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This Is One of Israel’s Most perversos, Self-defeating and Cruel Failures - Israel News - Haaretz.com (archive.is)
Haaretz | Israel News Opinion | Este es uno de los fracasos más perversoss, autodefensivos y crueles de Israel
El batallón ultraortodoxo Netzah Yehuda, basado en la Ribera Occidental, se ha convertido en un alcumo para la insubordinación, la ilegalidad y la violencia racista contra los palestinos. Y ese no es su único fracaso crítico – ni tampoco el de Israel
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Soldados israelíes en el batallón Netzah Yehuda durante su ceremonia de juramento en Jerusalén.
Soldados israelíes en el nominal batallón ultra-ortodoxo Netzah Yehuda durante su ceremonia de juramento en JerusalénCrédito: Ammar Awad / REUTERS
Anshel Pfeffer
Anshel Pfeffer
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Seguir Feb 17, 2022
Hace veinticinco años, esta semana, el primer informe que escribí apareció en un periódico local de Jerusalén. Me gustaría decir que he descubierto algunas perlas únicas de sabiduría en un cuarto de siglo de periodismo, pero con toda honestidad, aunque ha sido un montón de diversión, muchas de las historias que he escrito han sido de una naturaleza recurrente, resurgiendo una y otra vez a lo largo de los años.
Mi primer éxito real fue cubrir la comunidad Haredi en Jerusalén. Como cualquier otro periodista asignado para informar sobre un grupo cerrado e opaco, cuyos miembros son más que relutantes en hablar con un extranjero, aproveché cualquier oportunidad para salir con los Haredim que estaban dispuestos a hablar con franqueza sobre sus vidas. El problema a menudo es que los que están dispuestos a abrirse no representan a su comunidad.
Haaretz Semanal
Si pilinguin invade Ucrania, ¿se volverán los judíos del país a Israel?
00:00 / 38:04 'El nuevo KKK': el peligro de la violencia de los colonos israelíes contra los palestinos. Escuchar
Una de las mejores historias durante esos años, a finales de la década de 1990, fue la formación de lo que inicialmente se llamaba la unidad "Haredi Nahal", que luego se convirtió en el batallón Netzah Yehuda. El ejército estaba encantado de permitir que los periodistas cubrieran el primer grupo de jóvenes ultraortodoxos para unirse a la nueva unidad de infantería, donde se les permitiría servir en condiciones adecuadas a su estilo de vida religioso –un nivel especial de raciones kosher, sin mujeres soldados en la base y tiempo adicional para las oraciones y una lección diaria de Torá.
Incluso cuando la unidad de portavoz de la IDF era menos obligatoria, la seguridad era tan laxa en el campamento de botes en el valle del Jordán que pude entrar y mezclarme con los soldados simplemente diciendo a la guardia en la puerta que mi hermano estaba sirviendo allí. Volví a esa base con frecuencia, y estuve allí el primer día en que estaban en combate, un tiroteo con militantes palestinos en las afueras de Jericó en septiembre de 2000, al comienzo de la segunda intifada.
Mientras que el portavoz del ejército distribuyó fotos de acción sexy de hombres con barbas largas y payot mirando a través de las vistas de fusiles de francotirador, se hizo claro muy pronto que esto no iba a ser una unidad de crack y que la mayoría de sus soldados de hecho liso-cabeza ya estaban bien en su camino fuera de la comunidad ultra-ortodoxa. El ejército simplemente les estaba dando una gran cantidad, subvencionando su vivienda y proporcionando matrícula en asuntos seculares para que pudieran tomar sus exámenes de matriculación de bagrut después de dos años de servicio.
