M. Priede
Será en Octubre
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Lo vi ayer en el portal Disenso, que está en la órbita de La Gaceta, o sea, de Vox. Por cierto, tiene 'patronos'; curiosa manera de referirse a quienes seguramente cobran en lugar de aportar fondos.
Patronos - Fundación Disenso
¿Qué pueden decir Amando de Miguel, Sánchez Dragó y tantos otros? Han vivido toda su vida de opinar y ya no saben hacer otra cosa. El mundo ha cambiado por completo y esta gente sigue como si estuviéramos en 1990. Opinan del 'bichito chino', de la libertad, de la democracia, del liberalismo; sufren no por el fraude de las elecciones en EEUU sino porque se haya divulgado.
A Mike González le inquieta que en Estados Unidos se pueda abrir un 'museo latino'. ¿Nos molestaría a nosotros que se abriera un museo vasco o catalán? Hombre, si contaran mentiras lo criticaríamos, pero en principio, si el museo estuviese dedicado a la etnografía de la cultura vasca o catalana -y de hecho los habrá a patadas- pues nada que objetar.
El problema de Estados Unidos es que ha ocupado territorio que ya estaba poblado y civilizado; en Texas ya había europeos, indígenas y neցros libres viviendo juntos antes de que llegaran los anglosajones. Lo mismo en San Francisco, Los Ángeles y tantas otras ciudades. Y claro, si se hace un museo queda en entredicho los orígenes de una nación, en la cual, de haber integrado a todos esos pueblos no habría problema, pero es que los arrasaron, y entonces quizá salga a la luz, por ejemplo, qué hizo Stanford (el de la universidad) en California con la población originaria.
Mike González, si realmente quisiera a su civilización, no haría de esto una tragedia, porque si bien es cierto que puede crear división dentro de la sociedad norteamericana, es la sociedad norteamericana la que tiene que afrontar su pasado y corregir si ha hecho algo mal. Nada de ponerse de rodillas y pedir perdón, ni subvencionar lo 'no blanco' para que cierren la boca, porque lo que ocurrirá es que cada vez la abrirán más, y el victimismo puede ser un negocio formidable. El problema es que el racialismo anglosajón (supremacismo, concepto más sutil que el de racismo) forma parte casi esencial de la civilización anglosajona, y no es fácil revertir ese problema. Una y otra vez lo veo en mentes brillantes norteamericanas que critican la deriva totalitaria del progresismo en Estados Unidos, pero no son capaces de desprenderse de ese prejuicio. Todo el desarrollo conseguido por Estados Unidos y su enorme influencia en el mundo ha sido obra de todos los que participaron en él, y no solo de los blancos por disponer del capital y monopolizar la dirección política.
Mike González sufre. Qué tiempos, cuando alabar el melting pot era un signo de distinción entre los cosmopolitas. Recuerdo al pintor Úrculo en la cadena SER en los años 90 diciendo que Madrid no se podía comparar con Nueva York porque tenía demasiados españoles. Qué decir de estos españoletes liberales y anglómanos y la libre circulación de personas, bienes y capitales que predicaban hasta hace menos de una década. ¿Qué pasó, pues? Que 'los gente de izquierdas' lo han pervertido todo, dirán ellos. ¿Ha hecho cosas mal Estados Unidos? Sí, pero no me las digas; además peor es lo de Rusia y China. Y lo de España y nuestro cainismo. A mis Estados Unidos no me los toques.
Mike González es Vox, y Vox va camino de ser la derechota, o sea, la derechita más esteroides.
Patronos - Fundación Disenso
¿Qué pueden decir Amando de Miguel, Sánchez Dragó y tantos otros? Han vivido toda su vida de opinar y ya no saben hacer otra cosa. El mundo ha cambiado por completo y esta gente sigue como si estuviéramos en 1990. Opinan del 'bichito chino', de la libertad, de la democracia, del liberalismo; sufren no por el fraude de las elecciones en EEUU sino porque se haya divulgado.
