El dinero fiduciario y el trauma de cercanía a la fin.

Almismo

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Pedro Bustamante:

"Uno de los símbolos por excelencia del Hollycapitalismo es el dinero fiduciario. Como no podía ser de otra manera, el dinero fiduciario encarna de una manera muy profunda la mecánica satánica luciferina.

El dinero fiduciario es, en su esencia, algo abstracto, vacío de contenido real. Esto es, puro espíritu. Pero entonces ¿cómo es posible que, de hecho, tenga valor? O dicho de una manera mas exacta ¿cómo es posible que se cargue de un valor que no tiene? ¿cómo es posible que algo que es puro espíritu, espíritu desencarnado o descorporificado, pueda intercambiarse por cualquier mercancía, esto es, por cualquier forma de materia mas o menos elaborada? O llevando el fondo de la cuestión aún mas lejos ¿Cómo es posible que alguien llegue a apiolar por dinero? ¿Que a alguien le compense apiolar a un semejante por algo vacío de realidad, algo que es una pura ficción?

Está pregunta incluye implícitamente la respuesta y así resuelve la contradicción. Cierre del círculo. Porque lo que carga de valor al dinero fiduciario es la fin, es el Sacrificio, que implica la hierogamia con el espíritu desencarnado. Lo que aporta realidad a la ficción del dinero fiduciario, lo que se encarna, es este espíritu desencarnado de la carne desespiritualizada por el Sacrificio.

En un intercambio mercantil típico, el que nos presentan los economistas dominantes para que no entendamos en profundidad el sistema, vemos enfrentadas estas dos sustancias, la corporal y la espiritual. Se entrega una mercancía real, material, con valor real a cambio de una pura abstracción, de un valor ficticio como es el dinero fiduciario. Dinero fiduciario que los bancos crean apretando la tecla de un ordenador o escribiendo un asiento contable.

La propia realidad del sistema nos muestra que entre el cuerpo y el espíritu y en el límite entre el cuerpo desespiritualizado, una materia prima, y el espíritu descorporificado, el dinero fiduciario, hay de hecho, una vinculación real, un intercambio mercantil y es esta vinculación real, este intercambio mercantil, el que da valor al conjunto.

En otras palabras, en el fondo, todo intercambio remite a la creación de valor mediante el ritual hierogámico sacrificial que consiste en tensar las relaciones entre lo corporal y lo espiritual. Este ritual carga de deseo y de amenaza todo el espectro mercantil, deseo y amenaza que se encarnan a su vez en todas las mercancías y en el dinero. Si este intercambio mercantil se produce, si este fraude es aceptado por el que entrega algo real a cambio de dinero ficticio, es porque están en juego esta amenaza y este deseo. Amenaza y deseo que, insistimos, remiten en ultima instancia a un ritual de sesso y de sangre.

Los economistas dominantes nos muestran el intercambio típico, pero no lo llevan hasta el extremo de la cadena del valor, para ver como se carga de valor real el sistema, que es también como se carga de valor real milagrosamente el dinero ficticio. Esto significa que en el extremo de la cadena del valor, que en realidad es su centro, es decir, es el centro del toroide vorticial que es el sistema, la carne humana, amada sin consentimiento, sodomizada, sacrificada, ingerida, carga de valor todo el sistema. También al dinero fiduciario.

El que asiste al sacrificio y se identifica con la víctima, esto es, el que es una víctima en potencia, una víctima diferida, aceptará la falsa moneda para salvarse.

“O aceptas mi falsa moneda o te malo.” “O entregas el petroleo de tu país a cambio de la divisa imperial o lo bombardeamos.”

Se trata en el fondo del mismo mecanismo de enmascaramiento del que hablamos en otro punto, pero encarnado directamente en el dinero. Dinero que dice valer lo que no vale, que obliga a creer en que el valor ficticio que dice tener coincide con su valor real. Pero lo hace en el extremo de la cadena del valor, esto es, en el centro del toroide vorticial que es el sistema, amenazando a fin. O lo que es lo mismo, mediante un ritual de sesso y de sangre que compromete a los implicados pero que se oculta a la mayoría.

