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Un policía local de Vigo agrede a otro por no retirarle una multa
El agente fue detectado por el radar cuando circulaba a gran velocidad
La Policía Local de Vigo ha abierto un expediente a uno de sus agentes por haber agredido a un compañero por no querer retirarle una multa por exceso de velocidad. La agresión tuvo lugar en las propias instalaciones del Concello y la víctima ha presentado una denuncia en el juzgado por estos hechos.
El ataque se produjo la semana pasada dentro de la casa consistorial de Vigo. Días antes, al policía agresor lo había pillado el radar móvil circulando con su vehículo a gran velocidad por las inmediaciones de la playa de Samil.
Según ha podido saber este periódico, el policía infractor fue interceptado cuando circulaba rozando incluso los límites penalmente establecidos.
El exceso de velocidad fue detectado por el radar del vehículo policial y el agente cursó la correspondiente denuncia como ante cualquier otro infractor.
El policía amante de la velocidad recibió la multa en su propia casa por correo certificado y se puso furioso al comprobar que un compañero de su mismo cuerpo lo había denunciado. Según relatan testigos, tuvo un encontronazo con él en la jefatura de la Policía Local, en la que le exigió que diera marcha atrás a la denuncia.
El policía que lo cazó es un antiguo mando, uno de los agentes más experimentados del cuerpo, con poco tiempo ya para la jubilación, que se mostró inflexible y no quiso perdonarle la multa, continuando adelante con la tramitación de la misma.
Entonces el agente multado, en plena forma física, no pudo contener sus nervios y propinó un abrazo en la cara al denunciante, al tiempo que lo increpaba.
El guardia que resultó golpeado acudió inmediatamente al juzgado de guardia para presentar una denuncia por estos hechos, al mismo tiempo que comunicó la agresión a sus superiores.
Investigación interna
La jefatura de la Policía Local ha abierto una investigación interna para esclarecer los hechos y poder depurar responsabilidades por una falta muy grave. El asunto se lleva con la máxima discreción, por lo que desde el Consistorio no han querido revelar más detalles sobre este asunto.
El suceso ha causado sorpresa entre los miembros de la Policía Local. Al parecer, el agente denunciado, con unos diez años de servicio en el cuerpo, ya tuvo algunos enfrentamientos personales con otros compañeros, que no llegaron a pasar a mayores. Pertenece al Grupo Operativo de Apoyo (GOA), una brigada de élite de la policía municipal de Vigo para actuación en eventos de masas y ante situaciones especiales como rescates y controles.
Agresión grabada por las cámaras
La agresión se produjo dentro de las dependencias municipales de Vigo y habría quedado grabada por las cámaras de seguridad del organismo público, según fuentes cercanas al caso. Si finalmente la denuncia acabara en la celebración de un juicio, constituirá una prueba para demostrar la presunta agresión. El policía denunciado no se encontraba de servicio cuando el radar de su compañero lo cazó circulando a gran velocidad por Samil. Los controles de tráfico son muy habituales en esta área de la ciudad de Vigo, debido a que la carretera es ancha y recta e invita a correr, aunque la velocidad está limitada a 40 porque se trata de una zona muy frecuentada por peatones para acceder a las playas o al paseo.
El agente fue detectado por el radar cuando circulaba a gran velocidad
La Policía Local de Vigo ha abierto un expediente a uno de sus agentes por haber agredido a un compañero por no querer retirarle una multa por exceso de velocidad. La agresión tuvo lugar en las propias instalaciones del Concello y la víctima ha presentado una denuncia en el juzgado por estos hechos.
El ataque se produjo la semana pasada dentro de la casa consistorial de Vigo. Días antes, al policía agresor lo había pillado el radar móvil circulando con su vehículo a gran velocidad por las inmediaciones de la playa de Samil.
Según ha podido saber este periódico, el policía infractor fue interceptado cuando circulaba rozando incluso los límites penalmente establecidos.
El exceso de velocidad fue detectado por el radar del vehículo policial y el agente cursó la correspondiente denuncia como ante cualquier otro infractor.
El policía amante de la velocidad recibió la multa en su propia casa por correo certificado y se puso furioso al comprobar que un compañero de su mismo cuerpo lo había denunciado. Según relatan testigos, tuvo un encontronazo con él en la jefatura de la Policía Local, en la que le exigió que diera marcha atrás a la denuncia.
El policía que lo cazó es un antiguo mando, uno de los agentes más experimentados del cuerpo, con poco tiempo ya para la jubilación, que se mostró inflexible y no quiso perdonarle la multa, continuando adelante con la tramitación de la misma.
Entonces el agente multado, en plena forma física, no pudo contener sus nervios y propinó un abrazo en la cara al denunciante, al tiempo que lo increpaba.
El guardia que resultó golpeado acudió inmediatamente al juzgado de guardia para presentar una denuncia por estos hechos, al mismo tiempo que comunicó la agresión a sus superiores.
Investigación interna
La jefatura de la Policía Local ha abierto una investigación interna para esclarecer los hechos y poder depurar responsabilidades por una falta muy grave. El asunto se lleva con la máxima discreción, por lo que desde el Consistorio no han querido revelar más detalles sobre este asunto.
El suceso ha causado sorpresa entre los miembros de la Policía Local. Al parecer, el agente denunciado, con unos diez años de servicio en el cuerpo, ya tuvo algunos enfrentamientos personales con otros compañeros, que no llegaron a pasar a mayores. Pertenece al Grupo Operativo de Apoyo (GOA), una brigada de élite de la policía municipal de Vigo para actuación en eventos de masas y ante situaciones especiales como rescates y controles.
Agresión grabada por las cámaras
La agresión se produjo dentro de las dependencias municipales de Vigo y habría quedado grabada por las cámaras de seguridad del organismo público, según fuentes cercanas al caso. Si finalmente la denuncia acabara en la celebración de un juicio, constituirá una prueba para demostrar la presunta agresión. El policía denunciado no se encontraba de servicio cuando el radar de su compañero lo cazó circulando a gran velocidad por Samil. Los controles de tráfico son muy habituales en esta área de la ciudad de Vigo, debido a que la carretera es ancha y recta e invita a correr, aunque la velocidad está limitada a 40 porque se trata de una zona muy frecuentada por peatones para acceder a las playas o al paseo.