Murray's
Madmaxista
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https://www.levante-emv.com/sucesos...-abusar-menores-tutelados-bunol-84628442.html
Los acusados de ofrecer drojas a menores tutelados en Buñol a cambio de sesso. IGNACIO CABANES
Un vecino de Buñol de 66 años y un ciudadano jovenlandés de 28 años se enfrentan a penas de entre 17 y 33 años de prisión por corrupción de menores, abusos sensuales -en algunos casos con acceso carnal- y tráfico de drojas. Las víctimas eran menores tutelados que se escapaban del centro de acogida de Buñol y otros jóvenes de origen árabe en situación de vulnerabilidad. Uno de los acusados actuaba como intermediario captando a los jóvenes para llevarlos al domicilio del otro, donde éste les ofrecía alcohol, sustancias estupefacientes y dinero para tener sesso con ellos.
“Soy una persona generosa”, se ha justificado el sexagenario en la primera sesión del juicio celebrado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de València esta mañana. El acusado reconoce que les compraba zapatillas e incluso los llevaba al dentista porque eran chicos que no tenían recursos. Sobre las presencia de los menores en su domicilio esgrime que había sido profesor de música y que los chicos iban a aprender a tocar la guitarra.
Los hechos, de los que informó en su día Levante-EMV, se produjeron entre septiembre de 2018 y julio de 2019. El acusado reconoce que tuvo sesso con algunos de los jóvenes que iban a su casa, pero alega que fueron relaciones consentidas y siempre con mayores de edad.
Asimismo ha admitido que con a uno de estos jóvenes, que llegó en patera al país, lo acogió en su domicilio y que en ocasiones éste se pasaba a su cama para tener sesso. El procesado admite que al menos hubo dos penetraciones. “Él me penetraba a mí, el vulnerable era yo, no ellos”, ha alegado el sexagenario, quien atribuye todos sus problemas con estos chicos al momento en el que "les cortó el grifo".
El presunto abusador, que ha exculpado el otro coacusado, sostiene que alguno de estos supuestos menores le dijo que realmente era mayor de edad pero que había mentido sobre su edad para que no lo expulsaran del país.
El otro acusado, de 28 años y nacionalidad jovenlandés, ha negado cualquier contacto sensual con estos jóvenes en situación de vulnerabilidad. Según ha argumentado, llegó a España en marzo de 2018 y el coacusado lo acogió en su casa para arreglar los papeles del empadronamiento.
No obstante, la Fiscalía considera que este joven actuaba como intermediario, ganándose la confianza de sus compatriotas del centro de menores para llevarlos a la vivienda del sexagenario para que éste tuviera sesso con ellos a cambio de bebidas alcohólicas y sustancias estupefacientes. En ocasiones también actuaba como traductor para que el coacusado se pudiera comunicar con sus víctimas.
Agentes de la Guardia Civil que llevaron a cabo la investigación han confirmado la presencia de los menores de origen árabe en la vivienda de Buñol del principal acusado, como así comprobaron en las vigilancias del domicilio del sexagenario. También ha quedado acreditado que los menores iban a la casa y que el "señor mayor", como ellos le llamaban les daba de comer, beber y drojas a cambio de sesso, por las propias manifestaciones que algunas de las víctimas realizaron a la Guardia Civil y a las trabajadoras del centro, quienes han ratificado estos hechos en el juicio.
En el registro domiciliario los investigadores hallaron marihuana, hojas de coca seca y una balanza de precisión entre otros útiles. Así como preservativos, consoladores y lubricantes sensuales. Sobre la droja, delito por el que también está acusado, el sexagenario ha indicado que la marihuana era para autoconsumo por sus problemas de parkinson pero desconoce que hubiera tanta cantidad “porque mi casa es muy grande”.
El por entonces director del centro de menores de Buñol, que ha declarado como testigo en el juicio, ha reconocido ante el tribunal la situación de extrema saturación que vivieron en aquella época llegando a tener un centenar de menores internos cuando solo contaban con 36 plazas, como en su día informó este periódico tras un informe de la Fiscalía de Menores de València.
El responsable del centro interpuso una denuncia en agosto de 2018 al detectar que habían ‘menas’ (menores no acompañados) que llevaban ropas muy caras para el nivel de ingresos del que disponían, unos diez euros semanales. “Yo no podía mirar para otro lado”, ha apuntado el director, que tras las graves manifestaciones realizadas por uno de estos chicos, dio traslado a la Guardia Civil.