JMSGALA
Madmaxista
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La historia del cine ha dado secuelas impagables de las andanzas empresariales. Pero pocas como Wall Street (Oliver Stone, 1987), película donde el financiero relleniton Gekko, interpretado magistralmente por Michael Douglas, trata de hacerse con una aerolínea en problemas, Blue Star, para venderla por partes.
Aunque Air Comet no es Blue Star, compañía de ficción, el supuesto interés de un fondo buitre por hacerse con la empresa ha traído estos días al imaginario colectivo las escenas de la conocida película con un toque, eso sí, muy spanish.
El Gekko de esta historia podría ser, salvando las distancias, el joven empresario Joan Batalla Juanola, que, de la noche a la mañana, se ha convertido en un personaje público al liderar la oferta para reflotar la filial del grupo Marsans, que acaba de presentar concurso de acreedores.
La propuesta, como casi todo lo que desde hace meses surge en torno a Air Comet, ha generado muchas dudas en el sector aéreo y entre los proveedores y empleados de la compañía, cansados de una pesadilla que les persigue desde el año pasado, cuando la aerolínea echó el cierre con unas deudas de 160 millones Los expertos se preguntan: ¿es una propuesta seria o se trata de oportunistas que tratan de sacar provecho de una aerolínea en quiebra?
“Somos conscientes de las suspicacias que podemos generar, pero el proyecto es serio y solvente”, subraya Batalla Juanola. Su propuesta también parece de película: su firma Batalla Juanola quiere comprar Air Comet con el dinero del desconocido fondo luxemburgués Real State Distressed Fund, perteneciente a los denominados fondos buitres, que adquieren activos y deuda de empresas con riesgo de insolvencia.
Batalla asegura ser el representante mundial del fondo, que gestiona 800 millones procedentes de inversores individuales de Europa y Estados Unidos. Parte de ese dinero ya lo ha empleado para comprar a Acciona y el grupo Sotohenar un complejo de 150 inmuebles por 4 millones de euros.
“En principio, el fondo estaba destinado para el sector inmobiliario, de ahí su nombre, porque era el sector más afectado por la crisis, pero ahora miramos otros mercados. Compramos empresas para reflotarlas”, explica.
Batalla Juanola también está interesado en adquirir el Mallorca Club de Fútbol, que está a un paso del concurso de acreedores, pero asegura que la operación se ha pospuesto hasta junio, cuando acabe la Liga, tras acordarlo con el actual dueño, Mateo Alemany.
Compra para un tercero
La historia no acaba aquí: el fondo, en realidad, dice que adquiere Air Comet por encargo de una desconocida aerolínea que busca líneas aéreas en Europa. “Ellos se pusieron en contacto con nosotros. El encargo es comprar la empresa, reestructurarla y poner en marcha un plan de negocio para, a continuación, vendérsela”, subraya Batalla, que prefiere mantener el misterio sobre el comprador final.
El ejecutivo cree que todos salen ganando. “Aunque tendremos que reducir personal, contaremos con parte de la plantilla. Ya hemos hablado con ellos y también con los acreedores, que están preocupados porque piensan que no van a cobrar nada. Están dispuestos a capitalizar las deudas porque se ven en un callejón sin salida y a realizar una quita del 90%”, señala Batalla, que asegura que también ha presentado su propuesta al Ministerio de Fomento.
¿Y qué ganan Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz Ferrán, dueños de Air Comet? La compañía, controlada por Joan y su socio Marc Toscas, lo explica perfectamente en su web: “Comprando su empresa le desvinculamos de responsabilidades frente a terceros, como entidades financieras, empleados, Hacienda o la Seguridad Social...”
