COMBATIR EN EL SAHARA OCCIDENTAL Y ENCIMA SER ESPAÑOL...

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Ved el dilema: Por el bando argelino, el Polisario, Francia, Rusia... Por el jovenlandés: EEUU, UE... en medio el pueblo saharaui... La misión es vigilar los movimientos de las bases secretas de EEUU y marroquís, sin que te pegue un tiro en el ojo ciego, por fisgón... Por el lado argelino, hacerlo, lo de espiar... si como LA TIA, pero si montarla parda... En medio el gobierno de España, que no se entere y por ahora no estalle el lobby sanchista... Objetivo evitar una guerra rápida y sangrienta... fin, el derrocamiento del lgtb monarca jovenlandés, sin que se cabreen los EEUU y no mosquear mucho a pilinguin... Resolución: una monarquía parlamentaria democrática jovenlandés que no se la zampe, por su juventud e inexperiencia el islamismo radical del Magreb... Bien ahora artículos que os podrán interesar del marrón que se está convirtiendo el SAHARA OCCIDENTAL...

El gobierno español entrega el Sáhara Occidental al régimen jovenlandés
by RAÚL MARTÍNEZ
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El 18 de marzo debería debería pasar a la historia como el “día de la vergüenza” de la política exterior del imperialismo español. Ese día, el régimen jovenlandés daba a conocer la carta dirigida por Pedro Sánchez a Mohamed VI, fechada a 14 de marzo, en la que el presidente español claudicaba ante la presión alauita:
“Reconozco la importancia que tiene la cuestión del Sáhara Occidental para jovenlandia y los esfuerzos serios y creíbles, en el marco de Naciones Unidas, para encontrar una solución mutuamente aceptable. En este sentido, España considera que la propuesta jovenlandés de autonomía presentada en 2007 como la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo.”
Un nuevo episodio de la constante felonía del Estado español hacia el pueblo saharaui ocultando al pueblo la verdad. Días después, conocíamos los argumentos esgrimidos por el PSOE por boca del Ministro de Exteriores, José Manuel Albares, antes Embajador de España en la República Francesa (casualmente), y en la conferencia de prensa del Presidente del Gobierno en su viaje relámpago a Ceuta. En síntesis, el argumentario se basa en tres ejes: España adopta la misma postura de otras potencias europeas como Francia y Alemania; se trata de buscar una salida realista al conflicto, en la medida en que la autodeterminación del pueblo saharaui no es viable; y se garantiza la integridad territorial española, en referencia a los enclaves de Ceuta y Melilla.
El primero de esos ejes, empleado como argumento de autoridad, parte de la premisa de entender que la posición francesa y alemana es la correcta. Obviamente, sin analizar esa posición, su injusticia con el pueblo saharaui ni sus posibles contradicciones con los intereses del pueblo español. El segundo de los ejes, contiene una evidente manipulación. Tras la tregua firmada en septiembre de 1991 entre jovenlandia y el Frente Polisario, el Plan de Paz de la ONU preveía la celebración de un referéndum de autodeterminación en 1992. Efectivamente, no fue posible. Pero no lo fue por el boicot del régimen jovenlandés, responsable directo del incumplimiento de las resoluciones de la ONU desde 1970, primero con la complicidad del franquismo y, después, con la complicidad de todos los gobiernos españoles hasta la fecha.
Detengámonos en el tercer argumento: preservar la integridad territorial española, porque aquí residen, en realidad, las claves de la claudicación del gobierno español. La crisis diplomática con el régimen jovenlandés, tras la llegada a España del ciudadano español y Presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, Brahim Gali, en 2021, para ser atendido de sus dolencias, fue utilizada como pretexto de la crisis. La monarquía alauita empleó como arma a miles de ciudadanos migrantes para incrementar la presión sobre Ceuta y Melilla, cerró las fronteras con el pretexto de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo y retiró a su embajadora en Madrid. El conflicto estaba servido como parte de las contradicciones existentes entre las oligarquías de ambos países.
jovenlandia nunca renunció ni renunciará a la soberanía sobre Ceuta, Melilla y el resto de enclaves españoles en lo que considera su territorio. A su vez, en su aspiración por escalar posiciones en el marco de la pirámide imperialista, jovenlandia lleva tiempo intensificando una política expansionista apoyándose en su alianza con los EEUU.
