KUTRONIO
Será en Octubre
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UPN y PP concurrirán juntos a las elecciones generales, autonómicas y municipales. Se tapa de este modo una de las vulnerabilidades de las fuerzas que pretenden sacar al nacionalismo del gobierno. Puede que a alguien no le haga mucha gracia, pero que piense si le haría más gracia ver a Asirón continuando como alcalde de Pamplona porque se hubieran perdido otra vez los votos del PPN. Lo cual no es política ficción, sino justo lo que sucedió en 2015. Si no se hubieran perdido los votos del centro-derecha en 2015, habría sido posible una mayoría alternativa, incluso en el Gobierno de Navarra. Con el pacto UPN-PP se aprende del pasado y se evita cometer el mismo error dos veces seguidas. Puede que se llegue a la suma para desalojar al nacionalismo o que no se llegue, pero si no se llega que sea porque no hay bastantes votos, y no porque los hay pero se pierden en el limbo del menos 3%.
¿Se pueden poner tachas unos a otros los partidos de centro-derecha si pactan y acuerdan entre ellos? Sin duda. ¿Hay diferencias importantes respecto a sus programas y su visión de Navarra? Seguro. ¿Hay reparos para sus militantes y votantes? Incuestionablemente. Pero, ¿cuál es el límite de las alianzas electorales? Para sacar a Geroa Bai y Bildu del poder, casi cualquier pacto vale, porque no puede nada peor para la libertad, la prosperidad y el autogobierno de Navarra que Geroa Bai, Bildu y la marca de Maduro en España en el gobierno.
El centro derecha no puede tener complejos para pactar porque tampoco los tiene la izquierda ni el nacionalismo
El gobierno del cambio comprende partidos cuya base electoral va desde el que ha salido de la guandoca por poner una bomba hasta el que le hace un ongi etorri, pasando por el empresario nacionalista o el parroquiano de misa diaria que vota al PNV y terminando por los nostálgicos del muro de Berlín. ¿En serio estos son nadie para decir a los partidos de centro derecha si pueden o no pueden pactar entre ellos? ¿No es acaso el miedo a perder el poder que detentan todos ellos en comandita el principal argumento que les empuja a criticar que se unan sus rivales políticos? ¿Qué habría que pensar si al cuatripartito y sus terminales mediáticas hoy se les viera contentos? Si es sólo por miedo a perder el poder que critican las alianzas del centro derecha, ¿no confirma eso la conveniencia de esas alianzas? ¿No estaba Uxue Barcos hace apenas una semana reclamando una candidatura única? ¿Y ahora le parece un error estratégico a Geroa Bai que el centro-derecha se una?
Hace cosa de dos meses el columnista de referencia del Diario de Noticias, Nagore publicaba un articulo titulado “Sumar menos”, en el que criticaba duramente a Esparza por haber dicho respecto a una coalición con el PPN que “no sumamos más yendo juntos”. Aunque se comenta que Esparza respondió así porque es hombre al que no le gustan las presiones ni que le pongan en un brete en público, Nagore le replicaba que “eso es una soberana tontería” y que “yendo juntos lo que está claro es que los votos del PPN no se van a la sarama y suman para el frente de la derecha, cosa que yendo por separado esos votos al PPN lo mismo acaban en el limbo. Y no hablamos de pocos votos. Y puede pasar”.
Pues bien, ¿creen ustedes que el Noticias o el propio Nagore le felicitan ahora a Esparza por hacerles caso?
Por el contrario, dicen que se suicida, claudica, se pone al cuello el lastre de la corrupción del PP… ¿Pero no era una soberana tontería ir separados? ¿No están diciendo ahora más que tonterías Nagore y Santamaría o es que hace dos meses no se creían ni una palabra de lo que decían? ¿O el análisis ha pasado de lo racional a lo intestinal ahora que lo ven como una amenaza real contra el aberchalato?
La democracia interna vuelve a jugar a favor de Esparza
Esparza se la ha jugado con este acuerdo porque dentro de UPN existían algunas reticencias respecto a la conveniencia del mismo. En este sentido Esparza volvió a ser de nuevo valiente y honesto al plantear abiertamente al Consejo Político que lo votara. Es más, por iniciativa de Esparza se votó en secreto para no dejar lugar a la duda. El resultado un 72% de votos a favor por un 23% de votos en contra. La jugada le podía haber salido mal a Esparza, pero de este modo obtiene un respaldo inapelable del máximo órgano del partido.
