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La banda que atraca a ancianos golpea y roba a otra mujer de 92 años y su hijo discapacitado en Llaurí | Las Provincias
La Guardia Civil investiga si los delincuentes son los mismos que han asaltado a una quincena de vecinos en las pedanías de Valencia y las localidades de Benimuslem y Sol
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Varios vecinos de Llaurí, el martes, en la calle donde tuvo lugar el violento robo. Jesús Signes
La banda que atraca a ancianos golpea y roba a otra mujer de 92 años y su hijo discapacitado en Llaurí
La Guardia Civil investiga si los delincuentes son los mismos que han asaltado a una quincena de vecinos en las pedanías de Valencia y las localidades de Benimuslem y Sollana
Javier Martínez
Valencia
Miércoles, 3 de abril 2024, 00:00
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La banda de ladrones que agrede y roba a ancianos en la provincia de Valencia reapareció en la madrugada del sábado con un nuevo asalto al golpear a una mujer de 92 años y a su hijo discapacitado psíquico, de 67 años de edad, y arrebatarles las joyas que llevaban puestas y otras que tenían en su casa en la localidad de Llaurí.
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El violento robo tuvo lugar entre las cuatro y las siete de la madrugada después de que tres individuos encapuchados se colaran en la vivienda de las víctimas tras descolgarse desde un tejado a un corral. Los ladrones entraron en los dormitorios de la anciana y su hijo y los despertaron a golpes a pesar de que no ofrecieron resistencia.
Los asaltantes estuvieron dos horas, al menos, dentro de la casa mientras registraban todas las habitaciones en busca de dinero y joyas. Primero golpearon a Teresa en su habitación en la planta baja de la vivienda. Uno de los delincuentes abofeteó a la anciana y le tapó la boca para que no pidiera auxilio.
Los otros dos individuos subieron a la primera planta, irrumpieron en el dormitorio del discapacitado y le agredieron también. La víctima sufrió una brecha en la frente al ser golpeada con un objeto contundente. Los ladrones maniataron con una correa al hombre, le arrancaron de un tirón la cadena que llevaba en el cuello y lo amordazaron.
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Una vez que inmovilizaron a la anciana y su hijo, los asaltantes buscaron dinero y joyas por todos los rincones de la casa, pero solo encontraron 50 euros, dos pendientes, una cadena y un anillo, un exiguo botín. Antes de huir, uno de los individuos encapuchados rompió el móvil del discapacitado (tiró el teléfono al suelo con fuerza) para que no avisaran a la Guardia Civil.
Pocos minutos después, el hombre salió a la calle para pedir ayuda tras cortar su progenitora, con un pequeño cuchillo, la correa que ataba sus manos. Eran las siete de la madrugada. Habían terminado casi tres horas de sufrimiento.
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Tras recibir el aviso del robo, una patrulla de la Guardia Civil acudió con urgencia a Llaurí. La anciana y su hijo fueron trasladados al Hospital Universitario de la Ribera para que recibieran atención médica. «Tere tiene la cara amoratada, y a Pascual le han puesto puntos en la frente, pero les han hecho radiografías y no tienen ningún hueso roto», asegura un familiar de las víctimas.
«No sé qué se creían. La pobre anciana no puede andar y le han pegado para robarle un puñado de euros. Qué gente más perversos. En esta zona del pueblo viven familias humildes», afirma Trinidad Boscá, vecina de la calle del Pou.
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«Tenemos mucho miedo por si vuelven. La gente se está poniendo alarmas. Dicen que son los mismos que agredieron a una familia en Benimuslem y a varios ancianos en Valencia», añade otro vecino de la misma calle.
Según las investigaciones de la Guardia Civil, todo parece indicar que detrás de todos los robos está la misma banda. Tras la oleada de asaltos en las pedanías del sur de Valencia, la Policía Local y la Policía Nacional aumentaron los controles en la afueras de la ciudad, lo que habría llevado a los ladrones a elegir otros municipios, con menor vigilancia policial, para cometer los violentos robos con el mismo método.
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Además de las personas que sufrieron los asaltos en Valencia y Llaurí, vecinos de avanzada edad que residen en Benimuslem y Sollana, concretamente en la pedanía de El Romaní, han sido atracados en los últimos días en sus domicilios, al parecer, por el mismo grupo de individuos encapuchados.
En los robos que la Guardia Civil y la Policía atribuyen a la banda, las víctimas son personas mayores y fueron despertadas a golpes por tres o cuatro ladrones encapuchados. Visten ropa oscura, trepan por las de derechasdas con facilidad, fuerzan ventanas o se cuelan en las casas por los tejados.
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Roban dinero, joyas y hasta una dentadura con una pieza de oro, como hicieron en uno de los primeros robos que cometieron en una vivienda de Castellar. Luego escapan campo a través, saltan acequias y corren por caminos hasta que desaparecen en la oscuridad de la noche.
Un robo similar en Benimuslem
El pasado 24 de marzo, cuatro individuos encapuchados agredieron y ataron a los tres jovenlandesadores de una vivienda en Benimuslem, un matrimonio y su hijo, para robarles dinero y joyas. Los asaltantes agredieron al cabeza de familia y le rompieron un dedo de la mano a su hijo.
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Tras obligar a las víctimas a acostarse boca abajo en sus camas, las amordazaron y registraron la casa. Los delincuentes cometieron el robo de noche, cerraron la puerta con llave para ganar tiempo en la huida y luego escaparon en el vehículo de uno de los jovenlandesadores de la casa asaltada. La Guardia Civil y la Policía Nacional atribuyen a la misma banda una quincena de robos en los últimos tres meses en las provincia de Valencia
