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Será en Octubre
Maduro y Delcy Rodríguez reciben a Zapatero en Caracas
Maduro y Delcy Rodríguez reciben a Zapatero en Caracas
Esto ocurre tras la gira de Juan Guaidó, en la que fue recibido por líderes mundiales, entre ellos Donald Trump
La exitosa gira internacional de Juan Guaidó, presidente legítimo del Parlamento democrático, ya tiene respuesta en Caracas, como si se tratara de un ejercicio inmediato de pesos y contrapesos. El poderoso canciller ruso, Sergei Lavrov, y el ex presidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero coincidieron este viernes en Venezuela de forma insospechada.
El primero, en medio de su gira latinoamericana; el segundo, en su sorprendente regreso a la capital venezolana 14 meses después, tras entonar en España en los últimos días la "verdad" revolucionaria. Zapatero acudió de inmediato al Palacio de Miraflores, donde fue recibido con alegría por Nicolás Maduro; su mujer, Cilia Flores; la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, y su hermano Jorge, vicepresidente sectorial. Los hermanos Rodríguez son los principales valedores de Zapatero dentro de la cúpula revolucionaria.
"Grato encuentro con Zapatero. Agradezco en nombre de todo el pueblo venezolano su firme disposición a abrir los caminos del diálogo y el entendimiento franco entre los distintos sectores de nuestro patria", resumió Maduro en sus redes sociales.
Con pocas horas de diferencia, el principal aliado global y el mayor defensor de Maduro en Europa occidental coincidieron en Caracas después del doble espaldarazo del mandatario estadounidense Donald Trump a Guaidó, a quien recibió en la Casa Blanca como presidente encargado de Venezuela.
Lavrov intentó lucir conciliador y apoyar el diálogo como única forma de solucionar la crisis del país, frente a la promesa de Trump de "aplastar" la tiranía de Maduro. Por eso se entrevistó con los miembros de la «mesa de diálogo nacional», la misma que defiende Zapatero, en la que ha incluido a su hombre de confianza en Caracas, el diputado Timoteo Zambrano.
Una mesa conformada a medida de Maduro, tras romper el 'hijo de Chávez' las negociaciones directas con la oposición, avaladas por Noruega. En ella participan grupúsculos que cohabitan con el chavismo y con mínima representación parlamentaria.
Lavrov también enseñó los dientes: rechazó las sanciones estadounidenses, asegurando que son culpables de la crisis económica, y criticó duramente que Washington considere el uso de la fuerza para derrocar a Maduro. Palabras ya entonadas en las últimas entrevistas de Zapatero, que como Rusia, Cuba y el vicepresidente Pablo Iglesias reconocen, de forma directa o indirecta, a la fraudulenta directiva impuesta en enero durante el golpe contra la Asamblea Nacional (AN). El verdadero Parlamento censuró a finales de 2018 la supuesta mediación de Zapatero y le declaró "inadmisible" por su cercanía a Maduro.
"La crisis de Venezuela procede de los intentos de derrocar el Gobierno legítimo utilizando todas las opciones, incluso el uso de la fuerza. Sería este escenario inaceptable. La comunidad internacional lo condenaría", vaticinó el canciller de pilinguin.
El canciller ruso apostó a las elecciones parlamentarias como herramienta para superar el conflicto político, e invitó a los "sectores radicales" de la oposición a participar.
"La visita de Lavrov confirma que Rusia está dispuesta a continuar su esfuerzo geopolítico en contra de Estados Unidos utilizando la crisis en Venezuela, al mismo tiempo que aprovecha las oportunidades económicas que le otorga Maduro. La gran incógnita ahora es si ese apoyo continuará en el caso que Estados Unidos decida aumentar sus sanciones a Rosneft. Para Rusia, preservar su acceso al mercado estadounidense sigue siendo mucho más importante que sus actividades económicas, por lo que pronto tendría que decidir si prioriza la geopolítica por encima de sus beneficios económicos", reflexionó el internacionalista Mariano de Alba para EL MUNDO.