Los acuerdos militares con EEUU y las maniobras África Lion 2021, en las que participaron otros cinco países, llevadas a cabo en plena crisis diplomática entre España y jovenlandia, causaron vértigo en el gobierno español. Debe tomarse en cuenta que los acuerdos de ingreso de España en la OTAN no hacen referencia alguna a Ceuta y Melilla, que Estados Unidos cuenta en el sur español con las bases de Rota y Morón y que la colonia británica de Gibraltar reviste una importancia militar de primer orden.
A su vez, desde el año 2020, jovenlandia ha intensificado su presión sobre las Islas Canarias, aprobando dos leyes mediante las cuales amplía unilateralmente sus aguas territoriales apropiándose del espacio marítimo del Sáhara Occidental (y de sus caladeros) y amenazando las aguas canarias. Y no se trata de una mera amenaza. De hecho, en su nueva alianza con el régimen sionista de Israel, jovenlandia ha anunciado un acuerdo bilateral para explorar las reservas petrolíferas y gasísticas que existen, precisamente, en esas aguas.
En esa coyuntura, completada con la crisis energética y con el inicio de la guerra en Ucrania, lo que ha hecho el gobierno español es, sencillamente, ceder. Entregar definitivamente al pueblo saharaui a su suerte tratándolo como un mero peón en una complicada partida de ajedrez en la que España lleva más de cuatro décadas jugando a la defensiva, sometida a los intereses empresariales de quienes llevan décadas saqueando los recursos saharauis y obteniendo pingues beneficios de sus negocios con jovenlandia, incluida la Casa Real y la industria armamentista española.
Mientras las relaciones entre España y jovenlandia estén basadas en la lógica imperialista no habrá solución pacífica y duradera al conflicto. Sostener que la completa renuncia española a desempeñar el papel que le corresponde en el proceso de descolonización del Sáhara Occidental, sacrificando al hermano pueblo saharaui, en unos “acuerdos secretos” que supuestamente garantizan la integridad territorial resulta pueril, un crimen de lesa humanidad y, si me apuran, de lesa patria.
El actual gobierno español, presentado a nuestro pueblo como el más progresista de la historia, no es más que un gobierno de títeres de los monopolios y de potencias foráneas. En la lucha del pueblo saharaui, que mal que les pese continuará, se expresa el futuro de esa otra España que solo pueden construir los trabajadores.

“La entrega del Sáhara a jovenlandia también pretendía frenar la influencia argelina en el independentismo canario”

Domingo Garí, profesor de la Universidad de La Laguna y autor del libro 'Estados Unidos en el Sáhara Occidental'.
Domingo Garí, profesor de la Universidad de La Laguna y autor del libro 'Estados Unidos en el Sáhara Occidental'.
Iván Alejandro Hernández
15 de mayo de 2022 18:24h
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Cuando España firmó los acuerdos tripartitos de Madrid el 14 de noviembre de 1975, formalizaba su salida del Sáhara Occidental y entregaba el norte del territorio a jovenlandia y el sur a Mauritania. Las razones de esta acción de España, al final de la dictadura y con un futuro incierto, fueron de índole política, militar y económica. Pero también influyó el temor a que la influencia de Argelia, por medio del Frente Polisario, se extendiera a Canarias en un momento en el que el independentismo del Archipiélago estaba al alza. Así lo refleja el profesor del Departamento de Geografía e Historia de la Universidad de La Laguna Domingo Garí, en su libro Estados Unidos en la Guerra del Sahara Occidental.
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Garí, que presentó el libro el pasado 28 de abril en el Museo de Historia y Antropología de Tenerife, decidió embarcarse en este asunto al dedicarse en los últimos años a estudiar la geopolítica en Canarias. “Tradicionalmente, siempre se ha vinculado más esta preocupación a la proyección americana de las Islas. Pero la cuestión del Sáhara Occidental para el Archipiélago ha sido una problemática central a lo largo del siglo XX y, sobre todo, desde 1975, cuando España abandonó el territorio, porque colocó a las islas como un territorio frontera en un escenario de conflicto”.

