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Un avión ruso suelta una bomba sobre su propio territorio por un fallo técnico | El Norte de Castilla
El impacto del misil en la localidad de Bélgorod, ubicada a unos 600 kilometros de Moscú, ha dejado tres heridos, un enorme cráter y numerosos desperfectos
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El impacto del misil en la localidad de Bélgorod, ubicada a unos 600 kilometros de Moscú, ha dejado tres heridos, un enorme cráter y numerosos desperfectos
Rafael M. Mañueco
Moscú
Viernes, 21 de abril 2023, 12:07
La ciudad rusa de Bélgorod, situada a medio centenar de kilómetros de la frontera con Ucrania y a unos 80 kilómetros de Járkov, la segunda metrópoli ucraniana, viene sufriendo en sus proximidades ataques continuados del ejército de Kiev. Pero hasta ahora no había sido objeto de «fuego amigo». La noche del jueves, un cazabombardero ruso Su-34 dejó caer una bomba en pleno centro de Bélgorod causando tres heridos, un cráter de 20 metros de diámetro y numerosos desperfectos en edificios y vehículos.
Como era lógico, la población alarmada por la explosión creyó que estaba siendo víctima de un bombardeo ucraniano. Sin embargo, el Ministerio de Defensa ruso, citado por la agencia TASS, admitió enseguida que lo sucedido en Bélgorod fue consecuencia de la «caída no prevista de munición» desde el avión a causa de un fallo técnico.
«El 20 de abril de 2023, alrededor de las 22:15, hora de Moscú, durante el vuelo del avión Su-34 de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia sobre la ciudad de Bélgorod, se produjo una caída no prevista de munición aérea», asegura el comunicado castrense. Como resultado de la explosión, que abrió, según las autoridades locales, un boquete en el asfalto de unos 20 metros de diámetro, el Ministerio de Defensa ruso ha señalado que «se produjeron daños en edificios de viviendas, pero sin producir víctimas» mortales. Residentes locales aseguraron que la deflagración hizo que un coche saliera despedido y apareciera boca abajo encima del inmueble de un piso perteneciente a un supermercado, cuya entrada, según las imágenes difundidas en las redes sociales, se ve llena de cascotes y fragmentos de la de derechasda.
Por su parte, el gobernador de la región, Viacheslav Gladkov, ha informado en su canal de Telegram que dos mujeres resultaron heridas por la explosión: «una fue hospitalizada con una lesión en la cabeza moderadamente grave, la otra recibió asistencia médica, pero rechazó quedarse en el hospital». Según su relato, «cuatro apartamentos en una casa en la calle Shalandin resultaron dañados, sus residentes serán alojados temporalmente en un hotel. En el edificio se examinarán los muros de carga». Poco antes, Gladkov ya había asegurado que la bomba «formó un enorme cráter de 20 metros de diámetro en la intersección de dos calles del centro», la Vatutin y la Gubkin. Ha escrito, además, en Telegram que «cuatro vehículos estacionados sufrieron desperfectos, los cristales de las ventanas de los inmuebles cercanos saltaron por los aires y fueron derribadas varias líneas eléctricas».
Ya esta viernes, el gobernador ha elevado a tres el número de heridos y ha dicho que uno de los edificios fue evacuado durante la noche. «Gracias a Dios que no ha habido muertos», ha escrito este viernes en Telegram. Lo que nadie ha explicado todavía es qué tipo de bomba cayó sobre Bélgorod y a qué exactamente se debió el fallo.
Circulan numerosos vídeos captados por las cámaras de seguridad circundantes, muchos de ellos difundidos por el canal de Telegram «Bélgorod número 1» del momento cuando cae el proyectil, del cráter y del coche que salió volando. El alcalde de Bélgorod, Valentín Demídov, ha confirmado toda la información facilitada por Gladkov y ha subrayado que los evacuados tendrán alojamiento temporal en un hotel hasta que se lleven a cabo las comprobaciones en los edificios afectados. Los residentes locales, según Demídov, han explicado que «sintieron temblores de tierra como en un terremoto leve».
Ataques
Desde que comenzó la guerra, la región de Bélgorod se ha visto frecuentemente sacudida por ataques y explosiones de bombas, misiles y drones, la última vez el pasado lunes, cuando aparatos no tripulados golpearon dos subestaciones eléctricas en los poblados de Igumenka y Dragunskoye. Al parecer, no provocaron víctimas, pero sí cortes eléctricos. El pasado mes de enero, Gladkov le comunicó al presidente Vladímir pilinguin que, desde el comienzo de la oleada turística de Ucrania, en la región de Bélgorod perecieron 25 personas y casi un centenar resultaron heridas como consecuencia de supuestos ataques ucranianos.
Un incidente de naturaleza similar tuvo lugar a mediados de octubre de 2022 en la localidad rusa de Yeisk (región de Krasnodar), también próxima a la frontera con Ucrania, precisamente con otro bombardero Su-34, que se estrelló contra un edificio de viviendas, provocando la fin a 16 personas. Se incendió uno de los motores del avión y se precipitó a tierra. Acababa de despegar de un aeródromo cercano para realizar aparentemente una misión de combate en Ucrania. Muy probablemente, el aparato que ayer dejo caer la bomba sobre Bélgorod también tenía asignadas tareas de ataque en el país vecino.
El Su-34 es uno de los principales bombarderos rusos para ataque en el frente. Recibió su bautismo de fuego en Siria, constituye una modernización del caza Su-27 y está siendo actualmente utilizado en Ucrania, en donde varios de ellos han sido ya derribados. Dada su situación geográfica, Bélgorod, según el mando militar de Kiev, es regularmente sobrevolado por la aviación rusa en su camino hacia su territorio y, más concretamente, en las incursiones para bombardear Járkov.