M. Priede
Será en Octubre
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Junto a los republicanos que se habían vuelto enemigos de la República y los que, aun siendo altos cargos de ella, no deseaban su victoria, hay que señalar otro factor clave en su desintegración: las luchas intestinas entre las diversas facciones izquierdistas, empezando por el incesante enfrentamiento entre socialistas. Porque no sólo el moderado Besteiro y los suyos perdieron la batalla frente a los revolucionarios Prieto y Largo Caballero, ya que los partidarios de estos dos últimos también chocaron a menudo, y en ocasiones a tiros. El más llamativo de aquellos enfrentamientos tuvo lugar durante un mitin socialista en Écija el 31 de mayo de 1936, del que Prieto tuvo que escapar perseguido a tiros por unos partidarios de Largo que le acusaban de cómplice del fascismo. Así lo relataría el propio Prieto:
Republicanos, ayer y hoy
Creado el 14 abril, 2021 por Pío Moa
¿Es concebible una república en España? En abstracto, sí. En concreto, basta ver a los republicanos de ahora para entender que solo pueden traer la discordia y el delito. Son de la misma casta que los de la II República, tan bien descritos por quienes creyeron por un momento en ellos. Citaremos aquí a Lerroux, Azaña y Gregorio Marañón, como muestras de tantos otros.
**Lerroux, casi el único republicano antiguo en el Pacto de San Sebastián, describió a los neorrepublicanos: “Trepadores intrépidos, sin saber, ni experiencia ni fe ni prestigio, nada más que esa osadía tan semejante a la impudicia que paraliza a los candorosos”.
**Azaña, hablando siempre de sus correligionarios: “Política de amigachos, tabernaria, incompetente, de codicia y botín sin ninguna idea alta“. “Obtusos” “Loquinarios” “botarates”.
**Azaña. “Gente impresionable, ligera, sentimental y de poca chaveta”. Destacables solo por su “inepcia, injusticia, mezquindad o tontería”. “Zafiedad, politiquería, ruines intenciones”. “Rodeado de fulastres, gobierne usted, si puede”
Azaña: “Corto entendimiento(…) corrupción de los caracteres”. “Gentes que conciben el presente y el porvenir de España según se los dictan el interés personal”. “No saben qué decir, no saben argumentar. No se ha visto más notable encarnación de la necedad”.
**Pérez de Ayala (uno de los “padres espirituales de la república”): “Cuanto se diga de los desalmados mentecatos que engendraron y luego nutrieron a sus pechos nuestra gran tragedia, todo me parecerá poco. Nunca pude concebir que hubieran sido capaces de tanto crimen, cobardía y bajeza”; “En octubre del 34 tuve la primera premonición de lo que verdaderamente era Azaña”.
**Gregorio Marañón (“padre espiritual de la república”): “¡Qué gentes! Todo es en ellos latrocinio, locura, estupidez”; “Bestial infamia de esta ralea inmunda”; “Tendremos que estar varios años maldiciendo la estupidez y la canallería de estos inanes criminales, y aún no habremos acabado. ¿Cómo poner peros, aunque los haya, a los del otro lado?”; “Horroriza pensar que esta cuadrilla hubiera podido hacerse dueña de España. Sin quererlo siento que estoy lleno de resquicios por donde me entra el repruebo, que nunca conocí. Y aun es mayor mi dolor por haber sido amigo de tales escarabajos”.
**Alcalá-Zamora: ”Un manicomio no ya suelto, sino judicial, porque entre su ceguera y la carencia de escrúpulos sobre los medios para mandar, están en la zona mixta de la locura y la delincuencia”.
**Portela Valladares ofrece dos anécdotas significativas: ”El Gobierno provisional [de la República] había acordado almorzar en el aristocrático Lhardy. Faltaba un ministro, y después de esperarle, sentáronse a la mesa. Llegó, por fin, y desde la puerta prorrumpió en enormes carcajadas que le sacudían el poderoso vientre. ‘Ríome –pudo por fin explicar– de que estéis aquí y de que seamos nosotros quienes gobernemos a España’”. Debía de ser Prieto: “Eran los tiempos de júbilo por los goces no esperados”.