Garí ha investigado los documentos desclasificados de la Secretaría de Estado de los Estados Unidos, los archivos presidenciales de Gerald Ford (1974-1977), Jimmy Carter (1977-1981) y Ronald Reagan (1981-1989), así como los materiales de la CIA a los que ha tenido acceso. Y comprobó que en los primeros años de la guerra en el Sáhara Occidental, el Frente Polisario, con una táctica guerrillera, había conseguido ocupar más del 85% del territorio en disputa, a pesar de que jovenlandia contaba con un ejército muy superior. El apoyo de EE.UU fue esencial para cambiar el curso del conflicto en ese entonces, sobre todo, a raíz de la construcción de los muros.
¿Cómo era el contexto internacional que da inicio al libro?
A finales de 1975, con la Marcha Verde se desencadena el conflicto armado. Estamos en plena Guerra Fría. La descolonización del Sáhara Occidental era una de las actuaciones pendientes en África, que la ONU demandaba. Desde que España entró en la ONU, en 1955, ya se le demandó que diese información sobre el estado de desarrollo económico y humano de sus posesiones africanas. Pero la descolonización no fue tal porque España negoció bajo cuerda con jovenlandia la entrega del Sáhara.
¿Por qué hace esto España?
Las razones de orden militar y político, por lo que he podido ver en la documentación y bibliografía especializada, es que en aquel contexto, el régimen en tras*ición en España, al final de la dictadura y al inicio de un proceso que no se sabía a donde podía llevar, planteó que Argelia era un país gobernado por un régimen revolucionario y líder del tercer mundo y jovenlandia era una monarquía conservadora, tradicional y con buenas relaciones históricas con España. Hay muchas razones que explican el asunto: las de orden económico, como quedó de manifiesto con la firma del acuerdo tripartito y el reparto del Sáhara con jovenlandia y Mauritania. Pero también se habla de Canarias en aquel entonces y los militares españoles pensaron que era mejor entregar el Sáhara a jovenlandia porque de esta manera dificultaban la influencia de Argelia, a través del Frente Polisario, sobre el movimiento nacionalista e independentista en las Islas, que en aquel entonces estaba en ascenso.
La entrega del Sáhara sirve como una manera de salvaguardar Canarias de las influencias del tercermundismo revolucionario. La preocupación sobre Canarias en aquella época, y sobre Ceuta y Melilla también, está reseñada desde hace mucho tiempo, en un libro de 1991 del militar e historiador español Diego Aguirre, que se llama Guerra del Sáhara, en el que especifica claramente esto: por lo que respecta a la problemática canaria, tenía esta lectura. Vamos a ceder el Sáhara a jovenlandia, y así hará de frontera para que la influencia argelina-polisaria no se expandiese hacia las Islas.
¿El conflicto armado se inicia con la Marcha Verde?
Sí. La Marcha Verde es ya en sí un acto de guerra. Como escribieron los dos investigadores norteamericanos que más han tratado este asunto, Zunes y Mundy, en el mismo momento en el que se produce la Marcha Verde, en el noreste del Sáhara hay una irrupción de los militares de jovenlandia que van a entrar al territorio y se van a encontrar con una confrontación armada con los guerrilleros del Polisario. El inicio de la Marcha Verde es el comienzo de la guerra.
Se suele decir que la Marcha Verde supuso la entrada de 300.000 marroquíes al Sáhara Occidental, pero ¿cómo se desarrolló?
La propaganda jovenlandés decía que había una marea de 300.000 marroquíes que estaban reclamando la incorporación del Sáhara Occidental a jovenlandia y que eso era una demostración palpable de la voluntad del pueblo. Todo esto es bastante discutible. Para empezar, esa cifra de 300.000 la dio Hassan II y nadie la cuestionó. Formó parte de la propaganda militar. El pueblo jovenlandés que el régimen llevo a la Marcha Verde fue en gran medida lumpen organizado y desplazado desde el poder. Y los marroquíes que traspasaron la línea fronteriza con España fueron unos pocos miles, 2.000 o 3.000. Entraron unos pocos kilómetros y se volvieron atrás, al territorio de jovenlandia. Esa era una de las exigencias que los norteamericanos le habían hecho a Hassan II: que entraran, pero inmediatamente volvieran para atrás, porque temían que se pudiese desatar una guerra entre jovenlandia y España, una cosa que EE.UU. no quería, porque los dos países eran aliados de los norteamericanos.
