificación, en Torre Bermeja su presidente sólo ha necesitado contar con la mayoría de los votos de los comuneros para sacar adelante un presupuesto de millón y medio de euros que se expone en apenas un folio y que incluye partidas tan generosas como las recogidas bajo la descripción «personal seguridad» (305.000 euros), «mantenimiento jardines» (163.815 euros) o «mano de obra»(89.312 euros), a las que se añaden, entre otros, 70.100 en limpieza (productos no incluidos), 60.000 de materiales para mantenimiento general, 35.100 para las zonas de agua (también sin productos, que son otros 19.900 euros) o 23.000 euros para mejoras del jardín. Sin contar, por supuesto, la partida de «servicios profesionales» donde se incluye el salario del presidente, el de la administración (50.525 euros) y el del administrador (17.250 euros).Como apenas tiene que dar explicaciones, Hills ha decidido comprar una furgoneta de 26.000 euros para la urbanización. ¿Con qué objetivo? Los vecinos lo desconocen. «¿Para qué hace falta aquí una furgoneta? ¿Para llevar materiales de un piso a otro? No se entiende», lamenta un vecino. «Mañana podría comprar un piso sin preguntarnos. Es increíble», añade.
Desde este periódico se ha intentado contactar con Hills a través de la gerencia de la comunidad y con el administrador del residencial, Ted Kessels, pero en ambos casos sin éxito. A lo que sí se ha tenido acceso es al informe que él mismo ha hecho sobre su gestión en 2023 y que ha remitido a los vecinos junto con el presupuesto de 2024. En este documento atribuye en gran medida a su gestión, el precio por el que se venden las propiedades. Asimismo, presume del compromiso del equipo directivo por «controlar los costes diligentemente», a pesar de que el año pasado ha gastado 65.597,59 euros más de lo presupuestado, entre otros, en su propio sueldo, que tenía fijado en 86.724 euros pero que ha terminado siendo de 93.706 euros.
Para la presidenta de APERCOVE, «es imprescindible que haya un mayor control del que hay de las cuentas de las comunidades de vecinos». A su juicio, «que hoy se haga una correcta gestión del dinero en un inmueble depende casi exclusivamente de la buena voluntad de presidente y administrador pero, ¿qué ocurre cuando al frente de la comunidad hay personajes sin escrúpulos que se aprovechan de su posición de poder?».
