Parece que Sánchez ha hecho que las crisis sean la verdadera casta del pueblo.
El problema es que el pueblo no es capaz de salir de un sistema corrupto barnizado por Juan Carlos I. Un sistema cuya matriz es una casta política que enjaula al pueblo pero no a las crisis.
Juan Carlos I basó el sistema en una traca de lujo, denominada, casta política. Privilegios y vividores acudirían a ella. Tito Berni, Koldo, Ábalos, Sánchez, ect. El Régimen del 78 es como un reality en el que una década está atrapada y el pueblo la financia. Se repite la misma década con crisis nuevas ante un pueblo que cree ser representado por la calidad del concurso y no del premio.
Se asegura que sin inteligencia y preparación, cualquiera puede ser ministro que no se convertirá en rey. Y ahí sucede que los mejores y los expertos quedan secundados por egolátras de currículum insonorizado.
El Régimen del 78 es el pan ideal para una izquierda subdesarollada en lo social y en lo cultural. Con un Podemos que ha decidido ser casta por la ingente calidad que ofrece vivir de la política.
La cabalgata de Sánchez en la India no era más que una premonición de la cabalgata de coches en Valencia. Me daba mala espina o mala india ese postureo de poca monta. Sánchez va de hombre de negocios pero es un negocio de crisis.
Se ha demostrado que España es un felpudo de sala de espera, ni siquiera es pueblo en las crisis. No hay fuerza cultural, no hay un líder intelectual que explique la situación. Luego, los medios de comunicación están al tanto de la desesperación cultural y se aprovechan de ello.
Lo peor es que se está permitiendo que las crisis sean becarias de la casta política. Da igual los errores que se cometan. Ya que España es un país comunista. Hasta el rey ha reaccionado tarde porque hay que abanicar el puesto cuando las catástrofes te quitan no sólo protagonismo sino autoridad.
Luego, los que te hablan de recortes y de servicios públicos no usan el ejército en situaciones catastróficas. Hay gente que está incomunicada pero el Gobierno se dedica a ser pasillo de las crisis y no oposición de éstas.
Yo no dejo España, España se deja así misma.
Hay que acabar con la casta política y liderar las instituciones con la gente más preparada del país.
El problema es que el pueblo no es capaz de salir de un sistema corrupto barnizado por Juan Carlos I. Un sistema cuya matriz es una casta política que enjaula al pueblo pero no a las crisis.
Juan Carlos I basó el sistema en una traca de lujo, denominada, casta política. Privilegios y vividores acudirían a ella. Tito Berni, Koldo, Ábalos, Sánchez, ect. El Régimen del 78 es como un reality en el que una década está atrapada y el pueblo la financia. Se repite la misma década con crisis nuevas ante un pueblo que cree ser representado por la calidad del concurso y no del premio.
Se asegura que sin inteligencia y preparación, cualquiera puede ser ministro que no se convertirá en rey. Y ahí sucede que los mejores y los expertos quedan secundados por egolátras de currículum insonorizado.
El Régimen del 78 es el pan ideal para una izquierda subdesarollada en lo social y en lo cultural. Con un Podemos que ha decidido ser casta por la ingente calidad que ofrece vivir de la política.
La cabalgata de Sánchez en la India no era más que una premonición de la cabalgata de coches en Valencia. Me daba mala espina o mala india ese postureo de poca monta. Sánchez va de hombre de negocios pero es un negocio de crisis.
Se ha demostrado que España es un felpudo de sala de espera, ni siquiera es pueblo en las crisis. No hay fuerza cultural, no hay un líder intelectual que explique la situación. Luego, los medios de comunicación están al tanto de la desesperación cultural y se aprovechan de ello.
Lo peor es que se está permitiendo que las crisis sean becarias de la casta política. Da igual los errores que se cometan. Ya que España es un país comunista. Hasta el rey ha reaccionado tarde porque hay que abanicar el puesto cuando las catástrofes te quitan no sólo protagonismo sino autoridad.
Luego, los que te hablan de recortes y de servicios públicos no usan el ejército en situaciones catastróficas. Hay gente que está incomunicada pero el Gobierno se dedica a ser pasillo de las crisis y no oposición de éstas.
Yo no dejo España, España se deja así misma.
Hay que acabar con la casta política y liderar las instituciones con la gente más preparada del país.
