Anónimo222
Madmaxista
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https://www.lavanguardia.com/econom...as-antidumping-productos-europeos-lechón.html
Alarma entre los exportadores de porcino, desde Vic a Salamanca. Pekín advirtió que no iba a quedarse de brazos cruzados si la UE optaba por protegerse con aranceles de la competencia de los vehículos eléctricos chinos. Cuando apenas han transcurrido cinco días desde que se confirmara esto último, hoy lunes se ha dado a conocer en China la apertura de una investigación “antidumping” (competencia desleal) contra las importaciones de lechón y derivados de la UE.
No es exactamente una sorpresa, puesto que la prensa oficialista china llevaba días barajándolo. Aunque se había especulado con que los productos lácteos estuvieran igualmente en el punto de mira, algo que habría perjudicado más a Francia, donde también inquietan las posibles represalias contra el coñac. En cambio, la decisión de poner bajo la lupa al sector porcino penaliza en primer lugar a los exportadores de España, en muchos casos catalanes.
“La Comisión Europea está analizando ahora la solicitud,”, indicó en la rueda de prensa diaria de la CE el portavoz de Comercio, Olof Gill. “Intervendremos cuando proceda para garantizar que la investigación cumpla plenamente todas las normas pertinentes de la Organización Mundial del Comercio (OMC)”, agregó.
La medida es un varapalo para la industria cárnica española, que hace solo cuatro meses celebraba el levantamiento del veto chino sobre sus exportaciones de carne de vacuno, tras un cuarto de siglo. Una alegría que ahora podría quedar muy diluida, ya que el consumo de lechón multiplica en China al de ternera de forma mucho más acusada que en Europa.
La Comisión Europea propuso el miércoles pasado la imposición de aranceles a la importación de vehículos eléctricos chinos después de que su investigación preliminar, iniciada en octubre, concluyera que esta industria verde contaría con “subvenciones ilegales”, constitutivas de competencia desleal. En consecuencia, sugiere que al arancel actual del 10% se sume a partir de julio un 21% suplementario como media para las empresas chinas que colaboran con la investigación y de un 38,1% para las que no lo hacen.
El portavoz de la CE recalcó que se trata de una investigación “basada en hechos”. China no lo ve del mismo modo. Dice cumplir con las normas de la OMC y denuncia “un proteccionismo que va a contracorriente de la historia”.
La investigación china, sobre el papel, ha sido solicitada por su asociación nacional de ganaderos. Pero todo el mundo sabe que los productos cárnicos europeos, singularmente los embutidos, son un producto de lujo en los supermercados asiáticos, en las antípodas del dumping.
La industria china, asustada por lo que podría caerle encima con una nueva presidencia proteccionista de Donald Trump en Estados Unidos, golpea de momento a Europa y sus acusaciones de subvenciones ilegales. Y lo hace en un punto débil, como es la alimentación, dadas las abultadas cifra de ayudas de la Política Agrícola y Ganadera Común. "Cualquier subvención en este ámbito se ajusta se ajusta estrictamente a nuestras obligaciones en el marco de la OMC”, replica el comisario europeo del sector.
Por su parte, el ministro de Industria, Jordi Hereu, ha hecho este lunes un llamamiento a la UE y a China a “no escalar políticas ultraproteccionistas al nivel de bloques económicos“, algo con lo que ”todos saldríamos perdiendo", según él.
España es el principal exportador de lechón a China de los Veintisiete. En 2023, según datos citados por la patronal porcina Interporc, exportó allí más de 560.000 toneladas de derivados de este animal, por valor de 1.223 millones de euros. Convirtiendo al país asiático en el destino del 20,33 % de sus exportaciones por volumen y del 13,7 % por valor.
El sector porcino es básico para no desequilibrar todavía más la balanza comercial española en favor de China. Supone nada menos que el 61% de las exportaciones agroalimentarias españolas a dicho mercado, seguidas de lejos por las de vino y las de aceite de oliva. A precios, una vez más, que multiplican los de España, algo que deja en ridículo cualquier pretensión de competencia desleal.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha mostrado su confianza en que haya entendimiento con las autoridades chinas porque “las guerras comerciales no son buenas para nadie”. Planas ha subrayado que se trata de una investigación, en principio, con una duración máxima de un año, por lo que no se adoptarán medidas “con carácter inmediato”.
El ministro español confía en que “haya margen para el entendimiento y la negociación”, y ha avanzado que el Gobierno central hará “cuanto esté en su mano para evitar que esto derive en una guerra comercial” que afecte a "la capacidad de compra de los ciudadanos”.
Planas ha subrayado la “buena relación bilateral” entre España y China, pero este asunto “no es de competencia nacional, sino de la Unión Europea”. Aunque Hungría es el país preferente para fabricar en Europa para las marcas chinas de vehículos eléctricos -singularmente, baterías- hace apenas unos meses se anunció la creación de una fábrica de este tipo en la Zona Franca de Barcelona, de la mano de la resucitada Ebro.
Planas ha reconocido la importancia que tiene China para los intereses comerciales exportadores del porcino español, si bien la facturación “ha disminuido en los últimos años” y, “en cambio se han abierto nuevos mercados”.
El anuncio de la investigación por parte de China se produce después de que algunos analistas ya avanzasen que Pekín buscaría que sus represalias por los aranceles se centrasen en los países considerados como sus impulsores, entre los que se encuentra España. Los otros dos estados más afectados, por su volumen de exportación de porcino a China, son los Países Bajos y Dinamarca.
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha indicado por su parte, desde Santander, que “tenemos que evitar tanto una escalada de represalias comerciales como de subsidios".
La semana pasada, el ministro alemán de Asuntos Económicos y Protección del Clima, Robert Habeck, aseguró que “los aranceles son siempre el último recurso como medida política y, a menudo, el peor camino que se puede seguir”. La industria automovilística alemana ya se había pronunciado en contra de dichos aranceles. No en vano, sus marcas no solo tienen en China su primer mercado de exportación, sino que también dependen en gran medida de los componentes manufacturados allí.
Una toma de posición que permite de momento al canciller Olaf Scholz parar el golpe mejor que otros homólogos. Cabe decir, en cualquier caso, que la recomendación de aranceles de la Comisión Europea se estimaba que iba a ser aún más abultada, por lo que las acciones de BYD y Geely registraron subidas en la bolsa de Shanghai inmediatamente después del anuncio.