Soldados ultraortodoxos de la entonces brigada Haredi Nahal participan en una ceremonia de juramento en Jerusalén
Soldados de la brigada nominal ultra-ortodoxa Haredi Nahal, como Netzah Yehuda fue llamado por primera vez, participan en una ceremonia de juramento en JerusalénCrédito: Tali Mayer
Pero ni siquiera eso era lo suficientemente atractivo como para atraer a la mayoría de los yeshiva descontentos y desilusionados jóvenes Haredi a la IDF. Para construir la unidad al tamaño de un batallón completo, el ejército necesitaría una ingesta de 100 nuevos soldados tres veces al año. Había pocos tomadores. Me encontré atrapado en las arcadas de videojuegos y salas de billar de Jerusalén, siguiendo a un empleado de tiempo completo del Ministerio de Defensa cuyo trabajo era encontrar nuevos reclutas para lo que se había convertido en un proyecto de mascotas de uno de los altos funcionarios del Ministerio.
Pero por la tercera o cuarta ingesta, parecían haber resuelto el problema, y me había cansado de la historia. Un día, sin embargo, en diciembre de 2000, uno de los soldados de los primeros reclutas, que había pasado a ser sargento en la unidad, me llamó y me sugirió que viniera a ver a su nuevo plato que estaba en una "semana de educación" en un albergue en Jerusalén.
Mentiras, violencia e ideología de la extrema derecha: La milicia formada dentro del ejército israelí
Cómo la calle Haredi se convirtió en racista y ultra-nacionalista
Su padre fue dejado a morir por soldados israelíes. Ahora buscan justicia
Una chocante ejecución de la fin Feroz debate sobre el Batallón Haredi de Israel
Estaba de pie en la parte posterior del salón mirando a las filas de hombres en uniforme y pensé que había detectado algunas caras familiares de otros lugares en los que había estado reportando. Todos ellos tenían barba y payot, pero no eran Haredim.
pero no eran Haredim. Hablando con ellos durante su descanso, descubrí cómo el ministerio había llenado las filas.
La mayoría de los soldados en la última captura eran "juveniles de la cima de la colina" - los niños que habían crecido en los puestos de colonos ilegales de la Ribera Occidental.
Para algunos, el nuevo batallón ofreció la perspectiva de una unidad de "los suyos". Para otros, era simplemente la única manera de unirse y evitar el estigma de no haber servido. Cuando eran adolescentes ya habían acumulado registros penales de múltiples casos de violencia contra los palestinos y peleas con la policía. Como resultado, el Shin Bet había decidido que eran demasiado de un riesgo de seguridad para ser admitidos en la IDF. Pero el Ministerio de Defensa, ansioso de que el proyecto estuviera fracasando por falta de reclutas, encontró en ellos una fuente constante de personal - y derrocó el Shin Bet.
Ese fue mi último informe sobre la unidad, antes de seguir cubriendo otros golpes. En los últimos 21 años, otros periodistas han cubierto una larga lista de actos de violencia racista e insubordinación cometidos por soldados de Netzah Yehuda. Pero nada ha cambiado.
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Soldados israelíes del batallón Netzah Yehuda detienen a un manifestante palestino durante los enfrentamientos tras una protesta contra los asentamientos, en el campo de refugiados de Jalazun cerca de Ramallah
Soldados israelíes del batallón Netzah Yehuda detienen a un manifestante palestino durante los enfrentamientos tras una protesta contra los asentamientos, en el campo de refugiados de Jalazun cerca de RamallahCrédito: Reuters
El batallón todavía está dominado por jóvenes rigurosos que vienen de los postes y todavía está estacionado en la Ribera Occidental, porque la División de ****a y Samaria se ha acostumbrado a tenerlos para llenar una brecha de bajo nivel en sus misiones operacionales, y ninguna de las otras divisiones regionales de la IDF las tendrá.
Netzah Yehuda se ha convertido en tal apodo para un comportamiento desordenado que pocos de los informes sobre las acciones de sus soldados ni siquiera cruzan el umbral de la atención de los medios de comunicación. Eso es hasta el mes pasado, cuando la fin de Omar Abdalmajeed As’ad, de 78 años, que fue agarrado con un cuchillo, golpeado y forzado a acostarse en el frío después de ser detenido en un punto de control con soldados de Netzah Yehuda, hizo los titulares. Sólo porque, además de ser otro detenido palestino, también era ciudadano estadounidense.