**Portela: “En un consejo, el siempre almibarado Fernando de los Ríos dijo incidentalmente que un futuro ministro técnico era un veterinario capaz de poner unas herraduras de plata a un santo Cristo’. ‘¡Qué blasfemia tan magnífica!’, gritó uno de los consejeros, apretándose los ijares, y entre blasfemias cada vez más resonantes y espantosas hubo de suspenderse el consejo”.
Contrástense estos testimonios, espigados aquí entre tantos, con la pintura fabricada por un buen montón de “historiadores”, sustituyendo los hechos por charlatanería sobre “una gran esperanza”, “una gran ilusión”, “un maravilloso sueño” (destrozado, claro está, por los nacionales), “grandes avances y reformas”, gracias a unos políticos “ilustrados, idealistas, profesorales, gente reformista y moderada, si acaso demasiado moderada por no haber reprimido drásticamente a los “reaccionarios“. Esta viene a ser la versión del stalinista Tuñón de Lara, seguida por seudohistoriadores o memoriadores, tipo Jackson, Bennassar, Viñas, jovenlandesadiellos, Casanova, Beevor y cientos más. Una “república de los profesores” o “de los intelectuales”; o “de las letras”… Esta “historiografía” y se ha impuesto en una universidad degradada y en la política general. No hay más que ver la increíble e infantil beatería a derecha e izquierda en torno a Azaña (hoy ya debilitada, afortunadamente).
Piensen ahora en la calidad de los neorrepublicanos que ahora misma maniobran para deslegitimar la monarquía y volver a una república que, como ha dicho el Doctor, “es un vínculo luminoso con nuestro pasado”. Y desde luego es un vínculo del Doctor y compañía, pues aquellos y los de ahora son idénticos: “la estupidez y canallería” . Empezando por el Doctor: cuando se denunció el fraude de su título amenazó chulescamente con acciones penales contra quienes le acusaban. Algunos no se dejaron intimidar –cosa rara en el panorama actual– y el farsante y tuvo que envainársela. Pero no pasó nada. En esta “democracia” de leyes totalitarias y antijurídicas, de complicidad con separatismos y con la ETA, tener al mando a un estafador académico y político no tiene ningún coste. Al contrario. O pensemos en una ministra de justicia y jefa de fiscales, la Delgado, delincuente común compinchada con otro delincuente, Villarejo, y pareja de otro delincuente más, el juez prevaricador Garzón. O en un ministro del Interior amigo de la ETA y perseguidor de la expresión democrática. O en la corrupción generalizada del partido en el poder (o de la “oposición” del PP). O un vicepresidente figura del clásico pícaro de la política. La corrupción, la canallería y la necedad de aquellos republicanos que trajeron la guerra civil se repite hoy exactamente. Y no pasa nada. Nuestra democracia es así: “plena”.
Otra cuestión clave: la II República no llegó tanto, ni mucho menos, por el empuje de los republicanos como por la complicidad de los monárquicos, resueltos a dar de baja su régimen. Los republicanos quisieron deslegitimar a la monarquía por haber colaborado con la dictadura de Primo de Rivera. Aquella suave dictadura de seis años y medio había salvado a la monarquía curando sus tres cánceres: el terrorismo anarquista, la guerra del Rif y la demagogia salvaje del PSOE, que se había civilizado colaborando con el benéfico dictador. Y Primo de Rivera había presidido los seis años de más rápido progreso del país en todos los órdenes desde la Guerra de independencia. Pues bien, “faltos de formación histórica e ideológica”, Alfonso XIII y los suyos creyeron salvarse desligándose de Primo de Rivera, pretendiendo haberlo “sufrido”. Con ello quedaban expuestos a la irrisión y el desprecio de sus contrarios y a despecho de sus partidarios. Sanjurjo, monárquico jefe de la Guardia Civil, se pasó a los republicanos, decidiendo así el triunfo de la república. Sin el impulso suicida de los monárquicos, la república no habría llegado.
La lección importa para ahora mismo. El actual ataque a la monarquía parte de su deslegitimación por provenir de Franco. La ley de memoria histórica es, en efecto, la ley de deslegitimación del franquismo, y fue firmada por Juan Carlos, un rey de muy escasa calidad política y personal. Más recientemente, el Doctor y su cuadrilla han asestado un fuerte golpe a la monarquía con la profanación de la tumba de quien la trajo. Otra de sus hazañas ha sido obligar a Juan Carlos a salir de España para crear la imagen de un huido de la justicia. Y no han cesado de humillar a Felipe VI trayéndolo de acá para allá como una marioneta.
