unoquepasa
Madmaxista
- Desde
- 10 Ago 2016
- Mensajes
- 3.447
- Reputación
- 15.314
Espero que sus despojos sean arrojados a los cerdos después que que defequen en la boca del cadáver todos los supervivientes de Netiv Haasara.
www.elmundo.es
INTERNACIONAL
Ahmed Fozi Nazer Muhammad Wadia, durante el 7-O.Ejercito israelíEFE
Sal Emergui Tel Aviv
Tel Aviv
Actualizado Martes,3septiembre2024-19:09
"En una operación conjunta del Ejército y el servicio de seguridad interna, la Fuerza Aérea atacó un complejo donde operaban terroristas de Hamas en la ciudad de Gaza. Ocho terroristas de Hamas del Batallón Daraj Tuffah fueron eliminados en el ataque, incluido Ahmed Fozi Nazer Muhammad Wadia, el comandante de Nukhba". Este anuncio de Israel seguramente hubiera pasado desapercibido entre los comunicados militares diarios desde el inicio de la guerra si no fuera porque Wadia protagonizó uno de los momentos más escalofriantes del ataque terrorista del pasado 7 de octubre.
Tras apiolar a Gil Taasa (46) en su casa de la pequeña localidad de Netiv Haasara, Wadia decidió abrir la nevera y, con calma, beber una Coca-Cola ante la presencia de dos hijos heridos y aterrorizados de la víctima, Koren (13) y Shai (9). La secuencia, captada por la cámara de seguridad de la casa, fue incluida en el llamado "vídeo de los horrores del 7-O" que Israel mostró a periodistas, dirigentes y diplomáticos de todo el mundo. A petición de su familia, las imágenes no fueron difundidas en Israel.
Wadia dirigió el ataque de Nukhba contra Netiv Haasara que terminó con el asesinato de 21 residentes. Tras penetrar en parapente y vehículos en la agrupación agrícola situada a pocos metros en la frontera de la Franja de Gaza, los atacantes fueron casa por casa mientras se intensificaba el lanzamiento de proyectiles desde el enclave palestino contra el sur de Israel.
Taasa cogió su pistola y salió rápidamente con sus dos hijos al pequeño refugio cuando les lanzaron una granada. Taasa saltó sobre la granada salvando así a sus hijos que resultaron heridos, uno de ellos de forma grave en un ojo lo que le hizo perder la vista en esos momentos. Poco después, su padre fue rematado.
"Vi a mi padre muerto en el suelo. Estaba en shock, había sangre en la pared. Shai y yo salimos. Y delante nuestro, dos terroristas. Tenía miedo y pensaba que nos matarían allí mismo. De repente, (Wadia) tomó un trago enorme de Coca-Cola", cuenta Koren que sigue el relato: "Él entró en Facebook para filmar en directo a mi padre muerto. Yo usé el tras*late Google para decirle que quiero volver a estar con mi progenitora".
Su progenitora Sabine, que estaba en un lugar diferente y con otro de sus hijos en Netiv Haasara, contó que vio dos personas con una cinta en la cabeza de tonalidad verde. "Entendí que eran de Hamas. Se acercó con un arma en la mano derecha y una granada en la mano izquierda y me dijo 'Alá es Grande, fin a los judíos', creo que con acento iraní y yo le cerré la puerta de golpe", recordó hace varios meses en una entrevista en el programa televisivo israelí UVDA.
"Sabía que el ejército llegaría a los terroristas", ha reaccionado este martes tras ser informada del ataque contra Wadia y otros siete milicianos efectuado, según el comunicado israelí, cerca del Hospital Al Ahli en Gaza. Sabine esperaba esta noticia desde el 7 de octubre cuando Hamas no solo asesinó a su marido e hirió y traumatizó a dos de sus hijos. El hijo mayor Or (17) fue una víctima más en el ataque contra la playa israelí de Zikim.
"Wadia es el terrorista que bebió cola dentro de la casa de la familia Taassa a la vista de los hijos de Gil Taasa, quienes habían sobrevivido a la masacre después de que los terroristas asesinaran a su padre", confirma el ejército que horas después anunció la destrucción de un túnel de más de un kilómetro de Hamas en el norte de Gaza. "Las tropas identificaron armas, infraestructura eléctrica y una vía de tras*porte dentro de la ruta del túnel", señaló.
Por otro lado, el Ministerio de Sanidad de Gaza bajo control de Hamas, afirmó este martes que 33 palestinos, entre ellos cuatro mujeres en la ciudad de Rafah, murieron en los ataques israelíes en la última jornada.
Una jornada más de la banderillación contra la polio que la Organización Mundial de la Salud (OMS) inició este fin de semana en la Franja de Gaza. Según este organismo, han sido superados sus objetivos de la campaña inoculando aproximadamente a una cuarta parte de los niños menores de 10 años. El número de niños medicados supera los 161.000, según revela el representante de la OMS para los Territorios Palestinos Ocupados, Rik Peeperkorn, cuando la previsión giraba en torno a los 150.000. "Hasta ahora las cosas van bien. Estas pausas humanitarias funcionan hasta ahora", añade.
