En su Divina comedia, Dante reserva el noveno círculo del Infierno, el más profundo y oscuro, a los traidores. Allí los desleales no sufren el castigo de las llamas, como asociamos normalmente con el averno, sino que están congelados, y allí el Poeta Supremo coloca a los por entonces cuatro grandes traidores de la historia: Casio y Bruto, asesinos de Julio César; Judas, que entregó a Jesucristo; y, claro está, el propio Lucifer.
No es demasiado aventurado afirmar, sin embargo, que si Dante pasease de nuevo hoy por el Infierno, vería el noveno círculo más concurrido. De seguro que estarían muchos de los protagonistas del nuevo libro de Jorge Vilches: Traidores en la historia de España (Almuzara). El historiador y colaborador de THE OBJECTIVE atiende a este periódico para desvelarnos a los mayores judas de nuestra historia.
La historia se enseña mal
Jorge Vilches
Incluso el propio dictador fue visto como un traidor por aquellos con quienes compartía bando. Así, Vilches subraya que el golpe contra el sistema legítimo de la Segunda República no fue la única traición de Franco. «También cuando dio la espalda a las potencias del Eje en 1944; por parte de Falange porque prometió un Estado nacional-sindicalista que luego no implantó; por los monárquicos de Don Juan después de que restaurase la monarquía en la Ley de Sucesión pero siguiera como jefe del Estado; y por los carlistas, que directamente se manifestaron en 1969 con carteles de ‘Franco traidor’».
Muertos en las cunetas
Joaquín Leguina
En esta utilización política de la historia, Vilches señala claramente al presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez: «Se ve muy claro en sus años de gobierno. Ha hecho un uso de la historia centrado en la movilización de su electorado y también como elemento de distracción», de manera que, ante un escándalo o polémica el Gobierno trataba de desviar la atención con un asunto concerniente a la historia reciente. Se trata, en definitiva, de lo que muchos en redes sociales y el propio Vilches llaman el francomodín.
El autor de Traidores en la historia de España añade que, aunque la ideologización de la historia casi siempre se refiere al periodo que incluye la Segunda República, la Guerra Civil y el franquismo, el actual Gobierno la está extendiendo a otras épocas. En este sentido, critica la idea del descubrimiento de América defendida por el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que se dedica a «propagar la leyenda de color con los tópicos posmodernistas sobre España creados por las universidades norteamericanas».
Esperanza de España, o no
Jorge Vilches
Volviendo a la idea de «subjetividad de la traición» defendida por Vilches, el último desleal que figura en su libro es Adolfo Suárez. Si bien para una mayoría de ciudadanos el primer presidente democrático tras el franquismo es visto como una figura mayoritariamente positiva, Vilches pone el foco en un cierto grupo que en su día sí le vio como un traidor; hablamos, naturalmente, del sector duro del régimen, el llamado búnker. El historiador explica que, cuando el de Cebreros inició la tras*ición a la democracia, fue considerado un traidor por los falangistas más pertinaces al considerar que había apostatado de los principios del 18 de julio, máxime cuando Suárez había sido secretario general del Movimiento.
Más de cuatrocientos años separan a De las Casas y a Suárez, el primer y el último de los traidores recogidos en el libro, donde sólo han entrado los ya fallecidos. No obstante, Vilches ve claros otros renegados más recientes. Menciona, por ejemplo, a Jordi Pujol, Artur Mas y Carles Puigdemont, que «desestabilizaron a la sociedad española hasta el punto de que el último dio un golpe de Estado». Claro que quien se lleva la palma es Pedro Sánchez. «Estoy convencido de que si hacemos hoy en España un referéndum o un concurso sobre quién es el mayor traidor de nuestra historia, saldría elegido Sánchez», no duda en afirmar Vilches, que acusa al jefe del Ejecutivo de «traidor, falso y mentiroso» y de ser el «presidente menos popular Europa y de nuestra historia».
En una nota más distendida, Vilches concluye ironiza diciendo que su libro es «poco inclusivo» al no incluir a ninguna mujer. Preguntado por ello, el historiador apunta a una posible candidata en la princesa de Éboli, un «personaje novelesco o de serie de Netflix, con parche incluido» y, sobre todo, pareja de Antonio Pérez, otro de los grandes personajes de la historia de España.
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Traidores en la historia de España
Jorge Vilches
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No es demasiado aventurado afirmar, sin embargo, que si Dante pasease de nuevo hoy por el Infierno, vería el noveno círculo más concurrido. De seguro que estarían muchos de los protagonistas del nuevo libro de Jorge Vilches: Traidores en la historia de España (Almuzara). El historiador y colaborador de THE OBJECTIVE atiende a este periódico para desvelarnos a los mayores judas de nuestra historia.