Si los herederos del Frente Popular se salen actualmente con la suya solo podrá ser por suicidio de la monarquía, como en 1930-31.
Creado el 13 abril, 2021 por Pío Moa
Memoriadores sobre la república
El diario El mundo (papel) del pasado día 11 dedicó una página a la república, con preguntas a varios historiadores , aunque al final también me citan brevemente. Observen:
a ) ¿Qué supuso la república? jovenlandesadielllos: “El primer ensayo español de democracia”. Preston: “Una inmensa esperanza de liberación de décadas de gobierno incompetente y corrupto”. Casanova: “Desaparición de una monarquía que se había mostrado incapaz de ensanchar la base política (…) Un maravilloso sueño”. S. Payne: “Un régimen liberal democrático más o menos. Pronto resultó menos que más”. F. del Rey: “Abrió un tiempo de esperanza y de ilusión”. Pío Moa: “Supuso la entrada en un período de caos, ya desde la quema de iglesias, bibliotecas y centros de enseñanza”. Álvarez Junco: “Suscitó una gran ilusión política. Fue recibida con gran fiesta popular”.
b) ¿Qué se logró? jovenlandesadiellos: “6.500 escuelas en tres años (no dice cuántas había ya ni las escuelas católicas que se cerraron) y afrontó con más tesón que fortuna la resolución de problemas estructurales…”. Casanova: “República parlamentaria y constitucional (…) Nunca en España se había asistido a un período tan intenso y acelerado de (…) avances democráticos y conquistas sociales”. Payne: “Nunca hubo un solo proyecto republicano, sino varios (…) Solamente el plan de obras públicas y posiblemente la reforma del ejército estaban relativamente bien planteados”. Rey: “no hubo tiempo humanamente posible para que se hicieran realidad las ambiciosas reformas”. Moa: “Se pretendía una democracia que no funcionó ya desde una Constitución anticatólica que, como dijo Alcalá-Zamora, invitaba a la guerra civil”. Álvarez Junco: “Se lograron algunos, como grandes avances en el terreno educativo. Aunque ni siquiera en este se alcanzaron las ambiciosas metas propuestas”.
c) ¿Fracasó? Preston: “Fracasó por la inmensa hostilidad de la Iglesia Católica, de los altos militares, de los terratenientes, de los industriales y banqueros…” jovenlandesadiellos: “Sufrió profundos reveses en su efectividad y estabilidad a la altura de octubre de 1934 y dejó de existir de facto en la tormenta bélica de julio de 1936″ (¡vaya!). Casanova: “La hicieron fracasar, y el golpe de estado de julio de 1936 fue decisivo”. Payne: “fracasó por la división entre republicanos y socialistas, y por su exclusivismo e insistencia en excluir los intereses católicos…” Rey: “No se puede decir que fracasara. No hubo tiempo para ningún fracaso”. Moa: “Fracasó porque la izquierda, desde Azaña a Largo Caballero, rechazaba que la derecha gobernara aunque ganase las elecciones. De ese modo rechazaba también la democracia”. Junco: “Las expectativas defraudadas hicieron que se produjeran levantamientos y protestas, y ello dio pie a la idea de que la república significaba desorden y caos”
d) ¿Causó la república la guerra? Preston: “La única causa fue la conspiración militar del 17 y 18 de julio”. jovenlandesadiellos: “hay que superar la perspectiva maniquea (…) de una división dicotómica de la sociedad española”. Casanova: “Rotundamente no”. Payne: “A largo plazo, la verdadera causa de la guerra civil fue el proceso revolucionario”. En la fotocopia que me envían no veo mi respuesta, que fue esta: “La causa no fue la república, sino su destrucción en dos fases: la insurrección izquierdista del 34 y las elecciones fraudulentas del 36 seguidas de cinco meses de terrorismo (cientos de asesinatos, incendios, etc.)”
Como puede observarse, salvo Payne ninguno de estos supuestos historiadores menciona nada concreto: todo son “ilusiones”, acusaciones puramente ideológicas y contradicciones. Es la historiografía de la “memoria histórica”, que tiene que parapetarse en una ley totalitaria. Me ha sorprendido que me hayan dado cancha en El Mundo, es de suponer que debido a que La esfera de los libros pertenece a la misma empresa.
