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Madmaxista
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A diferencia de lo que podemos pensar, la obligación para las mujeres fiel a la religión del amoras de utilizar el velo, no existió siempre.
Abril Lovegood
Sábado 6 de febrero | 10:32
También conocido como Hiyab, este velo cubre el pelo, el cuello y el pecho, dejando la cara al descubierto. Fue recientemente, en los años 70 y 80, cuando la obligación de utilizarlo se impuso en países como Irán y Egipto desde el propio estado, llevando de elección a obligación la utilización del hiyab para las mujeres desde su adolescencia.
El origen del velo islamico se remonta a siglos atrás, en el Corán y el Hadiz (los dichos del profeta), pero en ambos la palabra hiyab refería a una separación, una cortina, no entre hombres y mujeres, sino entre dos tipos de personas, creyentes y no creyentes. Y también como símbolo de prestigio, ya que diferenciaba a las mujeres libres de las esclavas, que no podían utilizar el hiyab.
Para ingresar en este tema debemos tener presente que las personas fiel a la religión del amoras son quienes creen y practican la religión del islam, basada en el Corán y que nació en el Siglo VII en Arabia con el profeta Mahoma, y no confundirlas con las personas árabes, que forman un grupo lingüístico y étnico, procedentes de la península arábiga pero que en la actualidad se encuentran en decenas de países, la mayoría en el norte de África y oriente Próximo.
Aunque el islam sea la religión mayoritaria de los países árabes, los habitantes no son fiel a la religión del amores en su totalidad, a la vez que hay personas de diferentes procedencias que adscriben al islam como religión en multitud de países del mundo.
A su vez, se conoce como islamistas a las personas que reivindican a la religión fiel a la religión del amora como eje central de la vida política.
El uso del hiyab encierra muchas contradicciones y posiciones tras él. Por un lado, desde la cultura occidental y sectores del feminismo europeo se lo ve como uno de los símbolos de la opresión que efectivamente sufren las mujeres fiel a la religión del amoras en las culturas árabes, ya que a través de él se cristaliza la desigualdad que existe entre hombres y mujeres, al ser estas invisibilizadas con el velo, que las separa de lo público, y de lo político.
Varios países europeos vienen hace años impulsando políticas restrictivas y prohibitivas hacia la población árabe y/o fiel a la religión del amora que habita allí, promoviendo la islamofobia al prohibir el uso del hiyab en escuelas, edificios municipales e incluso en las playas como puede verse en la siguiente imagen.
Con múltiples argumentos que van desde poder identificar a las personas hasta liberar a la mujer de la opresión, los estados imperialistas de Europa -que además son laicos- no admiten demostraciones religiosas en público. Sin embargo la connotacion de esta política se ve más bien reflejada en general en un rechazo a lo fiel a la religión del amor. De esta forma terminan poniendo multas u obligando con la fuerza policial a que las mujeres se quiten el velo en lugares públicos. La prohibición de asistir con el velo en escuelas de Francia y España, entre otras políticas de estos gobiernos, puede impedir que las jóvenes asistan a clase, lo que les impide el acceso igualitario a la educación.
Por otro lado, muchas jóvenes fiel a la religión del amoras deciden utilizar el hiyab aunque no estén obligadas a hacerlo, en especial en ciudades europeas donde la cada vez más extensa inmi gración genera un cruce cotidiano de diferentes culturas, y para expresar su fe, y también como una reafirmación de su identidad, deciden utilizar el velo como una forma individual de resistencia frente a una realidad diaria hostil que va desde el prejuicio hasta la islamofobia, promovida por los gobiernos imperialistas de los países centrales, que bajo un discurso de unidad nacional encasillan a todos los ciudadanos fiel a la religión del amores como potenciales enemigos de los valores “republicanos”.
Aun así, en algunos países el uso del velo no es opcional, sino que es impuesto por el estado, como sucede en Irán, o por la religión y la presión social y familiar como sucede en Egipto. Veamos estos ejemplos con un poco más de profundidad.
En Irán el uso del velo o hiyab era opcional a mediados del siglo XX, cuando el país se encontraba bajo el régimen de una monarquía, pero bajo el ala de los países centrales occidentales, sin embargo, al terminar la segunda Guerra Mundial, y cuando comenzó la guerra fría, Irán se vio atravesado por los conflictos entre el polo soviético y el occidental, ya que sus importantes reservas de petróleo lo convierten en una pieza importante del tablero geopolítico de oriente.