Por el contrario, un Iñigo Alli sin nada que perder aprovechó la ocasion moviendo ficha, otra vez, para intentar suceder a Esparza al posicionarse públicamente en contra del acuerdo y esperando, aparentemente, tomar ventaja de este modo si UPN obtiene un mal resultado. Si éste se produce presumiblemente dirá que él ya lo había avisado y se presentará como el líder visionario que UPN siempre necesitó. Por lo demás, quizá mucha gente votó hace dos años por una lista en la que él estaba sin hacerle mucha gracia tener que votarle, ¿por qué no se quejó entonces de tener que ser diputado en el Congreso con el respaldo de muchos votantes del PP? ¿Por qué directamente no renunció?
Quienes por otro lado le jalean por sus artículos, sus tuits y sus “me gusta” de ayer, ¿no son los mismos que le reprochaban a Esparza que dejara en una leve reprimenda los cobros de Alli por no asistir al Congreso de los Dipuados e irse en cambio a hacer un curso del IESE? ¿No son también los mismos que le han señalado a Alli las pequeñas diferencias que se han ido apreciando en su currículum como diputado, o que ocultó al Congreso los 210.000 euros que cobró tras su salida de Caja Navarra, o que él era el organizador de los helicópteros y los viajes de lujo de la CAN a París? ¿Borraría todo eso un mal resultado de Esparza? ¿Dejarían de recordárselo en cuanto les interesara los mismos que ahora le alaban como una supuesta alternativa progresista a Esparza?
Tras la aprobación del acuerdo, desde el entorno nacionalista también se ha lanzado contra UPN la acusación de que se han convertido en socia de un partido cuyo secretario general propone recortes al autogobierno de Navarra en asuntos como Educación. Y efectivamente, es discutible la postura del PP respecto a la Educación, pero no tanto por querer poner la Educación en manos de la administración central en vez de en manos de la administración foral como por no querer ponerla en manos de las familias, que es donde tiene que estar. Por lo demás algunos reproches desbordan la frontera de lo ridículo, cuando el gobierno foral lo preside una persona que directamente votaría sí a destruir el autogobierno de Navarra para convertirlo en una diputación vasca sin competencias en Educación. Prácticamente ningún gobierno alternativo bajo ninguna fórmula posible puede ser una amenaza al autogobierno mayor que el propio gobierno actual. Cualquier fuerza política que tenga claro esto, que por otra parte es evidente, por ello mismo tiene que estar abierta a todos los acuerdos que puedan poner fin al mandarinato aberchale actual.
¿Se pueden poner tachas unos a otros los partidos de centro-derecha si pactan y acuerdan entre ellos? Sin duda. ¿Hay diferencias importantes respecto a sus programas y su visión de Navarra? Seguro. ¿Hay reparos para sus militantes y votantes? Incuestionablemente. Pero, ¿cuál es el límite de las alianzas electorales? Para sacar a Geroa Bai y Bildu del poder, casi cualquier pacto vale, porque no puede nada peor para la libertad, la prosperidad y el autogobierno de Navarra que Geroa Bai, Bildu y la marca de Maduro en España en el gobierno.
El centro derecha no puede tener complejos para pactar porque tampoco los tiene la izquierda ni el nacionalismo
El gobierno del cambio comprende partidos cuya base electoral va desde el que ha salido de la guandoca por poner una bomba hasta el que le hace un ongi etorri, pasando por el empresario nacionalista o el parroquiano de misa diaria que vota al PNV y terminando por los nostálgicos del muro de Berlín. ¿En serio estos son nadie para decir a los partidos de centro derecha si pueden o no pueden pactar entre ellos? ¿No es acaso el miedo a perder el poder que detentan todos ellos en comandita el principal argumento que les empuja a criticar que se unan sus rivales políticos? ¿Qué habría que pensar si al cuatripartito y sus terminales mediáticas hoy se les viera contentos? Si es sólo por miedo a perder el poder que critican las alianzas del centro derecha, ¿no confirma eso la conveniencia de esas alianzas? ¿No estaba Uxue Barcos hace apenas una semana reclamando una candidatura única? ¿Y ahora le parece un error estratégico a Geroa Bai que el centro-derecha se una?