“En Écija, ni a González Peña, que volvía del presidio, ni a Belarmino Tomás, ni a mí, que regresábamos de la expatriación, se nos permitió hablar. De Écija tres diputados socialistas fuimos expulsados a tiros por nuestros propios correligionarios”.
Una república hundida por los propios republicanos
Un factor clave en su desintegración fueron las luchas intestinas entre las diversas facciones izquierdistas, empezando por el incesante enfrentamiento entre socialistas.
www.libertaddigital.com
www.jesuslainz.es
Página web del escritor Jesús Laínz. Libros y artículos sobre política nacional e internacional, cultura, corrección política, progresismo, memoria histórica y separatismos vasco y catalán.
www.jesuslainz.es
Republicanos, ayer y hoy
Creado el 14 abril, 2021 por Pío Moa
¿Es concebible una república en España? En abstracto, sí. En concreto, basta ver a los republicanos de ahora para entender que solo pueden traer la discordia y el delito. Son de la misma casta que los de la II República, tan bien descritos por quienes creyeron por un momento en ellos. Citaremos aquí a Lerroux, Azaña y Gregorio Marañón, como muestras de tantos otros.
**Lerroux, casi el único republicano antiguo en el Pacto de San Sebastián, describió a los neorrepublicanos: “Trepadores intrépidos, sin saber, ni experiencia ni fe ni prestigio, nada más que esa osadía tan semejante a la impudicia que paraliza a los candorosos”.
**Azaña, hablando siempre de sus correligionarios: “Política de amigachos, tabernaria, incompetente, de codicia y botín sin ninguna idea alta“. “Obtusos” “Loquinarios” “botarates”.
**Azaña. “Gente impresionable, ligera, sentimental y de poca chaveta”. Destacables solo por su “inepcia, injusticia, mezquindad o tontería”. “Zafiedad, politiquería, ruines intenciones”. “Rodeado de fulastres, gobierne usted, si puede”
Azaña: “Corto entendimiento(…) corrupción de los caracteres”. “Gentes que conciben el presente y el porvenir de España según se los dictan el interés personal”. “No saben qué decir, no saben argumentar. No se ha visto más notable encarnación de la necedad”.
**Pérez de Ayala (uno de los “padres espirituales de la república”): “Cuanto se diga de los desalmados mentecatos que engendraron y luego nutrieron a sus pechos nuestra gran tragedia, todo me parecerá poco. Nunca pude concebir que hubieran sido capaces de tanto crimen, cobardía y bajeza”; “En octubre del 34 tuve la primera premonición de lo que verdaderamente era Azaña”.
**Gregorio Marañón (“padre espiritual de la república”): “¡Qué gentes! Todo es en ellos latrocinio, locura, estupidez”; “Bestial infamia de esta ralea inmunda”; “Tendremos que estar varios años maldiciendo la estupidez y la canallería de estos inanes criminales, y aún no habremos acabado. ¿Cómo poner peros, aunque los haya, a los del otro lado?”; “Horroriza pensar que esta cuadrilla hubiera podido hacerse dueña de España. Sin quererlo siento que estoy lleno de resquicios por donde me entra el repruebo, que nunca conocí. Y aun es mayor mi dolor por haber sido amigo de tales escarabajos”.
**Alcalá-Zamora: ”Un manicomio no ya suelto, sino judicial, porque entre su ceguera y la carencia de escrúpulos sobre los medios para mandar, están en la zona mixta de la locura y la delincuencia”.
**Portela Valladares ofrece dos anécdotas significativas: ”El Gobierno provisional [de la República] había acordado almorzar en el aristocrático Lhardy. Faltaba un ministro, y después de esperarle, sentáronse a la mesa. Llegó, por fin, y desde la puerta prorrumpió en enormes carcajadas que le sacudían el poderoso vientre. ‘Ríome –pudo por fin explicar– de que estéis aquí y de que seamos nosotros quienes gobernemos a España’”. Debía de ser Prieto: “Eran los tiempos de júbilo por los goces no esperados”.
**Portela: “En un consejo, el siempre almibarado Fernando de los Ríos dijo incidentalmente que un futuro ministro técnico era un veterinario capaz de poner unas herraduras de plata a un santo Cristo’. ‘¡Qué blasfemia tan magnífica!’, gritó uno de los consejeros, apretándose los ijares, y entre blasfemias cada vez más resonantes y espantosas hubo de suspenderse el consejo”.
