Un libro de Robert Kennedy Jr. en el que acusa a Fauci por el fraude del SIDA y de suministrar AZT como veneno, nº 1 de ventas en Amazon

Lo que más sorprende es que estando todo en internet, incluso en la Wikipedia, no se hayan enterado hasta ahora. Aquí, en Burbuja, Aynrandiano abrió fuego hace ya bastantes años, por él me enteré de ese fraude. Fraude y matanza, puesto que ninguno de los que fueron medicados con AZT sobrevivió; un medicamento prohibido en los años 60 por los efectos secundarios que producía, entre otros, los propios de la inmunodeficiencia. Justamente lo que estamos viendo ahora, cuando las terapias génicas, mal llamadas banderillas, producen síntomas atribuidos al el bichito-19. No es sólo eso, también los medicamentos contra el cáncer. Lo conté hace más de seis años:

Dos temas: El negocio de la farmafia en los medicamentos contra el cáncer. El Nobel K. Mullis explica el fraude del SIDA | Burbuja.info

(7) Magic Johnson, el más famoso de los infectados de SIDA, vivito y coleando 25 años después | Burbuja.info

RON UNZ:

El libro de Robert F. Kennedy, Jr., que ataca a Anthony Fauci y al establecimiento médico, se ha convertido en una sensación editorial, pasando más de una semana completa como el bestseller número uno de Amazon y acumulando más de 2.600 reseñas, el 94% de ellas con cinco estrellas.

Ahora, después de casi un mes de silencio atónito, los medios estadounidenses finalmente se están dando cuenta con retraso. Esta mañana, Associated Press publicó un artículo de 4.000 palabras que ataca duramente a la figura pública más prominente del muy vilipendiado movimiento anti-banderillas de Estados Unidos.


LAURENT GUYÉNOT:

El nuevo libro de Robert F. Kennedy, Jr., The Real Anthony Fauci: Bill Gates, Big Pharma, and the Global War on Democracy and Public Health no es el libro de un político que busca atención. Es el libro de un hombre decidido a arriesgar su propia vida en la resistencia contra el ataque bioterrorista que se está desarrollando contra la humanidad por parte de gobiernos cautivos de la industria farmacéutica. Pide una insurrección masiva y su última palabra es: "Te veré en las barricadas". El libro comienza así:

Escribí este libro para ayudar a los estadounidenses (y a los ciudadanos de todo el mundo) a comprender los fundamentos históricos del desconcertante cataclismo que comenzó en 2020. En ese único annus horribilis, la democracia liberal colapsó efectivamente en todo el mundo. Los propios reguladores gubernamentales de la salud, las eminencias de las redes sociales y las empresas de medios de comunicación en las que las poblaciones idealistas confiaban como campeones de la libertad, la salud, la democracia, los derechos civiles y las políticas públicas basadas en evidencia parecían pivotar colectivamente en un asalto cerrado contra la libertad de expresión y las libertades personales. . De repente, esas instituciones confiables parecían estar actuando en concierto para generar miedo, promover la obediencia, desalentar el pensamiento crítico y reunir a siete mil millones de personas para marchar con una sola melodía, culminando en experimentos masivos de salud pública con una tecnología novedosa, mal probada y con licencia inapropiada. tan arriesgado que los fabricantes se negaron a producirlo a menos que todos los gobiernos de la Tierra los protegieran de su responsabilidad. ... Objetores de conciencia que resistieron estos no deseados, experimentales, Las intervenciones médicas de responsabilidad cero se enfrentaron a la marginación, la marginación y el chivo expiatorio orquestados. Las vidas y los medios de subsistencia estadounidenses fueron destrozados por una desconcertante variedad de dictados draconianos impuestos sin aprobación legislativa o revisión judicial, evaluación de riesgos o cita científica. Las llamadas Órdenes de Emergencia cerraron nuestros negocios, escuelas e iglesias, hicieron intrusiones sin precedentes en la privacidad e interrumpieron nuestras relaciones sociales y familiares más preciadas.

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Kennedy no es un recién llegado a esta aterradora distopía. “Mi carrera de 40 años como defensor del medio ambiente y la salud pública”, escribe, “me brindó una comprensión única de los mecanismos corruptos de la 'captura regulatoria', el proceso por el cual el regulador queda en deuda con la industria que debe regular. " Desde el momento en que ingresó al debate sobre las banderillas en 2005, se dio cuenta de que "la red generalizada de profundos enredos financieros entre Pharma y las agencias de salud gubernamentales había puesto la captura regulatoria en los esteroides". Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), por ejemplo, poseen 57 patentes de banderillas y gastaron $4.9 mil millones en 2019 comprando y distribuyendo banderillas. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) recibe el 45 por ciento de su presupuesto de la industria farmacéutica. Los Institutos Nacionales de Salud (NIH), con su presupuesto de 42.000 millones de dólares, poseen cientos de patentes de banderillas y, a menudo, se benefician de la venta de productos que supuestamente regulan. Los funcionarios de alto nivel reciben emolumentos anuales de hasta $ 150,000 en pagos de regalías sobre productos que ayudan a desarrollar y luego llevan a cabo el proceso de aprobación.