Hacia 1979 la situación en el país se intensifica, y el monarca Sah Pahlevi es derrocado, y aunque en un principio diferentes sectores fueron parte de la revolución; religiosos, burgueses, sectores de izquierda, estudiantes, obreros, etc.; el sector que logra posicionarse por encima y liderar es el sector religioso, que establece con una maniobra (un referéndum) que la población prefiere una república islámica antes que una monarquía, si bien solo participo el 40% del padrón, esto le alcanzó al líder Jomeini para establecer a Irán como República Islámica, junto a una constitución que le daba poderes supremos, al tiempo que imponía leyes rigurosas sobre la opresión hacia las mujeres, que siguen vigentes hasta el día de hoy, donde se persigue, castiga, y encarcela a mujeres por mostrarse en público sin el velo, que es obligatorio para cualquier mujer de más de 9 años, ya sean iraníes o extranjeras, ya sean fiel a la religión del amoras o de cualquier otra religión, o de ninguna.
Más de cien mil mujeres reclamaron el 8 de marzo de 1979 contra el código de vestimenta que las obligaba a usar el hiyab
Mujeres protestando contra el uso obligatorio del hiyab el 8 de marzo de 1979 en Teherán
Aunque Irán fue el primer país en medio oriente en aceptar mujeres en la universidad y contaba en la década del 70 con un fuerte movimiento de mujeres, como vemos en las imágenes, estos derechos conquistados retrocedieron con el avance de la islamización, que alcanza el día a día de millones de mujeres. Llevar el velo no es la única imposición que tienen las mujeres en Irán, analizar todas las prohibiciones a las que se encuentran legalmente sometidas implicaría un artículo más extenso, pero para hacerse una idea, podemos decir que actualmente van desde la prohibición de asistir presencialmente a un partido de fútbol hasta cursar ciertas carreras universitarias como literatura, idiomas, física nuclear o distintos tipos de ingeniería.
En los últimos años son más las voces de protesta de las mujeres por el riguroso “código de vestimenta” impuesto en Irán, la periodista Masih Alinejad
es un ejemplo de ello, y aunque tuvo que abandonar el país lanzó campañas que impulsan a las mujeres a fotografiarse sin el velo. Millones de mujeres son detenidas o advertidas por el delito de “hiyab inadecuado” al año, lo que muestra que la oposición a este es un fenómeno extendido.
También en Egipto, a mediados del siglo pasado el uso del velo era una elección personal, como podemos observar en esta imagen de la Universidad de El Cairo en 1959, que contrasta con la de 2004, donde la gran mayoría de las mujeres llevan velo.
Universidad de El Cairo en 2004
Universidad de El Cairo en 1959
Las egipcias fueron pioneras en el mundo árabe a principios del siglo pasado en cuanto al acceso a la educación, el trabajo o el poder manejar autos y aviones, cuando en la lucha contra la ocupación británica, se peleaba por liberar al país, mujeres como Hoda Shaarawi, una de las fundadoras de la Unión Feminista Egipcia (EFU por sus siglas en inglés) se quitaban el velo al volver de una reunión feminista internacional en Europa.
Aunque esto pasó en 1923, al día de hoy quitarse el velo en público, sigue siendo una manifestación de valentía y resistencia a su imposición. Desde fines de la década de los 70, Egipto se vio influenciado por el fundamentalismo religioso y aunque el uso del velo no es obligatorio por ley, es una imposición social y religiosa muy fuerte, que pesa sobre las mujeres que deciden salir a la calle sin el velo, sabiendo que serán tratadas como pecadoras por la sociedad y por sus familias.
En el Corán se menciona el velo en solo dos pasajes, donde se exhorta al profeta a decir a sus esposas, hijas y mujeres en general que se cubran con un manto, que sean castas y cubran su balcón de los hombres ajenos a la familia. Que muestren pudor a la hora de mostrar su cuerpo, bajo el argumento de protegerlas de la mirada y del potencial acoso del hombre contra ellas.
Aunque a fines del siglo pasado el velo podía ser considerado como un símbolo de espiritualidad y devoción religiosa, e incluso como una forma de resistir la colonización europea y la occidentalización de la cultura impuesta por Europa y EEUU en los países de la región, en la actualidad queda claro que tanto la prohibición del hiyab en escuelas europeas por gobiernos occidentales de derecha, como la obligación de usarlo en países como Irán y Egipto, son formas de invalidar la libre elección de cada mujer a la hora de vestirse y participar de la vida pública y política.