La investigación de la IDF llevó al despido de un par de oficiales menores y el Jefe de Estado Mayor Aviv Kochavi lo calificó de "un grave fracaso jovenlandesal". Es poco probable que vaya más allá de esto, y Netzah Yehuda tampoco va a ninguna parte. Pueden ser trasladados a otro sector de la Ribera Occidental, donde tarde o temprano ocurrirán los mismos actos horribles.
Es una historia recurrente en tantos niveles. No sólo la brutalidad de un ejército que se enorgullece de su código ético, sino que abandona a un anciano para morir al lado de la carretera. Esto es lo que hacen los ejércitos que pasan sus días, o en el caso de las FDI los últimos 54 años, aplicando una ocupación militar sobre millones de civiles. Pero el fracaso de Netzah Yehuda va mucho más allá de otro ejemplo de la crueldad de la ocupación.
conmemorativo de la fin de Omar Abdalmajeed As’ad en el pueblo de Jiljilya, en la Ribera Occidental, el mes pasado.Crédito: MOHAMAD TOROKMAN / Reuters
El batallón encapsula el principal desarrollo político de las últimas décadas –la intersección de dos comunidades israelíes históricamente moderadas, nacionalistas religiosos y ultraortodoxos, en la extrema derecha más extrema del espectro ideológico de Israel.
Tan extremo que cuando el Presidente Isaac Herzog habló el martes en un evento que conmemora el 40o aniversario de la fin del rabino Zvi Yehuda Kook, padre espiritual del nacionalismo religioso, y dijo que "la jovenlandesal judía no puede contener" un caso como la fin de As'ad, algunos de los asistentes lo abrazaron.
Y no se trata sólo de la derecha o de la política religiosa. Es otro fuerte recordatorio del fracaso de los gobiernos israelíes y de la sociedad israelí en su conjunto para comprometerse con la comunidad ultra-ortodoxa de la isla.
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En lugar de procurar abrir la autonomía de Haredi y darle una oportunidad a los jóvenes hombres y mujeres Haredi, mucho del esfuerzo se ha centrado en perseguir una falsa narración de cargar una "carga igual", como si el problema más ardente de Israel fuera que los hombres Haredi no sirvan en las FDI.
Y esa es otra historia israelí recurrente: lanzar a las FDI a cualquier desafío que los políticos civiles no puedan hacer frente. Mucho en la forma en que el ejército se basa en educar a los que no terminaron la escuela (lo que en muchos casos hace realmente bastante bien, pero eso no es cómo arreglar el sistema educativo defectuoso de Israel) o cómo se entregó a la misión de rastreo de contacto del cobi19 cuando el sistema de salud estaba abrumado y a pesar de derramar enormes recursos en él, fracasó también.
pero no eran Haredim. Hablando con ellos durante su descanso, descubrí cómo el ministerio había llenado las filas.
La mayoría de los soldados en la última captura eran "juveniles de la cima de la colina" - los niños que habían crecido en los puestos de colonos ilegales de la Ribera Occidental.
Para algunos, el nuevo batallón ofreció la perspectiva de una unidad de "los suyos". Para otros, era simplemente la única manera de unirse y evitar el estigma de no haber servido. Cuando eran adolescentes ya habían acumulado registros penales de múltiples casos de violencia contra los palestinos y peleas con la policía. Como resultado, el Shin Bet había decidido que eran demasiado de un riesgo de seguridad para ser admitidos en la IDF. Pero el Ministerio de Defensa, ansioso de que el proyecto estuviera fracasando por falta de reclutas, encontró en ellos una fuente constante de personal - y derrocó el Shin Bet.
Ese fue mi último informe sobre la unidad, antes de seguir cubriendo otros golpes. En los últimos 21 años, otros periodistas han cubierto una larga lista de actos de violencia racista e insubordinación cometidos por soldados de Netzah Yehuda. Pero nada ha cambiado.
