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Madmaxista
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Un guardia civil se sentará en el banquillo acusado de coaccionar a un vecino de Santa Marta
El agente presionó al denunciante para que cambiara la versión manifestada contra él en un juicio anterior
A. M.
Miércoles, 17 de abril 2024, 07:11 | Actualizado 11:15h.
2comentarios
Un guardia civil de la provincia de Badajoz se sentará en el banquillo por presuntas coacciones. La vista oral, que ha sido aplazada, estaba fijada para el día 17 de abril. Tras la instrucción llevada a cabo por el Juzgado de Primera Instancia Número 1 de Almendralejo, el Juzgado de lo Penal número 2 de Mérida será el encargado de enjuiciar las presuntas coacciones cometidas por el agente de la Benemérita contra un vecino de la localidad pacense de Santa Marta.
El Ministerio Fiscal solicita para él la pena de prisión de dos años y nueve meses por unos hechos que considera constitutivos del delito descrito en el artículo 172.1 del Código Penal. Este precepto describe como coacciones los actos que, «mediante violencia, intimidación o amenaza, buscan coartar la libertad de la persona para obligarla a realizar o no realizar un acto» contra su voluntad.
Según consta en el escrito de acusación del Ministerio Público al que ha tenido acceso este diario, los hechos ocurrieron el 30 de agosto de 2021, en el puesto de la Guardia Civil de Santa Marta, situado en el número 16 de la calle Virgen. Allí, el uniformado «compelió» al denunciante a realizar «una declaración jurada en la que plasmara que lo que había» manifestado contra él en un juicio anterior por un delito leve «era falso».
«He tenido más de 100 peleas»
«Toda persona que se mete conmigo sale mal parada», fue una de las frases que el agente pronunció ante su interlocutor para intentar conseguir su propósito. El escrito de la Fiscalía de Mérida también señala que el agente manifestó, entre otras expresiones intimidatorias, «tengo suficientes huevones como para ir personalmente a por ti y no voy a ir vestido de guardia». «En el juzgado tuviste la gran suerte de que había una cámara delante», añadió. Para añadir más presión, también pronunció frases del tipo «si esto fuera personal, yo ya hubiera ido a tu casa y hubiera ido a por ti»; «yo tengo una chispa muy corta en mi forma de ser, lo arreglo todo muy rápido»; o «he tenido más de 100 peleas, no tengo miedo ni a ti ni a nadie, me han dado dos tortas, tengo la nariz rota».
El agente presionó al denunciante para que cambiara la versión manifestada contra él en un juicio anterior
A. M.
Miércoles, 17 de abril 2024, 07:11 | Actualizado 11:15h.
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Un guardia civil de la provincia de Badajoz se sentará en el banquillo por presuntas coacciones. La vista oral, que ha sido aplazada, estaba fijada para el día 17 de abril. Tras la instrucción llevada a cabo por el Juzgado de Primera Instancia Número 1 de Almendralejo, el Juzgado de lo Penal número 2 de Mérida será el encargado de enjuiciar las presuntas coacciones cometidas por el agente de la Benemérita contra un vecino de la localidad pacense de Santa Marta.
El Ministerio Fiscal solicita para él la pena de prisión de dos años y nueve meses por unos hechos que considera constitutivos del delito descrito en el artículo 172.1 del Código Penal. Este precepto describe como coacciones los actos que, «mediante violencia, intimidación o amenaza, buscan coartar la libertad de la persona para obligarla a realizar o no realizar un acto» contra su voluntad.
Según consta en el escrito de acusación del Ministerio Público al que ha tenido acceso este diario, los hechos ocurrieron el 30 de agosto de 2021, en el puesto de la Guardia Civil de Santa Marta, situado en el número 16 de la calle Virgen. Allí, el uniformado «compelió» al denunciante a realizar «una declaración jurada en la que plasmara que lo que había» manifestado contra él en un juicio anterior por un delito leve «era falso».
«He tenido más de 100 peleas»
«Toda persona que se mete conmigo sale mal parada», fue una de las frases que el agente pronunció ante su interlocutor para intentar conseguir su propósito. El escrito de la Fiscalía de Mérida también señala que el agente manifestó, entre otras expresiones intimidatorias, «tengo suficientes huevones como para ir personalmente a por ti y no voy a ir vestido de guardia». «En el juzgado tuviste la gran suerte de que había una cámara delante», añadió. Para añadir más presión, también pronunció frases del tipo «si esto fuera personal, yo ya hubiera ido a tu casa y hubiera ido a por ti»; «yo tengo una chispa muy corta en mi forma de ser, lo arreglo todo muy rápido»; o «he tenido más de 100 peleas, no tengo miedo ni a ti ni a nadie, me han dado dos tortas, tengo la nariz rota».