Los directivos de Air Comet se han reunido con Batalla, pero, por ahora, se muestran prudentes sobre sus intenciones. “Les dijimos que antes teníamos que comprobar su solvencia. Por ahora, no hay nada de nada. Estamos comprobando la documentación”, explica Ignacio Pascual, consejero delegado de Air Comet e hijo de Gonzalo Pascual. “Lo que no puedes hacer es rechazar una oferta si es seria”, añade. Juanola sostiene que ha enviado los avales necesarios a Pascual, al que ha pedido acceso a las cuentas de la empresa.
Fuentes del sector señalan que Ignacio Pascual lleva meses recibiendo y buscando propuestas para Air Comet con el objetivo de evitar que la crisis golpee al resto del grupo Marsans, especialmente Viajes Marsans, cuya caja se ha evaporado al inyectarla en el resto de filiales, especialmente, la aerolínea.
Viajes Marsans tiene concedidos créditos por valor de 240 millones y avales por 200 millones a Teinver (la sociedad patrimonial de Pascual y Díaz) y otras empresas, fundamentalmente, Air Comet.
El tiempo apremia porque, al entrar en concurso, los acreedores de Air Comet pueden ejecutar los avales concedidos por Viajes Marsans, aumentando su asfixia financiera. Para la empresa, es prácticamente imposible recuperar los préstamos aportados a la aerolínea.
La venta de Air Comet a un inversor que asumiera todas las deudas y avales permitiría a Marsans quitarse de encima esta espada de Damocles.
Esto mismo intentaron hace meses Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz Ferrán cuando negociaron la venta de Air Comet a un grupo liderado por Arnold Leonora. Este empresario llegó a firmar un acuerdo privado de compraventa, que se vino abajo cuando un juez embargó los aviones por impago al banco HSC Nordbank, y la aerolínea acabó cerrando.
Joan Batalla asegura que viene con un plan de negocio bajo el brazo que consiste en convertir Air Comet en una aerolínea de jets privados. A Juanola, no le importa que la empresa haya perdido la licencia de operador aéreo. “Se puede recuperar”.
Cualquier decisión que tome finalmente Air Comet deberá pasar por el Juzgado de lo Mercantil número 8 de Madrid, que tramita el concurso. “Todo va más rápido si hablas con un juez”, señala Joan Batalla.
Acabe como acabe todo, a nadie ya le cabe la menor duda de que la historia de Air Comet es de película.
Un desconocido “experto anticrisis”
Poco se sabe de Joan Batalla Juanola (1980, Sabadell), pero la humildad no parece estar entre sus cualidades: él mismo se define como “un referente de la gestión ante la crisis” cuya “visión sobre las situaciones y su capacidad de negociación le han convertido en uno de los más prestigiosos gestores de nuestro país”, según su blog personal, colgado en blogger.com. Consciente de la importancia de tener notoriedad en Internet, cuenta con varias páginas, blogs y vídeos en Youtube donde expone un currículum profesional que, por ahora, es corto, pero intenso.
Licenciado en Economía y Dirección de empresas en la Universidad de Barcelona, trabajó unos años en Banco de Sabadell como asesor de inversiones y fue director general de Fincas Corral, en la etapa en la que esta empresa fue adquirida por Josep Xicola (actualmente, la compañía se encuentra en suspensión de pagos). Joan Batalla reniega de esta fase, ya que, según él, Xicola le adeuda dinero. Ésta no es su única aventura inmobiliaria, sector en el que invierte el dinero del fondo Real State Distressed Fund, de quien es su representante. Además, ha fundado Alquiler Center, una sociedad encargada de la gestión de arrendamientos, y ha adquirido la deuda hipotecaria de una filial de Acciona y Sotohenar.
En concreto, Batalla Juanola se hizo con un complejo de viviendas con 150 inmuebles por cuatro millones de euros. El ejecutivo también anunció la compra “en breve” de los 1.800 inmuebles restantes de Ciudad de Valdeluz, la promoción residencial ideada por Reyal Urbis en la provincia de Guadalajara. Hace apenas unos días, en el marco de la segunda edición del salón Low Cost de Madrid, Joan Batalla acudió a la feria inmobiliaria con un stand de Batalla Juanola, donde esperaba lograr, en los tres días de duración del evento, la compra de 900 millones de euros de deuda de empresas promotoras e inmobiliarias en dificultades
Aunque Air Comet no es Blue Star, compañía de ficción, el supuesto interés de un fondo buitre por hacerse con la empresa ha traído estos días al imaginario colectivo las escenas de la conocida película con un toque, eso sí, muy spanish.