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Soldados israelíes del batallón Netzah Yehuda detienen a un manifestante palestino durante los enfrentamientos tras una protesta contra los asentamientos, en el campo de refugiados de Jalazun cerca de Ramallah
Soldados israelíes del batallón Netzah Yehuda detienen a un manifestante palestino durante los enfrentamientos tras una protesta contra los asentamientos, en el campo de refugiados de Jalazun cerca de RamallahCrédito: Reuters
El batallón todavía está dominado por jóvenes rigurosos que vienen de los postes y todavía está estacionado en la Ribera Occidental, porque la División de ****a y Samaria se ha acostumbrado a tenerlos para llenar una brecha de bajo nivel en sus misiones operacionales, y ninguna de las otras divisiones regionales de la IDF las tendrá.
Netzah Yehuda se ha convertido en tal apodo para un comportamiento desordenado que pocos de los informes sobre las acciones de sus soldados ni siquiera cruzan el umbral de la atención de los medios de comunicación. Eso es hasta el mes pasado, cuando la fin de Omar Abdalmajeed As’ad, de 78 años, que fue agarrado con un cuchillo, golpeado y forzado a acostarse en el frío después de ser detenido en un punto de control con soldados de Netzah Yehuda, hizo los titulares. Sólo porque, además de ser otro detenido palestino, también era ciudadano estadounidense.
La investigación de la IDF llevó al despido de un par de oficiales menores y el Jefe de Estado Mayor Aviv Kochavi lo calificó de "un grave fracaso jovenlandesal". Es poco probable que vaya más allá de esto, y Netzah Yehuda tampoco va a ninguna parte. Pueden ser trasladados a otro sector de la Ribera Occidental, donde tarde o temprano ocurrirán los mismos actos horribles.
Es una historia recurrente en tantos niveles. No sólo la brutalidad de un ejército que se enorgullece de su código ético, sino que abandona a un anciano para morir al lado de la carretera. Esto es lo que hacen los ejércitos que pasan sus días, o en el caso de las FDI los últimos 54 años, aplicando una ocupación militar sobre millones de civiles. Pero el fracaso de Netzah Yehuda va mucho más allá de otro ejemplo de la crueldad de la ocupación.
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Un cartel conmemorativo de la fin de Omar Abdalmajeed As’ad en el pueblo de Jiljilya, en la Ribera Occidental, el mes pasado.
Un cartel conmemorativo de la fin de Omar Abdalmajeed As’ad en el pueblo de Jiljilya, en la Ribera Occidental, el mes pasado.Crédito: MOHAMAD TOROKMAN / Reuters
El batallón encapsula el principal desarrollo político de las últimas décadas –la intersección de dos comunidades israelíes históricamente moderadas, nacionalistas religiosos y ultraortodoxos, en la extrema derecha más extrema del espectro ideológico de Israel.
Tan extremo que cuando el Presidente Isaac Herzog habló el martes en un evento que conmemora el 40o aniversario de la fin del rabino Zvi Yehuda Kook, padre espiritual del nacionalismo religioso, y dijo que "la jovenlandesal judía no puede contener" un caso como la fin de As'ad, algunos de los asistentes lo abrazaron.
Y no se trata sólo de la derecha o de la política religiosa. Es otro fuerte recordatorio del fracaso de los gobiernos israelíes y de la sociedad israelí en su conjunto para comprometerse con la comunidad ultra-ortodoxa de la isla.
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La entrada a la base de Netzah Yehuda, en febrero.
La entrada a la base de Netzah Yehuda, en febrero. Créditos: Emil Salman
En lugar de procurar abrir la autonomía de Haredi y darle una oportunidad a los jóvenes hombres y mujeres Haredi, mucho del esfuerzo se ha centrado en perseguir una falsa narración de cargar una "carga igual", como si el problema más ardente de Israel fuera que los hombres Haredi no sirvan en las FDI.
Y esa es otra historia israelí recurrente: lanzar a las FDI a cualquier desafío que los políticos civiles no puedan hacer frente. Mucho en la forma en que el ejército se basa en educar a los que no terminaron la escuela (lo que en muchos casos hace realmente bastante bien, pero eso no es cómo arreglar el sistema educativo defectuoso de Israel) o cómo se entregó a la misión de rastreo de contacto del cobi19 cuando el sistema de salud estaba abrumado y a pesar de derramar enormes recursos en él, fracasó también.