Hace cosa de dos meses el columnista de referencia del Diario de Noticias, Nagore publicaba un articulo titulado “Sumar menos”, en el que criticaba duramente a Esparza por haber dicho respecto a una coalición con el PPN que “no sumamos más yendo juntos”. Aunque se comenta que Esparza respondió así porque es hombre al que no le gustan las presiones ni que le pongan en un brete en público, Nagore le replicaba que “eso es una soberana tontería” y que “yendo juntos lo que está claro es que los votos del PPN no se van a la sarama y suman para el frente de la derecha, cosa que yendo por separado esos votos al PPN lo mismo acaban en el limbo. Y no hablamos de pocos votos. Y puede pasar”.
Pues bien, ¿creen ustedes que el Noticias o el propio Nagore le felicitan ahora a Esparza por hacerles caso?
Por el contrario, dicen que se suicida, claudica, se pone al cuello el lastre de la corrupción del PP… ¿Pero no era una soberana tontería ir separados? ¿No están diciendo ahora más que tonterías Nagore y Santamaría o es que hace dos meses no se creían ni una palabra de lo que decían? ¿O el análisis ha pasado de lo racional a lo intestinal ahora que lo ven como una amenaza real contra el aberchalato?
La democracia interna vuelve a jugar a favor de Esparza
Esparza se la ha jugado con este acuerdo porque dentro de UPN existían algunas reticencias respecto a la conveniencia del mismo. En este sentido Esparza volvió a ser de nuevo valiente y honesto al plantear abiertamente al Consejo Político que lo votara. Es más, por iniciativa de Esparza se votó en secreto para no dejar lugar a la duda. El resultado un 72% de votos a favor por un 23% de votos en contra. La jugada le podía haber salido mal a Esparza, pero de este modo obtiene un respaldo inapelable del máximo órgano del partido.
Por el contrario, un Iñigo Alli sin nada que perder aprovechó la ocasion moviendo ficha, otra vez, para intentar suceder a Esparza al posicionarse públicamente en contra del acuerdo y esperando, aparentemente, tomar ventaja de este modo si UPN obtiene un mal resultado. Si éste se produce presumiblemente dirá que él ya lo había avisado y se presentará como el líder visionario que UPN siempre necesitó. Por lo demás, quizá mucha gente votó hace dos años por una lista en la que él estaba sin hacerle mucha gracia tener que votarle, ¿por qué no se quejó entonces de tener que ser diputado en el Congreso con el respaldo de muchos votantes del PP? ¿Por qué directamente no renunció?
Quienes por otro lado le jalean por sus artículos, sus tuits y sus “me gusta” de ayer, ¿no son los mismos que le reprochaban a Esparza que dejara en una leve reprimenda los cobros de Alli por no asistir al Congreso de los Dipuados e irse en cambio a hacer un curso del IESE? ¿No son también los mismos que le han señalado a Alli las pequeñas diferencias que se han ido apreciando en su currículum como diputado, o que ocultó al Congreso los 210.000 euros que cobró tras su salida de Caja Navarra, o que él era el organizador de los helicópteros y los viajes de lujo de la CAN a París? ¿Borraría todo eso un mal resultado de Esparza? ¿Dejarían de recordárselo en cuanto les interesara los mismos que ahora le alaban como una supuesta alternativa progresista a Esparza?
Tras la aprobación del acuerdo, desde el entorno nacionalista también se ha lanzado contra UPN la acusación de que se han convertido en socia de un partido cuyo secretario general propone recortes al autogobierno de Navarra en asuntos como Educación. Y efectivamente, es discutible la postura del PP respecto a la Educación, pero no tanto por querer poner la Educación en manos de la administración central en vez de en manos de la administración foral como por no querer ponerla en manos de las familias, que es donde tiene que estar. Por lo demás algunos reproches desbordan la frontera de lo ridículo, cuando el gobierno foral lo preside una persona que directamente votaría sí a destruir el autogobierno de Navarra para convertirlo en una diputación vasca sin competencias en Educación. Prácticamente ningún gobierno alternativo bajo ninguna fórmula posible puede ser una amenaza al autogobierno mayor que el propio gobierno actual. Cualquier fuerza política que tenga claro esto, que por otra parte es evidente, por ello mismo tiene que estar abierta a todos los acuerdos que puedan poner fin al mandarinato aberchale actual.