El Dr. Anthony Fauci, "el comisario de salud reinante de Estados Unidos", se encuentra en la cima de ese Leviatán. A partir de 1968, ocupó varios puestos en el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), una sub-agencia de los NIH, de la que se convirtió en director en 1984. Con un $417,608 salario anual, es el mejor pagado de todos los empleados federales, incluido el presidente. “Sus experiencias de sobrevivir 50 años como el panjandrum de una burocracia federal clave, habiendo asesorado a seis presidentes, el Pentágono, agencias de inteligencia, gobiernos extranjeros y la OMS, lo prepararon exquisitamente para una crisis que le permitiría ejercer el poder del que disfrutan pocos gobernantes. y ningún médico en la historia ". Ha alimentado una compleja red de enredos financieros que ha tras*formado a los NIH en una subsidiaria de Big Pharma. Llegando a los bolsillos más profundos de las Fundaciones Clinton y Gates, ha usado sus $6 mil millones de presupuesto anual para lograr el dominio y control sobre muchas agencias, incluida la Organización Mundial de la Salud (OMS). Puede hacer y deshacer carreras, enriquecer o castigar a los centros de investigación universitarios y dictar el resultado de la investigación científica en todo el mundo, priorizando constantemente las ganancias de la industria farmacéutica sobre la salud pública.

El libro de Kennedy documenta la “estrategia de dos décadas de Fauci de promover pandemias falsas como un plan para promover nuevas banderillas”, así como “sus acciones para ocultar la contaminación generalizada en sangre y banderillas, sus venganzas destructivas contra los científicos que desafían el paradigma farmacéutico, [y ] su sabotaje deliberado de remedios con patente vencida contra enfermedades infecciosas ".

Pero, por supuesto, el libro de Kennedy no se trata de un hombre: se trata de un sistema irremediablemente corrupto y depredador creado en los Estados Unidos y exportado a todo el mundo. Sin embargo, en última instancia, el sistema está construido y gestionado por humanos, y centrarse en su representante más emblemático muestra su alma.

El libro de Kennedy sitúa la crisis actual en una perspectiva histórica. Pero no cuenta la historia cronológicamente. Comienza con un primer capítulo muy largo sobre la crisis actual de el bichito —un libro en sí mismo—, luego se remonta, desde el capítulo 3, a la década de 1980 y la búsqueda de la banderilla contra el SIDA, el modelo del golpe farmacéutico actual. En esta revisión, me centraré en el episodio del SIDA, porque es la parte menos familiar de una historia que abarca cincuenta años y ayuda a entender lo que está sucediendo hoy. Es una historia increíble, que me habría costado creer hace apenas tres años, pero que nuestra esclavitud actual ahora la hace absolutamente creíble.

El abandono de treinta años del escrutinio periodístico significa que todavía no hay una narrativa pública coherente que relate la inútil búsqueda del Dr. Fauci de su banderilla "inevitable" contra el SIDA, y mucho menos la responsabilidad. En cambio, los científicos de la industria y el gobierno han envuelto la escandalosa saga en secreto, subterfugio y prevaricación, ocultando mil calamidades y un mar de lágrimas que merece su propio libro. Cada escaso esfuerzo para investigar la debacle, en Google, PubMed, sitios de noticias y datos de ensayos clínicos publicados, solo produce nuevas atrocidades impactantes: un desfile sombrío y repetitivo de horribles: tragedias desgarradoras, arrogancia institucional arraigada y racismo, promesas incumplidas, grandes gastos del tesoro dilapidado y las recurrentes artimañas de Anthony Fauci, Bob Gallo y Bill Gates.

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Kennedy merece elogios y gratitud por su coraje para sacar a la luz esta controversia, en una exposición clara y bien documentada. Su libro está destinado a convertirse en un hito en la lucha por la vida y la verdad, y en la heroica saga de Kennedy. Este artículo refleja solo una fracción de lo que se puede aprender de sus 480 páginas repletas de datos y referencias. Dado que los números de las páginas de la edición kindle (recomendados por sus miles de hipervínculos) difieren de los del libro impreso, he prescindido de ellos.

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