Israel
Haaretz | Israel News Opinion | Este es uno de los fracasos más perversoss, autodefensivos y crueles de Israel
El batallón ultraortodoxo Netzah Yehuda, basado en la Ribera Occidental, se ha convertido en un alcumo para la insubordinación, la ilegalidad y la violencia racista contra los palestinos. Y ese no es su único fracaso crítico – ni tampoco el de Israel
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Soldados israelíes en el batallón Netzah Yehuda durante su ceremonia de juramento en Jerusalén.
Soldados israelíes en el nominal batallón ultra-ortodoxo Netzah Yehuda durante su ceremonia de juramento en JerusalénCrédito: Ammar Awad / REUTERS
Anshel Pfeffer
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Seguir Feb 17, 2022
Hace veinticinco años, esta semana, el primer informe que escribí apareció en un periódico local de Jerusalén. Me gustaría decir que he descubierto algunas perlas únicas de sabiduría en un cuarto de siglo de periodismo, pero con toda honestidad, aunque ha sido un montón de diversión, muchas de las historias que he escrito han sido de una naturaleza recurrente, resurgiendo una y otra vez a lo largo de los años.
Mi primer éxito real fue cubrir la comunidad Haredi en Jerusalén. Como cualquier otro periodista asignado para informar sobre un grupo cerrado e opaco, cuyos miembros son más que relutantes en hablar con un extranjero, aproveché cualquier oportunidad para salir con los Haredim que estaban dispuestos a hablar con franqueza sobre sus vidas. El problema a menudo es que los que están dispuestos a abrirse no representan a su comunidad.
Haaretz Semanal
Si pilinguin invade Ucrania, ¿se volverán los judíos del país a Israel?
00:00 / 38:04 'El nuevo KKK': el peligro de la violencia de los colonos israelíes contra los palestinos. Escuchar
Una de las mejores historias durante esos años, a finales de la década de 1990, fue la formación de lo que inicialmente se llamaba la unidad "Haredi Nahal", que luego se convirtió en el batallón Netzah Yehuda. El ejército estaba encantado de permitir que los periodistas cubrieran el primer grupo de jóvenes ultraortodoxos para unirse a la nueva unidad de infantería, donde se les permitiría servir en condiciones adecuadas a su estilo de vida religioso –un nivel especial de raciones kosher, sin mujeres soldados en la base y tiempo adicional para las oraciones y una lección diaria de Torá.
Incluso cuando la unidad de portavoz de la IDF era menos obligatoria, la seguridad era tan laxa en el campamento de botes en el valle del Jordán que pude entrar y mezclarme con los soldados simplemente diciendo a la guardia en la puerta que mi hermano estaba sirviendo allí. Volví a esa base con frecuencia, y estuve allí el primer día en que estaban en combate, un tiroteo con militantes palestinos en las afueras de Jericó en septiembre de 2000, al comienzo de la segunda intifada.
Mientras que el portavoz del ejército distribuyó fotos de acción sexy de hombres con barbas largas y payot mirando a través de las vistas de fusiles de francotirador, se hizo claro muy pronto que esto no iba a ser una unidad de crack y que la mayoría de sus soldados de hecho liso-cabeza ya estaban bien en su camino fuera de la comunidad ultra-ortodoxa. El ejército simplemente les estaba dando una gran cantidad, subvencionando su vivienda y proporcionando matrícula en asuntos seculares para que pudieran tomar sus exámenes de matriculación de bagrut después de dos años de servicio.
Soldados ultraortodoxos de la entonces brigada Haredi Nahal participan en una ceremonia de juramento en Jerusalén
Soldados de la brigada nominal ultra-ortodoxa Haredi Nahal, como Netzah Yehuda fue llamado por primera vez, participan en una ceremonia de juramento en JerusalénCrédito: Tali Mayer
Pero ni siquiera eso era lo suficientemente atractivo como para atraer a la mayoría de los yeshiva descontentos y desilusionados jóvenes Haredi a la IDF. Para construir la unidad al tamaño de un batallón completo, el ejército necesitaría una ingesta de 100 nuevos soldados tres veces al año. Había pocos tomadores. Me encontré atrapado en las arcadas de videojuegos y salas de billar de Jerusalén, siguiendo a un empleado de tiempo completo del Ministerio de Defensa cuyo trabajo era encontrar nuevos reclutas para lo que se había convertido en un proyecto de mascotas de uno de los altos funcionarios del Ministerio.