Maduro y Delcy Rodríguez reciben a Zapatero en Caracas
Esto ocurre tras la gira de Juan Guaidó, en la que fue recibido por líderes mundiales, entre ellos Donald Trump
La exitosa gira internacional de Juan Guaidó, presidente legítimo del Parlamento democrático, ya tiene respuesta en Caracas, como si se tratara de un ejercicio inmediato de pesos y contrapesos. El poderoso canciller ruso, Sergei Lavrov, y el ex presidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero coincidieron este viernes en Venezuela de forma insospechada.
El primero, en medio de su gira latinoamericana; el segundo, en su sorprendente regreso a la capital venezolana 14 meses después, tras entonar en España en los últimos días la "verdad" revolucionaria. Zapatero acudió de inmediato al Palacio de Miraflores, donde fue recibido con alegría por Nicolás Maduro; su mujer, Cilia Flores; la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, y su hermano Jorge, vicepresidente sectorial. Los hermanos Rodríguez son los principales valedores de Zapatero dentro de la cúpula revolucionaria.
"Grato encuentro con Zapatero. Agradezco en nombre de todo el pueblo venezolano su firme disposición a abrir los caminos del diálogo y el entendimiento franco entre los distintos sectores de nuestro patria", resumió Maduro en sus redes sociales.
Con pocas horas de diferencia, el principal aliado global y el mayor defensor de Maduro en Europa occidental coincidieron en Caracas después del doble espaldarazo del mandatario estadounidense Donald Trump a Guaidó, a quien recibió en la Casa Blanca como presidente encargado de Venezuela.
Lavrov intentó lucir conciliador y apoyar el diálogo como única forma de solucionar la crisis del país, frente a la promesa de Trump de "aplastar" la tiranía de Maduro. Por eso se entrevistó con los miembros de la «mesa de diálogo nacional», la misma que defiende Zapatero, en la que ha incluido a su hombre de confianza en Caracas, el diputado Timoteo Zambrano.
Una mesa conformada a medida de Maduro, tras romper el 'hijo de Chávez' las negociaciones directas con la oposición, avaladas por Noruega. En ella participan grupúsculos que cohabitan con el chavismo y con mínima representación parlamentaria.
Lavrov también enseñó los dientes: rechazó las sanciones estadounidenses, asegurando que son culpables de la crisis económica, y criticó duramente que Washington considere el uso de la fuerza para derrocar a Maduro. Palabras ya entonadas en las últimas entrevistas de Zapatero, que como Rusia, Cuba y el vicepresidente Pablo Iglesias reconocen, de forma directa o indirecta, a la fraudulenta directiva impuesta en enero durante el golpe contra la Asamblea Nacional (AN). El verdadero Parlamento censuró a finales de 2018 la supuesta mediación de Zapatero y le declaró "inadmisible" por su cercanía a Maduro.
"La crisis de Venezuela procede de los intentos de derrocar el Gobierno legítimo utilizando todas las opciones, incluso el uso de la fuerza. Sería este escenario inaceptable. La comunidad internacional lo condenaría", vaticinó el canciller de pilinguin.
El canciller ruso apostó a las elecciones parlamentarias como herramienta para superar el conflicto político, e invitó a los "sectores radicales" de la oposición a participar.
"La visita de Lavrov confirma que Rusia está dispuesta a continuar su esfuerzo geopolítico en contra de Estados Unidos utilizando la crisis en Venezuela, al mismo tiempo que aprovecha las oportunidades económicas que le otorga Maduro. La gran incógnita ahora es si ese apoyo continuará en el caso que Estados Unidos decida aumentar sus sanciones a Rosneft. Para Rusia, preservar su acceso al mercado estadounidense sigue siendo mucho más importante que sus actividades económicas, por lo que pronto tendría que decidir si prioriza la geopolítica por encima de sus beneficios económicos", reflexionó el internacionalista Mariano de Alba para EL MUNDO.