VOX: perdón por estar aquí

KUTRONIO

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Todo lo que está sucediendo en Extremadura resulta clarificador. No está claro si va a ser bueno o malo para la derecha pero sí clarificador. Por ejemplo, está quedando claro que VOX le molesta mucho a la izquierda, pero le molesta más aún al PP. Esto podía quedar más o menos tapado cuando el PP y VOX estaban en minoría en la oposición, pero cuando han sumado mayoría entre los dos ha salido a la luz. El PP está descubriendo que no puede gobernar sin VOX. Como mucho puede gobernar en alguna comunidad sin VOX. E incluso en esas comunidades, en algún momento tendrá que gobernar con VOX. En el caso de Ayuso, muchos de sus votantes dicen que votarían a VOX si la líder del PP en Madrid no fuera Ayuso. Asi podría decirse que Ayuso capta mucho voto prestado de VOX. Esto lo tiene claro la propia Ayuso, que realiza frecuentes guiños al electorado de VOX. Si la líder del PP es Ayuso, incluso con todo lo que se le podría criticar, una parte de los votantes pueden dudar, pero si la líder del PP es María Guardiola no cabe titubear. VOX nace precisamente como reacción a todo el guardiolismo que puebla el PP. Y ese es precisamente el problema que tiene el PP con VOX. El PP se está dando cuenta de que no puede gobernar sin VOX, y aún no se ha acostumbrado a esa situación. VOX molesta a la izquierda pero mucho más a algunos miembros del PP, que están cobrando consciencia de que antes podían gobernar sólo cuando no gobernaba la izquierda, pero a su antojo, y ahora ha cambiado la situación. Ese momento histórico en que el PP abarcaba toda la derecha, por sus propios pecados, es ya cosa del pasado. Repetir elecciones no volverá el tiempo hacia atrás. Negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Cuanto antes supere el PP las cinco etapas del duelo por la era en que tenía el monopolio de la derecha, mucho mejor.



Stephen Hawking, o puede que fuera Churchill, decía que la inteligencia es la capacidad de adaptarse a los cambios. Estamos en pleno proceso de ver cómo los líderes del PP se intentan adaptar a este nuevo escenario en el que el PP ya no va a poder gobernar en solitario. En este sentido, volviendo a las cinco etapas del duelo, hay líderes del PP que ya han superado las primeras fases y están negociando y alcanzando acuerdos con VOX en diversas comunidades y ayuntamientos, sin mayores problemas. No obstante, hay líderes del PP que siguen en las fases de negación o de mera ira ante el nuevo escenario. Creen que repitiendo las elecciones desaparecerá la pesadilla. Se inventará el viaje hacia atrás en el tiempo. Volverá el viejo escenario. ¿En qué fase está ahora mismo Feijóo? Nadie lo sabe, acaso empezando por el propio Feijóo.

Los dirigentes del PP no son los únicos sujetos del panorama político aturdidos por la nueva situación, también lo están muchos periodistas, analistas y tertulianos habitualmente afines a la órbita del PP. Lamentablemente, aquí el desconcierto parece por momentos mayor que en el propio PP. Normal, puesto que el PP va detrás de los acontecimientos y algunos comentaristas van detrás del PP, luego doblemente detrás de la realidad. En este sentido hay casos en los que a algunos sujetos no es ya que les esté costando avanzar a través de las distintas etapas del duelo por escenarios pasados, sino que se encuentran retrocediendo de una etapa a la anterior, volviendo de la aceptación y la negociación a la ira y la negación. Si para alguno hace un par de días toda la culpa de lo sucedido en Extremadura era de María Guardiola. hoy ya toda la culpa es de VOX, que por lo visto es una secta totalitaria controlada por el Yunque, el Opus, el KKK, la Falange, Espectra y la DGT. Será entonces VOX en todo caso un descontrol, con tanto controlador. El problema es que alguno quiere ser él el controlador, y que si VOX tuviera muchas impurezas, pero muchas, como mucho igualaría las que hay o han pasado por el accionariado de algún medio de comunicación.

Interesa por tanto que el PP no se equivoque demasiado en su análisis y que no tarde mucho en aceptar el nuevo escenario, adaptándose con inteligencia a él, porque estamos a un mes de someter a plebiscito el sanchismo. Si el sanchismo resiste, nos esperan cuatro años más de disparates con una coalición en la que Sumar ya propone abiertamente un referéndum para la autodeterminación de Cataluña. Y lo que conceda el sanchismo a Cataluña no se lo va a negar al País Vasco. O ya puestos a Murcia. No es por tanto que si vuelve a ganar el sanchismo a la derecha le quedan cuatro años más en la oposición, es que después de cuatro años más de sanchismo a ver qué quedaba de España y en qué estado si la derecha vuelve a tener la oportunidad de gobernar.

Insistiendo en la inteligencia política que necesita la derecha en la actual situación, en el nuevo escenario uno no puede decir que VOX es un partido machista, homófobo y racista, haciéndole el juego a la izquierda, si mañana puede tener que estar gobernando con ese partido, porque usarán tu hemeroteca para decir que estás gobernando con un partido machista, racista y homófobo. Sólo falta que encima llames machista al partido con el que vas a tener que gobernar cuando no lo es, para que tu falta de inteligencia política sea absoluta. Da miedo pensar que, si se imponen las tesis de María Guardiola, esta especie de podemita desubicada va a convertirse en la nueva referencia ideológica y estratégica del PP. Claro que por otro lado eso es lo mejor que electoralmente le puede pasar a VOX. Cuanto más a la izquierda se vuelque el PP y más batallas abandone, más votantes huérfanos y más espacio político deja a VOX. María Guardiola es la prueba viviente de que con una derecha acomplejada la izquierda se perpetúa en el poder, lo que por otro lado es casi la definición de dictadura, al punto que la izquierda puede volver a gobernar incluso cuando pierde las elecciones porque la derecha acomplejada, en vez de gobernar en coalición, está dispuesta a repetir las elecciones una y otra vez hasta que las gane la izquierda. Qué mejores rivales puede soñar la izquierda. O qué peor pesadilla puede tener la derecha.
 
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