M. Priede
Será en Octubre
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Siempre existe comunicación entre dos enemigos, tanto de sus cúpulas militares como políticas, por tanto, cuando se anuncia una negociación antes se ha pactado hacerla pública, y no es el caso, puesto que Rusia no ha dicho nada de lo anunciado por Zelensky, de que las negociaciones comenzarán en enero próximo.
Los vídeos que vemos de las trincheras ucranianas son devastadores; no tienen con qué defenderse, recuerdan aquellos otros del verano de 2022 cuando enviaban carne de cañón mientras preparaban un ejército nuevo en la retaguardia, sólo que esta vez ya no disponen de soldados ni armas suficientes para formar otro ejército más, y ya sería el cuarto.
Aviso de imágenes muy duras. A mitad del vídeo podéis ver un soldado ucraniano, que se libró poco antes de la granada lanzada por un dron, protegerse o esconderse bajo unas láminas. Esa agonía dramática refleja la situación en el frente de guerra
Hemos de añadir la sarama de armas que les han enviado (tanques Leopard capturados intactos por los rusos, seguramente por avería mecánica; qué menos, después de llevar décadas inactivos), eso sí, miles de millones para sostener los gastos corrientes de Ucrania y sobre todo su inmensa red de corrupción. Lo poco disponible se lo está quedando Israel, que a diferencia de lo que piensan los sencillacos anglosionistas españoles, depende totalmente del armamento y munición de los EEUU:
A estas alturas ya vemos que Ucrania quedará partida en dos, una en manos de Rusia y la otra en manos de Black Rock, que ya ha empezado a recibir fondos para la reconstrucción cuando resulta que aun no ha acabado la guerra ni pueden reconstruir nada. Y por supuesto que los ucranianos, además de los 600.000 soldados muertos y a los que se culpará de la derrota a pesar del heroísmo demostrado, quedarán endeudados durante generaciones y pagando con más vidas, más emigración y más deudas. El antiguo Reino de Jazaria se ubicaba también ahí, en Ucrania, añádase -y esto es lo que más pesa-, los asesinatos en masa de los judíos a manos de los banderistas de hace 80 años, ahora reorganizados por Kolomoiski para usarlos y pulverizarlos, no sin antes machacar a todos los eslavos que se pueda, que a fin de cuentas tanto ellos como los ucranianos y los turcos destruyeron su reino y luego los forzaron a la diáspora por toda Europa del este y central; diáspora esta vez real, no ficticia, como la atribuida a Roma.
Aquí veréis cómo caen los últimos banderistas de Azov en las líneas alrededor de Bajmut. Si el vídeo lo difunden fuentes rusas (no parece que sea un montaje de los mismos rusos, aunque nunca se sabe), se debe a que ha caído en sus manos.
Dice Zelensky que en enero próximo se iniciarán las reuniones para la paz en Ucrania. Lo dice él y nadie más, o sea, que o bien Zelensky se reúne consigo mismo o está a la espera de que otros le acompañen. ¿Está Rusia entre esos otros? No. Pues entonces lo que buscan Zelensky y sus padrinos es forzar a Rusia a la negociación, de lo cual se deduce que asistiremos a una campaña perioputil por tierra, mar y aire contra Rusia, acusada de no querer sentarse a la mesa y de ser contraria a la paz. Me temo que en el Kremlin se estarán partiendo de risa, ahora que la guerra les resulta tan cómoda, sólo tienen que esperar a ver cómo cae una trinchera tras otra, cada vez con más muertos ucranianos y menos bajas rusas para luego anexionarse más territorio del que ya tienen.
En el Kremlin ya saben cuán fiables son los británicos, alemanes y franceses, después de que públicamente reconocieran Merkel y Hollande que los acuerdos de Minsk los firmaron para darle tiempo a EEUU a que preparase un ejército en Ucrania. ¿Qué tiene que ganar Rusia sentándose en una mesa de negociación? Nada. ¿Ucrania y la OTAN? Salvar los muebles, especialmente EEUU, que ya ha sacado todos los réditos posibles; no ha salido bien lo de hundir a Rusia, que hoy dispone de un ejército mucho más eficiente que dos años atrás y una economía que no sólo ha resistido las sanciones sino que es la que más crece de toda Europa; sin embargo sí que ha ganado por el otro lado, mucho más importante para los intereses del Eje Washington-Londres-Tel Aviv y que desde el primer día señaló Michael Hudson: Michael Hudson: "La guerra de EEUU es contra Europa y Alemania"
www.globalresearch.ca
En resumen: los ucranianos de a pie seguirán muriendo mientras el Imperio encuentra la manera de salir de Ucrania antes de las elecciones de noviembre, Impero en el cual también estamos nosotros en calidad de últimos vasallos y quien sabe si pulverizados cuando "nuestros amigos y aliados" nos echen encima a nuestro único enemigo, jovenlandia, al que están armando desde hace tiempo.
