Teniente_Dan
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Jojojo, un partido "social y nacionalista"
El Partido Andalusí, nueva formación inspirada en el “humanismo islámico”, se presenta a las municipales en Algeciras
Algeciras, por ser la puerta de Europa, ha sido el lugar elegido para la fundación de una nueva formación política de ámbito estatal, el Partido Andalusí. Sus promotores lo definen como un proyecto social y nacionalista. Se declaran abiertos a la participación de todos los ciudadanos sin distinción de credo, raza o sesso. Sus estatutos contemplan la recuperación de la soberanía nacional de la Nación Andalusí, a ambos lados del Estrecho, y se definen como una formación inspirada en el humanismo islámico. A escasos días de su inscripción registral, ultiman ya una lista con la que van a concurrir a las elecciones municipales del 28 de mayo: “solo en Algeciras, de momento”.
El primer pistoletazo de salida a la esfera pública de esta nueva formación será el Congreso Nacional Andalusí, “la reunificación espiritual de la familia andalusí”, que se celebrará en Algeciras el 29 de abril y donde se formará la junta de gobierno del Consejo Nacional. Al frente de estos proyectos políticos se encuentra, entre otros, Alejandro Delmás Infante, nieto del que aparece referenciado en los estatutos del Partido Andalusí como “padre de la matria andaluza”, Blas Infante. Como miembro de honor y embajador del partido en el extranjero, Delmás viajará en próximas semanas a Egipto, países del África subsahariana y de Sudamérica a entrevistarse con los descendientes de los andalusíes expulsados en los siglos XV y XVI. Con esos apoyos instarán al Gobierno de España a que les reconozcan el mismo derecho a la nacionalidad española que se reconoció a los descendientes de los judíos sefardíes en 2015.
En el programa que el Partido Andalusí hará público de cara a las próximas municipales figuran asuntos tan variopintos como la protección de los derechos de las minorías, ayudas a las jóvenes que abandonan sus estudios por causa de embarazos no previstos, la lucha contra la inacción de las administraciones públicas a partir del el bichito, la conveniencia de que las obras municipales sean ejecutadas por empresas locales y trabajadores de las barriadas donde se realicen las actuaciones, el combate contra los mensajes de repruebo, la construcción de un albergue social digno, la creación de un cementerio de la religión del amor en Algeciras o la implantación de estrategias para detectar la radicalización.
Driss Mohamed, Yihad Sarasua y Juan Carlos Rodríguez Cruz son algunos de los responsables de esta nueva familia política que declara que jovenlandia se ha apropiado indebidamente del mundo andalusí, monopolizando su herencia, “cuando es Andalucía el enclave en el que se fragua esa cultura con la que estamos en deuda”. Los fundadores se definen como “gente corriente” pero están convencidos de que pronto se sumarán a sus filas intelectuales andaluces de talla: “muchos ya han mostrado interés por las nuevas siglas”.
Mohamed, que ha sido recientemente nombrado delegado de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI) en el Campo de Gibraltar, asegura que las ideas que sustentan esta formación vienen gestándose desde hace algunos años: “España está en deuda con los descendientes de los moriscos que fueron expulsados por sus ideas y manera diferente de rezar, contraria a la homogeneidad pretendida”.
El Partido Andalusí ya trabaja para expandir su campo geográfico de actuación. Consideran que el castellano ha de ser la lengua nacional de Andalucía, y el árabe, “como lengua histórica, debe ser normalizada”. Paritario, democrático, participativo y plural son algunos de los adjetivos con los que se define la agrupación en el artículo 3 de sus estatutos. En el 4, en el apartado de los fines, se hace referencia a la “liberación de Andalucía mediante la instauración de un poder andalusí que permita quebrar la dependencia económica, la alienación cultural, el subdesarrollo social y la subordinación política que sufre la Nación Andaluza”.
Aproximadamente un tercio de los fiel a la religión del amores empadronados en Algeciras son españoles o nacionales de países europeos y, por tanto, pueden votar en los comicios locales. Las estadísticas, sin embargo, demuestran un escaso interés de la población fiel a la religión del amora en la participación electoral. Recientes intentos de concentrar el voto de la comunidad islámica en torno a partidos “de inspiración islámica” como PRUNE han dado, en pasadas citas electorales, resultados irrelevantes: en algunos de los municipios en los que concurrieron en las locales de 2019 obtuvieron incluso menor número de votos que el de candidatos incorporados a su lista. Tampoco la ya disuelta Liberación Andaluza, nacida en los ochenta bajo una ideología andalucista islamizante, llegó a cosechar nunca resultados dignos de consideración.