Contrástense estos testimonios, espigados aquí entre tantos, con la pintura fabricada por un buen montón de “historiadores”, sustituyendo los hechos por charlatanería sobre “una gran esperanza”, “una gran ilusión”, “un maravilloso sueño” (destrozado, claro está, por los nacionales), “grandes avances y reformas”, gracias a unos políticos “ilustrados, idealistas, profesorales, gente reformista y moderada, si acaso demasiado moderada por no haber reprimido drásticamente a los “reaccionarios“. Esta viene a ser la versión del stalinista Tuñón de Lara, seguida por seudohistoriadores o memoriadores, tipo Jackson, Bennassar, Viñas, jovenlandesadiellos, Casanova, Beevor y cientos más. Una “república de los profesores” o “de los intelectuales”; o “de las letras”… Esta “historiografía” y se ha impuesto en una universidad degradada y en la política general. No hay más que ver la increíble e infantil beatería a derecha e izquierda en torno a Azaña (hoy ya debilitada, afortunadamente).
Piensen ahora en la calidad de los neorrepublicanos que ahora misma maniobran para deslegitimar la monarquía y volver a una república que, como ha dicho el Doctor, “es un vínculo luminoso con nuestro pasado”. Y desde luego es un vínculo del Doctor y compañía, pues aquellos y los de ahora son idénticos: “la estupidez y canallería” . Empezando por el Doctor: cuando se denunció el fraude de su título amenazó chulescamente con acciones penales contra quienes le acusaban. Algunos no se dejaron intimidar –cosa rara en el panorama actual– y el farsante y tuvo que envainársela. Pero no pasó nada. En esta “democracia” de leyes totalitarias y antijurídicas, de complicidad con separatismos y con la ETA, tener al mando a un estafador académico y político no tiene ningún coste. Al contrario. O pensemos en una ministra de justicia y jefa de fiscales, la Delgado, delincuente común compinchada con otro delincuente, Villarejo, y pareja de otro delincuente más, el juez prevaricador Garzón. O en un ministro del Interior amigo de la ETA y perseguidor de la expresión democrática. O en la corrupción generalizada del partido en el poder (o de la “oposición” del PP). O un vicepresidente figura del clásico pícaro de la política. La corrupción, la canallería y la necedad de aquellos republicanos que trajeron la guerra civil se repite hoy exactamente. Y no pasa nada. Nuestra democracia es así: “plena”.
Otra cuestión clave: la II República no llegó tanto, ni mucho menos, por el empuje de los republicanos como por la complicidad de los monárquicos, resueltos a dar de baja su régimen. Los republicanos quisieron deslegitimar a la monarquía por haber colaborado con la dictadura de Primo de Rivera. Aquella suave dictadura de seis años y medio había salvado a la monarquía curando sus tres cánceres: el terrorismo anarquista, la guerra del Rif y la demagogia salvaje del PSOE, que se había civilizado colaborando con el benéfico dictador. Y Primo de Rivera había presidido los seis años de más rápido progreso del país en todos los órdenes desde la Guerra de independencia. Pues bien, “faltos de formación histórica e ideológica”, Alfonso XIII y los suyos creyeron salvarse desligándose de Primo de Rivera, pretendiendo haberlo “sufrido”. Con ello quedaban expuestos a la irrisión y el desprecio de sus contrarios y a despecho de sus partidarios. Sanjurjo, monárquico jefe de la Guardia Civil, se pasó a los republicanos, decidiendo así el triunfo de la república. Sin el impulso suicida de los monárquicos, la república no habría llegado.
La lección importa para ahora mismo. El actual ataque a la monarquía parte de su deslegitimación por provenir de Franco. La ley de memoria histórica es, en efecto, la ley de deslegitimación del franquismo, y fue firmada por Juan Carlos, un rey de muy escasa calidad política y personal. Más recientemente, el Doctor y su cuadrilla han asestado un fuerte golpe a la monarquía con la profanación de la tumba de quien la trajo. Otra de sus hazañas ha sido obligar a Juan Carlos a salir de España para crear la imagen de un huido de la justicia. Y no han cesado de humillar a Felipe VI trayéndolo de acá para allá como una marioneta.