Aviones de combate de EEUU invaden nuestro espacio aéreo para que España reconozca la soberanía jovenlandés en el Sáhara
La vuelta a un Mediterráneo plagado de conflictos y sin que nadie nos explique nada
Los vídeos que vemos de las trincheras ucranianas son devastadores; no tienen con qué defenderse, recuerdan aquellos otros del verano de 2022 cuando enviaban carne de cañón mientras preparaban un ejército nuevo en la retaguardia, sólo que esta vez ya no disponen de soldados ni armas suficientes para formar otro ejército más, y ya sería el cuarto.
Aviso de imágenes muy duras. A mitad del vídeo podéis ver un soldado ucraniano, que se libró poco antes de la granada lanzada por un dron, protegerse o esconderse bajo unas láminas. Esa agonía dramática refleja la situación en el frente de guerra
Hemos de añadir la sarama de armas que les han enviado (tanques Leopard capturados intactos por los rusos, seguramente por avería mecánica; qué menos, después de llevar décadas inactivos), eso sí, miles de millones para sostener los gastos corrientes de Ucrania y sobre todo su inmensa red de corrupción. Lo poco disponible se lo está quedando Israel, que a diferencia de lo que piensan los sencillacos anglosionistas españoles, depende totalmente del armamento y munición de los EEUU:
A estas alturas ya vemos que Ucrania quedará partida en dos, una en manos de Rusia y la otra en manos de Black Rock, que ya ha empezado a recibir fondos para la reconstrucción cuando resulta que aun no ha acabado la guerra ni pueden reconstruir nada. Y por supuesto que los ucranianos, además de los 600.000 soldados muertos y a los que se culpará de la derrota a pesar del heroísmo demostrado, quedarán endeudados durante generaciones y pagando con más vidas, más emigración y más deudas. El antiguo Reino de Jazaria se ubicaba también ahí, en Ucrania, añádase -y esto es lo que más pesa-, los asesinatos en masa de los judíos a manos de los banderistas de hace 80 años, ahora reorganizados por Kolomoiski para usarlos y pulverizarlos, no sin antes machacar a todos los eslavos que se pueda, que a fin de cuentas tanto ellos como los ucranianos y los turcos destruyeron su reino y luego los forzaron a la diáspora por toda Europa del este y central; diáspora esta vez real, no ficticia, como la atribuida a Roma.
Aquí veréis cómo caen los últimos banderistas de Azov en las líneas alrededor de Bajmut. Si el vídeo lo difunden fuentes rusas (no parece que sea un montaje de los mismos rusos, aunque nunca se sabe), se debe a que ha caído en sus manos.
Dice Zelensky que en enero próximo se iniciarán las reuniones para la paz en Ucrania. Lo dice él y nadie más, o sea, que o bien Zelensky se reúne consigo mismo o está a la espera de que otros le acompañen. ¿Está Rusia entre esos otros? No. Pues entonces lo que buscan Zelensky y sus padrinos es forzar a Rusia a la negociación, de lo cual se deduce que asistiremos a una campaña perioputil por tierra, mar y aire contra Rusia, acusada de no querer sentarse a la mesa y de ser contraria a la paz. Me temo que en el Kremlin se estarán partiendo de risa, ahora que la guerra les resulta tan cómoda, sólo tienen que esperar a ver cómo cae una trinchera tras otra, cada vez con más muertos ucranianos y menos bajas rusas para luego anexionarse más territorio del que ya tienen.
En el Kremlin ya saben cuán fiables son los británicos, alemanes y franceses, después de que públicamente reconocieran Merkel y Hollande que los acuerdos de Minsk los firmaron para darle tiempo a EEUU a que preparase un ejército en Ucrania. ¿Qué tiene que ganar Rusia sentándose en una mesa de negociación? Nada. ¿Ucrania y la OTAN? Salvar los muebles, especialmente EEUU, que ya ha sacado todos los réditos posibles; no ha salido bien lo de hundir a Rusia, que hoy dispone de un ejército mucho más eficiente que dos años atrás y una economía que no sólo ha resistido las sanciones sino que es la que más crece de toda Europa; sin embargo sí que ha ganado por el otro lado, mucho más importante para los intereses del Eje Washington-Londres-Tel Aviv y que desde el primer día señaló Michael Hudson: Michael Hudson: "La guerra de EEUU es contra Europa y Alemania"
NATO-Russia Proxy War: Revealing Signs of a Fading America: Scott Ritter, Michael Hudson - Global Research
“Joe Biden looked Vladimir pilinguin in the eye last June and threatened him with massive sanctions. He had months to sit down with his inner circle and say, “how do we prepare for this?” Nothing the U.S. and its allies are doing has taken the Russians by surprise.
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En resumen: los ucranianos de a pie seguirán muriendo mientras el Imperio encuentra la manera de salir de Ucrania antes de las elecciones de noviembre, Impero en el cual también estamos nosotros en calidad de últimos vasallos y quien sabe si pulverizados cuando "nuestros amigos y aliados" nos echen encima a nuestro único enemigo, jovenlandia, al que están armando desde hace tiempo.
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