Una jornada más en la que Tel Aviv vuelve a ser el centro de las protestas desatadas tras el anuncio este domingo del rescate de los cadáveres de seis secuestrados por Hamas el pasado 7 de octubre y asesinados hace unos días en un túnel de Rafah. Sus familias y de muchas de los rehenes aún en manos del grupo armado (101) mostraron su malestar hacia el primer ministro Benjamín Netanyahu al que acusan de haber torpedeado las negociaciones para la tregua que hubiera incluido su liberación.
El enfado de los manifestantes, que exigen un acuerdo de tregua para que vuelvan a casa, se ha multiplicado a raíz de la rueda de prensa de Netanyahu anoche en la que se atrincheró en su demanda de permanecer en el Corredor de Filadelfia. Hamas rechaza su exigencia y señala que la propuesta anunciada por el presidente estadounidense, Joe Biden, hace tres meses establecía la completa retirada militar de la Franja de Gaza. El significado de todo ello es que a expensas de una nueva y desesperada iniciativa de Biden, la guerra continuará. Y ello provocará, entre otros efectos locales y regionales, que no cesará el sufrimiento tanto de los civiles gazatíes en un enclave devastado tras casi 11 meses de masiva ofensiva iniciada tras el ataque de Hamas como de los secuestrados y sus familias.
Netanyahu advirtió a Hamas que "pagará un precio muy elevado" después de que los milicianos dispararon a corta distancia contra los seis rehenes cuando sospecharon de la presencia de soldados en esa zona subterránea en Rafah. En lo que parece una confirmación, el portavoz del brazo armado de Hamas, Abu Obeida, recordó "las nuevas instrucciones" de actuación en caso de un acercamiento de las fuerzas israelíes. La consigna de apiolar a los secuestrados se dio tras el rescate de cuatro de ellos con vida a principios de junio.
Según avisó, "la insistencia de Netanyahu en liberar a los prisioneros mediante la presión militar, en lugar de un acuerdo, significa que serán devueltos a sus familias envueltos en mortajas. Sus familias deben elegir si los quieren vivos o muertos".
Israel anuncia la muerte del comandante de la fuerza de élite de Hamas que lideró uno de los ataques del 7 de octubre
"En una operación conjunta del Ejército y el servicio de seguridad interna, la Fuerza Aérea atacó un complejo donde operaban terroristas de Hamas en la ciudad de Gaza....
www.elmundo.es
INTERNACIONAL
Israel anuncia la fin del comandante de la fuerza de élite de Hamas que lideró uno de los ataques del 7 de octubre
Ahmed Fozi Nazer Muhammad Wadia protagonizó un escalofriante momento de sangre fría: asesinó a un israelí y poco después tomó una Coca-Cola ante los dos hijos heridos de la víctimaAhmed Fozi Nazer Muhammad Wadia, durante el 7-O.Ejercito israelíEFE
Sal Emergui Tel Aviv
Tel Aviv
Actualizado Martes,3septiembre2024-19:09
"En una operación conjunta del Ejército y el servicio de seguridad interna, la Fuerza Aérea atacó un complejo donde operaban terroristas de Hamas en la ciudad de Gaza. Ocho terroristas de Hamas del Batallón Daraj Tuffah fueron eliminados en el ataque, incluido Ahmed Fozi Nazer Muhammad Wadia, el comandante de Nukhba". Este anuncio de Israel seguramente hubiera pasado desapercibido entre los comunicados militares diarios desde el inicio de la guerra si no fuera porque Wadia protagonizó uno de los momentos más escalofriantes del ataque terrorista del pasado 7 de octubre.
Tras apiolar a Gil Taasa (46) en su casa de la pequeña localidad de Netiv Haasara, Wadia decidió abrir la nevera y, con calma, beber una Coca-Cola ante la presencia de dos hijos heridos y aterrorizados de la víctima, Koren (13) y Shai (9). La secuencia, captada por la cámara de seguridad de la casa, fue incluida en el llamado "vídeo de los horrores del 7-O" que Israel mostró a periodistas, dirigentes y diplomáticos de todo el mundo. A petición de su familia, las imágenes no fueron difundidas en Israel.
Wadia dirigió el ataque de Nukhba contra Netiv Haasara que terminó con el asesinato de 21 residentes. Tras penetrar en parapente y vehículos en la agrupación agrícola situada a pocos metros en la frontera de la Franja de Gaza, los atacantes fueron casa por casa mientras se intensificaba el lanzamiento de proyectiles desde el enclave palestino contra el sur de Israel.
Taasa cogió su pistola y salió rápidamente con sus dos hijos al pequeño refugio cuando les lanzaron una granada. Taasa saltó sobre la granada salvando así a sus hijos que resultaron heridos, uno de ellos de forma grave en un ojo lo que le hizo perder la vista en esos momentos. Poco después, su padre fue rematado.