Vivir bajo el velo durante más de mil años: la vida de las fiel a la religión del amoras
Abril Lovegood
Sábado 6 de febrero | 10:32
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También conocido como Hiyab, este velo cubre el pelo, el cuello y el pecho, dejando la cara al descubierto. Fue recientemente, en los años 70 y 80, cuando la obligación de utilizarlo se impuso en países como Irán y Egipto desde el propio estado, llevando de elección a obligación la utilización del hiyab para las mujeres desde su adolescencia.
El origen del velo islamico se remonta a siglos atrás, en el Corán y el Hadiz (los dichos del profeta), pero en ambos la palabra hiyab refería a una separación, una cortina, no entre hombres y mujeres, sino entre dos tipos de personas, creyentes y no creyentes. Y también como símbolo de prestigio, ya que diferenciaba a las mujeres libres de las esclavas, que no podían utilizar el hiyab.
Para ingresar en este tema debemos tener presente que las personas fiel a la religión del amoras son quienes creen y practican la religión del islam, basada en el Corán y que nació en el Siglo VII en Arabia con el profeta Mahoma, y no confundirlas con las personas árabes, que forman un grupo lingüístico y étnico, procedentes de la península arábiga pero que en la actualidad se encuentran en decenas de países, la mayoría en el norte de África y oriente Próximo.
Aunque el islam sea la religión mayoritaria de los países árabes, los habitantes no son fiel a la religión del amores en su totalidad, a la vez que hay personas de diferentes procedencias que adscriben al islam como religión en multitud de países del mundo.
A su vez, se conoce como islamistas a las personas que reivindican a la religión fiel a la religión del amora como eje central de la vida política.
El uso del hiyab encierra muchas contradicciones y posiciones tras él. Por un lado, desde la cultura occidental y sectores del feminismo europeo se lo ve como uno de los símbolos de la opresión que efectivamente sufren las mujeres fiel a la religión del amoras en las culturas árabes, ya que a través de él se cristaliza la desigualdad que existe entre hombres y mujeres, al ser estas invisibilizadas con el velo, que las separa de lo público, y de lo político.
Varios países europeos vienen hace años impulsando políticas restrictivas y prohibitivas hacia la población árabe y/o fiel a la religión del amora que habita allí, promoviendo la islamofobia al prohibir el uso del hiyab en escuelas, edificios municipales e incluso en las playas como puede verse en la siguiente imagen.
Con múltiples argumentos que van desde poder identificar a las personas hasta liberar a la mujer de la opresión, los estados imperialistas de Europa -que además son laicos- no admiten demostraciones religiosas en público. Sin embargo la connotacion de esta política se ve más bien reflejada en general en un rechazo a lo fiel a la religión del amor. De esta forma terminan poniendo multas u obligando con la fuerza policial a que las mujeres se quiten el velo en lugares públicos. La prohibición de asistir con el velo en escuelas de Francia y España, entre otras políticas de estos gobiernos, puede impedir que las jóvenes asistan a clase, lo que les impide el acceso igualitario a la educación.
Por otro lado, muchas jóvenes fiel a la religión del amoras deciden utilizar el hiyab aunque no estén obligadas a hacerlo, en especial en ciudades europeas donde la cada vez más extensa inmi gración genera un cruce cotidiano de diferentes culturas, y para expresar su fe, y también como una reafirmación de su identidad, deciden utilizar el velo como una forma individual de resistencia frente a una realidad diaria hostil que va desde el prejuicio hasta la islamofobia, promovida por los gobiernos imperialistas de los países centrales, que bajo un discurso de unidad nacional encasillan a todos los ciudadanos fiel a la religión del amores como potenciales enemigos de los valores “republicanos”.
Aun así, en algunos países el uso del velo no es opcional, sino que es impuesto por el estado, como sucede en Irán, o por la religión y la presión social y familiar como sucede en Egipto. Veamos estos ejemplos con un poco más de profundidad.
En Irán el uso del velo o hiyab era opcional a mediados del siglo XX, cuando el país se encontraba bajo el régimen de una monarquía, pero bajo el ala de los países centrales occidentales, sin embargo, al terminar la segunda Guerra Mundial, y cuando comenzó la guerra fría, Irán se vio atravesado por los conflictos entre el polo soviético y el occidental, ya que sus importantes reservas de petróleo lo convierten en una pieza importante del tablero geopolítico de oriente.
