Mi apuesta: Una llamada del tío Sam ha convencido a la democráticamente elegida representante de la UE para que suelte la pasta y puedan pagar las importaciones de trigo necesarias para mantener a los 100 millones de habitantes tranquilitos en sus casas y no la líen, debido a la enorme devaluación que sufre su moneda local. Un cambio de gobierno contrario a los intereses occidentales, provocaría un vuelco en Oriente Medio y el resto del continente africano. Por no hablar de la pérdida del control del canal de Suez.