"Vi a mi padre muerto en el suelo. Estaba en shock, había sangre en la pared. Shai y yo salimos. Y delante nuestro, dos terroristas. Tenía miedo y pensaba que nos matarían allí mismo. De repente, (Wadia) tomó un trago enorme de Coca-Cola", cuenta Koren que sigue el relato: "Él entró en Facebook para filmar en directo a mi padre muerto. Yo usé el tras*late Google para decirle que quiero volver a estar con mi progenitora".
Su progenitora Sabine, que estaba en un lugar diferente y con otro de sus hijos en Netiv Haasara, contó que vio dos personas con una cinta en la cabeza de tonalidad verde. "Entendí que eran de Hamas. Se acercó con un arma en la mano derecha y una granada en la mano izquierda y me dijo 'Alá es Grande, fin a los judíos', creo que con acento iraní y yo le cerré la puerta de golpe", recordó hace varios meses en una entrevista en el programa televisivo israelí UVDA.
"Sabía que el ejército llegaría a los terroristas", ha reaccionado este martes tras ser informada del ataque contra Wadia y otros siete milicianos efectuado, según el comunicado israelí, cerca del Hospital Al Ahli en Gaza. Sabine esperaba esta noticia desde el 7 de octubre cuando Hamas no solo asesinó a su marido e hirió y traumatizó a dos de sus hijos. El hijo mayor Or (17) fue una víctima más en el ataque contra la playa israelí de Zikim.
"Wadia es el terrorista que bebió cola dentro de la casa de la familia Taassa a la vista de los hijos de Gil Taasa, quienes habían sobrevivido a la masacre después de que los terroristas asesinaran a su padre", confirma el ejército que horas después anunció la destrucción de un túnel de más de un kilómetro de Hamas en el norte de Gaza. "Las tropas identificaron armas, infraestructura eléctrica y una vía de tras*porte dentro de la ruta del túnel", señaló.
Por otro lado, el Ministerio de Sanidad de Gaza bajo control de Hamas, afirmó este martes que 33 palestinos, entre ellos cuatro mujeres en la ciudad de Rafah, murieron en los ataques israelíes en la última jornada.
Una jornada más de la banderillación contra la polio que la Organización Mundial de la Salud (OMS) inició este fin de semana en la Franja de Gaza. Según este organismo, han sido superados sus objetivos de la campaña inoculando aproximadamente a una cuarta parte de los niños menores de 10 años. El número de niños medicados supera los 161.000, según revela el representante de la OMS para los Territorios Palestinos Ocupados, Rik Peeperkorn, cuando la previsión giraba en torno a los 150.000. "Hasta ahora las cosas van bien. Estas pausas humanitarias funcionan hasta ahora", añade.
Una jornada más en la que Tel Aviv vuelve a ser el centro de las protestas desatadas tras el anuncio este domingo del rescate de los cadáveres de seis secuestrados por Hamas el pasado 7 de octubre y asesinados hace unos días en un túnel de Rafah. Sus familias y de muchas de los rehenes aún en manos del grupo armado (101) mostraron su malestar hacia el primer ministro Benjamín Netanyahu al que acusan de haber torpedeado las negociaciones para la tregua que hubiera incluido su liberación.
El enfado de los manifestantes, que exigen un acuerdo de tregua para que vuelvan a casa, se ha multiplicado a raíz de la rueda de prensa de Netanyahu anoche en la que se atrincheró en su demanda de permanecer en el Corredor de Filadelfia. Hamas rechaza su exigencia y señala que la propuesta anunciada por el presidente estadounidense, Joe Biden, hace tres meses establecía la completa retirada militar de la Franja de Gaza. El significado de todo ello es que a expensas de una nueva y desesperada iniciativa de Biden, la guerra continuará. Y ello provocará, entre otros efectos locales y regionales, que no cesará el sufrimiento tanto de los civiles gazatíes en un enclave devastado tras casi 11 meses de masiva ofensiva iniciada tras el ataque de Hamas como de los secuestrados y sus familias.
Netanyahu advirtió a Hamas que "pagará un precio muy elevado" después de que los milicianos dispararon a corta distancia contra los seis rehenes cuando sospecharon de la presencia de soldados en esa zona subterránea en Rafah. En lo que parece una confirmación, el portavoz del brazo armado de Hamas, Abu Obeida, recordó "las nuevas instrucciones" de actuación en caso de un acercamiento de las fuerzas israelíes. La consigna de apiolar a los secuestrados se dio tras el rescate de cuatro de ellos con vida a principios de junio.
Según avisó, "la insistencia de Netanyahu en liberar a los prisioneros mediante la presión militar, en lugar de un acuerdo, significa que serán devueltos a sus familias envueltos en mortajas. Sus familias deben elegir si los quieren vivos o muertos".