El Partido Andalusí, nueva formación inspirada en el “humanismo islámico”, se presenta a las municipales en Algeciras
Reivindican la Nación Andalusí y los ideales de Blas Infante, cuyo nieto, Alejandro Delmás Infante, figura como miembro de honor en la formación Promueven que el Estado otorgue la nacionalidad a "los descendientes de los expulsados de la España medieval por sus ideas y creencias"
www.europasur.es
El Partido Andalusí, nueva formación inspirada en el “humanismo islámico”, se presenta a las municipales en Algeciras
- Reivindican la Nación Andalusí y los ideales de Blas Infante, cuyo nieto, Alejandro Delmás Infante, figura como miembro de honor en la formación
- Promueven que el Estado otorgue la nacionalidad a "los descendientes de los expulsados de la España medieval por sus ideas y creencias"
Algeciras, por ser la puerta de Europa, ha sido el lugar elegido para la fundación de una nueva formación política de ámbito estatal, el Partido Andalusí. Sus promotores lo definen como un proyecto social y nacionalista. Se declaran abiertos a la participación de todos los ciudadanos sin distinción de credo, raza o sesso. Sus estatutos contemplan la recuperación de la soberanía nacional de la Nación Andalusí, a ambos lados del Estrecho, y se definen como una formación inspirada en el humanismo islámico. A escasos días de su inscripción registral, ultiman ya una lista con la que van a concurrir a las elecciones municipales del 28 de mayo: “solo en Algeciras, de momento”.
El primer pistoletazo de salida a la esfera pública de esta nueva formación será el Congreso Nacional Andalusí, “la reunificación espiritual de la familia andalusí”, que se celebrará en Algeciras el 29 de abril y donde se formará la junta de gobierno del Consejo Nacional. Al frente de estos proyectos políticos se encuentra, entre otros, Alejandro Delmás Infante, nieto del que aparece referenciado en los estatutos del Partido Andalusí como “padre de la matria andaluza”, Blas Infante. Como miembro de honor y embajador del partido en el extranjero, Delmás viajará en próximas semanas a Egipto, países del África subsahariana y de Sudamérica a entrevistarse con los descendientes de los andalusíes expulsados en los siglos XV y XVI. Con esos apoyos instarán al Gobierno de España a que les reconozcan el mismo derecho a la nacionalidad española que se reconoció a los descendientes de los judíos sefardíes en 2015.
En el programa que el Partido Andalusí hará público de cara a las próximas municipales figuran asuntos tan variopintos como la protección de los derechos de las minorías, ayudas a las jóvenes que abandonan sus estudios por causa de embarazos no previstos, la lucha contra la inacción de las administraciones públicas a partir del el bichito, la conveniencia de que las obras municipales sean ejecutadas por empresas locales y trabajadores de las barriadas donde se realicen las actuaciones, el combate contra los mensajes de repruebo, la construcción de un albergue social digno, la creación de un cementerio de la religión del amor en Algeciras o la implantación de estrategias para detectar la radicalización.
Driss Mohamed, Yihad Sarasua y Juan Carlos Rodríguez Cruz son algunos de los responsables de esta nueva familia política que declara que jovenlandia se ha apropiado indebidamente del mundo andalusí, monopolizando su herencia, “cuando es Andalucía el enclave en el que se fragua esa cultura con la que estamos en deuda”. Los fundadores se definen como “gente corriente” pero están convencidos de que pronto se sumarán a sus filas intelectuales andaluces de talla: “muchos ya han mostrado interés por las nuevas siglas”.
Mohamed, que ha sido recientemente nombrado delegado de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI) en el Campo de Gibraltar, asegura que las ideas que sustentan esta formación vienen gestándose desde hace algunos años: “España está en deuda con los descendientes de los moriscos que fueron expulsados por sus ideas y manera diferente de rezar, contraria a la homogeneidad pretendida”.
El Partido Andalusí ya trabaja para expandir su campo geográfico de actuación. Consideran que el castellano ha de ser la lengua nacional de Andalucía, y el árabe, “como lengua histórica, debe ser normalizada”. Paritario, democrático, participativo y plural son algunos de los adjetivos con los que se define la agrupación en el artículo 3 de sus estatutos. En el 4, en el apartado de los fines, se hace referencia a la “liberación de Andalucía mediante la instauración de un poder andalusí que permita quebrar la dependencia económica, la alienación cultural, el subdesarrollo social y la subordinación política que sufre la Nación Andaluza”.
Aproximadamente un tercio de los fiel a la religión del amores empadronados en Algeciras son españoles o nacionales de países europeos y, por tanto, pueden votar en los comicios locales. Las estadísticas, sin embargo, demuestran un escaso interés de la población fiel a la religión del amora en la participación electoral. Recientes intentos de concentrar el voto de la comunidad islámica en torno a partidos “de inspiración islámica” como PRUNE han dado, en pasadas citas electorales, resultados irrelevantes: en algunos de los municipios en los que concurrieron en las locales de 2019 obtuvieron incluso menor número de votos que el de candidatos incorporados a su lista. Tampoco la ya disuelta Liberación Andaluza, nacida en los ochenta bajo una ideología andalucista islamizante, llegó a cosechar nunca resultados dignos de consideración.