Pero por la tercera o cuarta ingesta, parecían haber resuelto el problema, y me había cansado de la historia. Un día, sin embargo, en diciembre de 2000, uno de los soldados de los primeros reclutas, que había pasado a ser sargento en la unidad, me llamó y me sugirió que viniera a ver a su nuevo plato que estaba en una "semana de educación" en un albergue en Jerusalén.
Mentiras, violencia e ideología de la extrema derecha: La milicia formada dentro del ejército israelí
Cómo la calle Haredi se convirtió en racista y ultra-nacionalista
Su padre fue dejado a morir por soldados israelíes. Ahora buscan justicia
Una chocante ejecución de la fin Feroz debate sobre el Batallón Haredi de Israel
Estaba de pie en la parte posterior del salón mirando a las filas de hombres en uniforme y pensé que había detectado algunas caras familiares de otros lugares en los que había estado reportando. Todos ellos tenían barba y payot, pero no eran Haredim.
pero no eran Haredim. Hablando con ellos durante su descanso, descubrí cómo el ministerio había llenado las filas.
La mayoría de los soldados en la última captura eran "juveniles de la cima de la colina" - los niños que habían crecido en los puestos de colonos ilegales de la Ribera Occidental.
Para algunos, el nuevo batallón ofreció la perspectiva de una unidad de "los suyos". Para otros, era simplemente la única manera de unirse y evitar el estigma de no haber servido. Cuando eran adolescentes ya habían acumulado registros penales de múltiples casos de violencia contra los palestinos y peleas con la policía. Como resultado, el Shin Bet había decidido que eran demasiado de un riesgo de seguridad para ser admitidos en la IDF. Pero el Ministerio de Defensa, ansioso de que el proyecto estuviera fracasando por falta de reclutas, encontró en ellos una fuente constante de personal - y derrocó el Shin Bet.
Ese fue mi último informe sobre la unidad, antes de seguir cubriendo otros golpes. En los últimos 21 años, otros periodistas han cubierto una larga lista de actos de violencia racista e insubordinación cometidos por soldados de Netzah Yehuda. Pero nada ha cambiado.
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Soldados israelíes del batallón Netzah Yehuda detienen a un manifestante palestino durante los enfrentamientos tras una protesta contra los asentamientos, en el campo de refugiados de Jalazun cerca de Ramallah
Soldados israelíes del batallón Netzah Yehuda detienen a un manifestante palestino durante los enfrentamientos tras una protesta contra los asentamientos, en el campo de refugiados de Jalazun cerca de RamallahCrédito: Reuters
El batallón todavía está dominado por jóvenes rigurosos que vienen de los postes y todavía está estacionado en la Ribera Occidental, porque la División de ****a y Samaria se ha acostumbrado a tenerlos para llenar una brecha de bajo nivel en sus misiones operacionales, y ninguna de las otras divisiones regionales de la IDF las tendrá.
Netzah Yehuda se ha convertido en tal apodo para un comportamiento desordenado que pocos de los informes sobre las acciones de sus soldados ni siquiera cruzan el umbral de la atención de los medios de comunicación. Eso es hasta el mes pasado, cuando la fin de Omar Abdalmajeed As’ad, de 78 años, que fue agarrado con un cuchillo, golpeado y forzado a acostarse en el frío después de ser detenido en un punto de control con soldados de Netzah Yehuda, hizo los titulares. Sólo porque, además de ser otro detenido palestino, también era ciudadano estadounidense.
