El olor de unos pies sudados provocó que la policía de Kaiserslautern se presentara en una casa particular creyendo que iban a encontrar un cadáver descompuesto, cuando lo que hallaron fue a la supuesta víctima durmiendo tranquilamente.
El casero de la presunta víctima alertó a las autoridades porque de la vivienda salía un profundo olor a descomposición y el inquilino llevaba una semana sin vaciar su buzón. Los agentes accedieron a la vivienda con una llave maestra, pero lo único que encontraron fue un montón de ropa sucia sin lavar -sobretodo una gran acumulación de calcetines usados- y a la presunta víctima durmiendo en su cama que, por cierto, sufre de sudoración extrema.
El casero de la presunta víctima alertó a las autoridades porque de la vivienda salía un profundo olor a descomposición y el inquilino llevaba una semana sin vaciar su buzón. Los agentes accedieron a la vivienda con una llave maestra, pero lo único que encontraron fue un montón de ropa sucia sin lavar -sobretodo una gran acumulación de calcetines usados- y a la presunta víctima durmiendo en su cama que, por cierto, sufre de sudoración extrema.