Adriano_
Madmaxista
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Pues se ha liado en el país de los tacos y el petróleo barato con una obra que representa a Emiliano Zapata en una pose muy femenina, con zapatos de tacón en forma de pistola y sobre un caballo que está erecto.
Los campesinos y la unión de trabajadores agrarios montaron en cólera. El portavoz de la revuelta es el nieto del propio Zapata que alzó la voz contra el cuadro que está siendo expuesto en el museo nacional de bellas artes de México. Hasta allí se desplazaron para emprenderla contra miembros e integrantes del colectivo lgtbiq al grito de Zapata no se toca.
El polémico cartel ha dado la vuelta al mundo en redes donde ha sido reinterpretado hasta la saciedad. Mientras las agresiones continuaban. El propio presidente de Mexico tuvo que salir a pedir calma y diálogo.
Uno está en contra de la violencia y las agresiones, las cuales condeno vengan de donde vengan.
Ahora, ¿no escuchábamos hace poco que las tradiciones y costumbres culturales y lo que le rodea debían ser respetadas? ¿Quien decide o no lo que se puede tocar o reinterpretar sin consecuencias? ¿Donde está la línea de lo intocable y lo manipulable? ¿Se puede reinterpretar todo o hacer una relectura actual? ¿Por que hay gente en contra de hacer una caricatura de, por ejemplo, Mahoma y sin embargo están a favor de hacerlo con otras figuras históricas? ¿Estamos ante un debate bizantino irresoluble? ¿Se deben poner puertas al campo?
Opiniones divididas por obra de Emiliano Zapata
El cuadro en cuestión.
Los campesinos y la unión de trabajadores agrarios montaron en cólera. El portavoz de la revuelta es el nieto del propio Zapata que alzó la voz contra el cuadro que está siendo expuesto en el museo nacional de bellas artes de México. Hasta allí se desplazaron para emprenderla contra miembros e integrantes del colectivo lgtbiq al grito de Zapata no se toca.
El polémico cartel ha dado la vuelta al mundo en redes donde ha sido reinterpretado hasta la saciedad. Mientras las agresiones continuaban. El propio presidente de Mexico tuvo que salir a pedir calma y diálogo.
Uno está en contra de la violencia y las agresiones, las cuales condeno vengan de donde vengan.
Ahora, ¿no escuchábamos hace poco que las tradiciones y costumbres culturales y lo que le rodea debían ser respetadas? ¿Quien decide o no lo que se puede tocar o reinterpretar sin consecuencias? ¿Donde está la línea de lo intocable y lo manipulable? ¿Se puede reinterpretar todo o hacer una relectura actual? ¿Por que hay gente en contra de hacer una caricatura de, por ejemplo, Mahoma y sin embargo están a favor de hacerlo con otras figuras históricas? ¿Estamos ante un debate bizantino irresoluble? ¿Se deben poner puertas al campo?
Opiniones divididas por obra de Emiliano Zapata
El cuadro en cuestión.
