Epic Failer
Madmaxista
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Tengo en mi rellano un piso de alquiler por habitaciones de cuatro habitaciones (con cinco camas -dos en la antigua alcoba de matrimonio) y viven ahí cinco chavales de algo menos de treinta años. Llevan casi un año sin cambiar de compañeros de piso-cosa rara porque habitualmente muchos sólo duraban algunos meses-. Todos españoles. Todos 'normales', es decir, sin pintas raras y sin un problema con ellos de ruidos y demás. Son simpáticos y me han ido contando sus vidas en el ascensor cuando hemos coincidido o en conversaciones de escalera y situaciones similares. Pues bien, éste es el panorama:
1. Trabajo: Todos tienen pilinguis cosas de empleos:
- Monitor de gimnasio a media jornada.
- Tres camareros, todos a jornada parcial pero echando horas a manta. A uno sí se las compensan más o menos con días libres, pero los otros dos no ven ni libranzas ni un duro por ese tiempo extra.
- Informático recién entrado al mercado laboral, cobrando 'una cosa' porque está eternamente de prácticas o algo así.
2. Pareja: Ninguno tiene pareja estable. Uno (el monitor de gimnasio) sí parece que tiene algo parecido a una amamiga, pero imagino que para amar a gusto se las verán chungas porque siempre hay alguien en casa.
3. Ocio: Consolas, móviles, todo pantallas y en casa. Casi no salen. La excepción es el monitor de gimnasio que sí lo veo a diario haciendo ejercicio por la calle y saliendo los fines de semana con amigos yola amamiga.
4. Gastronomía: Diariamente piden a Glovo y similares. Hay días en que el informático piden kebabs para comer y cenar.
5. Otros: Son como críos de instituto aunque tengan casi treinta años. Ninguno tiene coche o moto. Dos sí tienen patinete eléctrico.
¿Qué futuro puede tener esa gente y, en consecuencia, el país entero?
Podéis llamarme vieja del visillo, si bien casi todo lo que cuento lo sé porque me lo han contado ellos mismos directamente o lo veo al entrar y salir de casa.
NOTA 1: Hay numerosos comentarios diciendo que soy el rentista que les cobra el alquiler. Nada más alejado de la realidad. Sólo soy un vecino. La dueña es mi antigua vecina de enfrente, a la cual sigo viendo por la calle de vez en cuando. No sé de dónde infieren muchos que soy el propietario del piso.
NOTA 2: Otros tantos comentarios se refieren al piso como zulo infecto. En realidad se tratan de un piso muy amplio, luminoso, con balcón grande y buenas vistas y en pleno centro. Lo reformó la dueña antes de pasarlo a alquilar por habitaciones y los chavales se ve que están muy contentos con él por lo que mencionan en comparación otros pisos donde han vivido antes.
NOTA 3: No digo que sólo coman de Glovo y similares, pero es diario el que lleguen repartidores. Imagino que el monitor de gimnasio no comerá de eso o no tanto por una cuestión de físico y los camareros digo yo que comerán en sus respectivos puestos de trabajo.
1. Trabajo: Todos tienen pilinguis cosas de empleos:
- Monitor de gimnasio a media jornada.
- Tres camareros, todos a jornada parcial pero echando horas a manta. A uno sí se las compensan más o menos con días libres, pero los otros dos no ven ni libranzas ni un duro por ese tiempo extra.
- Informático recién entrado al mercado laboral, cobrando 'una cosa' porque está eternamente de prácticas o algo así.
2. Pareja: Ninguno tiene pareja estable. Uno (el monitor de gimnasio) sí parece que tiene algo parecido a una amamiga, pero imagino que para amar a gusto se las verán chungas porque siempre hay alguien en casa.
3. Ocio: Consolas, móviles, todo pantallas y en casa. Casi no salen. La excepción es el monitor de gimnasio que sí lo veo a diario haciendo ejercicio por la calle y saliendo los fines de semana con amigos yola amamiga.
4. Gastronomía: Diariamente piden a Glovo y similares. Hay días en que el informático piden kebabs para comer y cenar.
5. Otros: Son como críos de instituto aunque tengan casi treinta años. Ninguno tiene coche o moto. Dos sí tienen patinete eléctrico.
¿Qué futuro puede tener esa gente y, en consecuencia, el país entero?
Podéis llamarme vieja del visillo, si bien casi todo lo que cuento lo sé porque me lo han contado ellos mismos directamente o lo veo al entrar y salir de casa.
NOTA 1: Hay numerosos comentarios diciendo que soy el rentista que les cobra el alquiler. Nada más alejado de la realidad. Sólo soy un vecino. La dueña es mi antigua vecina de enfrente, a la cual sigo viendo por la calle de vez en cuando. No sé de dónde infieren muchos que soy el propietario del piso.
NOTA 2: Otros tantos comentarios se refieren al piso como zulo infecto. En realidad se tratan de un piso muy amplio, luminoso, con balcón grande y buenas vistas y en pleno centro. Lo reformó la dueña antes de pasarlo a alquilar por habitaciones y los chavales se ve que están muy contentos con él por lo que mencionan en comparación otros pisos donde han vivido antes.
NOTA 3: No digo que sólo coman de Glovo y similares, pero es diario el que lleguen repartidores. Imagino que el monitor de gimnasio no comerá de eso o no tanto por una cuestión de físico y los camareros digo yo que comerán en sus respectivos puestos de trabajo.
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