UN ESFORÇ MÉS. UN ESFUERZO MÁS. Espai en Blanc
Publicado el 19 septiembre, 2013 por Guillem
Los hombres no preguntan por una dirección. Los tipos duros como yo, menos. Duros de mollera, quiero decir. Así que tras visitar la Casa Batlló de paseo de Gràcia y el Centro Público de Educación de Personas Adultas Can Batlló en la calle Urgell, llego por fin a Can Batlló, en La Bordeta, en Sants, en la calle de la Constitución (toma, la primera en la frente), para la presentación del libro colectivo ‘Un esforç més. Un esfuerzo más’. El acto empieza tarde, así que llego a tiempo. Marina Garcés, una de las principales coordinadoras impulsoras del libro, advierte a los posibles periodistas presentes la misión imposible que supone intentar resumir el libro. El libro es imposible de resumir y el acto casi imposible de oír gracias a las condiciones acústicas del local, la disposición asamblearia de los presentes y los talleres de solfeo y taladradora que se celebran en las salas contiguas. Lo mejor es leerlo. Y eso hago.
‘Un esforç més. Un esfuerzo más’ se puede leer a saltos, triscando por sus páginas sin necesidad de seguir un orden concreto, regocijándose uno en la lectura, como cuando nos zambullíamos en ‘Rayuela’, dando rodeos, pillando atajos, perdiéndote como cuando te empecinas en no preguntar por una dirección… No puede resumirse pero se dan pistas. Detrás de todo ello está Espai en Blanc (¿colectivo? ¿propuesta? ¿gente que pasaba por ahí?…) y un espacio en blanco, bueno, ya saben, es el espacio dónde todo parece posible, primer paso para acceder a un espacio dónde todo sea posible. Aunque sea un todo pequeñito.
Un esfuerzo más para ir hacia el infinito y más allá. El libro empieza a gestarse tras la manifestación del 11 de septiembre de 2012 en Barcelona, pero recogiendo también el malestar de muchas otras plazas. ‘El discurso constitucionalista español se reclama de un pretendido orden legal supuestamente elegido por todos, y reivindica un “mejor unidos”. El discurso independentista, por su parte, en nombre de un pueblo al que dice defender reivindica un “derecho a decidir”. Ambas posiciones se basan en la idea de una unidad de destino y su propuesta sigue siendo también la misma: el Estado. La solución Estado-nación es el mejor ejemplo de obviedad que hay que desmontar para poder empezar a pensar. Nuestro objetivo no es Ítaca, sino este mundo común que compartimos y en el que aspiramos, junto a tantos, a una vida digna’, se recoge en el prólogo. Y por ahí va.
El espacio en blanco que ofrece el libro se llena de aportaciones, un poco de todo: poesía, cómic, fotografía, tribulaciones personales, disquisiciones teóricas con más o menos palabros por párrafo, sentido del humor, provocación, visitas a la hemeroteca, contactos con la derecha extrema en zapatillas, declaraciones fundacionales (de las lápidas que dan nombre a las calles del Eixample a la Comuna Antinacionalista Zamorana pasando por eXpaña, para dejar claro que siempre será mejor crear un mundo que fundar una patria), urbanismo por aquí, inmi gración por allá, al final resulta que la ley de dependencia que se aprobó y se aplica era otra… y así un no parar. Tal como se lee en la portada, más pistas, ‘Materiales para la subversión de la vida’. La subversión de la vida suele ser la mejor versión de la misma. Creemos disenso, que de aquellos consensos estos lodos. Antes de constituir dejen destituir.
‘Un esfuerzo más, porque algo que no sabemos a dónde nos lleva ha empezado. No es cierto que la consulta por el derecho a decidir sea un ejemplo de radicalidad política, bien al contrario, no supone ninguna verdadera ruptura. Reapropiarse de la decisión no es marcharse de España encadenados a un nuevo Estado, sino implicarnos para deshacer por fin España y, antes que nada, este Estado de los partidos heredado de la tras*ición’. Me da que ningún cambio se producirá si va impreso en pasquines electorales. Ni ningún master and commander pilotará la nave hacia la isla de marras, a lo sumo tenemos un piloto de rallies especialista en gripar cajas de cambios, Artur Mas, nuestro Carlos Sáinz. Eso de cambiar cuesta mucho. Le voy dando vueltas al asunto. Voy dando vueltas. Y me pierdo. Hago un esfuerzo, un esfuerzo más, un gran esfuerzo, y pregunto a un desconocido por la parada de metro más próxima. Unos minutos más tarde llego a la estación de Mercat Nou. Mercado Nuevo. Un nuevo mercado de valores. Ya me siento más cerca de casa. Un esfuerzo más y llegaré.
La Boca d’Or
