Staring at the Sun
Madmaxista
Del blog personal de David Hammerstein, europarlamentario de Los Verdes.
http://www.davidhammerstein.com/article-20338585.html
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Vergonzantes campañas a favor de la gasolina barata
El petróleo se acaba sí, pero también conviene recordar que su extracción, explotación y consumo están destruyendo el planeta y toda su maravillosa biodiversidad. La atmósfera, el aire, las aguas y las tierras de nuestro planeta vivo claman de dolor ante la inmensidad del daño infringido y la destrucción masiva que se extiende por todas partes.
Pero el petróleo no es el agua ni el alimento que necesitemos para nuestra existencia y salud.
Mucho mejor serían unas campañas para favorecer la urgente tras*ición a otras formas de energías renovables y limpias, y con tecnologías alternativas más descentralizadas y con menos huella destructiva y contaminante. Mejor sería correr hacia otras formas de tras*porte y movilidad, y no seguir empeñados en mantener nuestra forma insensata de producir, consumir y movernos. Estas extravagantes maneras y estilos de vida propios del actual modelo de desarrollo industrial solo pueden tener una única y terrible estación de llegada si no cambian radicalmente las actuales tendencias del desarrollo: la autodestrucción planetaria.
Por cierto, esto de pedir gasolina barata a toda costa es propio de una minoría sobre-consumidora y "privilegiada" que somos, y que pone a su disposición y uso el conjunto común de los recursos naturales de nuestra planeta, limitados, escasos, frágiles y enfermos.
Toca recordar que en el precio de la gasolina, aunque ahora esté subiendo, no se incorporan los infinitos daños a la vida humana y natural que crea en su combustión, extracción, producción, tras*porte, tecnología, desechos.... Por tanto, el precio de la gasolina no es nada caro, sino más bien resulta ser irrisorio de barato, antes, y ahora también.
Al revés, cuanto más económicamente cara sea la gasolina, más ayudara a la reflexividad, al debate social amplio, y a desincentivar así su consumo a favor de energías alternativas menos dañinas para el conjunto de la humanidad, y que a la vez sean capaces de hacer las paces con el planeta que muere aceleradamente.
Son muy vergonzosas e ignorantes las campañas cibernéticas y en la calle a favor de la gasolina barata. Además de su inviabilidad práctica y efecto contraproducente (¡¡Gasolina barata y para todos!!), carecen de toda dignidad ética y jovenlandesal al ser una "alegre y autocomplaciente" llamada a favor de la destrucción ecológica de nuestra común y única casa planetaria. Además, en su dimensión social y cultural expresan un peligroso "etnocentrismo" egoísta y propio de la irresponsable y minoritaria clase opulenta de consumidores mundiales que reclaman más y más de la misma medicina que mata: ¡Más petróleo!