El Gekko de esta historia podría ser, salvando las distancias, el joven empresario Joan Batalla Juanola, que, de la noche a la mañana, se ha convertido en un personaje público al liderar la oferta para reflotar la filial del grupo Marsans, que acaba de presentar concurso de acreedores.
La propuesta, como casi todo lo que desde hace meses surge en torno a Air Comet, ha generado muchas dudas en el sector aéreo y entre los proveedores y empleados de la compañía, cansados de una pesadilla que les persigue desde el año pasado, cuando la aerolínea echó el cierre con unas deudas de 160 millones Los expertos se preguntan: ¿es una propuesta seria o se trata de oportunistas que tratan de sacar provecho de una aerolínea en quiebra?
“Somos conscientes de las suspicacias que podemos generar, pero el proyecto es serio y solvente”, subraya Batalla Juanola. Su propuesta también parece de película: su firma Batalla Juanola quiere comprar Air Comet con el dinero del desconocido fondo luxemburgués Real State Distressed Fund, perteneciente a los denominados fondos buitres, que adquieren activos y deuda de empresas con riesgo de insolvencia.
Batalla asegura ser el representante mundial del fondo, que gestiona 800 millones procedentes de inversores individuales de Europa y Estados Unidos. Parte de ese dinero ya lo ha empleado para comprar a Acciona y el grupo Sotohenar un complejo de 150 inmuebles por 4 millones de euros.
“En principio, el fondo estaba destinado para el sector inmobiliario, de ahí su nombre, porque era el sector más afectado por la crisis, pero ahora miramos otros mercados. Compramos empresas para reflotarlas”, explica.
Batalla Juanola también está interesado en adquirir el Mallorca Club de Fútbol, que está a un paso del concurso de acreedores, pero asegura que la operación se ha pospuesto hasta junio, cuando acabe la Liga, tras acordarlo con el actual dueño, Mateo Alemany.
Compra para un tercero
La historia no acaba aquí: el fondo, en realidad, dice que adquiere Air Comet por encargo de una desconocida aerolínea que busca líneas aéreas en Europa. “Ellos se pusieron en contacto con nosotros. El encargo es comprar la empresa, reestructurarla y poner en marcha un plan de negocio para, a continuación, vendérsela”, subraya Batalla, que prefiere mantener el misterio sobre el comprador final.
El ejecutivo cree que todos salen ganando. “Aunque tendremos que reducir personal, contaremos con parte de la plantilla. Ya hemos hablado con ellos y también con los acreedores, que están preocupados porque piensan que no van a cobrar nada. Están dispuestos a capitalizar las deudas porque se ven en un callejón sin salida y a realizar una quita del 90%”, señala Batalla, que asegura que también ha presentado su propuesta al Ministerio de Fomento.
¿Y qué ganan Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz Ferrán, dueños de Air Comet? La compañía, controlada por Joan y su socio Marc Toscas, lo explica perfectamente en su web: “Comprando su empresa le desvinculamos de responsabilidades frente a terceros, como entidades financieras, empleados, Hacienda o la Seguridad Social...”
Los directivos de Air Comet se han reunido con Batalla, pero, por ahora, se muestran prudentes sobre sus intenciones. “Les dijimos que antes teníamos que comprobar su solvencia. Por ahora, no hay nada de nada. Estamos comprobando la documentación”, explica Ignacio Pascual, consejero delegado de Air Comet e hijo de Gonzalo Pascual. “Lo que no puedes hacer es rechazar una oferta si es seria”, añade. Juanola sostiene que ha enviado los avales necesarios a Pascual, al que ha pedido acceso a las cuentas de la empresa.
