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Zaplana, inconforme con sus ingresos, ve más allá de Telefónica
Eduardo Zaplana, otrora ministro del Gobierno de José María Aznar y ex portavoz del Grupo Parlamentario Popular, es un hombre voraz. Pese a haber hallado en el presidente de Telefónica, César Alierta, al jefe capaz de otorgarle un sueldo que roza el millón de euros anuales, el antiguo dirigente del PP ha seguido en el mercado.
Sus últimos ingresos como diputado raso apenas superaban los 3.000 euros mensuales, dietas aparte, mientras que en su cargo como delegado de Telefónica para Europa esta cifra se ha multiplicado por 300. Pero ya advirtió El Semanal Digital que Zaplana soñaba con completar el estipendio que llevarse a casa y seguía deshojando margaritas para recalar, además de en la primera multinacional española, en otras empresas.
De hecho, amigos del antiguo presidente de la Generalitat de la Comunidad Valenciana oficiaron de intermediarios en el mercado empresarial, explorando algún cargo que otro, algún asiento por cubrir en ese o aquel consejo para calmar, en la medida de lo posible, la necesidad de mantener su estatus. Por ahora, Eduardo Zaplana, que hace años viene concentrando sus talentos en "hacer dinero", ha creído ver un posible filón en los "bolos".
De ahí, que Zaplana haya constituido una sociedad para el asesoramiento de empresas y fundaciones. A través de una sociedad, creada el 30 de mayo y denominada Decuria Consulting, el ex político tiene previsto canalizar su actividad privada en relación con su participación en cursos, seminarios y conferencias a los que poner broche de oro con la correspondiente lección magistral.
El otrora portavoz del Grupo Popular aseguró en declaraciones al rotativo El País que su sociedad no tiene relación con su labor en Telefónica. El ex ministro de Trabajo figura como administrador único de la sociedad, que nace con un capital de 6.000 euros, lo que no incurre en incompatibilidad alguna con el cargo anterior de Zaplana. "Forma parte de mi actividad privada", señaló.
Eduardo Zaplana nunca se ha andado con medias tintas y en estos momentos quiere emular las charlas que suelen dar algunos de los más célebres cesantes de la política, caso de José María Aznar o Rodrigo Rato. Claro que el caché de Zaplana estará sin duda lejos de los 90.000 euros del ex presidente del Gobierno o de los 70.000 del otrora director gerente del FMI y ex vicepresidente económico.
Eduardo Zaplana, otrora ministro del Gobierno de José María Aznar y ex portavoz del Grupo Parlamentario Popular, es un hombre voraz. Pese a haber hallado en el presidente de Telefónica, César Alierta, al jefe capaz de otorgarle un sueldo que roza el millón de euros anuales, el antiguo dirigente del PP ha seguido en el mercado.
Sus últimos ingresos como diputado raso apenas superaban los 3.000 euros mensuales, dietas aparte, mientras que en su cargo como delegado de Telefónica para Europa esta cifra se ha multiplicado por 300. Pero ya advirtió El Semanal Digital que Zaplana soñaba con completar el estipendio que llevarse a casa y seguía deshojando margaritas para recalar, además de en la primera multinacional española, en otras empresas.
De hecho, amigos del antiguo presidente de la Generalitat de la Comunidad Valenciana oficiaron de intermediarios en el mercado empresarial, explorando algún cargo que otro, algún asiento por cubrir en ese o aquel consejo para calmar, en la medida de lo posible, la necesidad de mantener su estatus. Por ahora, Eduardo Zaplana, que hace años viene concentrando sus talentos en "hacer dinero", ha creído ver un posible filón en los "bolos".
De ahí, que Zaplana haya constituido una sociedad para el asesoramiento de empresas y fundaciones. A través de una sociedad, creada el 30 de mayo y denominada Decuria Consulting, el ex político tiene previsto canalizar su actividad privada en relación con su participación en cursos, seminarios y conferencias a los que poner broche de oro con la correspondiente lección magistral.
El otrora portavoz del Grupo Popular aseguró en declaraciones al rotativo El País que su sociedad no tiene relación con su labor en Telefónica. El ex ministro de Trabajo figura como administrador único de la sociedad, que nace con un capital de 6.000 euros, lo que no incurre en incompatibilidad alguna con el cargo anterior de Zaplana. "Forma parte de mi actividad privada", señaló.
Eduardo Zaplana nunca se ha andado con medias tintas y en estos momentos quiere emular las charlas que suelen dar algunos de los más célebres cesantes de la política, caso de José María Aznar o Rodrigo Rato. Claro que el caché de Zaplana estará sin duda lejos de los 90.000 euros del ex presidente del Gobierno o de los 70.000 del otrora director gerente del FMI y ex vicepresidente económico.
