EL INTERVENTOR
Himbersor
- Desde
- 21 Nov 2022
- Mensajes
- 2.193
- Reputación
- 4.729
Mamela Fiallo.- De acuerdo con el padre Juan Manuel Góngora, párroco de la diócesis de Almería, en el caso de España y el sur de Europa, existe todo un movimiento migratorio hacia Europa alentado por una serie de mafias que se dedican al tráfico de seres humanos. Se aprovechan de la miseria y la desesperación de las personas, que quieren buscar un futuro mejor, lejos de la guerra y la pobreza del continente africano.
Los riesgos de hacer estos viajes no son menores. El párroco indicó que para llevar a cabo esta operación se tejen una serie de manipulaciones que pasan por quitarles a las víctimas sus bienes para hacer un pago que les permita iniciar una travesía de riesgo que, en su opinión, está convirtiendo al Mar Mediterráneo en un cementerio.
En tal sentido, también recalcó: “Desde la caridad cristiana, no se puede dar una acogida cuando entran de forma ilegal y siendo totalmente manipulados desde las mafias que se lucran de esa miseria y esa pobreza (…) El viajero está obligado a contribuir con el país que lo ayude”.
Es decir, el hecho de infringir las leyes del lugar se contrapone a las enseñanzas de la Iglesia. Esto último es importante en cuanto ciertos sectores políticos, sobre todo de la izquierda progresista, apelan a la caridad cristiana para promover la inmi gración indiscriminada.
Si bien el Evangelio es claro respecto a la importancia de acoger al forajido, Góngora advierte que la complicidad de redes de crimen organizado con el tráfico humano contradice este principio, pues no trata a la persona con dignidad sino como un objeto.
“En el momento en que se produce tráfico humano, lo único que genera es inseguridad social y donde no acontece una verdadera convivencia no se produce una asimilación, sino que surge una estratificación y surgen los ghettos que sólo conducen a la inseguridad, que lo único que producen son zonas de concentración altísimas de delito”
Para cerrar, el padre Juan Manuel Góngora citó incluso al Catecismo de la Iglesia Católica para afirmar su postura: «El viajero está obligado a respetar con gratitud el patrimonio material y espiritual del país que lo acoge, a obedecer sus leyes y contribuir a sus cargas», de acuerdo al canon 2241.
Comparte este artículo
Los riesgos de hacer estos viajes no son menores. El párroco indicó que para llevar a cabo esta operación se tejen una serie de manipulaciones que pasan por quitarles a las víctimas sus bienes para hacer un pago que les permita iniciar una travesía de riesgo que, en su opinión, está convirtiendo al Mar Mediterráneo en un cementerio.
En tal sentido, también recalcó: “Desde la caridad cristiana, no se puede dar una acogida cuando entran de forma ilegal y siendo totalmente manipulados desde las mafias que se lucran de esa miseria y esa pobreza (…) El viajero está obligado a contribuir con el país que lo ayude”.
Es decir, el hecho de infringir las leyes del lugar se contrapone a las enseñanzas de la Iglesia. Esto último es importante en cuanto ciertos sectores políticos, sobre todo de la izquierda progresista, apelan a la caridad cristiana para promover la inmi gración indiscriminada.
Si bien el Evangelio es claro respecto a la importancia de acoger al forajido, Góngora advierte que la complicidad de redes de crimen organizado con el tráfico humano contradice este principio, pues no trata a la persona con dignidad sino como un objeto.
“En el momento en que se produce tráfico humano, lo único que genera es inseguridad social y donde no acontece una verdadera convivencia no se produce una asimilación, sino que surge una estratificación y surgen los ghettos que sólo conducen a la inseguridad, que lo único que producen son zonas de concentración altísimas de delito”
Para cerrar, el padre Juan Manuel Góngora citó incluso al Catecismo de la Iglesia Católica para afirmar su postura: «El viajero está obligado a respetar con gratitud el patrimonio material y espiritual del país que lo acoge, a obedecer sus leyes y contribuir a sus cargas», de acuerdo al canon 2241.
Comparte este artículo
Tráfico humano e inseguridad: lo que esconde la inmigración a Europa
www.alertadigital.com