Dadaria
Cuerpo de Voluntarios Realistas
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Con permiso de @Ricohombre, me gustaría abrir este hilo para debatir sobre un posible fin anticipado de la reconquista.
En 1340, las fuerzas conjuntas de la Corona de Castilla y el Reino de Portugal consiguen derrotar a benimerines y nazaríes de forma decisiva. La campaña culminaría con la reconquista de Algeciras en 1344 tras dos años de duro asedio, marcando el fin de la presencia benimerín en la península.
Este impulso reconquistador quedó ahí. Sin embargo, en esta ucronía, Alfonso XI decide ir a por todas y organizar la campaña que suponga el fin definitivo de la reconquista. ¿Habría sido posible?
Debemos destacar que la Corona de Castilla estaba en plena expansión económica y demográfica, con los reinos de Andalucía (Sevilla, Córdoba y Jaén) habiéndose recuperado del levantamiento mudéjar de 1264, aunque todavía se apreciaban notables vacíos de población debido a la gran extensión de territorios recuperados casi un siglo antes. A esto hay que añadir que la neutralidad de la Corona de Castilla en la Guerra de los Cien años fue bastante positiva al poder acceder al comercio con Flandes, haciéndole la competencia a franceses e ingleses.
En lo que respecta a política interior, Alfonso había conseguido asentar su autoridad tras algunos levantamientos y rebeliones de la nobleza, ayudada por Portugal, que para 1333-34 habían sido aplastados. Además, hay que destacar la gran labor legisladora de Alfonso, que culminó con el Ordenamiento de Alcalá, de 1348, en vigor hasta la introducción del Código Civil en 1889.
La guerra con Granada terminaría en 1344, con una tregua mediante la cual el emir nazarí llegaría a pagar hasta 12.000 doblas de oro en concepto de parias.
Expuestos los hechos, comenzamos con la ucronía:
En 1344, Alfonso decide realizar un último esfuerzo, que será la conquista de Gibraltar, fundamental para controlar el Estrecho. Tras un largo asedio, iniciado en 1345, la plaza se rinde en 1346-1347. Para entonces, Alfonso decide aceptar la oferta de paz del emir, que se resume en las condiciones de la paz de 1344. En 1350, Alfonso logra sobrevivir a la peste de color.
En 1352, Alfonso se ha recuperado y lo peor de la peste ha pasado. Pese al enorme daño que ha supuesto para la Corona, sabe que la epidemia también ha afectado gravemente a Granada. Alfonso está determinado a acabar definitivamente con el último reducto islámico de la península y sabe que ahora es el momento de actuar. Tras tres años de preparación, en los que consigue reunir una flota lo suficientemente poderosa para asegurarse el control del Estrecho y bloquear navalmente al reino nazarí, así como reunir los hombres y recursos necesarios para semejante empresa, en 1355-1356 Alfonso se lanza a la reconquista de Granada.
En 1340, las fuerzas conjuntas de la Corona de Castilla y el Reino de Portugal consiguen derrotar a benimerines y nazaríes de forma decisiva. La campaña culminaría con la reconquista de Algeciras en 1344 tras dos años de duro asedio, marcando el fin de la presencia benimerín en la península.
Este impulso reconquistador quedó ahí. Sin embargo, en esta ucronía, Alfonso XI decide ir a por todas y organizar la campaña que suponga el fin definitivo de la reconquista. ¿Habría sido posible?
Debemos destacar que la Corona de Castilla estaba en plena expansión económica y demográfica, con los reinos de Andalucía (Sevilla, Córdoba y Jaén) habiéndose recuperado del levantamiento mudéjar de 1264, aunque todavía se apreciaban notables vacíos de población debido a la gran extensión de territorios recuperados casi un siglo antes. A esto hay que añadir que la neutralidad de la Corona de Castilla en la Guerra de los Cien años fue bastante positiva al poder acceder al comercio con Flandes, haciéndole la competencia a franceses e ingleses.
En lo que respecta a política interior, Alfonso había conseguido asentar su autoridad tras algunos levantamientos y rebeliones de la nobleza, ayudada por Portugal, que para 1333-34 habían sido aplastados. Además, hay que destacar la gran labor legisladora de Alfonso, que culminó con el Ordenamiento de Alcalá, de 1348, en vigor hasta la introducción del Código Civil en 1889.
La guerra con Granada terminaría en 1344, con una tregua mediante la cual el emir nazarí llegaría a pagar hasta 12.000 doblas de oro en concepto de parias.
Expuestos los hechos, comenzamos con la ucronía:
En 1344, Alfonso decide realizar un último esfuerzo, que será la conquista de Gibraltar, fundamental para controlar el Estrecho. Tras un largo asedio, iniciado en 1345, la plaza se rinde en 1346-1347. Para entonces, Alfonso decide aceptar la oferta de paz del emir, que se resume en las condiciones de la paz de 1344. En 1350, Alfonso logra sobrevivir a la peste de color.
En 1352, Alfonso se ha recuperado y lo peor de la peste ha pasado. Pese al enorme daño que ha supuesto para la Corona, sabe que la epidemia también ha afectado gravemente a Granada. Alfonso está determinado a acabar definitivamente con el último reducto islámico de la península y sabe que ahora es el momento de actuar. Tras tres años de preparación, en los que consigue reunir una flota lo suficientemente poderosa para asegurarse el control del Estrecho y bloquear navalmente al reino nazarí, así como reunir los hombres y recursos necesarios para semejante empresa, en 1355-1356 Alfonso se lanza a la reconquista de Granada.