La investigación de la IDF llevó al despido de un par de oficiales menores y el Jefe de Estado Mayor Aviv Kochavi lo calificó de "un grave fracaso jovenlandesal". Es poco probable que vaya más allá de esto, y Netzah Yehuda tampoco va a ninguna parte. Pueden ser trasladados a otro sector de la Ribera Occidental, donde tarde o temprano ocurrirán los mismos actos horribles.
Es una historia recurrente en tantos niveles. No sólo la brutalidad de un ejército que se enorgullece de su código ético, sino que abandona a un anciano para morir al lado de la carretera. Esto es lo que hacen los ejércitos que pasan sus días, o en el caso de las FDI los últimos 54 años, aplicando una ocupación militar sobre millones de civiles. Pero el fracaso de Netzah Yehuda va mucho más allá de otro ejemplo de la crueldad de la ocupación.
conmemorativo de la fin de Omar Abdalmajeed As’ad en el pueblo de Jiljilya, en la Ribera Occidental, el mes pasado.Crédito: MOHAMAD TOROKMAN / Reuters
El batallón encapsula el principal desarrollo político de las últimas décadas –la intersección de dos comunidades israelíes históricamente moderadas, nacionalistas religiosos y ultraortodoxos, en la extrema derecha más extrema del espectro ideológico de Israel.
Tan extremo que cuando el Presidente Isaac Herzog habló el martes en un evento que conmemora el 40o aniversario de la fin del rabino Zvi Yehuda Kook, padre espiritual del nacionalismo religioso, y dijo que "la jovenlandesal judía no puede contener" un caso como la fin de As'ad, algunos de los asistentes lo abrazaron.
Y no se trata sólo de la derecha o de la política religiosa. Es otro fuerte recordatorio del fracaso de los gobiernos israelíes y de la sociedad israelí en su conjunto para comprometerse con la comunidad ultra-ortodoxa de la isla.
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En lugar de procurar abrir la autonomía de Haredi y darle una oportunidad a los jóvenes hombres y mujeres Haredi, mucho del esfuerzo se ha centrado en perseguir una falsa narración de cargar una "carga igual", como si el problema más ardente de Israel fuera que los hombres Haredi no sirvan en las FDI.
Y esa es otra historia israelí recurrente: lanzar a las FDI a cualquier desafío que los políticos civiles no puedan hacer frente. Mucho en la forma en que el ejército se basa en educar a los que no terminaron la escuela (lo que en muchos casos hace realmente bastante bien, pero eso no es cómo arreglar el sistema educativo defectuoso de Israel) o cómo se entregó a la misión de rastreo de contacto del cobi19 cuando el sistema de salud estaba abrumado y a pesar de derramar enormes recursos en él, fracasó también.
pero no eran Haredim. Hablando con ellos durante su descanso, descubrí cómo el ministerio había llenado las filas.
La mayoría de los soldados en la última captura eran "juveniles de la cima de la colina" - los niños que habían crecido en los puestos de colonos ilegales de la Ribera Occidental.
Para algunos, el nuevo batallón ofreció la perspectiva de una unidad de "los suyos". Para otros, era simplemente la única manera de unirse y evitar el estigma de no haber servido. Cuando eran adolescentes ya habían acumulado registros penales de múltiples casos de violencia contra los palestinos y peleas con la policía. Como resultado, el Shin Bet había decidido que eran demasiado de un riesgo de seguridad para ser admitidos en la IDF. Pero el Ministerio de Defensa, ansioso de que el proyecto estuviera fracasando por falta de reclutas, encontró en ellos una fuente constante de personal - y derrocó el Shin Bet.
Ese fue mi último informe sobre la unidad, antes de seguir cubriendo otros golpes. En los últimos 21 años, otros periodistas han cubierto una larga lista de actos de violencia racista e insubordinación cometidos por soldados de Netzah Yehuda. Pero nada ha cambiado.
