Vidas de lemmings: Los sindicatos

Mitrofán

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La izquierda española tiene una relación suicida con el nacionalismo y debe actualizar criterios. En el resto de Europa el nacionalismo ha estado y está unido a la ultraderecha y el cutrepopulismo casposo

UGT y CC OO avalan el ‘procés’ con su presencia

Ninguna de las explicaciones que los principales sindicatos españoles (UGT y CC OO) ofrecen sobre su participación en la manifestación independentista de mañana es convincente. Las secciones catalanas de ambas centrales sindicales han decidido participar en la protesta convocada por una plataforma en la que figuran la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural y sostienen que se trata de “construir puentes” porque su objetivo es facilitar que haya un Gobierno ya en Cataluña. ¿A quién pretenden engañar? Si esa fuera la finalidad, ambos sindicatos se sumarían a una protesta plural en la que estuvieran representadas las dos posiciones que hoy polarizan a la opinión pública catalana en vez de apoyar solo a una parte.

La central sindical de Renfe en Cataluña se ha desmarcado de esa protesta que pide la liberación de los “presos políticos”. Es una posición relevante sustentada en un argumento razonable: “Somos una sección sindical integrada por afiliados con distintas opciones políticas”.

Es evidente que la inestabilidad política no favorece los intereses de los trabajadores. Por ello, resulta aún más intolerable que no se movilizaran cuando el desafío independentista estalló aprobando ilegalmente leyes de desconexión y convocando un referéndum también ilegal. Y sobre todo cuando miles de empresas trasladaron sus sedes fuera de Cataluña, lo que sí que es un grave perjuicio para el mercado laboral. Pero no; la primera vez que los sindicatos se movilizan es ahora, en un homenaje-protesta por los seis meses de guandoca que sufren algunos de los dirigentes secesionistas y mientras los que están en libertad se niegan a presentar un candidato viable para presidir la Generalitat. Es tan evidente el mensaje que Ciudadanos, el partido más votado en Cataluña, y la organización Sociedad Civil Catalana les han pedido que rectifiquen. Naturalmente, han hecho oídos sordos.

La participación de UGT y CC OO en esa marcha de mañana es un despropósito. Desborda el cometido principal de una organización sindical y, sobre todo, ofrece un inestimable aval al independentismo. Ambos sindicatos tienen dimensión europea e internacional y, por tanto, dan alas fuera de nuestras fronteras a quienes ponen en tela de juicio la actuación del Estado de derecho cuando este ha reaccionado legítimamente contra los políticos que han vulnerado la ley y han pretendido subvertir el orden constitucional desoyendo a la mitad de la población catalana.

Una parte de la izquierda española tiene una relación errónea con el nacionalismo y debe actualizar criterios. En el resto de Europa el nacionalismo ha estado y está unido a la derecha y el populismo. CC OO y UGT persisten en el error. Como tantas instituciones de la democracia, están en crisis y sufren la desafección de sus bases tradicionales. El procés ha acelerado las bajas en Cataluña, según sus propios datos. Acudir a una protesta independentista no parece el mejor remedio a sus males. A los trabajadores y al país en general les vendría mejor que se comprometieran en la defensa de los derechos de los trabajadores y no de los que arruinan su futuro con su irresponsable proceder.

Cataluña: Error de los sindicatos | Opinión | EL PAÍS

---------- Post added 15-abr-2018 at 09:21 ----------

¿Qué hacen UGT y CC.OO. manifestándose por la secesión de Cataluña?

El pujolista Programa 2000 para la infiltración nacionalista en todas las instituciones catalanas fue un exitazo con los sindicatos, convirtiendo a UGT y CCOO en el Sindicato Vertical. Ambos sindicatos pasan de velar por los intereses de los trabajadores y se dedican a alimentar el repruebo entre catalanes con su apoyo a las imposiciones separatistas, fent d’escolanets del nacionalisme. El poder de la Generalitat prusesista ha retallat el sou als funcionaris, els hi deu vàries pagues extra, ha retallat la Sanitat, la gent mor perquè les urgències no funcionen, ha retallat l’educació, ha prohibit ensenyar en castellà i està generant una migració d’empreses sense precedents que redueix els llocs de treball a Catalunya.

