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Madmaxista
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I.M.L. / Aranda - lunes, 2 de octubre de 2023
Los depredadores entraron en el cercado donde pasaban la noche y dejaron animales medio devorados y otros heridos de fin. El propietario del rebaño valora dejar la explotación después de este golpe
Los ataques de lobos que tanto daño han hecho a la ganadería al norte del Duero ya son una realidad en la comarca ribereña. Un pastor de Hortezuelos que tenía su rebaño de ovejas churras en Santa María del Mercadillo se encontró ayer al ir a sacarlas a pastar con el espectáculo dantesco que dejan los lobos en sus cacerías nocturnas. «Cuando iba a las 8:30 horas después de haberlas dejado la noche anterior en un cercado que tenemos en un robledal ha empezado a ver las muertas y heridas», relataba Javier Carazo, el sobrino del pastor, Teófilo Carazo, y propietario de las ovejas.
Las imágenes del resultado del ataque hablan por sí solas y llenan de desolación a los dueños del rebaño, compuesto por unas 500 cabezas, que ya han contabilizado hasta 23 ovejas afectadas, entre las muertas y las que resultaron heridas. Javier Carazo está seguro de que ha tenido que ser un ataque de lobos en manada a la vista de los destrozos causados. «A una oveja la han sacado del cercado y se han comido la mitad, eso no lo hace un lobo solo, tiene que haber sido una manada», explicaba mientras los agentes forestales de la Junta de Castilla y León realizaban la inspección para levantar acta de los resultados del ataque.
Más allá de la cifra inicial de ovejas muertas o heridas, Carazo lamenta que este ataque pueda ser el final de su negocio ganadero. «Mi tío estaba pensando en aguantar unos años más antes de jubilarse, pero con este duro golpe ya está diciendo que no merece la pena», lamenta el sobrino del pastor, porque las consecuencias económicas para su explotación son mayores que el propio valor de las ovejas. «La íbamos a dejar en Mercadillo tres meses, como el año pasado, para que aprovechasen los pastos que hay ahí y que no tenemos en Hortezuelos ahora, estábamos muy contentos de la acogida que había tenido la propuesta en el pueblo, pero ahora nos las tendremos que llevar de allí, lo que nos supone tener que alimentarlas estos meses con pienso», explica Carazo, añadiendo a renglón seguido que «los 8.000 euros que nos suponga alimentarlas así es igual el beneficio de todo un año».
Varios de los animales muertos, dentro del cercado. - Foto: DB
Los depredadores entraron en el cercado donde pasaban la noche y dejaron animales medio devorados y otros heridos de fin. El propietario del rebaño valora dejar la explotación después de este golpe
Los ataques de lobos que tanto daño han hecho a la ganadería al norte del Duero ya son una realidad en la comarca ribereña. Un pastor de Hortezuelos que tenía su rebaño de ovejas churras en Santa María del Mercadillo se encontró ayer al ir a sacarlas a pastar con el espectáculo dantesco que dejan los lobos en sus cacerías nocturnas. «Cuando iba a las 8:30 horas después de haberlas dejado la noche anterior en un cercado que tenemos en un robledal ha empezado a ver las muertas y heridas», relataba Javier Carazo, el sobrino del pastor, Teófilo Carazo, y propietario de las ovejas.
Las imágenes del resultado del ataque hablan por sí solas y llenan de desolación a los dueños del rebaño, compuesto por unas 500 cabezas, que ya han contabilizado hasta 23 ovejas afectadas, entre las muertas y las que resultaron heridas. Javier Carazo está seguro de que ha tenido que ser un ataque de lobos en manada a la vista de los destrozos causados. «A una oveja la han sacado del cercado y se han comido la mitad, eso no lo hace un lobo solo, tiene que haber sido una manada», explicaba mientras los agentes forestales de la Junta de Castilla y León realizaban la inspección para levantar acta de los resultados del ataque.
Más allá de la cifra inicial de ovejas muertas o heridas, Carazo lamenta que este ataque pueda ser el final de su negocio ganadero. «Mi tío estaba pensando en aguantar unos años más antes de jubilarse, pero con este duro golpe ya está diciendo que no merece la pena», lamenta el sobrino del pastor, porque las consecuencias económicas para su explotación son mayores que el propio valor de las ovejas. «La íbamos a dejar en Mercadillo tres meses, como el año pasado, para que aprovechasen los pastos que hay ahí y que no tenemos en Hortezuelos ahora, estábamos muy contentos de la acogida que había tenido la propuesta en el pueblo, pero ahora nos las tendremos que llevar de allí, lo que nos supone tener que alimentarlas estos meses con pienso», explica Carazo, añadiendo a renglón seguido que «los 8.000 euros que nos suponga alimentarlas así es igual el beneficio de todo un año».
Un ataque de lobos acaba con 23 ovejas churras en la Ribera
Los depredadores entraron en el cercado donde pasaban la noche y dejaron animales medio devorados y otros heridos de fin. El propietario del rebaño valora dejar la explotación después de este golpe
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