Vlad_Empalador
Será en Octubre
Así es el parque de Oleiros promovido por Sandra Ortega
Toni Silva OLEIROS / LA VOZ
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ANGEL MANSO
Santa Cruz ya ha abierto este jardín pensado con un mimo exquisito por la flora y la fauna, y que delega su cuidado en los paseantes
04 feb 2024. Actualizado a las 22:10 h.
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Llamar parque al nuevo espacio diseñado en lo alto de Santa Cruz, en Oleiros, es quedarse muy corto. El conocido como parque de Sandra Ortega, pues fue ella quien donó el terreno y promovió la creación de este espacio, es una biblioteca de la biodiversidad, un jardín de jardines, un reducto de protección de especies, un guiño al cuidado de la naturaleza,... y todo ello al servicio de los vecinos y visitantes que también tienen un papel activo: cuidarlo.
El parque (de alguna manera hay que llamarlo) no está inaugurado oficialmente. Se prevé que en marzo, con la eclosión de la primavera, sea entregado al Concello de Oleiros, momento a partir del cual se hará cargo del mantenimiento. Pero el recinto está abierto desde diciembre después de una charla informativa a los vecinos de este elevado rincón de Dorneda entre las rúas do Mar y da Poza.
«Hubo más de cien personas en aquel encuentro, mostraron mucha curiosidad y les comentamos que allí se concentraba mucha biodiversidad que ahora toca cuidar, es de todos», explica Conchi Pérez, de Trébore Jardinería, la empresa que ha coordinado las labores de construcción de este espacio. Recuerda que aquí participaron escolares de Oleiros en la plantación de árboles para iniciar el arraigo con este parque urbano tan diferente al resto. «Por su biodiversidad y por la escasa intervención para su cuidado futuro, nosotros solemos decir que esto no es un parque sino un espacio renaturalizado», explica Pérez, que trabajó codo con codo con todas las partes implicadas en este proyecto.
El diseño correspondió a Orza Paisajismo, de Santiago. «Todos en el estudio participamos en el proceso creativo, nuestra línea de trabajo es dar protagonismo a la naturaleza, es lo que buscábamos», señala Carmela jovenlandesal. «Nos parecía que el parque debe ser un elemento conector dentro del barrio. Por ejemplo, las calles que lo rodean no tienen aceras, así que diseñamos una circulación por el interior de la banda vegetal», añade. Las vías son especialmente anchas para la simultaneidad de peatones y bicicletas. «Sandra Ortega también se implicó mucho en el desarrollo del proyecto», recuerda Carmela, quien apunta otro detalle curioso. Aquí la iluminación es muy tenue, «mínima», lo básico para que las personas puedan ir de una calle a otra por la noche, «pero el resto está a oscuras para salvaguardar la biodiversidad, que se siente así más cómoda».
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ANGEL MANSO
Santa Cruz ya ha abierto este jardín pensado con un mimo exquisito por la flora y la fauna, y que delega su cuidado en los paseantes
04 feb 2024. Actualizado a las 22:10 h.
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Llamar parque al nuevo espacio diseñado en lo alto de Santa Cruz, en Oleiros, es quedarse muy corto. El conocido como parque de Sandra Ortega, pues fue ella quien donó el terreno y promovió la creación de este espacio, es una biblioteca de la biodiversidad, un jardín de jardines, un reducto de protección de especies, un guiño al cuidado de la naturaleza,... y todo ello al servicio de los vecinos y visitantes que también tienen un papel activo: cuidarlo.
El parque (de alguna manera hay que llamarlo) no está inaugurado oficialmente. Se prevé que en marzo, con la eclosión de la primavera, sea entregado al Concello de Oleiros, momento a partir del cual se hará cargo del mantenimiento. Pero el recinto está abierto desde diciembre después de una charla informativa a los vecinos de este elevado rincón de Dorneda entre las rúas do Mar y da Poza.
«Hubo más de cien personas en aquel encuentro, mostraron mucha curiosidad y les comentamos que allí se concentraba mucha biodiversidad que ahora toca cuidar, es de todos», explica Conchi Pérez, de Trébore Jardinería, la empresa que ha coordinado las labores de construcción de este espacio. Recuerda que aquí participaron escolares de Oleiros en la plantación de árboles para iniciar el arraigo con este parque urbano tan diferente al resto. «Por su biodiversidad y por la escasa intervención para su cuidado futuro, nosotros solemos decir que esto no es un parque sino un espacio renaturalizado», explica Pérez, que trabajó codo con codo con todas las partes implicadas en este proyecto.
El diseño correspondió a Orza Paisajismo, de Santiago. «Todos en el estudio participamos en el proceso creativo, nuestra línea de trabajo es dar protagonismo a la naturaleza, es lo que buscábamos», señala Carmela jovenlandesal. «Nos parecía que el parque debe ser un elemento conector dentro del barrio. Por ejemplo, las calles que lo rodean no tienen aceras, así que diseñamos una circulación por el interior de la banda vegetal», añade. Las vías son especialmente anchas para la simultaneidad de peatones y bicicletas. «Sandra Ortega también se implicó mucho en el desarrollo del proyecto», recuerda Carmela, quien apunta otro detalle curioso. Aquí la iluminación es muy tenue, «mínima», lo básico para que las personas puedan ir de una calle a otra por la noche, «pero el resto está a oscuras para salvaguardar la biodiversidad, que se siente así más cómoda».