Sus líderes se mueren por que los nacionalistas les perdonen no haber nacido en Cataluña. Si hay que posar con Madame Casals para apoyar el 9N, doncs ho fem. Si toca imponer laimmersió en la llengua de l’amo, cap problema. Si ens diuen que hay que apoyar al golpista juez Vidal, som-hi. Si cal recolzar el butifarrèndum il.legal del 1-O que està provocant la fugida de més de 4.000 empreses, endavant. Si el responsable de redes de UGT Cataluña, el charnacionalista José Rodríguez Fernández, pide “tener preparados piquetes en caso de que se aplique la fuerza policial contra el Parlament“ tras aprobar mociones separatistas, visca l’imperi de la llei. Tot per la pasta.

Porque en pago a los servicios prestados, la Gene les concedió la preciadísima (la té tothom) Cruz de Sant Jordi. Y lo más importante: €3.400.000 de subvención per anar de mariscada després de passejar la cubana, que cansa mucho esto del prusés. Eso sí, la Fundación Síndrome de Down sólo recibe 6.446€ de la Generalitat, ja s’imagina perquè.

Josep Maria Àlvarez Suàrez (sisplau faci una vaga neutral al catalanitzador de cognoms) es un asturiano-nacionalista-catalán de 60 años que lleva 40 en los sindicatos. Desde 1990 hasta 2016 (26 años) fue el secretario general de la UGT en Cataluña y desde 2016 meses dirige la UGT a nivel nacional: el sindicato es para él un modus vivendi.

Àlvarez se enorgullece especialmente de que bajo su mandato UGT Cataluña se convirtiera en el sindicato vertical de la Gene, emprendiendo “una nova línia política de compromís amb el fet nacional que s’encamina, entre d’altres, a reforçar la sobirania de l’organització catalana”, “catalanitzant-la” desde 2 vertientes: “la llengua i la construcció d’un marc català de relacions laborals autònom”. O sea, algo así como: hijos de pagapensiones trabajadores, no estoy aquí para contribuir a que tengáis trabajo, sino para “normalizaros” y utilizaros para conseguir la independencia de Cataluña. Por supuesto, durante sus eternos años de mandato en Cataluña Álvarez se abstuvo de criticar la corrupción convergente, el trespercent y los recortes de Artur Mas; els dolents sempre eren a Madrit. Por ello y por su nacionalismo la Generalitat agradeció su devoción con varios premios y cuantiosas subvenciones, entre ellos (2014) una de las decenas de “Creus de Sant Jordi” que sortea cada año entre los fieles.

A Álvarez le sustituyó en 2016 un tal Camil Ros Duran, afín a ERC, íntimo amiguete de la consejera golpista Bassas. Curiosamente el PSC tiene en sus estatutos a la UGT como organización hermana, y los mejores del partido ya empiezan a pedir la supresión de esta “hermandad”.

El secretario de CCOO fue hasta abril de 2017 un tal Joan Carles Gallego Herrera (sisplau munti’s una vagueta al catalanitzador de cognoms), ferviente monaguillo del separatismo durante su mandato. En esas fechas le sucedió Javier Pacheco Serradilla, acomplejado hijo de extremeños que se muere por hacerse perdonar su origen charnacionalista.

Pues bien, por orden de la ANC, Òmnium/Òdium/mÒmium, ERC, CUP y JxC, y con la colaboración sumisa de Pacheco y Ros, mañana UGT y CC.OO. se manifestarán en Barcelona a favor de los políticos golpistas encarcelados por estar acusados de cometer delitos gravísimos contra la conviencia, el patrimonio y la paz social en Cataluña. Dice CCOO que la mani se hace “coincidiendo con los 6 meses del encarcelamiento de Jordi Cuixart y Jordi Sánchez”. Al parecer para estos sindicatos “recuperar la normalidad institucional, política y judicial” consisteix en presionar a los jueces i que tornin a manar els polítics que ens han dividit i provocat la marxa de més de 4.000 empreses. Para estos llepasubvens lo importante no es el trabajo de sus afiliados, sino de los amos políticos que les pagan.

