FranPSK
Madmaxista
LIBERTAD DIGITAL
El enfrentamiento más caldeado de este martes en la sesión de control al Gobierno del Senado, ha sido el protagonizado por el portavoz del PP en la Cámara Alta, Pio García Escudero, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a cuenta de la subida de impuestos.
Escudero ha reprochado al presidente que se haya convertido en el "sheriff de Nottingham" cuando intenta vender una "política fiscal de Robin Hood de quitar a los más ricos para dar a los más pobres". Según el senador popular, en lugar de reclamar a los ciudadanos un "esfuerzo" con la subida de impuestos, practique él la austeridad eliminando "ministerios superfluos, legiones de altos cargos o la propaganda que tanto le cuesta y le gusta".
Además, recordó al presidente que la reforma impositiva que planea atacará directamente a la clase media. Así, emplazó al presidente a que explique a los pensionistas, mileuristas, clases medias y parados cómo es posible que las subidas del IVA, los impuestos especiales o la eliminación de las deducciones no les vaya a afectar.
Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se defendió asegurando que una mayoría de la sociedad acepta la subida de impuestos porque son "ciudadanos solidarios que saben y que están de acuerdo en hacer un pequeño esfuerzo" en este momento de crisis.
En su respuesta a la pregunta del portavoz del PP en el Senado, Pío García Escudero, Zapatero acusó a los populares de "no haber hecho nunca una política de solidaridad", razón por la que "les suena tan extraño" que el Gobierno busque esa solidaridad por parte de los ciudadanos subiendo la tributación.
Pese a que algunos analistas ya la califican como la subida de impuestos más fuerte de nuestra historia, Zapatero insistió en que el Ejecutivo está pidiendo a la sociedad un esfuerzo "moderado". Estos mismos analistas señalan que la subida fiscal no afectará a la clase política. Con todo, Zapatero ha añadido que la reforma impositiva supondrá un aumento de la presión fiscal que "no alcanzará" la que se encontró cuando llegó al Gobierno.
El enfrentamiento más caldeado de este martes en la sesión de control al Gobierno del Senado, ha sido el protagonizado por el portavoz del PP en la Cámara Alta, Pio García Escudero, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a cuenta de la subida de impuestos.
Escudero ha reprochado al presidente que se haya convertido en el "sheriff de Nottingham" cuando intenta vender una "política fiscal de Robin Hood de quitar a los más ricos para dar a los más pobres". Según el senador popular, en lugar de reclamar a los ciudadanos un "esfuerzo" con la subida de impuestos, practique él la austeridad eliminando "ministerios superfluos, legiones de altos cargos o la propaganda que tanto le cuesta y le gusta".
Además, recordó al presidente que la reforma impositiva que planea atacará directamente a la clase media. Así, emplazó al presidente a que explique a los pensionistas, mileuristas, clases medias y parados cómo es posible que las subidas del IVA, los impuestos especiales o la eliminación de las deducciones no les vaya a afectar.
Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se defendió asegurando que una mayoría de la sociedad acepta la subida de impuestos porque son "ciudadanos solidarios que saben y que están de acuerdo en hacer un pequeño esfuerzo" en este momento de crisis.
En su respuesta a la pregunta del portavoz del PP en el Senado, Pío García Escudero, Zapatero acusó a los populares de "no haber hecho nunca una política de solidaridad", razón por la que "les suena tan extraño" que el Gobierno busque esa solidaridad por parte de los ciudadanos subiendo la tributación.
Pese a que algunos analistas ya la califican como la subida de impuestos más fuerte de nuestra historia, Zapatero insistió en que el Ejecutivo está pidiendo a la sociedad un esfuerzo "moderado". Estos mismos analistas señalan que la subida fiscal no afectará a la clase política. Con todo, Zapatero ha añadido que la reforma impositiva supondrá un aumento de la presión fiscal que "no alcanzará" la que se encontró cuando llegó al Gobierno.