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Hacia 1979 la situación en el país se intensifica, y el monarca Sah Pahlevi es derrocado, y aunque en un principio diferentes sectores fueron parte de la revolución; religiosos, burgueses, sectores de izquierda, estudiantes, obreros, etc.; el sector que logra posicionarse por encima y liderar es el sector religioso, que establece con una maniobra (un referéndum) que la población prefiere una república islámica antes que una monarquía, si bien solo participo el 40% del padrón, esto le alcanzó al líder Jomeini para establecer a Irán como República Islámica, junto a una constitución que le daba poderes supremos, al tiempo que imponía leyes rigurosas sobre la opresión hacia las mujeres, que siguen vigentes hasta el día de hoy, donde se persigue, castiga, y encarcela a mujeres por mostrarse en público sin el velo, que es obligatorio para cualquier mujer de más de 9 años, ya sean iraníes o extranjeras, ya sean fiel a la religión del amoras o de cualquier otra religión, o de ninguna.
Más de cien mil mujeres reclamaron el 8 de marzo de 1979 contra el código de vestimenta que las obligaba a usar el hiyab
Mujeres protestando contra el uso obligatorio del hiyab el 8 de marzo de 1979 en Teherán
Aunque Irán fue el primer país en medio oriente en aceptar mujeres en la universidad y contaba en la década del 70 con un fuerte movimiento de mujeres, como vemos en las imágenes, estos derechos conquistados retrocedieron con el avance de la islamización, que alcanza el día a día de millones de mujeres. Llevar el velo no es la única imposición que tienen las mujeres en Irán, analizar todas las prohibiciones a las que se encuentran legalmente sometidas implicaría un artículo más extenso, pero para hacerse una idea, podemos decir que actualmente van desde la prohibición de asistir presencialmente a un partido de fútbol hasta cursar ciertas carreras universitarias como literatura, idiomas, física nuclear o distintos tipos de ingeniería.
En los últimos años son más las voces de protesta de las mujeres por el riguroso “código de vestimenta” impuesto en Irán, la periodista Masih Alinejad
es un ejemplo de ello, y aunque tuvo que abandonar el país lanzó campañas que impulsan a las mujeres a fotografiarse sin el velo. Millones de mujeres son detenidas o advertidas por el delito de “hiyab inadecuado” al año, lo que muestra que la oposición a este es un fenómeno extendido.
También en Egipto, a mediados del siglo pasado el uso del velo era una elección personal, como podemos observar en esta imagen de la Universidad de El Cairo en 1959, que contrasta con la de 2004, donde la gran mayoría de las mujeres llevan velo.
Universidad de El Cairo en 2004
Universidad de El Cairo en 1959
Las egipcias fueron pioneras en el mundo árabe a principios del siglo pasado en cuanto al acceso a la educación, el trabajo o el poder manejar autos y aviones, cuando en la lucha contra la ocupación británica, se peleaba por liberar al país, mujeres como Hoda Shaarawi, una de las fundadoras de la Unión Feminista Egipcia (EFU por sus siglas en inglés) se quitaban el velo al volver de una reunión feminista internacional en Europa.
Aunque esto pasó en 1923, al día de hoy quitarse el velo en público, sigue siendo una manifestación de valentía y resistencia a su imposición. Desde fines de la década de los 70, Egipto se vio influenciado por el fundamentalismo religioso y aunque el uso del velo no es obligatorio por ley, es una imposición social y religiosa muy fuerte, que pesa sobre las mujeres que deciden salir a la calle sin el velo, sabiendo que serán tratadas como pecadoras por la sociedad y por sus familias.
En el Corán se menciona el velo en solo dos pasajes, donde se exhorta al profeta a decir a sus esposas, hijas y mujeres en general que se cubran con un manto, que sean castas y cubran su balcón de los hombres ajenos a la familia. Que muestren pudor a la hora de mostrar su cuerpo, bajo el argumento de protegerlas de la mirada y del potencial acoso del hombre contra ellas.
Aunque a fines del siglo pasado el velo podía ser considerado como un símbolo de espiritualidad y devoción religiosa, e incluso como una forma de resistir la colonización europea y la occidentalización de la cultura impuesta por Europa y EEUU en los países de la región, en la actualidad queda claro que tanto la prohibición del hiyab en escuelas europeas por gobiernos occidentales de derecha, como la obligación de usarlo en países como Irán y Egipto, son formas de invalidar la libre elección de cada mujer a la hora de vestirse y participar de la vida pública y política.
Vivir bajo el velo durante más de mil años: la vida de las fiel a la religión del amoras