En el vídeo más arriba puede ver cómo miembros de UGT se unen al acoso separatista a la Delegación del Gobierno en Barcelona hace unos días.

Pero no todos los afiliados se han afiliado para convertirse en instrumentos del ruinoso separatismo, y El Mundo ya dice que “UGT y CCOO se hunden en Cataluña por el ‘procés'”. En CCOO reconocen haber perdido más de 500 afiliados. Lo cierto es que la sección sindical de UGT Telefónica en Barcelona ha emitido un comunicado diciendo que “esta manifestación NO recoge ni el sentir ni la pluralidad catalana”, pide “NO ACUDIR” a la mani separatista de mañana, y avisa de que “NO APOYARÁ” a Ros en las decisiones que dividan al sindicato. Doncs molt bé, pero a buenas horas mangas verdes. Por eso el nuevo sindicato independiente CSIF les está comiendo la tostada a los viejos sindicatos independentistas UGT y CCOO.

Benvingut a Catadisney, donde los sindicatos defienden a los poderosos que provocan la mayor estampida de empresas, pérdida de inversiones y erosión laboral del siglo.

Dolça i sindicastrada Catalunya…
 
UGT y CCOO son un nido de vagos, enchufados, malvivientes y lamepollas del poder. Deben DESAPARECER y ser sustituidos por sindicatos que se dediquen a lo que se deben dedicar: velar por los derechos y el bienestar de los trabajadores.
 
La decisión de las cúpulas de UGT y CCOO de asistir a la manifestación de Barcelona, en compañía de la ANV y Òmnium, en defensa de los independentistas presos, ha provocado tensiones internas en ambos sindicatos. En UGT más abiertamente, ya que secciones tan importantes como la de Renfe o Telefónica emitieron esta semana comunicados informando de su decisión de no acudir a la convocatoria porque “no recoge el sentir ni la pluralidad de la sociedad catalana”.

Los dos grandes sindicatos hicieron una declaración conjunta el 11 de abril para explicar su polémica decisión: afirman no compartir el ideario nacionalista, pero atacan las actuaciones judiciales por “desproporcionadas” y ponen el acento en lo que consideran “abuso de la prisión preventiva”.

Las organizaciones independentistas de masas, la ANV y Òmnium. que tienen a sus líderes, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, respectivamente, en prisión por decisión del juez Tribunal Supremo Pablo Llarena, se han apuntado un tanto político de gran calado al sumar a su movilización a los llamados sindicatos de clase, que, al compartir sus objetivos, asumen también un ataque directo a la independencia judicial.

La manifestación seguramente será un éxito. Los sindicatos le han dado al independentismo la mejor coartada para aparecer ante la sociedad como un movimiento casi tras*versal. Es decir, como la representación genuina del sentir mayoritario de la sociedad catalana.

Muchos trabajadores no entienden que sus sindicatos secunden una manifestación convocada por los mismos que gritan “¡España nos roba!”

Existen varios factores que explican a la perfección la mutación de UGT y CCOO desde sus orígenes obreros a lo que hoy son, organizaciones que conviven cómodamente con el poder:

1º Las bases de los dos sindicatos se han tras*formado durante las últimas tres décadas. UGT y CCOO han pasado de ser sindicatos de trabajadores de grandes fábricas a sindicatos de funcionarios. Hoy son mayoría los afiliados que trabajan en la función pública o en el sector público, como los maestros, por ejemplo.

2º Durante años, los partidos nacionalistas (sobre todo ERC) han practicado el entrismo en los grandes sindicatos. Copar las cúpulas sindicales significaba tener una base social de la que carecían. Eso ha hecho que, por ejemplo, el actual líder de de UGT en Cataluña, Camil Ros, sea un ex militante republicano. A la clausura del Congreso donde fue elegido con el 83,5% de los votos (fue el sustituto del hoy secretario general del sindicato, José María Álvarez) asistió el entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.

Esa connivencia del independentismo con el mundo sindical ha llevado a que sindicalistas como Neus Munté o Dolors Bassa hayan ocupado consejerías importantes en la Generalitat (fueron consejeras de Presidencia y de Trabajo, respectivamente, en el gobierno de Puigdemont).

