Interior adjudica de urgencia a Indra el recuento del 10-N tras los fallos en las locales
Interior
ha adjudicado a Indra el recuento electoral del
10-N, según fuentes del sector. La empresa vuelve a imponerse a
Scytl, que ganó el concurso de
las europeas y municipales, una gestión que llevó al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a
pedir explicaciones a la empresa, algo sin precedentes. Indra y Scytl tienen firmado un acuerdo marco con Interior que las obliga a presentarse a los concursos de las elecciones, pero esta vez y por urgencia no habrá tal. La adjudicación
la ha adelantado 'Lainformación'.
Hasta las generales de 2015, Indra había gestionado "todos los procesos electorales nacionales, locales y europeos desde 1978". Entonces irrumpió Scytl, una empresa con sede en Barcelona que se llevó el recuento electoral con una bajada en el precio. Desde entonces,
Indra y la UTE Scytl-Vector compiten por los recuentos electorales en España.
Indra se llevó el de las generales del 28 de abril y Scytl el de las europeas y municipales de mayo, donde hubo errores que llevaron a Marlaska a montar una reunión de urgencia para pedir explicaciones. Ahora, el recuento vuelve a Indra, con contrato por
5.964.530 euros. El Ministerio del Interior lo ha adjudicado
por procedimiento de urgencia utilizando la reforma electoral de la ley electoral que aprobó el Gobierno del PP antes de la repetición electoral de 2016. Lo hace
para garantizar el buen funcionamiento ante el poco plazo que queda.
Indra se llevó el de las generales del 28 de abril y Scytl el de las europeas y municipales, donde hubo fallos que llevaron a Marlaska a pedir explicaciones
Esa reforma establece que "se declaran de
urgencia los contratos que hayan de celebrarse por los órganos de contratación de la Administración General del Estado con competencia en la materia, cualquiera que sea su cuantía, vinculados con la celebración de las elecciones a Cortes Generales cuando estas hayan sido convocadas en aplicación del apartado 5 del artículo 99 de la Constitución".
Indra y Scytl firmaron un acuerdo con Interior por el que las dos empresas se obligaban a concursar en todos los procesos electorales que hubiera, lo que aumentaba la competencia. El escrutinio de las generales de abril
lo hizo Indra por 7,4 millones.
Un mes después, ganó Scytl el recuento de las municipales y europeas. En estas ofertaron
8,7 millones de euros. Habían rebajado un 20% la oferta de Indra, la multinacional que tradicionalmente se encarga del recuento y que solo había perdido en las generales de 2015 ante Scytl.
