cuñado de bar
Hablando sin tener ni idea
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Jupol pide que se incremente la seguridad y se cierre la puerta peatonal por la noche instalando un portero automático para emergencias
El pasado 6 de julio un jovenlandés intentaba acceder a la comisaría de Logroño gritando «grupo 2, grupo 2» con una botella de litro y medio llena de gasolina. El ataque pudo ser reducido por un inspector y los agentes que en ese momento custodiaban la puerta peatonal de esta comisaría de La Rioja. El agresor no pudo prender fuego a la botella que llevaba pero sí llegó a rociar gasolina sobre el agente que le impidió atentar contra la Jefatura Superior de Policía de La Rioja. Para evitar que se repita este grave incidente los policías reclaman ahora más seguridad en las puertas de las comisarías y Jefaturas Superiores de Policía Nacional.
Eran las 9 de la noche cuando un taxista llamaba al 091 para contar que había trasladado desde un pueblo de La Rioja a Logroño a una mujer jovenlandés y dos de sus hijos y luego al marido y a otro niño. En un momento dado el hombre le pidió que le dejase en una gasolinera frente a la Jefatura Superior de Policía en la capital riojana para llenar una botella con gasolina y luego acudir a la comisaría.
Tras recibir la llamada un coordinador de servicio bajó hasta la puerta de la Jefatura a alertar a los agentes, que observaron a una mujer de aspecto jovenlandés en la parada de autobús de la calle La Cava con varios menores de edad y un carricoche de bebé y un hombre caminando por la acera de enfrente. El hombre vestía pantalón vaquero, camisa blanca y parecía de aspecto jovenlandés, lo que se ajustaba a la descripción del taxista. Luego el hombre se junta con la mujer y empujando el carricoche del bebé se aproximan a la Jefatura Superior, entran por la puerta exterior y se aproximan a la puerta de entrada.
Cuando el jovenlandés se encontraba a 10 metros de la puerta los agentes le dieron el alto le preguntaron por qué acudía a la comisaría. Entonces el hombre comenzó a gritar «grupo 2» y el agente le insistía en volver a preguntar «si viene a ver a alguien del grupo 2», pensando que podía haber sido citado por alguno de los compañeros destinados en cualquier unidad. Es entonces cuando el jovenlandés metió su mano en el carrito del bebé y sacó una botella de plástico de dos litros, en concreto de una bolsa colgada del carricoche. A través del plástico de la botella los agentes pudieron comprobar que llevaba un líquido amarillento similar al tonalidad de la gasolina.
Pero cuando el agresor se disponía a arrojar el contenido de la botella a los agentes fue neutralizado por estos. En el posterior registro al jovenlandés se le encontraron además de la gasolina dos mecheros y fue detenido por atentado a la autoridad, tras el intento de rociar con gasolina al inspector que estaba en la puerta.
Tras el grave incidente, que sucedió con nivel 4 de alerta antiterrorista, el sindicato Jupol pidió al jefe Superior de Policía de La Rioja que «por los acontecimientos, las últimas intervenciones y situaciones que van ocurriendo con los funcionarios de seguridad en los atentados y desobediencias hacia los agentes de la autoridad y por los sucesos que están ocurriendo en las comisarías de policía de nuestro país vecino, Francia, este sindicato solicita más presencia en la zona de seguridad para realizar labores de seguridad y que en el horario nocturno, al tener menos presencia de funcionarios en los puestos de seguridad por la seguridad de los mismos y por el personal que tiene el domicilio en esta Jefatura, se cierre la puerta peatonal de acceso a las dependencias policiales, colocando un portero automático por si algún ciudadano necesita cualquier requerimiento por parte de los funcionarios de la Jefatura».
¿Veis?. Les hemos fallado. Hay que subir las paguitas, para que estas cosas no sucedan.
El pasado 6 de julio un jovenlandés intentaba acceder a la comisaría de Logroño gritando «grupo 2, grupo 2» con una botella de litro y medio llena de gasolina. El ataque pudo ser reducido por un inspector y los agentes que en ese momento custodiaban la puerta peatonal de esta comisaría de La Rioja. El agresor no pudo prender fuego a la botella que llevaba pero sí llegó a rociar gasolina sobre el agente que le impidió atentar contra la Jefatura Superior de Policía de La Rioja. Para evitar que se repita este grave incidente los policías reclaman ahora más seguridad en las puertas de las comisarías y Jefaturas Superiores de Policía Nacional.
Eran las 9 de la noche cuando un taxista llamaba al 091 para contar que había trasladado desde un pueblo de La Rioja a Logroño a una mujer jovenlandés y dos de sus hijos y luego al marido y a otro niño. En un momento dado el hombre le pidió que le dejase en una gasolinera frente a la Jefatura Superior de Policía en la capital riojana para llenar una botella con gasolina y luego acudir a la comisaría.
Tras recibir la llamada un coordinador de servicio bajó hasta la puerta de la Jefatura a alertar a los agentes, que observaron a una mujer de aspecto jovenlandés en la parada de autobús de la calle La Cava con varios menores de edad y un carricoche de bebé y un hombre caminando por la acera de enfrente. El hombre vestía pantalón vaquero, camisa blanca y parecía de aspecto jovenlandés, lo que se ajustaba a la descripción del taxista. Luego el hombre se junta con la mujer y empujando el carricoche del bebé se aproximan a la Jefatura Superior, entran por la puerta exterior y se aproximan a la puerta de entrada.
Cuando el jovenlandés se encontraba a 10 metros de la puerta los agentes le dieron el alto le preguntaron por qué acudía a la comisaría. Entonces el hombre comenzó a gritar «grupo 2» y el agente le insistía en volver a preguntar «si viene a ver a alguien del grupo 2», pensando que podía haber sido citado por alguno de los compañeros destinados en cualquier unidad. Es entonces cuando el jovenlandés metió su mano en el carrito del bebé y sacó una botella de plástico de dos litros, en concreto de una bolsa colgada del carricoche. A través del plástico de la botella los agentes pudieron comprobar que llevaba un líquido amarillento similar al tonalidad de la gasolina.
Pero cuando el agresor se disponía a arrojar el contenido de la botella a los agentes fue neutralizado por estos. En el posterior registro al jovenlandés se le encontraron además de la gasolina dos mecheros y fue detenido por atentado a la autoridad, tras el intento de rociar con gasolina al inspector que estaba en la puerta.
Tras el grave incidente, que sucedió con nivel 4 de alerta antiterrorista, el sindicato Jupol pidió al jefe Superior de Policía de La Rioja que «por los acontecimientos, las últimas intervenciones y situaciones que van ocurriendo con los funcionarios de seguridad en los atentados y desobediencias hacia los agentes de la autoridad y por los sucesos que están ocurriendo en las comisarías de policía de nuestro país vecino, Francia, este sindicato solicita más presencia en la zona de seguridad para realizar labores de seguridad y que en el horario nocturno, al tener menos presencia de funcionarios en los puestos de seguridad por la seguridad de los mismos y por el personal que tiene el domicilio en esta Jefatura, se cierre la puerta peatonal de acceso a las dependencias policiales, colocando un portero automático por si algún ciudadano necesita cualquier requerimiento por parte de los funcionarios de la Jefatura».
https://okdiario.com/sucesos/jovenl...solina-policia-puerta-jefatura-rioja-11242801
¿Veis?. Les hemos fallado. Hay que subir las paguitas, para que estas cosas no sucedan.