Le va mejor a una tienda física que a un dropshipper, por mejores márgenes y mayor fidelidad del cliente. A la gente no le gusta esperar por un intermediario.
Le va mejor a alguien con un ERP para gestionar recursos (clientes, stocks, contabilidad) que a alguien que luego no es capaz de analizar las campañas de fidelización o de captación de clientes y que no tiene un programa que ayuda a los administrativos a saber qué hay que hacer y por qué.
Le va mejor a alguien que tiene su software de tienda enganchado al ERP. Puede tener varias tiendas (openCart + eBay, por ejemplo) con un solo almacén y un solo registro de clientes.
Le va mejor a quien ya tiene clientes y una serie de relaciones fluidas con ellos. Si adaptas tus contenidos a lo que buscan y les facilitas llegar a sus necesidades, poniéndoles precios especiales como premio, tienes un punto de partida importante.
Le va mejor a quien entiende que una tienda es algo multidisciplinar. El gestor ha de saber analizar el mercado y ayudar al diseño e implantación del modelo de negocio. Las "ideitas" están sobrevaloradas, pues hay luego que saber y poder realizarlas de forma eficiente. El diseñador de la web y de su aspecto visual, el del posicionamiento SEO, el del dominio, server y hosting o el programador de bases de datos y adaptador del software de ERP, CMS o tienda no tienen por qué ser el mismo tipo, porque es difícil que se abarque tanto.
Yo estoy en el tema de repuestos de impresión y en el tema de refurbishing electrónico. Estoy de picacódigo, he toqueteado el ERP para adapatarlo a la necesidad y mis aplicaciones Java actualizan de forma automática stocks y cambios en precios y descripciones de productos. El software de la tienda, en cambio, no ha sido modificado (solo la base de datos para incorporar el enganche de productos al ERP). Aparte, hay un tipo para la instalación del software, el SEO, los diseños, el márketing y el tema de medios de pago.
¿Qué os quiero decir con esto? Que no es tan fácil como lo pintan. En mí recae la eficiencia del proceso y en el otro tipo que haya un software y un sitio conocido en internet. Si no fuera por mí y por un gestor que entiende su modelo de negocio no podría haber 3000 productos en tres sitios diferentes y un solo sistema de seguimiento de campañas y de clientes (y de pedidos, y de envíos, y de contabilidad, reclamaciones, etc..).
Tener un bonito software y una pléyade de tíos o tías dando mil toques de ratón metiendo los productos uno a uno no es eficiente. Si además no tienes stock y tienes que atender reclamaciones todo el rato porque tus envíos son en realidad de otros, vas camino del desastre.
Y si se tienen cuatro productos mal contados, sí que puedes hacerte una tienda y meterlos a pata, pero el problema es que te va a salir caro llegar a nuevos clientes y esos productos han de ser corazonudos en calidad/precio y venderse como rosquillas para rentabilizar todo el tinglado.
Cada modelo de negocio es diferente y cuanto más ambicioso, más caro, pero si no tienes un mínimo de ambición no pasas de tener una tienda mediocre, que huele a mediocre desde leguas y que nunca despegará.
Cuidado con los vendedores de crecepelo. Un diseñador de web molonas que no sepa mucho más te dirá que lo importante es la primera impresión. Un tipo dedicado al SEO con limitaciones en programación te dirá que lo importante es "tener presencia" y que eso basta (craso error). Un vendedor de soluciones ERP te colará el software y la implantación de una aplicación de la que en realidad solo vas a necesitar un porcentaje mínimo si luego no la nutres de información y lo adaptas realmente al modelo de negocio.
Entrar a operar en Internet es un esfuerzo de integración de recursos humanos y procesos habituales en cualquier empresa con la adaptación de los flujos de información para que acaben mostrándose en un entorno web. En ningún caso es la simple suma de objetos tales como la tienda X, el CMS Y, el ERP Z, el modulito G y el plugin M.
Quién no es capaz de tener una vista de pájaro de todo en su conjunto y no tiene las herramientas para saber donde dirigir el esfuerzo en cada momento tiene pocas posibilidades de que no se le tuerza el engendro. Normalmente falla el gestor, que reacciona a los problemas como un bombero apagafuegos porque comienza a implantar sin un plan general previo, y lo hace porque quiere el producto con su precio y el medio de pago listo para antesdeayer, y el resto, lo que hay detrás de eso y no se ve, es lo más importante.