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Soldados israelíes del batallón Netzah Yehuda detienen a un manifestante palestino durante los enfrentamientos tras una protesta contra los asentamientos, en el campo de refugiados de Jalazun cerca de Ramallah
Soldados israelíes del batallón Netzah Yehuda detienen a un manifestante palestino durante los enfrentamientos tras una protesta contra los asentamientos, en el campo de refugiados de Jalazun cerca de RamallahCrédito: Reuters
El batallón todavía está dominado por jóvenes rigurosos que vienen de los postes y todavía está estacionado en la Ribera Occidental, porque la División de ****a y Samaria se ha acostumbrado a tenerlos para llenar una brecha de bajo nivel en sus misiones operacionales, y ninguna de las otras divisiones regionales de la IDF las tendrá.
Netzah Yehuda se ha convertido en tal apodo para un comportamiento desordenado que pocos de los informes sobre las acciones de sus soldados ni siquiera cruzan el umbral de la atención de los medios de comunicación. Eso es hasta el mes pasado, cuando la fin de Omar Abdalmajeed As’ad, de 78 años, que fue agarrado con un cuchillo, golpeado y forzado a acostarse en el frío después de ser detenido en un punto de control con soldados de Netzah Yehuda, hizo los titulares. Sólo porque, además de ser otro detenido palestino, también era ciudadano estadounidense.
La investigación de la IDF llevó al despido de un par de oficiales menores y el Jefe de Estado Mayor Aviv Kochavi lo calificó de "un grave fracaso jovenlandesal". Es poco probable que vaya más allá de esto, y Netzah Yehuda tampoco va a ninguna parte. Pueden ser trasladados a otro sector de la Ribera Occidental, donde tarde o temprano ocurrirán los mismos actos horribles.
Es una historia recurrente en tantos niveles. No sólo la brutalidad de un ejército que se enorgullece de su código ético, sino que abandona a un anciano para morir al lado de la carretera. Esto es lo que hacen los ejércitos que pasan sus días, o en el caso de las FDI los últimos 54 años, aplicando una ocupación militar sobre millones de civiles. Pero el fracaso de Netzah Yehuda va mucho más allá de otro ejemplo de la crueldad de la ocupación.
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Un cartel conmemorativo de la fin de Omar Abdalmajeed As’ad en el pueblo de Jiljilya, en la Ribera Occidental, el mes pasado.
Un cartel conmemorativo de la fin de Omar Abdalmajeed As’ad en el pueblo de Jiljilya, en la Ribera Occidental, el mes pasado.Crédito: MOHAMAD TOROKMAN / Reuters
El batallón encapsula el principal desarrollo político de las últimas décadas –la intersección de dos comunidades israelíes históricamente moderadas, nacionalistas religiosos y ultraortodoxos, en la extrema derecha más extrema del espectro ideológico de Israel.
Tan extremo que cuando el Presidente Isaac Herzog habló el martes en un evento que conmemora el 40o aniversario de la fin del rabino Zvi Yehuda Kook, padre espiritual del nacionalismo religioso, y dijo que "la jovenlandesal judía no puede contener" un caso como la fin de As'ad, algunos de los asistentes lo abrazaron.
Y no se trata sólo de la derecha o de la política religiosa. Es otro fuerte recordatorio del fracaso de los gobiernos israelíes y de la sociedad israelí en su conjunto para comprometerse con la comunidad ultra-ortodoxa de la isla.
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La entrada a la base de Netzah Yehuda, en febrero.
La entrada a la base de Netzah Yehuda, en febrero. Créditos: Emil Salman
En lugar de procurar abrir la autonomía de Haredi y darle una oportunidad a los jóvenes hombres y mujeres Haredi, mucho del esfuerzo se ha centrado en perseguir una falsa narración de cargar una "carga igual", como si el problema más ardente de Israel fuera que los hombres Haredi no sirvan en las FDI.
Y esa es otra historia israelí recurrente: lanzar a las FDI a cualquier desafío que los políticos civiles no puedan hacer frente. Mucho en la forma en que el ejército se basa en educar a los que no terminaron la escuela (lo que en muchos casos hace realmente bastante bien, pero eso no es cómo arreglar el sistema educativo defectuoso de Israel) o cómo se entregó a la misión de rastreo de contacto del cobi19 cuando el sistema de salud estaba abrumado y a pesar de derramar enormes recursos en él, fracasó también.
Israel