Si los herederos del Frente Popular se salen actualmente con la suya solo podrá ser por suicidio de la monarquía, como en 1930-31.
Creado el 13 abril, 2021 por Pío Moa
Memoriadores sobre la república
El diario El mundo (papel) del pasado día 11 dedicó una página a la república, con preguntas a varios historiadores , aunque al final también me citan brevemente. Observen:
a ) ¿Qué supuso la república? jovenlandesadielllos: “El primer ensayo español de democracia”. Preston: “Una inmensa esperanza de liberación de décadas de gobierno incompetente y corrupto”. Casanova: “Desaparición de una monarquía que se había mostrado incapaz de ensanchar la base política (…) Un maravilloso sueño”. S. Payne: “Un régimen liberal democrático más o menos. Pronto resultó menos que más”. F. del Rey: “Abrió un tiempo de esperanza y de ilusión”. Pío Moa: “Supuso la entrada en un período de caos, ya desde la quema de iglesias, bibliotecas y centros de enseñanza”. Álvarez Junco: “Suscitó una gran ilusión política. Fue recibida con gran fiesta popular”.
b) ¿Qué se logró? jovenlandesadiellos: “6.500 escuelas en tres años (no dice cuántas había ya ni las escuelas católicas que se cerraron) y afrontó con más tesón que fortuna la resolución de problemas estructurales…”. Casanova: “República parlamentaria y constitucional (…) Nunca en España se había asistido a un período tan intenso y acelerado de (…) avances democráticos y conquistas sociales”. Payne: “Nunca hubo un solo proyecto republicano, sino varios (…) Solamente el plan de obras públicas y posiblemente la reforma del ejército estaban relativamente bien planteados”. Rey: “no hubo tiempo humanamente posible para que se hicieran realidad las ambiciosas reformas”. Moa: “Se pretendía una democracia que no funcionó ya desde una Constitución anticatólica que, como dijo Alcalá-Zamora, invitaba a la guerra civil”. Álvarez Junco: “Se lograron algunos, como grandes avances en el terreno educativo. Aunque ni siquiera en este se alcanzaron las ambiciosas metas propuestas”.
c) ¿Fracasó? Preston: “Fracasó por la inmensa hostilidad de la Iglesia Católica, de los altos militares, de los terratenientes, de los industriales y banqueros…” jovenlandesadiellos: “Sufrió profundos reveses en su efectividad y estabilidad a la altura de octubre de 1934 y dejó de existir de facto en la tormenta bélica de julio de 1936″ (¡vaya!). Casanova: “La hicieron fracasar, y el golpe de estado de julio de 1936 fue decisivo”. Payne: “fracasó por la división entre republicanos y socialistas, y por su exclusivismo e insistencia en excluir los intereses católicos…” Rey: “No se puede decir que fracasara. No hubo tiempo para ningún fracaso”. Moa: “Fracasó porque la izquierda, desde Azaña a Largo Caballero, rechazaba que la derecha gobernara aunque ganase las elecciones. De ese modo rechazaba también la democracia”. Junco: “Las expectativas defraudadas hicieron que se produjeran levantamientos y protestas, y ello dio pie a la idea de que la república significaba desorden y caos”
d) ¿Causó la república la guerra? Preston: “La única causa fue la conspiración militar del 17 y 18 de julio”. jovenlandesadiellos: “hay que superar la perspectiva maniquea (…) de una división dicotómica de la sociedad española”. Casanova: “Rotundamente no”. Payne: “A largo plazo, la verdadera causa de la guerra civil fue el proceso revolucionario”. En la fotocopia que me envían no veo mi respuesta, que fue esta: “La causa no fue la república, sino su destrucción en dos fases: la insurrección izquierdista del 34 y las elecciones fraudulentas del 36 seguidas de cinco meses de terrorismo (cientos de asesinatos, incendios, etc.)”
Como puede observarse, salvo Payne ninguno de estos supuestos historiadores menciona nada concreto: todo son “ilusiones”, acusaciones puramente ideológicas y contradicciones. Es la historiografía de la “memoria histórica”, que tiene que parapetarse en una ley totalitaria. Me ha sorprendido que me hayan dado cancha en El Mundo, es de suponer que debido a que La esfera de los libros pertenece a la misma empresa.
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