ELECCIONES EUROPEAS 2024
El 'enigma Alvise': cómo un partido 'antipolítico' y sin mítines atrae uno de cada diez nuevos votos
Se Acabó la Fiesta se ha hecho un hueco en las encuestas gracias a un discurso contra la "partitocracia" y la prensa. Aspira a conseguir dos eurodiputados
Alvise Pérez.ARABA PRESS
Vicente Coll | EL MUNDO
Madrid
Actualizado Viernes, 7 junio 2024 - 02:13
La paradoja de ser la sorpresa de esta campaña y a la vez el principal desconocido es posible. Todo parece indicar que Se Acabó La Fiesta, la agrupación de electores encabezada por Alvise Pérez, irrumpirá en el Parlamento Europeo la próxima legislatura. Así lo confirma la mayoría de las encuestas, que otorgan entre uno y dos europarlamentarios a esta plataforma electoral de reciente creación sin prácticamente haber hecho campaña más que en redes sociales.
De hecho es en internet donde Luis Alvise Pérez (Sevilla, 1990) ha ido ganando notoriedad en los últimos años como analista político y comunicador, como él mismo se define, como paso previo al lanzamiento de su candidatura electoral. Pasó por UPyD y fue asesor de Toni Cantó en Ciudadanos antes de perfilarse como activista digital. A día de hoy acumula cerca de medio millón de seguidores en su canal de Telegram, y casi el doble en Instagram.
Desde estas y otras plataformas ensalza un discurso que, aunque en un principio se comparó con el de Vox -especialmente en materia migratoria y en lo referente a la defensa de la unidad nacional-, ha resultado ser más bien de tinte antisistema: contrario al establishment, ha declarado la guerra a la «partitocracia» y a la «casta» de los medios de comunicación a través de controvertidas y polémicas publicaciones en sus redes. Su objetivo, dice, es «arrinconar y perseguir a los corruptos judicial e informativamente». Estas publicaciones le han generado problemas legales y causas judiciales, bajo la acusación de «difundir bulos» y desinformaciones o vulnerar el derecho al honor.
La circunscripción única, el alto grado de abstención, la ausencia de barrera electoral y el menor grado de interés que genera la cita europea con las urnas abre una ventana de oportunidad para que candidaturas hiperpersonalistas busquen el escaño en el Parlamento Europeo, cuyo listón suele situarse en el entorno de los 350.000 votos. En 1989 José María Ruiz-Mateos logró a través de una formación populista que llevaba su nombre acceder al Parlamento Europeo con dos asientos y conseguir inmunidad para esquivar los procesos judiciales que tenía abiertos en ese momento. Una estrategia que han seguido otros outsiders en nuestro país, como Francisco Nicolás -el pequeño Nicolás- en 2019, aunque sin éxito, y que ahora busca calcar Alvise Pérez para protegerse, dice, del «hostigamiento judicial» que sufre. Una de sus grandes promesas en esta campaña tiene que ver con su futura nómina de eurodiputado: la sorteará entre sus seguidores, dice, para no cobrar ni un euro de dinero público. Un anuncio que ha generado revuelo y polémica en redes, y debate acerca de si finalmente lo hará.
SONDEOS FAVORABLES
Desde que hace dos semanas el CIS le otorgara por primera vez representación en el Parlamento Europeo, el radar de las encuestas ha detectado una importante subida de Alvise Pérez, que paradójicamente sigue figurando como el candidato menos conocido entre los electores. La encuesta final de Sigma Dos para EL MUNDO, del pasado lunes, situaba a Se Acabó La Fiesta en el 3,4% de intención de voto, lo cual se traduciría este domingo en dos escaños. El CIS, por otro lado, lo situó en una horquilla superior, de entre el 4,9% y el 5,7%. El organismo público señaló además el notable trasvase de voto procedente de Vox: el 16,2% de aquellos que optaron por Santiago Abascal el 23-J el próximo domingo lo harán por Se Acabó La Fiesta, que gracias al discurso antisistema de su candidato, y sin prácticamente dar detalles de su programa europeo, pugnará con Vox también por reactivar abstencionistas. Los de Abascal, por su parte, no se han pronunciado sobre el efecto que Alvise Pérez pueda tener sobre su electorado en estos comicios y se muestran optimistas de cara al domingo, ya que las encuestas calculan que doblarán, como mínimo, los tres escaños obtenidos en 2019.Aunque el dato más revelador de los aportados en el último sondeo del CIS -publicado también el pasado lunes, es decir, casi una semana antes de los comicios- tiene que ver con el empuje que tiene la marca de Alvise Pérez entre los más jóvenes: uno de cada diez (11,2%) nuevos votos en estas europeas irá a parar a este partido, prueba del éxito de su discurso en redes sociales.
Es por esta vía, alejada de las campañas tradicionales, por la que Alvise Pérez ha tratado de llegar a sus futuros electores en los últimos días. Equipado con sólo un megáfono, o directamente a gritos, se ha presentado en varias capitales de provincia durante la campaña para repartir más de un millón de papeletas ante la desconfianza, dice, del sistema de votación por correo. Un método, el reparto de papeletas directamente en mano, con el que ha conseguido poderosas imágenes de cientos de seguidores suyos haciendo cola o rodeándole para conversar con él. Una campaña de tú a tú, como en redes sociales, sin intermediarios, que refuerza el vínculo entre el aspirante y sus seguidores, así como su discurso contra el sistema que busca romper.
El poder de convocatoria de Alvise Pérez, no obstante, ya era llamativo antes de que lanzara su marca electoral. En noviembre, por ejemplo, fue uno de los convocantes de la protesta contra la amnistía a las puertas de la sede socialista en la calle Ferraz que luego cortó Gran Vía y terminó con una sentada frente al Congreso. En febrero participó en las protestas de los agricultores a las afueras de Madrid que terminaron con cargas policiales, y hace un año, junto a otras organizaciones, lideró una concentración para rezar a las puertas de una conocida clínica de aborto en la capital como muestra de rechazo a estas prácticas.
En los últimos días ha pasado a ser uno de los protagonistas incipientes de las tertulias y las crónicas de campaña. Aunque el punto álgido llegó este miércoles, cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo citó durante su intervención en el mitin del PSOE en Benalmádena y estableció una correlación entre Alberto Núñez Feijóo, Santiago Abascal y él como representantes de la «internacional ultraderechista». El líder socialista profundizó ayer en esta idea, como si la derecha se tratase de una «matrioshka»: «Del PP de Feijóo sale el Vox de Abascal, y de Vox sale ahora el inframundo de Alvise».