3º Los sindicatos han visto con simpatía el acercamiento del nacionalismo a sus filas. Lo que más temían UGT y CCOO era que en Cataluña les surgieran competidores independentistas como sucedió en el País Vasco con ELA o el radical LAB. Los líderes sindicales catalanes siempre han valorado como un éxito estratégico la inclusión de militantes soberanistas en sus filas que, naturalmente, han terminado por contaminar su política.

4º Las dos grandes centrales sindicales han recibido una continuada y creciente financiación por parte de la Generalitat y de otras instituciones catalanas controladas por el independentismo. Las secciones de UGT y CCOO de Cataluña están entre las que gozan de una mejor posición financiera dentro de sus respectivas centrales. Por no hablar del número de liberados que cobran directamente de la Generalitat y de otras instituciones públicas.

Con ese panorama no es extraño que UGT y CCOO hayan acudido sumisas a la convocatoria de las organizaciones independentistas a manifestarse en contra de la decisión de un juez.

Ahora bien, tanto Álvarez como Unai Sordo (secretario general de CCOO) deben ser conscientes de que, entre sus bases en Cataluña, hay miles de trabajadores que no comparten el ideario del independentismo y que se sienten tan catalanes como españoles. Ambos sindicatos están registrando numerosas bajas en su afiliación precisamente por ese posicionamiento partidista que no recoge la “pluralidad de la sociedad catalana”, como afirman las secciones de UGT de Telefónica y de Renfe. Por no hablar del rechazo que genera entre sus bases en el resto de España ese coqueteo contra natura.

Álvarez, que, como asturiano, no debe haber perdido del todo su punto español, ha decidido aplicar una cierta corrección a esa deriva soberanista.

Si CCOO y UGT no quieren firmar su sentencia de fin, lo primero que tienen que hacer es pensar más en los trabajadores

La victoria de Ciudadanos en las últimas elecciones, el hecho de que los partidos independentistas no hayan conseguido ganar en número de votos, las enormes manifestaciones en defensa de la unidad de España celebradas en los últimos meses en Barcelona, demuestran que hay una parte muy importante de la sociedad catalana que no comparte la uniformidad ideológica que quieren implantar los soberanistas. Percibiendo ese peligro de ruptura de su organización, Álvarez se ha comprometido a asistir a la próxima manifestación que convoque Sociedad Civil Catalana. Veremos si cumple.

Históricamente, los sindicatos de clase han tildado al nacionalismo de ser una ideología pequeño burguesa. El sindicalismo de clase siempre ha sido internacionalista: “¡Arriba parias de la tierra. En pie famélica legión!”. No se le puede pedir al movimiento obrero que siga anclado en el siglo XIX adorando los textos de Marx. Pero de ahí a ir del brazo de los que gritan “¡España nos roba!”, hay un gran trecho.

Si CCOO y UGT no quieren firmar su sentencia de fin, lo primero que tienen que hacer es pensar más en los trabajadores y menos en mantener su estatus como apéndices de un poder político que, en Cataluña, ha defendido sin disimulo desde los primeros años de Jordi Pujol los intereses de la gran burguesía.

CCOO y UGT del brazo de los independentistas
 
Los progresindicatos tienen parte de culpa de lo que sucede en Cataluña, poniéndose o de perfil o directamente del lado de los golpistas. CCOO y UGT, a pesar de que oficialmente dijeron que no apoyaban las pasadas huelgas separatistas, sí animaron a participar en ellas mediante circulares internas en las empresas.

Es vergonzoso que tengamos esta cosa de sindicatos.
 
Los afiliados no separatas son quienes lo pueden parar y no lo hacen.

Ellos sabrán porqué siguen afiliados a un sindicato que, como dice al artículo, no sólo se dedica a sembrar la división entre trabajadores; además ha tomado partido por un bando.

Y no cualquier bando: por el de la más cutre y corrupta burguesía de España.


Sólo se necesita un anclaje para borrar de un progre cualquier asomo de razón o sentido de auto-protección y supervivencia y capturarlos para que luchen contra ellos mismos: Franco. Es un reflejo pabloviano infalible, casi como los hipnotizadores de las películas.

El dominio intelectual y capacidad de control de los operadores sobre la gente es cada año más abrumador.
 
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