Cuando España se va, es cuando jovenlandia ocupa militarmente el territorio. Mauritania lo hacía también por el sur, pero su empuje era mucho menor, porque era un país muy pobre, con recursos militares bastante escasos. Mauritania, que firmó el acuerdo tripartito, empezó inmediatamente a arrepentirse de haberlo firmado, porque le estaba suponiendo un desgaste enorme. Además, es importante señalar que hasta 1970, jovenlandia reivindicaba Mauritania también como parte del territorio jovenlandés. Los mauritanos nunca tuvieron una confianza muy profunda con jovenlandia y tenían motivos para dudar. Hasta el punto de que, cuando Mauritania se retira, en 1979, jovenlandia tiene presencia militar en el norte de Mauritania que utiliza para ocupar la parte sur del Sáhara. No respetó las líneas del acuerdo tripartito.
¿Qué supuso para la población saharaui?
El rey Juan Carlos I había dicho que España no iba a dejarlos tirados, que no tuviesen miedo porque España defendería a los saharauis. Y tuvieron que verse muy sorprendidos. La retirada se hizo de manera apresurada, los militares se fueron en unos pocos días y dejaron todo aquello. Fueron sustituidos por los marroquíes y se produce el éxodo. Si los saharauis hubiesen tenido conciencia sobre lo que iba a pasar, el éxodo no se hubiese producido de una manera apresurada y desorganizada, que es lo que ocurrió. Fue el momento de los bombardeos de la aviación jovenlandés contra la población civil saharaui. Hay bastantes libros e investigaciones que abordan esta cuestión.
¿Cómo fue la resistencia saharaui?
El Frente Polisario se creó en 1973. Tuvieron un año y medio aproximadamente para conformar sus milicias, su estructura guerrillera. Cuando tienen que confrontar con el ejército jovenlandés, el Polisario se encarga de proteger a la población saharaui y la acompaña en la huída, que es muy dura y muere mucha gente. Hasta que logran establecer las primeras bases de los campamentos. A partir de ahí, el Polisario se estructura en una guerrilla que empieza a golpear con bastante acierto las posiciones marroquíes en el norte. La guerrilla del Polisario empezó a actuar en lo que era la zona fértil del Sáhara, que era el territorio en disputa, el más rico y sobre el que jovenlandia había establecido la ocupación de manera prioritaria. La guerrilla se movía en una lógica de golpear, esconderse y volver a golpear a un ejército desmoralizado, cuyos soldados no sabían qué es realmente lo que estaba haciendo allí. El ejército jovenlandés es superior en armamento pesado y en número de tropas, pero su jovenlandesal está por los suelos, no conocen el territorio… y todo esto produce que, a pesar de la tremenda desigualdad de fuerzas, el Polisario lograse controlar la gran mayoría del territorio del Sáhara Occidental hasta finales de 1979.
¿La Unión Soviética apoyó al Frente Polisario?
No. Argelia sí apoyó al Polisario. La URSS no reconoció al Frente Polisario ni al Sáhara Occidental. Esa fue una lectura interesada con la que jugó Hassan II (rey de jovenlandia) para tratar de convertirlo en un conflicto de la Guerra Fría. En una lógica bastante simplista, decía que había una conexión lineal entre el Polisario, Argelia y la URSS. No era así. De hecho, la URSS nunca reconoció al Sáhara. Además, tuvo importantes relaciones económicas y militares con jovenlandia, es decir, surtía de armamento al régimen de Hassan II. Muchas veces se acusó al Frente Polisario de usar armamento soviético, pero el Polisario lo había incautado a las tropas marroquíes en sus operaciones de guerrillas. Argelia sí, siempre ha sido el apoyo clave del Polisario.
 
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