castguer
Madmaxista
Los izquierdista fundamentalista y analfabeto en el poder quieren la Balcanización de España. Lo han y lo están demostrando. No se sabe quien les paga por esto pero lo están consiguiendo y en el meollo están todos, desde el Rey extranjero hasta el ultimo puñetero consejal de cualquier Ayuntamiento de España. Estupefactos, los españoles están inermes ante tanta prepotencia separatista y más cuando procede del propio Estado. pero lo peor de todo: que los españoles mantienen con su voto a los destripadores.
Los ataques secesionistas o islámicos a España (estos últimos pretenden no destruir la unidad de la nación, sino dominar la Península Ibérica bajo la Sharía, cambiando el nombre de España por Al-Ándalus) no son ataques en exclusiva a la Constitución Española, sino a España misma.
«Artículo 2. La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.»
En este artículo se condensa, no exclusivamente pero sí principalmente, el problema del nacionalismo fraccionario extravagante y neofeudalista. Es decir: es la Constitución Española de 1978 el principal y más importante escollo que impide una eficaz defensa patriótica de la unidad de la nación española. Y es su Artículo 2 el principal punto de esta misma Constitución en que se apoyan los enemigos de España para, desde las mismas instituciones políticas que quieren destruir (ayuntamientos, concejalías, consejerías, fundaciones pagadas con dinero público, las dos cámaras del Poder Legislativo español), medrar social y económicamente como medra el gusano en la manzana hasta que la pudre.
Demos
Los ataques secesionistas o islámicos a España (estos últimos pretenden no destruir la unidad de la nación, sino dominar la Península Ibérica bajo la Sharía, cambiando el nombre de España por Al-Ándalus) no son ataques en exclusiva a la Constitución Española, sino a España misma.
«Artículo 2. La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.»
En este artículo se condensa, no exclusivamente pero sí principalmente, el problema del nacionalismo fraccionario extravagante y neofeudalista. Es decir: es la Constitución Española de 1978 el principal y más importante escollo que impide una eficaz defensa patriótica de la unidad de la nación española. Y es su Artículo 2 el principal punto de esta misma Constitución en que se apoyan los enemigos de España para, desde las mismas instituciones políticas que quieren destruir (ayuntamientos, concejalías, consejerías, fundaciones pagadas con dinero público, las dos cámaras del Poder Legislativo español), medrar social y económicamente como medra el gusano en la manzana hasta que la pudre.
Demos
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