La «subjetividad» de la traición: de Bolívar a Franco
Vilches comienza aclarando que ha tratado de huir de un propósito reivindicativo, de una defensa de una determinada idea de España o de un ataque al nacionalismo y a otras ideologías. Es más, señala que «la traición siempre es subjetiva», aunque lo que está claro es que siempre supone una infidelidad a un proyecto concreto de España o a una acción política que desestabilizó el país. Es así como los llamados libertadores de la América española, principalmente Simón Bolívar y José de San Martín, son considerados padres de la patria al otro lado del Atlántico pero fueron traidores a la España decimonónica. Otro ejemplo de esta dualidad héroe-traidor, apunta Vilches, es el de Julián Besteiro, que apoyó el golpe de Estado del coronel Casado al final de la Guerra Civil con intención de negociar una paz entre el gobierno republicano y Franco: «Su propósito era bueno, pero para el Partido Comunista es considerado un traidor», glosa el historiador.La historia se enseña mal
Jorge Vilches
Incluso el propio dictador fue visto como un traidor por aquellos con quienes compartía bando. Así, Vilches subraya que el golpe contra el sistema legítimo de la Segunda República no fue la única traición de Franco. «También cuando dio la espalda a las potencias del Eje en 1944; por parte de Falange porque prometió un Estado nacional-sindicalista que luego no implantó; por los monárquicos de Don Juan después de que restaurase la monarquía en la Ley de Sucesión pero siguiera como jefe del Estado; y por los carlistas, que directamente se manifestaron en 1969 con carteles de ‘Franco traidor’».
El PSOE y el uso de la historia
El también profesor titular de Historia del Pensamiento en la Universidad Complutense también ha querido desmarcarse de una historiografía con intención de hacer política, una actitud que en su opinión escasea en los últimos tiempos. «Ahora mismo se ha politizado todo, y la historia en gran medida. Eso se debe a que el discurso político en los últimos veinte años, sobre todo por influencia del PSOE, tiene un anclaje histórico muy importante», explica Vilches. Para el académico, las herramientas del socialismo para avanzar en esa dirección han sido la Ley de Memoria Histórica y de Memoria Democrática, así como la «financiación pública de una determinada historiografía».Muertos en las cunetas
Joaquín Leguina
En esta utilización política de la historia, Vilches señala claramente al presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez: «Se ve muy claro en sus años de gobierno. Ha hecho un uso de la historia centrado en la movilización de su electorado y también como elemento de distracción», de manera que, ante un escándalo o polémica el Gobierno trataba de desviar la atención con un asunto concerniente a la historia reciente. Se trata, en definitiva, de lo que muchos en redes sociales y el propio Vilches llaman el francomodín.
El autor de Traidores en la historia de España añade que, aunque la ideologización de la historia casi siempre se refiere al periodo que incluye la Segunda República, la Guerra Civil y el franquismo, el actual Gobierno la está extendiendo a otras épocas. En este sentido, critica la idea del descubrimiento de América defendida por el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que se dedica a «propagar la leyenda de color con los tópicos posmodernistas sobre España creados por las universidades norteamericanas».
Esperanza de España, o no
Jorge Vilches
De los traidores muertos… a los vivos
A este respecto, el primero de los traidores mencionados en el libro es Bartolomé de las Casas, el primer responsable de azuzar esa leyenda de color. Vilches aclara que la intención del fraile dominico no era la de crear un relato negativo y falso sobre España que perdurase siglos. Sin embargo, sí le acusa de haberse dejado arrastrar por «su ego» al verse incapaz de imponerse en los debates que la monarquía española organizó para cuestionarse la legitimidad de la conquista. «Su intención era denunciar la situación de los indios, pero con tal de tener razón mintió y exageró. Y mentir siempre es traicionar», resume el autor.Volviendo a la idea de «subjetividad de la traición» defendida por Vilches, el último desleal que figura en su libro es Adolfo Suárez. Si bien para una mayoría de ciudadanos el primer presidente democrático tras el franquismo es visto como una figura mayoritariamente positiva, Vilches pone el foco en un cierto grupo que en su día sí le vio como un traidor; hablamos, naturalmente, del sector duro del régimen, el llamado búnker. El historiador explica que, cuando el de Cebreros inició la tras*ición a la democracia, fue considerado un traidor por los falangistas más pertinaces al considerar que había apostatado de los principios del 18 de julio, máxime cuando Suárez había sido secretario general del Movimiento.
Más de cuatrocientos años separan a De las Casas y a Suárez, el primer y el último de los traidores recogidos en el libro, donde sólo han entrado los ya fallecidos. No obstante, Vilches ve claros otros renegados más recientes. Menciona, por ejemplo, a Jordi Pujol, Artur Mas y Carles Puigdemont, que «desestabilizaron a la sociedad española hasta el punto de que el último dio un golpe de Estado». Claro que quien se lleva la palma es Pedro Sánchez. «Estoy convencido de que si hacemos hoy en España un referéndum o un concurso sobre quién es el mayor traidor de nuestra historia, saldría elegido Sánchez», no duda en afirmar Vilches, que acusa al jefe del Ejecutivo de «traidor, falso y mentiroso» y de ser el «presidente menos popular Europa y de nuestra historia».
En una nota más distendida, Vilches concluye ironiza diciendo que su libro es «poco inclusivo» al no incluir a ninguna mujer. Preguntado por ello, el historiador apunta a una posible candidata en la princesa de Éboli, un «personaje novelesco o de serie de Netflix, con parche incluido» y, sobre todo, pareja de Antonio Pérez, otro de los grandes personajes de la historia de España.
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Jaime Cervera
@jcervera_jc@theobjective.com
Jaime Cervera es graduado en Periodismo e Historia por la Universidad de Navarra. Comenzó su carrera en Diario de Navarra, donde se… Ver más
Vilches: «Sánchez saldría como mayor traidor de nuestra historia si se hiciera un referéndum»
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