A Mike González le inquieta que en Estados Unidos se pueda abrir un 'museo latino'. ¿Nos molestaría a nosotros que se abriera un museo vasco o catalán? Hombre, si contaran mentiras lo criticaríamos, pero en principio, si el museo estuviese dedicado a la etnografía de la cultura vasca o catalana -y de hecho los habrá a patadas- pues nada que objetar.
El problema de Estados Unidos es que ha ocupado territorio que ya estaba poblado y civilizado; en Texas ya había europeos, indígenas y neցros libres viviendo juntos antes de que llegaran los anglosajones. Lo mismo en San Francisco, Los Ángeles y tantas otras ciudades. Y claro, si se hace un museo queda en entredicho los orígenes de una nación, en la cual, de haber integrado a todos esos pueblos no habría problema, pero es que los arrasaron, y entonces quizá salga a la luz, por ejemplo, qué hizo Stanford (el de la universidad) en California con la población originaria.
Mike González, si realmente quisiera a su civilización, no haría de esto una tragedia, porque si bien es cierto que puede crear división dentro de la sociedad norteamericana, es la sociedad norteamericana la que tiene que afrontar su pasado y corregir si ha hecho algo mal. Nada de ponerse de rodillas y pedir perdón, ni subvencionar lo 'no blanco' para que cierren la boca, porque lo que ocurrirá es que cada vez la abrirán más, y el victimismo puede ser un negocio formidable. El problema es que el racialismo anglosajón (supremacismo, concepto más sutil que el de racismo) forma parte casi esencial de la civilización anglosajona, y no es fácil revertir ese problema. Una y otra vez lo veo en mentes brillantes norteamericanas que critican la deriva totalitaria del progresismo en Estados Unidos, pero no son capaces de desprenderse de ese prejuicio. Todo el desarrollo conseguido por Estados Unidos y su enorme influencia en el mundo ha sido obra de todos los que participaron en él, y no solo de los blancos por disponer del capital y monopolizar la dirección política.
Mike González sufre. Qué tiempos, cuando alabar el melting pot era un signo de distinción entre los cosmopolitas. Recuerdo al pintor Úrculo en la cadena SER en los años 90 diciendo que Madrid no se podía comparar con Nueva York porque tenía demasiados españoles. Qué decir de estos españoletes liberales y anglómanos y la libre circulación de personas, bienes y capitales que predicaban hasta hace menos de una década. ¿Qué pasó, pues? Que 'los gente de izquierdas' lo han pervertido todo, dirán ellos. ¿Ha hecho cosas mal Estados Unidos? Sí, pero no me las digas; además peor es lo de Rusia y China. Y lo de España y nuestro cainismo. A mis Estados Unidos no me los toques.
Mike González es Vox, y Vox va camino de ser la derechota, o sea, la derechita más esteroides.
Es evidente que ese museo iba a utilizarse para apuntalar la idea de que todos los estadounidenses con antepasados de América Latina o de la Península Ibérica forman una categoría étnica (es probable que pronto constituyan una raza, si los progresistas logran sus objetivos en la Oficina del Censo). Y lo que es mucho más importante, como ya hemos visto, que los miembros de dicha categoría son víctimas, víctimas indiscutibles, de la sociedad. Ahora bien, esa ficción irá en contra de los intereses conservadores.
Avalar esa idea significa además interpretar erróneamente el apoyo que los estadounidenses de origen cubano, venezolano y colombiano de Florida, así como los de ascendencia mexicana del sur de Texas prestaron al presidente Trump en las elecciones de noviembre. De hecho, ese apoyo no tiene nada que ver con el victimismo. Muy al contrario, su finalidad es preservar la nación estadounidense y su sistema.
Resulta lamentable que hayan sido necesarios el coraje y la lucidez de un solitario senador de Utah para detener el proyecto del museo.
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