Todo esto esta implícito en el dinero fiduciario, pero enmascarado. Esto es un ejemplo de lo que decimos sobre la profundidad y la inversión simbólicas. El dinero fiduciario es, sin duda, el ejemplo mas extremo, el símbolo mas depurado, mas abstracto, que mayor profundidad tiene en el mundo de hoy. Es el símbolo mas satánico y mas luciferino de todos los símbolos. Es el símbolo de los símbolos del hollycapitalismo. El dinero fiduciario es uno de los tres vórtices – vértices de la santísima trinidad hollycapitalista junto al terrorismo y la pronografía.

El papel de la propaganda del sistema es entrar aquí para que este enmascaramiento sea posible, para que las sociedades profanas en general crean en el valor del dinero fiat, para que crean en su neutralidad, en su independencia con respecto a la transgresión gozosa, violenta, sádica, inmoral, que sostiene al sistema. Pero lo cierto es que el dinero, en el capitalismo y sobre todo en el hollycapitalismo, es como la sangre del sistema y esto no es solo una metáfora, porque de hecho el dinero ficticio se carga de valor real con la sangre humana de las víctimas que alimentan el Moloch que es el sistema. El dinero sangre corre por las venas del sistema. Las venas del sistema son los intercambios mercantiles y monetarios, venas del sistema que en los extremos de la cadena del valor, esto es, en el centro del toroide, se alimentan de la sangre real. Y cuando decimos sangre, decimos también leche, saliva, vómito, excremento y el resto de la sustancias corporales. O dicho con otras palabras, el sistema es como un enfermo necesitado permanentemente de transfusiones de sangre que no se puede tomar mas que de humanos reales y de fluidos corporales reales.


Pero lo interesante de esta mecánica hollycapitalista es que en el fondo es la misma que la de los rituales de cercanía a la fin, que, como decimos en otro punto, están en el centro del poder religión real, como una de las iniciaciones básicas de la sicopatocracia illuminati que padecemos. En estos rituales de cercanía a la fin, la disyuntiva en la que se basa todo el régimen mercantil vuelve a presentarse. ¿Qué prefieres? ¿Morir o renacer en la “Familia” obligado a guardarle lealtad, obediencia y a mantener el secreto?

Aquí vemos, otra vez, como todo esto se sostiene sobre el trauma. Tanto en esta versión límite del ritual iniciatorio de cercanía a la fin, como en el caso que hemos visto de países que están obligados a aceptar el dinero ficticio imperial o global, bajo la amenaza de una guerra, de una catástrofe natural, de una esa época en el 2020 de la que yo le hablo fabricada, de una crisis de deuda… La mecánica es la misma a las dos escalas. En los dos casos, el abusador o torturador y el “salvador” es el mismo. En otras palabras, el que crea el problema y el que ofrece la solución es el mismo.

La geopolítica funciona según la misma lógica ritual y de programación mental pero a mayor escala. Todo esto produce disociación mental, de nuevo, a todos los niveles. La disociación de tener que amar a tu enemigo bajo amenaza de fin, de tener que aceptar que el que te tortura, el que abusa sexualmente de ti cuando eres un niño, el que te obliga a aceptar dinero falso, lo hace “por tu bien”. Esta disociación propia de la programación mental mediante trauma es solo el caso límite de una misma mecánica que mueve todo el sistema y es también la escisión radical que se produce entre el cuerpo y el espíritu en el marco de la transgresión ritual e inmoral.

Se comprenderá ahora porque los múltiples, los disociados, o simplemente los illuminati, pero en general las castas de altos iniciados de todas las épocas y de todas las culturas, son los que mejor ejercen esta sicopatocracia, los que mejor disimulan la escisión radical que conforma la cultura, los que mejor nos venden el espíritu descorporificado y el cuerpo desespiritualizado, los que mejor enmascaran el exceso sádico que todo esto implica, espíritu desencarnado que encontramos en todas sus variedades pero siempre basado en la misma escisión radical que hemos mostrado: en forma de dios trascendente, de metafísica, de “libertad, igualdad, fraternidad”, de dinero fiduciario, de producto financiero tóxico, de teoría de cambio climático, de bichito de diseño, de teoría de género…

Todo esto no son mas que diferentes formas, diferentes máscaras, diferentes frentes, de una misma mecánica satánica luciferina."

 
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