Alberto95
Cuñado nija
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El contexto se produce en un contexto de un debate sobre la resurrección o no resurrección de Jesús. El ultracatólico para mofarse del otro debatiente, un joven creyente de 24 años pero que no procesa ni sigue ninguna religión ni mitifica a los dioses de ninguna. Quiero decir, el joven no era ateo, aunque lo fue durante un tiempo largo. El boomer insinúa que en 2000 años nadie se acordará de Dragon Ball y que homenajearán a Jesús. Está fue la respuesta del joven:
Oye, Jimmy, ¿de verdad te crees tan iluminado como para predecir qué va a pasar dentro de 2000 años? ¿En serio piensas que Dragon Ball y Goku van a desaparecer en el olvido mientras Jesús sigue reinando en las charlas de la humanidad? Qué arrogancia, amigo, qué manera de creerte el guardián de la verdad eterna solo porque te aferras a tu fe como si fuera un flotador en medio del océano.
Vamos a poner las cosas en perspectiva, porque parece que tu visión está nublada por tanto incienso. Dragon Ball lleva décadas siendo un titán de la cultura pop. Desde los 80, Akira Toriyama creó un universo que ha generado secuelas, películas, videojuegos y una legión de fans que no para de crecer. ¿Sabes lo que es eso, Jimmy? Es un legado que trasciende fronteras, idiomas y generaciones.
Goku no es solo un personaje, es un ícono de lucha, perseverancia y superación que inspira a millones. Mientras tanto, el cristianismo, con sus 2000 años de historia, está viendo cómo su influencia se tambalea en muchas partes del mundo. Sí, Jesús tiene su lugar en la historia, pero no te hagas ilusiones: su relevancia no es la misma que antes, y la fe que tanto defiendes se diluye en un mar de reinterpretaciones y declive.
Hablemos de fieles, ya que te gusta medir el futuro en términos de quién tendrá más. Goku no necesita templos ni sermones para que lo adoren. Su iglesia es global, sin dogmas ni peleas por doctrinas: millones de fans de todas las culturas se unen por su historia, sus valores y su carisma. Jesús, con todo y su legado, tiene una base dividida, con denominaciones que no se ponen de acuerdo ni en cómo rezar. ¿Quién crees que tiene más fuerza para perdurar, Jimmy?
¿Un héroe universal que sigue conquistando corazones o una figura cuya historia depende de cómo la cuenten los que quedan?
Y lo mejor de todo, Jimmy, es que la cultura pop tiene algo que tu fe ultracatólica no: adaptabilidad. Dragon Ball se reinventa, evoluciona, se mantiene fresco. ¿La religión?
A veces se queda atrapada en el pasado, luchando por no volverse irrelevante. Así que, mientras tú sueñas con un futuro donde todos hablen de Jesús, yo veo uno donde el "Día de Goku" podría ser más grande que la Navidad. Imagínate eso, Jimmy: niños gritando "¡Kamehameha!" en vez de cantando villancicos. ¿Te duele? Porque debería.
En resumen, Jimmy, guarda esa soberbia de profeta de pacotilla. Hablar de más te queda grande, y subestimar a Goku solo demuestra lo corto que ves. Sigue aferrado a tu rosario si quieres, pero no te sorprendas si en 2000 años el mundo está más ocupado celebrando a un Saiyajin que a tu Mesías. Al tiempo.
Oye, Jimmy, ¿de verdad te crees tan iluminado como para predecir qué va a pasar dentro de 2000 años? ¿En serio piensas que Dragon Ball y Goku van a desaparecer en el olvido mientras Jesús sigue reinando en las charlas de la humanidad? Qué arrogancia, amigo, qué manera de creerte el guardián de la verdad eterna solo porque te aferras a tu fe como si fuera un flotador en medio del océano.
Vamos a poner las cosas en perspectiva, porque parece que tu visión está nublada por tanto incienso. Dragon Ball lleva décadas siendo un titán de la cultura pop. Desde los 80, Akira Toriyama creó un universo que ha generado secuelas, películas, videojuegos y una legión de fans que no para de crecer. ¿Sabes lo que es eso, Jimmy? Es un legado que trasciende fronteras, idiomas y generaciones.
Goku no es solo un personaje, es un ícono de lucha, perseverancia y superación que inspira a millones. Mientras tanto, el cristianismo, con sus 2000 años de historia, está viendo cómo su influencia se tambalea en muchas partes del mundo. Sí, Jesús tiene su lugar en la historia, pero no te hagas ilusiones: su relevancia no es la misma que antes, y la fe que tanto defiendes se diluye en un mar de reinterpretaciones y declive.
Hablemos de fieles, ya que te gusta medir el futuro en términos de quién tendrá más. Goku no necesita templos ni sermones para que lo adoren. Su iglesia es global, sin dogmas ni peleas por doctrinas: millones de fans de todas las culturas se unen por su historia, sus valores y su carisma. Jesús, con todo y su legado, tiene una base dividida, con denominaciones que no se ponen de acuerdo ni en cómo rezar. ¿Quién crees que tiene más fuerza para perdurar, Jimmy?
¿Un héroe universal que sigue conquistando corazones o una figura cuya historia depende de cómo la cuenten los que quedan?
Y lo mejor de todo, Jimmy, es que la cultura pop tiene algo que tu fe ultracatólica no: adaptabilidad. Dragon Ball se reinventa, evoluciona, se mantiene fresco. ¿La religión?
A veces se queda atrapada en el pasado, luchando por no volverse irrelevante. Así que, mientras tú sueñas con un futuro donde todos hablen de Jesús, yo veo uno donde el "Día de Goku" podría ser más grande que la Navidad. Imagínate eso, Jimmy: niños gritando "¡Kamehameha!" en vez de cantando villancicos. ¿Te duele? Porque debería.
En resumen, Jimmy, guarda esa soberbia de profeta de pacotilla. Hablar de más te queda grande, y subestimar a Goku solo demuestra lo corto que ves. Sigue aferrado a tu rosario si quieres, pero no te sorprendas si en 2000 años el mundo está más ocupado celebrando a un Saiyajin que a tu Mesías. Al tiempo.