Fuentes del sector señalan que Ignacio Pascual lleva meses recibiendo y buscando propuestas para Air Comet con el objetivo de evitar que la crisis golpee al resto del grupo Marsans, especialmente Viajes Marsans, cuya caja se ha evaporado al inyectarla en el resto de filiales, especialmente, la aerolínea.
Viajes Marsans tiene concedidos créditos por valor de 240 millones y avales por 200 millones a Teinver (la sociedad patrimonial de Pascual y Díaz) y otras empresas, fundamentalmente, Air Comet.
El tiempo apremia porque, al entrar en concurso, los acreedores de Air Comet pueden ejecutar los avales concedidos por Viajes Marsans, aumentando su asfixia financiera. Para la empresa, es prácticamente imposible recuperar los préstamos aportados a la aerolínea.
La venta de Air Comet a un inversor que asumiera todas las deudas y avales permitiría a Marsans quitarse de encima esta espada de Damocles.
Esto mismo intentaron hace meses Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz Ferrán cuando negociaron la venta de Air Comet a un grupo liderado por Arnold Leonora. Este empresario llegó a firmar un acuerdo privado de compraventa, que se vino abajo cuando un juez embargó los aviones por impago al banco HSC Nordbank, y la aerolínea acabó cerrando.
Joan Batalla asegura que viene con un plan de negocio bajo el brazo que consiste en convertir Air Comet en una aerolínea de jets privados. A Juanola, no le importa que la empresa haya perdido la licencia de operador aéreo. “Se puede recuperar”.
Cualquier decisión que tome finalmente Air Comet deberá pasar por el Juzgado de lo Mercantil número 8 de Madrid, que tramita el concurso. “Todo va más rápido si hablas con un juez”, señala Joan Batalla.
Acabe como acabe todo, a nadie ya le cabe la menor duda de que la historia de Air Comet es de película.
Un desconocido “experto anticrisis”
Poco se sabe de Joan Batalla Juanola (1980, Sabadell), pero la humildad no parece estar entre sus cualidades: él mismo se define como “un referente de la gestión ante la crisis” cuya “visión sobre las situaciones y su capacidad de negociación le han convertido en uno de los más prestigiosos gestores de nuestro país”, según su blog personal, colgado en blogger.com. Consciente de la importancia de tener notoriedad en Internet, cuenta con varias páginas, blogs y vídeos en Youtube donde expone un currículum profesional que, por ahora, es corto, pero intenso.
Licenciado en Economía y Dirección de empresas en la Universidad de Barcelona, trabajó unos años en Banco de Sabadell como asesor de inversiones y fue director general de Fincas Corral, en la etapa en la que esta empresa fue adquirida por Josep Xicola (actualmente, la compañía se encuentra en suspensión de pagos). Joan Batalla reniega de esta fase, ya que, según él, Xicola le adeuda dinero. Ésta no es su única aventura inmobiliaria, sector en el que invierte el dinero del fondo Real State Distressed Fund, de quien es su representante. Además, ha fundado Alquiler Center, una sociedad encargada de la gestión de arrendamientos, y ha adquirido la deuda hipotecaria de una filial de Acciona y Sotohenar.
En concreto, Batalla Juanola se hizo con un complejo de viviendas con 150 inmuebles por cuatro millones de euros. El ejecutivo también anunció la compra “en breve” de los 1.800 inmuebles restantes de Ciudad de Valdeluz, la promoción residencial ideada por Reyal Urbis en la provincia de Guadalajara. Hace apenas unos días, en el marco de la segunda edición del salón Low Cost de Madrid, Joan Batalla acudió a la feria inmobiliaria con un stand de Batalla Juanola, donde esperaba lograr, en los tres días de duración del evento, la compra de 900 millones de euros de deuda de empresas promotoras e inmobiliarias en dificultades
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